Sebastian, Ash y Tú (¿Trío?)


Dedicado a fionaycake espero que te guste, no hay lemon pero hay salseo :'v

Sebastian, Ash y Tú (¿Trío?)

¿Trío?

Esto solo me sucede a mí, es una jodida desgracia, que digo desgracia ¡Una maldita tragedia! A mi lado derecho estaba mi ex, y al otro lado también estaba mi otro ex. Maldita sea.

- Buenos días, _______- Sebastian se levanta y se estira, dejando al descubierto su torso

- Esto no puede ser verdad – murmuré mientras enterraba mi rostro entre mis manos

- ¿acaso no puedes creer que hayas pasado la mejor noche de tu vida con tu novio? – dijo Ash con su cabello algo despeinado

- Ex novio, querrás decir... Ash-aclaró Sebastian, ambos se miraron de forma intensa.

- Encontré un nuevo lunar – me sobresalté ante la cercanía de Ash y me pegué a Sebastian.

- Controla ese titan, Michaelis – el se limitó a sonreír

- ¿Y si lo controlas tú? Se te da muy bien, a decir verdad – m-maldito idiota.

- ¡Ese no es el punto! El tema aquí se reduce a una simple pregunta ¿Qué sucedió aquí? – los dos chicos se encogieron de hombros - ¿Ninguno de los dos sabe?

- Solo recuerdo que tú y yo estábamos tranquilamente hablando sobre retomar nuestra relación – dijo Ash – en ese momento apareció Michaelis y bueno, que le vamos a hacer. Decidiste tomarte unas cuantas copas de alcohol y henos aquí- tragué saliva.

- Estoy completamente seguro de que no fue así como sucedió – Sebastian comenzó a acariciarme el cabello – ________ y yo estábamos hablando acerca de llevar nuestra relación al siguiente nivel, es decir, el matrimonio, tener una familia feliz y eso. Hasta que apareciste tu de la nada, rogándole a MI _________ volver contigo, que eras muchísimo mejor partido para ella...

- ¡Ustedes dos están inventándose cosas! – me levanté de la cama y me percaté de mi ligereza de ropa, solo tenía mis bragas

- Una hermosa vista mañanera – dijo Ash

- Completamente de acuerdo – añadió Sebastian, solté un suspiro lleno de frustración.

- Para empezar, recuerdo muy bien lo que pasó antes de que todo esto sucediera. Lo único que quiero es que me digan, si hicimos un maldito trio de mierda o qué – Sebastian sonrió y Ash frunció el ceño. -ustedes son lo peor- fui al baño para asearme, no sin antes dar una mirada en el suelo en busca de condones. Al entrar en el baño, también me fijé en la papelera.

Maldita sea, ¿Quién creería que a mis veinticinco años tengo este tipo de inconvenientes? Yo solo quería tener una vida tranquila y llena de paz, sin ninguna clase de molestia. Pero justo cuando estoy cerca de lo que quiero, llegan las dos personas menos indicadas a mi vida, y no contento con eso ¡hacemos un puto trio!

Después de orinar, me metí en la ducha, deseando, esperando a que el agua arrasase con todos mis pesares.

- Allá voy – Ash entró a la ducha sin mi puto consentimiento

- ¡O-Oye! Sal de la maldita ducha, degenerado asqueroso. ¡¿Cómo mierdas lograste entrar?!

- Por la puerta – rodé los ojos, mientras trataba de empujarlo fuera de la ducha

- ¡Le puse pestillo! – soltó una carcajada

- Tengo mis trucos, ángel – solté una carcajada

- Recuerdo cuando me llamabas así – dejé de reírme para darme por vencida y terminar de ducharme

- ¿Qué nos pasó, ________? – suspiré

- Me engañaste, Ash. Te fuiste con otra chica muchísimo más joven y hermosa que yo – lo miré consternada, no podía creer que el fuese tan atrevido como para preguntarlo después de tres años

- Fui un tonto en ese entonces – sonreí con amargura

- Lo sigues siendo – finalmente acabé de bañarme y me dispuse a salir

- ¿Te vas a ir así sin más? – lo miré de reojo

- ¿Qué esperabas, Ash? ¿Qué corriese a tus brazos dando gritos de alegría mientras te besaba todo el rostro? Ya no soy la misma, hace tres años que se acabó lo nuestro. Ya no queda absolutamente nada

- ¿entonces te vas a ir con Sebastian? – gruñí

- ¿Y si fuera así qué? Puedo irme con quien me plazca, ¿Qué parte de ya no existe un nosotros, no entiendes? Ash? Se acabó, ve a casa – salí del baño y me topé con el cuerpo semi desnudo de Sebastian- por el amor de... escúchame muy bien, Michaelis. Estaba a punto de superarte, ya estaba haciéndome a la maldita idea de que ya no existe absolutamente nada entre nosotros ¿Qué ganas con torturarme de esta manera?

