Parte uno

Eres mi amor imposible, quizá hasta prohibido... Ojalá supieras que no puedo verte como un simple compañero.

Nuevamente se había quedado dormido y está no era la excepción, anoche había tenido un sueño sumamente dulce y sublime; cada vez aquel sentimiento era más constante porqué su corazón latía por primera vez por alguien ajeno a su círculo familiar.
Esa nueva sensación no era el mismo afecto que le tenía Sísifo por tratarse de su sobrino, ni mucho menos de aquel amor que le tenía Arkhes y su padre Ilias.
No...
Está vez era un sentimiento difícil de explicar, cada vez que lo veía pasar a su lado de alguna manera Régulus sentía como su corazón latía con más intensidad acompañado de un ligero sudor en la palma de sus manos y un cosquilleo naciente en su vientre al ver ese cabello de color verde ondearse con el viento.

- ¡Por Athena es tardísimo!

El joven caballero de Leo rápidamente se levantó de su cama para poder colocarse sus prendas de entrenamiento.
Sabía que su tío no le pasaría en alto su llegada tarde al coliseo, no era algo propio de los caballeros de la élite dorada de Athena.

Rápidamente bajo corriendo por todas las escaleras y por cada una de las casas zodiacales, al menos no perdería el tiempo pidiendo permiso a cada uno de los caballeros, seguramente se encontraban en el el coliseo entrenando y para su mala suerte el siempre llegando tarde.

- Nuevamente has demorado en bajar Régulus, esto es inaudito a la memoria de tu padre - Hablo Sísifo recibiendo a su sobrino quien intentaba controlar aquella respiración agitada a causa de su retardo.

- Yo... Yo lo siento tío.

- Es la décima vez que llegar tarde en este mes, no es normal en ti; somos caballeros de Athena y por lo tanto debemos ser puntuales al llamado - Sísifo se dió la media vuelta - Que sea la última vez que llegas tarde.

El joven guardian de Leo dejó escapar un poco de aire entre sus labios, sufrir los cambios de la adolescencia lo estaban volviendo loco.
De entrada su voz desde hace algunos años atrás había cambiado, con el entrenamiento su cuerpo había alcanzado mayor masa muscular y también tenía que lidiar con aquellos sueños húmedos que vivía constantemente.

Tomó asiento a lado de su tío para esperar su turno, colocó sus manos sobre su mentón, demasiado aburrido mientras observaba con detenimiento el enfrentamiento.
Se trataba nada menos que del caballero de Escorpio quién se mostraba sumamente orgulloso con su aguja escarlata y le estaba haciendo frente a Manigoldo quien se reía a cada momento de su oponente.

Régulus no le dió mucha importancia a la arena de combate, intento buscar con la mirada algo que le ayudara entretenerse un poco. Primero recorrió la parte más alta del coliseo, después en el paisaje que el sitio le ofrecía y no fue hasta que una brisa helada hizo lo estremecer.
Era aquel caballero que estos últimos días le ha robado el pensamiento y hasta sus más sueños profundos.

- Siento llegar tarde - Habló el caballero de Acuario mientras saludaba con su mano en el aire a los presentes.

En ese momento el joven de cabellos castaños se levantó con la intención de saludar de frente a ese bello hombre que le roba suspiros sin embargo ahora era el turno de Régulus pasar a la arena de combata y le tocaba entrenar nada menos que con el mejor amigo de su tío.

Todos sabían que se trataba de un joven prodigio capaz de analizar a las personas y a sus enemigos aunque poseía una fuerza mayor a los demás no era del todo listo.

Con una sonrisa dibujada en su rostro bajó corriendo hasta llegar a la arena con ese toque característico infantil.
En ocasiones parecía un niño pequeño al cual le gustaba ser amable con todos los que lo rodean sin borrar aquella mueca de felicidad.

Sabía que aquel caballero de la preciosa urna lo observaba, así que no dudó ni un segundo en intentar llamar la atención de Dégel; necesitaba impresionarlo, se colocó en posición de batalla.
Necesitaba analizar cada movimiento y detalle de El Cid quien mostraba su brazo orgulloso por poder usar su espada afilada, bastó en esos escasos segundo que Régulus perdiera la concentración cuando escuchó que Dégel platicaba agradablemente con el caballero de Escorpión.

No pudo lograr detener el ataque de El Cid y este terminó pegando en sus brazos dónde le hizo múltiples cortes a lo largo de toda su piel.

