no es amor

Victor se fue molesto de la fiesta, quiera alguna ayuda no tontos consejos sin razón, a él no le gustaba ese tipo, ni un poquito.

Si claro, tubo encuentros, pero no significaron nada.

Se fue en su auto rentado, aún molesto, como tenía muchos lugares a cuáles ir, no pensaba andar en taxi a cada rato, era más práctico tener un auto para su uso personal.

Aunque también era porque no le gustaba subir en moto.

El idiota de su amante.....se corrijo mentalmente, de Otabek se había comprado una moto, según le dijo fue una super ganga, se un tipo que se iba del país y estaba vendiendo todo, la moto, la casa, un piano, entre más cosas que no le interesaba, simplemente esa motocicleta se convirtió en su amor a primera visa.

Él aún seguía estando enfadado consigo mismo por sucumbir al deseo y acostarse con el tipo ese, aún así tenía que seguir su trabajo en ese lugar, tubo ir a un cena de negocios, justamente él bajito se encontraba en otra mesa hablando con una pareja de amantes, lo sabía pues eran bastante melosos. Ninguno tenía buena cara y al final de esas cenas separadas, se juntaron en el estacionamiento, dónde tubo la desdicha de montar a esa cosa enorme y peligrosa.

Era su primera ves en una moto, y aunque se sostuvo muy fuerte no paro de temer por su vida, aún viendo a ese Kasajo reír por su cara, y luego pasaron a lo intersante, una noche de sexo duro, esa vez no hubo esposas ni látigos, ni varas para azotarlo, pues la adrenalina del viaje aún estaba en sus sistemas, aún así fue una noche desenfrenada.

Después actuaron como si nada y cada uno fue por su camino a la mañana siguiente.

Otro encuentro casual fue cuando quiso ir a ver el museo, para ver las obras de artes, disfrutar la calma y serenidad de ese lugar, nunca pensó encontró en ese lugar.

Miraba una pintura muy inspiradora y se acercó para admirala igual y se dió cuenta de que su rostro no mostraba ninguna emoción, al preguntarle se dió cuenta que no sabía de arte, ni le interesaba, era una tortura para él estar en ese lugar aburrido, este prefería más la música.

Pero estaba en ese lugar porque Yuri quería tomar inspiración para el álbum de su hermano y el quiso acompañarlo al saber que iría solo, desafortunadamente no compartía ese amor al arte y estar ahí era nefasto, el rubio se le perdió de vista y ahora estaba ahí debatiendo si no era mejor irse a casa.

Él siendo conocedor de muchas obras trato de explicarle algunas y en lugar de lograrlo, consiguió que se enfadara, mando un mensaje a su amigo y lo arrastro a él hasta el hotel, para sacar la frustración de no lograr su plan de pasar tiempo con el rubio.

Otra vez tuvieron sexo, sexo salvaje, de ese con el que no podía levantarse por el ardor, no podía ni sentarse porque el muy cabrón le dejo muchas heridas en sus bellas posaderas, lo maldijo durante días, y aún así lo volvió a hacer.

Tubo que asistir a un evento de caridad, orden de su padre y para buena o mala suerte lo vio, apenas cruzaron miradas y entendieron que ninguno quería estar ahí, una simple mirada fue suficiente para que salieran inmediatamente con dirección a aquel hotel donde sus encuentros eran una delicia.

Pero una cosa era disfrutar del sexo y otra muy diferente sentir algo.

No, definitivamente eso no era amor.

Algo desepcionado fue a su casa, aún le dolía un poco su cuerpo del último encuentro, dónde ese Kasajo uso alguna cosa hecha seguramente por el diablo, que se metía en su pene y evitaba que eyaculara, hasta que no fuera retirado, ni siquiera recuerda el nombre de esa maldita cosa, pero si sabe que no le permitirá usarlo en su cuerpo de nuevo.

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La fiesta seguía y aunque Micky se trago todo lo que quería decirle a Emile decidió seguirlo e ir de nuevo a disfrutar del desastre de fiesta.

Fue una enorme sorpresa para el mirar a su linda e inocente hermana devorada.

Ok, no era una niña y el podía intimidar a cualquier chico, pero que hacía si a quien besaba era otra chica.

La supuesta amiga peliroja la había corrompido y ahora las dos se besaban con mucho.....lo que sea.

Se acercó y las enfrento solo, pues el checho le dió su espacio para que hablarán y después de un rato regreso a él y lo arrastro fuera de ese lugar.

Sabía lo que debía hacer, no se bajaba del carro a menos que su compañero lo hiciera también, luego debía jalar de su camisa para hacerlo entrar al departamento, decirle que le trajera algún jugo o refresco y que se sirviera lo que quisiera, si no lo hacía de esa manera el mayor pensaba que no lo quería cerca y solo lo dejaba en la entrada del edificio y se iba.

Demaciadas cosas pasaban por su mente como para querer estar solo, miraba su vaso de agua como si fuera lo más interesante del mundo y Emile solo se que daba a su lado respetando su espacio, su silencio, de vez en cuando le gustaría que no lo hiciera.

Recuerda las duras palabras de su hermana, lo llamo cobarde, y lo era.