- La verdad es que no le encuentro la lógica del por qué terminamos – me pellizqué mi tabique

- Fuiste tú el que acabó con esto. Decidiste que mejor fuésemos por caminos separados y así hice – sus ojos color rojo penetraban los míos. - ahora, en serio. Quiero... necesito saber si hubo algún contacto sexual entre nosotros tres, no creo que pueda tolerar más esta sensación.

- ¿Qué es lo ultimo que recuerdas? – preguntó Sebastian

- Haber tomado dos copas de vino blanco, las cuales no son lo suficientes como para embriagarme. Mi tolerancia al alcohol ha aumentado notablemente. Recuerdo que ustedes se acercaron a mí, los saludé como una persona normal, como si nada entre nosotros hubiera existido. - me crucé de brazos y fijé mi mirada en el techo. Había un maldito condón pegado- ¿Quién fue el...asqueroso? – Sebastian sonrió y Ash soltó una carcajada – ahora, se van largando de mi apartamento de mierda, ¡Pero antes! Me hacen el favor y quitan eso del techo – tomé algo de ropa, me cambié y me encaminé a tomar mi desayuno.

Esto no puede estar sucediéndome a mí, joder. Debo pensar con cabeza fría. Quizás no me acosté con ninguno de los dos y solo estoy haciendo un drama de algo que seguramente no sucedió.

Me senté en la cafetería que quedaba cerca del trabajo y me dispuse a tomar mi café mañanero.

Me senté en una mesa lo más alejada de la ventana posible, pero de nada me sirvió.

- Aquí está tu café, My lady – rodé los ojos. Sebastian dejó el café encima de la mesa

- ¿Ahora eres mesero? – escuché como reía suavemente, tomé un sorbo de mi café

- Puedo ser lo que y tú quieras- alzó mi rostro con su dedo índice -Incluso puedo ser tuyo – aparté mi rostro y seguí bebiendo mi café.

- ¿No te cansas, Sebastian? – sus ojos mostraban algo de confusión

- ¿Cansarme de qué? – preguntó con cierto tono lleno de burla

- De jugar conmigo, de jugar con mis emociones, de eso. Para ti soy como un juguete viejo que deberías ir superando. Lo nuestro se acabó. Debo admitir que fue lindo mientras duró. Pero fuiste tu el que decidió dar por finiquitada nuestra relación – lo miré a los ojos, aquellos que durante un tiempo me hacían perder todo control -sigamos con nuestra vida, fuimos de cruzar montañas, de escalar precipicios... pero decidiste irte... ¿Qué hice mal? – de un momento a otro sentí mis lágrimas desbordarse y rodar cuesta abajo hasta la mesa. Sentí el pulgar de Sebastian limpiarme las lágrimas

- Fui un cobarde – me levanté de la mesa

- Un imbécil, permíteme agregar – al momento de salir del café, Sebastian me tomó por el brazo, me apegó a su cuerpo y me besó. Fui tan tonta y estúpida, que no fui capaz de separarme, y lo único que hice fue seguirle el maldito beso.

El tenía esa capacidad de volver adicta a las personas a él. Mientras nos besábamos, imágenes de cuando éramos "felices" pasaban como fotografías por mi mente. Una que otra lágrima brotó de mis ojos al ver cuando estábamos en el apartamento y decidió terminar la relación. En ese momento, todo el dolor y la ira se acumuló en mi pecho y me separé. Lo abofeteé.

- En tu vida me vuelvas a besar – salí del café. Estaba claramente enojada. Enojada con Michaelis, enojada conmigo por mi debilidad y por no saber qué fue lo que sucedió en mi habitación.

- No tan rápido, ángel – rodé los ojos

- Y llegó el otro imbécil, lárgate Ash – caminé lo más rápido que pude, pero Ash es considerablemente más veloz que yo y pues, me tomó entre sus brazos – este hijo de puta, ¡Bájame, idiota!

- Te llevaré a un lugar mágico, y no precisamente a mi cama – rodé los ojos.

- Puedo caminar sola, Ash. Si me bajas puedo ir a donde tú me llevas – le dije, claramente algo enojada

- Te conozco desde la preparatoria y parte de la universidad. Y sé que si te bajo saldrás corriendo, bueno, en realidad no pasaría nada, ya que te alcanzaría – maldito idiota

Extrañamente esta misma situación me recuerda a nuestra primera cita.

Cuando finalmente decidió bajarme, me percaté de que estábamos en el mismo sitio en el que tuvimos nuestro primer beso.

- Ash, por favor. No nos hagamos esto. Ya habíamos cerrado nuestro ciclo. Ya no hay nada entre nosotros, desde hace tres años que ya no lo hay.