- ¡Régulus! - Exclamó Sísifo preocupado mientras corría hasta la arena para auxiliar a su sobrino.

El francés al darse cuenta que Régulus había sido alcanzado por la espada de Capricornio bajó hasta la arena con pasos apresurados para tratar de ayudar a calmar ese sangrado.

- Permíteme - Dégel colocó su mano sobre el hombro de Sagitario - Con mi cosmos le ayudaré a controlar ese sangrado de las heridas que tiene.

Ante esto Sísifo se hizo a un lado, dejó que Dégel se agachara para poder ayudarlo.
Régulus al darse cuenta que el caballero de Acuario había bajado para poder ayudarlo, alzó su mirada y justamente ahí se encontró con aquellos bellos luceros de color violeta que amaba tanto, aunque usará anteojos podía darse cuenta de la pureza del alma del francés.

- Descuida Régulus - Hablo Dégel tomando los brazos del joven, encendió su cosmos e intentó pasar las palmas de sus manos sobre aquella heridas - Haré esto rápido.

Una leve brisa fresca se pudo sentir en ese momento, a Régulus no le importo si aquel aire frío se sentía en su piel como varios cuchillos perforando su cuerpo, es capaz de soportar inclusive el cero absoluto pero lo que realmente disfrutaba era esa cercanía que tenía en esos momentos con el caballero de Acuario.

Nadie se había percatado de esa manera dulce y sutil en la que Régulus miraba a Degel, era un momento que atesoraria por siempre porque el tacto del francés era suave y dócil.
Después de unos segundos una ligera escarcha blanca se podía ver reflejado en los brazos del castaño.

- Calme un poco esa sensación y detuve la hemorragia de esas heridas, espero que a la próxima estés más atento a los ataques... No es normal en ti que te distraigas fácil, eres el mejor de todos nosotros.

Después de decirle estás palabras, Dégel le regaló un pequeño guiño a joven león quien sintió como su corazón latía con más fuerza, inconscientemente se llevó una mano a su pecho del lado izquierdo intentando controlar su corazón acelerado.

- Gracias... - Fue lo que logró decir antes de que Dégel nuevamente regresará a su lugar en las gradas del coliseo.


Todo el resto de la mañana se fue en aquellas incansables batallas donde buscaban perfeccionar sus técnicas, Dégel se había pasado a retirar a la sala del patriarca para poder ayudarle a interpretar varios de los pergaminos viejos que resguardaban de generación en generación.
Mientras tanto Régulus regresó a su templo para poder darse un baño después de ese agotador entrenamiento.


En aquella tina de piedra el joven caballero de Leo se encontraba mirando fijamente en medio del agua donde podía ver reflejado su rostro.
Su mirada se posó en aquella cicatrices de sus brazos, ya no eran demasiado notorias gracias al cosmos de Dégel y eso se lo agradecía infinitamente.
Aunque había solo un minúsculo detalle y ese era que no sabía porqué se ponía demasiado nervioso ante la presencia de Dégel.
Algo que comenzaba a albergar y no era admiración iba más allá que solamente ese compañerismo de batalla.

- Pero... Yo tengo quince años y él - Se quedó callado unos momentos - Veintiuno, próximo a cumplir veintidós.

Pensando que aquella era mala idea, solo se le vino a la mente alguien que podría darle un consejo y no precisamente su tío, al contrario si Sísifo se daba cuenta de esa idea seguramente lo castigaría severamente.
Sabía que Albafica no se negaría a darle su opinión pues sabía perfectamente que el caballero de Piscis tenía un profundo sentimiento escondido por la chica florista del pueblo y ahora él se sentía de la misma manera.

- Debo averiguar...

Se dijo a si mismo dejándose llevar por el agua tibia que rodeaba su cuerpo desnudo, lamentablemente pensar en ello despertaba sensaciones muy dolorosas entre su entre pierna y no sabía ni siquiera como controlarlas, era demasiado inocente en ese sentido.

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Régulus x Dégel no puedo evitar hacerlo jajaja es que el fanart está bonito me gustó

El título que la fanartista uso es precisamente ese
!No me trates como a un niño!
Régulus x Dégel
Créditos a Shellytheleo

Este pequeño fic constará de dos partes, está que les compartí y la otra dónde Regulus se animará a decirle su sentir a Dégel 😁
Espero que les guste
Y también culpo a
AnabelleMichaelis

Quien me incita a estar escribiendo estás ideas jajaja
Los quiero 🥰🥰🥰

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