No estaba enojado con ella pues el alcohol seguro le hizo ser tan fría y dura con sus palabras, ya no era una niña, si quería experimentar, pues no era nadie para oponerse, pero le dolió al escucharla decir que ojalá Emile se fijara en alguien más, porque él solo lo hacía sufrir.

Limpio una solitaria lágrima y se sentó sobre ese amigo que toda su vida lo cuido.

No habían tenido oportunidad de beber nada, por lo que ambos estaba completamente cuerdos.

Pero después de un rato el abrazo no fue suficiente y lo beso.

Al principio el mayor sorprendido intento alejarlo, luego se dejó hacer, se dejó tocar, dejo que su camisa se fuera al piso, se dejó guiar a la habitación, se acomodo en la cama y disfruto del striptease, incluso se dejó desvestir y disfruto de sus labios una vez más, pero se detuvo antes de caer aún más.

Se apresuro a buscar su ropa.

- ¿porqué? - pregunto dolido con algunas lágrimas en sus ojos.

- tu sabes que te amo y esto...

- quiero estar contigo - gritó.

- si yo te toco... - soltó su ropa y se acercó al chico, limpio sus lágrimas - si te hago mío, jamás te soltaré, no te dejaría a nadie más, ni siquiera si tú lo pides - juntó sus frentes y lo miro de manera intensa. Bien sabía que antes tubo novios, incluso se entregó a otro bastardo, fue la pero época de su vida, aún que siempre se mantuvo como el amigo fiel, pero él no se iría de su lado, cuando logrará atraparlo, no lo soltaría nunca.

- está bien...yo quiero - murmuró.

- no quiero que te arrepientas y que solo sea algo pasajero, yo en verdad te amo.

- lo se - miro con terror que el mayor se apartaba y de nuevo buscaba con la mirada su ropa, solo le quedó decir lo que guardaba hace tiempo - tam.... también te amo - intento no apartar la mirada para que notará la verdad en sus ojos.

- repitelo - pidió al dar la vuelta y ver sus mirada intensa, él no mentía, prefería callar que decir una mentira, muchas veces era muy directo y por eso casi nunca tubo amigos verdaderos, todos se ofendian si este les decía sus verdades, también por eso prefería guardar distancia de otras personas, aprendió a ser solitario y reservado, y ahora le costaba decir sus sentimientos.

- vete a la mierda, lárgate de una vez - completamente avergonzado y su rostro rojo, desvío la mirada y solo espero a escuchar la puerta serrar se, para llorar.

- anda dilo de nuevo - sostuvo su rostro entre sus manos para obligarlo a verlo a los ojos.

- vete ya - pidió con sus ojos bien serrados.

- te amo - dijo muy dulcemente y empezó a besarlo - dime si quieres que me detenga y lo haré - lo beso de nuevo y lo recostó en la cama - si llegamos al final, serás mío y nunca te dejare ir.

Abrió los ojos y lo acercó para besarse de nuevo, tal vez no era tan malo, al fin estar juntos.

Llevaba un tiempo enamorado sin saber cómo expresarse y el mayor parecía solo esperar a que él pusiera sus sentimientos en palabras, era difícil, pero tampoco quería perderlo.

Sus suaves besos eran tan buenos que desde la primera vez quiso más y más.

El checo era bastante dulce en su tacto, alargaba bastante el contacto antes de atreverse a algo más, tal vez esperando que lo detuviera.

La manera en que lo masturbaba y al tiempo chupaba sus pezones era suficiente para venirse, entonces el mayor quiso parar pero el no, lo insisto comiéndose su miembro, pues ya tenía experiencia y siempre fue muy bueno haciendo mamadas.

Lo hizo perder la compostura y tomo su cabeza para meterlo más profundo, ni le aviso cuando se vino en su garganta y él solo trago todo.

Otra vez trato de parar todo, pero fue más hábil, se puso en cuatro empezó a dilatarse el mismo mientras Emile lo veía, fue instantánea la reacción de su miembro pues se puso duro inmediatamente.

Ya era demaciado tarde para detenerse, lo tomó de las cadera y empezó a lamer al tiempo que el retiraba sus dedos, gimió al sentir algo así, eso nunca se lo hicieron, sentir esa lengua húmeda y caliente, lamerlo, chuparlo y esa lengua pentrando su culito, era increíble.

Pronto se vio rogando por esa verga.

Y obtuvo lo que pedía, ser llenado, gimiendo descontrolado, pidiendo más, incluso pidió que parara, pero su amigo de la infancia ya no lo escuchaba, tan sumido en el placer, en la dicha de al fin ser correspondió, no se detuvo, la noche era joven y él quería disfrutar.

¿Durmieron esa noche?

No

¿Hubo palabras de amor?

Si, en su mayoría del checho y alguna que escapaba de Micky al llegar al orgasmo.

¿Pudo caminar a la mañana siguiente?

Durmieron toda la mañana, y por la tarde al despertar el mayor lo cargo a todos lados, para que su amado ni siquiera hiciera el esfuerzo de levantarse.

¿Volverán a hacerlo?

Definitivamente si.

¿Ya son una pareja?

Si, responderá uno de ellos mientras el otro solo calla y mira a otro lado.

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