- Te extraño, ________. Fui un maldito idiota... lo sé. Pero aún hay esperanza, podemos – negué

- No, no volvería contigo ni porque me lo rogases miles de veces. Quebraste mi confianza, Ash... me mentiste. Mandaste a la mierda nuestra relación. Te importó un comino lo que habíamos luchado, te importó un comino nuestro... -tragué saliva, recordar a nuestro bebé no nacido siempre fue difícil para mi

- Te abandoné en el peor momento y lo estoy pagando en estos momentos – tomó mi rostro entre sus manos y acercó sus labios a los mío- perdóname, ángel- sus labios se juntaron con los míos. Era tan débil, tan manejable y manipulable en esos momentos que le seguí el beso. Rápidamente me arrepentí de hacerlo, al igual que con Sebastian las imágenes de los momentos felices y tristes golpearon en mi memoria. Me alejé de golpe.

- No me vuelvas a hablar, ni a ver, ni a pensar en mi... olvídame Ash, es fácil – caminé hacia el trabajo.

Si no fuera porque trabajo en lo que amo, seguramente hubiese pasado el día pensando en aquellas dos personas, pero gracias a que tenía mucho por hacer me mantuve ocupada.

- ________, alguien te busca en la entrada del edificio – suspiré

- Gracias, James. Ya bajo –le di guardar al proyecto y bajé.

Ya casi era hora de salir, y se me hacía raro que alguien m estuviera buscando en estos momentos, ya que, para solicitar una cita con cualquiera de nosotros, era necesario apartar una cita con anterioridad.

En esos momentos estaba tan sumergida en el trabajo que estaba realizando y casi terminando, que no me di el lujo de sospechar quienes eran.

Pero apenas llegar, me fue fácil deducir quienes eran, esto debido al revuelo y bullicio que estaban causando.

Me acerqué, los miré y negué.

- ¿Qué demonios hacen aquí? – pregunté de brazos cruzados

- Vengo a rescatar a mi novia – dijeron al unísono, asentí.

- Pues, empiecen a poner su culo en movimiento hacia la salida, porque no lo van a lograr – todas las mujeres del piso me miraban incrédulas

- ¿en serio que eras la novia de ambos? Que zorra – rodé los ojos

- Mira, pedazo de oxigenada mal teñida... primero fui novia del imbécil de ojos morados y más tarde, para ser exactos tres años más tarde fui novia del imbécil de ojos menstruación. Y ya está. No me ando con zorrismos ni nada por el estilo, así que, me vas respetando, perra – me habían cagado el día. Los miré nuevamente - ¿Ya son felices? Me cagaron el puto día, estaba completamente bien sin tener nada que ver con ninguno de los dos, pero tuvieron que volver a mi vida. Quiero que den la vuelta y se vayan, por el "amor" que ustedes un día profesaron sentir hacia mí. – me volví hacia el ascensor con el fin de volver a mi escritorio, a mi trabajo. Pero no fue posible. - ¿acaso me van a seguir hasta mi escritorio?

- ¿Algún problema, My lady? – me volví para enfrentarlos a ambos

- Si, muchos, Y los principales son ustedes dos- me encaminé hasta mi escritorio y esos dos me siguieron. Ahora sé que el servicio de seguridad del edificio es una mierda.

Traté de concentrarme nuevamente, pero tanto Sebastian como Ash, me hacían esa tarea casi titánica.

- Váyanse – repetí por quincuagésima sexta vez -necesito terminar

- Necesitas descansar- dijo Ash mientras acariciaba mi cabello como solía hacer cuando estábamos juntos

- Deja de tocarme el cabello, Ash – obedeció de milagro – Sebastian, deja de acariciarme el muslo – se negó. Estaba empezando a cansarme de esto. – me largo.

Me levanté, guardé y tomé mi bolso junto a unos papeles.

- Mas les vale que vayan a sus respectivos hogares – los miré de arriba abajo – no quiero verlos en mi cama, ni en mi casa, ni en mi vida nunca más.

Ingenua yo, que creí que obedecerían.

Narradora

___________ se dio por vencida. Sebastian y Ash habían entrado nuevamente a su apartamento. Pero estaba tan agotada emocionalmente que no le quedaban fuerzas para seguir discutiendo inútilmente. Se colocó pijama y se acostó en su cama.

- ¿Cuándo le diremos que no ocurrió nada entre nosotros tres ayer en la noche? – preguntó Ash mientras se desvestía, quedando solo en ropa interior y acomodándose al lado de su ex novia

- No pienso decirle, parece saber que no ocurrió nada- Sebastian hizo lo mismo y se acostó del otro lado, dejando a ______ en la mitad.

- Solo te diré algo Michaelis, puede que tu tengas cierta ventaja por ser más reciente que yo, pero _______ y yo tenemos un pasado en común y un hijo...

- Que no nació – Ash se tensó un poco – puede que tengas como ventaja el pasado, pero _________ aún me ama, y sé que en cualquier momento se decidirá por mi

- Eso es lo que tu deseas creer, Michaelis... ella me quiere es a mi

- Eso está por verse...Ash, eso está por verse.

M

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top

Tags: #oneshot