Estar aquí junto a Dahyun es una de las cosas que más me ha ayudado en estos días, ha estado acompañándome en el transcurso de las semanas porque sabe muy bien que necesito un poco de ayuda y compañía, también porque no quiere que haga las cosas que hacía antes cuando ya he crecido lo suficiente como para darme cuenta de que eso no sirve para nada, aún así se mantiene aquí con una sonrisa todos los días ayudándome a hacer la comida o a limpiar.

Tiene un gran corazón noble por el que es capaz de dejar lo que necesita hacer solo para ayudar a los demás.

Al principio pensé que era una carga pero ya me hizo saber que no es así que está aquí porque es una amiga y porque sabe que yo también haría lo mismo por ella, nos hemos convertido como hermanas que nos apoyamos mutuamente en todas las cosas que vivimos y eso lo aprecio demasiado porque es algo que antes no había tenido y que ahora lo tengo, todavía no me acostumbro al hecho de que hay personas que me quieren ayudar en mayor o menor medida, pero lo quieren hacer.

Me hubiera encantado poder tenernos en el pasado en ese momento oscuro donde creía que lo mejor que podía hacer era hacerme a un lado, y que los demás lo sufrieran por mí porque yo ya no quería sufrir en este mundo, donde no sabía muy bien el porque estaba y la razón por la que vivía junto a tantos seres que les daba igual cómo me sentía, creo que es porque estaban muy al pendiente de lo suyo y no de lo de los demás, siempre critico a Corea cuando en realidad cada uno de los países del mundo tiene su toque de indiferencia hacia lo que le pase a los demás.

Al fin y al cabo somos personas únicas que piensan en sí mismas ya sea poco o mucho y hay momentos donde realmente nos da igual lo que le pase a las personas a nuestro alrededor porque si nosotros estamos felices

¿Por qué pensar la desgracia de los demás para hacernos sentir tristes?

Cuando nosotros estamos viviendo una vida de plenitud en la que somos libres y sentimos que podemos hacer absolutamente todo porque tenemos la ayuda y porque somos capaces, pero

¿Qué de las personas que no lo son?

Suelto el humo del cigarrillo por la ventana mientras veo como Dahyun está de brazos cruzados viendo cómo lo hago, aunque no le guste lo ha aceptado un par de veces lo más probable es que sea porque no quiere verme triste y sabe que esa es la única forma que tengo para poder soltar todo lo que siento que por más que sea absurdo y estúpido lo sigo haciendo.

No soy tan fuerte como las demás personas que pueden solucionar sus problemas sin tener alguna adicción.

"Mi tío murió por fumar". Volteo a verla sorprendida por lo que acaba de decirme. "Sé que eso no va a ser que dejes de hacerlo pero por lo menos piensa en que eso te corta la vida no te la larga ni hace que tus problemas dejen de ser problemas, más bien te concentras en otra cosa y si es así puedes comenzar a jugar videojuegos o cualquier otro pasatiempo que no sea matarte". Me relamo los labios y suspiro porque aunque la nicotina ahora mismo me está ayudando más adelante no va a ser así. "No eres completamente adicta, se te nota porque si no estuvieras todos los días haciéndolo todavía estás a tiempo de dejarlo".

"Me gustaría refutar todo lo que dices pero sé que tienes la razón, el problema es que aún así lo sigo haciendo creo que es porque no me doy cuenta de las cosas yo misma y cuando las demás personas se dan cuenta ñor más que yo sepa que es así lo sigo haciendo hasta que yo misma caigo en cuenta". Levanta las cejas y no dice nada más, solo se cruza de piernas y sigue pegada  al teléfono, ha estado así durante mucho tiempo no entiendo el porqué, tal vez está hablando con Momo pero es que si fuera así estaría sonriendo sin importar que. "¿Con quién hablas tanto?".

"No actúes como si fueras mi novia tóxica pero bueno te lo voy a decir porque van a venir a tu casa entonces tienes que saberlo". Asiento y me cruzo de brazos después de darle una calada al cigarrillo. "Invité a las chicas para que vinieran a pasar un rato aquí porque se nota que necesitas compañía y tengo que traer a mis refuerzos". Espero que no se refiera a las personas que yo creo y que de la nada haya conseguido otras amigas y que me las quiera presentar. "Sana y Jihyo, te diría que también viene Momo pero está demasiado ocupada, porque por si no lo recuerdas todas tenemos que hacer una tesis y ya está terminando la suya".

Me quedó perdida con lo que acaba de decir no estaba para nada preparada para que ellas vinieran juntas y que estemos las tres en un mismo espacio, porque la última vez que pasó no sabía que había llegado a sentir cosas por una y además de que son exs creo que voy a comenzar hiperventilarme cuando lleguen.

"Todo va a salir bien Tzuyu, no tienes por qué poner esa cara de que te vas a morir de un infarto, las conoces y sabes que van a darte tu espacio además recuerda que son tus amigas ante todo". En eso sí que tiene razón y la verdad es que debería ya enfrentarme a ese tipo de situaciones porque si no lo hago estare metida en una caja de cristal que nunca voy a poder romper. "Escucha, acaban de llegar".

Apago el cigarrillo con rapidez y echo un poco del perfume que tanto me gusta porque no quiero que se den cuenta de que estaba fumando, las dos están muy en contra de ello y más aún porque yo lo hago, entonces tengo que hacer como que todo está bien y perfecto.

"Hola". La primera que entra es Sana y me mira, hace demasiado tiempo que no estamos en persona siempre nos hemos comunicado por mensajes o llamadas en donde no hemos tocado el tema de lo que pasó, se nota que está feliz de verme yo también estoy feliz de verla, pero mueve la nariz y entre cierra los ojos como dándose cuenta de que algo raro está pasando.

La última en entrar es Jihyo que al acercarse a mí se cruza de brazos porque ella sí se dio cuenta al instante de que estaba fumando. "¿Lo volviste a hacer?". Pregunta viéndome directamente a los ojos con ese mal genio saliendo de sí. "Mira si te quieres morir yo no puedo hacer nada". Un comentario un poco fuera de lugar que me dolió, pero aún así le dedica una sonrisa para que se diera cuenta que todo estaba bien cuando no es así.

"Jihyo, no lo trataste así ella no merece que le hables de esa forma solo hay que ayudarle a que deje de hacerlo porque esto te está matando". Al decir lo último dirige la mirada hacia mi persona. "¿Cómo has estado?". Sus manos se pasean por mis brazos y con una pequeña sonrisa me hace saber de qué está disfrutando.

"Bi-bien". Balbuceo por lo incómodo que se siente este momento y es que no están en mis planes que la ex de mi mejor amiga me tocara de esa forma frente a ella cuando todas saben que siente algo por mí y que yo siento algo por ella solo que no se lo he dicho a ninguna, bueno solo a Dahyun. "Siéntense están como en su casa". Le digo cordialmente. "Iré a por unas cervezas y algunos snacks que tengo por ahí".

"Yo te acompaño". Sana me toma de la mano y yo me tenso por ella, porque además de lo que eso me hace sentir creo que está fuera de lugar, aquí está su ex. "¿Por qué estás tan linda hoy?". Me pregunta con una sonrisa mientras abre la nevera yo me quedo en silencio,sabiendo muy bien lo que me acaba de preguntar. "Cada vez que te veo estás más hermosa". Asiento sin decir una sola palabra. "¿Crees que podamos hablar de lo que pasó?". Va con cuidado y la puedo sentir detrás de mi cuerpo hasta que desliza las manos por mi vientre para posteriormente apoyar el mentón en mi hombro.

Mi corazón comienza a latir con mucha fuerza y todos los pensamientos que se habían ido vuelven a mí como un tsunami de destrucción absoluta, trago saliva con dificultad cuando acaricia parte de mi hombro y cuello con sus labios sé que lo está haciendo porque sabe lo íntimas que podemos llegar a ser pero tampoco quiero que crea que pueda hacer ese tipo de cosas cuando hay personas en la casa y sobre todo una.

"Lo hablaremos cuando sea necesario y el momento adecuado este día no creo porque hay personas que no saben muy bien lo que pasó entonces no me gustaría que se enteren". Soy directa no como otros días en lo que he estado evadiendo eso.

"Tienes toda la razón". Me suelta lentamente y se pone frente a mi para darme un beso muy cerca de la comisura de los labios al poco tiempo se ríe mientras me limpia al parecer el labial que dejó una marca. "Lo siento he hecho que quede una marca de labial". Paso a su lado sin contestarle y dejo las cervezas en el suelo bajo la atenta mirada de dos pares de ojos.

"Tzuyu para la próxima espero que Sana no te dé un beso y te deje marca". De fondo se escucha la risa de ella y para mí ya es suficiente, dejo las bolsas de los snacks también al suelo sintiendo un fuerte dolor en la cabeza a tal punto de que lágrimas ruedan por mis mejillas. "¿Estás bien? No fue mi intención hacer que te sintieras mal".

"Parece que para todos en este lugar no es su intención hacerme sentir así". El enojo me puede y salgo de la casa sintiendo que me hierve la sangre porque no siento que tengan algún tipo de respeto de lo que siento o lo que pasa o cómo soy solamente hacen bromas o hacen cosas que están fuera del lugar porque creen que yo me voy a reír como siempre lo he hecho.

Pero esta vez no es así porque me está afectando demasiado el hecho de que no respeten mi espacio y tal vez en unos días me voy a dar cuenta de que estoy yendo demasiado lejos, actuando como si fuera una niña pequeña pero ahora mismo siento que lo mejor es alejarme un poco por lo menos hoy para poder respirar y poner todos mis pensamientos en orden porque si no lo hago, entonces nadie lo hará.

Me limpio las lágrimas con enojo y al pasar por la calle mis ojos divisan una tienda que me es demasiado conocida, así que me dispongo a caminar hacia ella y lo primero que veo es un gran peluche de pingüino el mismo que Sana estaba viendo la primera vez que salimos juntas y es ahí cuando caigo en cuenta de que es porque a Mina le encantan los pingüinos.

La primera vez que la vi cuando estábamos yendo a su casa de lo único que hablaba era de lo magnífico y asombroso que eran los pingüinos para ella, ahora me doy cuenta que es por esa razón que Sana lo veía, tal vez porque quería comprárselo y no se lo podía permitir.

Desvío un poco la mirada a la puerta de la tienda y es cuando todo el enojo que tenía pasa lentamente como si gracias a Mina me siento más tranquila.