(CAPÍTULO 26
Hablar no siempre es la mejor opción.)

     Solar caminaba con rapidez por su hogar, hace días había detectado una presencia por el área y aunque quería seguir estando cerca de Leire y Caden, había decidido tomar varios lugares de guardia alrededor del bosque y su hogar; aunque ahora mismo tenía que hablar con su compañero.

     Y sí, lo sabía; Caden era su compañero de vida, después de hablar mucho con Carlisle y Alice acerca de lo que sentía, llegaron a la conclusión que todo había sido un error en el pasado y que el chico de ojos verdes realmente era su compañero. Su pareja destinada.

     La cobriza suspiró cansada, aunque el agotamiento era mental, se sentía fatal... más si tenía que correr después de robarle un beso a Caden, lo cual había sido una completa locura. Después de aquel suceso, se dirigió a su hogar y consumió cada libro que Carlisle tenía en su hogar, decidiendo querer distraerse un poco a lo que tendría que hacer horas más tarde.

     —Maldición...—susurró y soltó el libro que tenía en sus manos, como último recurso de su cansancio, miró el reloj digital que se encontraba encima del escritorio y se sorprendió al ver la hora.

     Rápidamente tomó su chaqueta y dejando todo desordenado, fue hacia el hogar de cierta ojiazul.

     En el hogar de Leire, Caden miraba con pesadez las telas oscuras donde se encontraba, vio nuevamente el reloj que tenía a su lado y suspiró rindiéndose, tomó la manta que tenía con él y se envolvió decidiendo dormir.
     La hora había sido algo que el joven sentía como si fuera lo más lento del mundo, aunque se desilusionó por completo al ver aquellos números; 1:33 am.
     Solar había mentido y no había ido con él... el ojiverde exhaló y cerró sus ojos sintiendo una brisa que le hizo tensarse.

     La violinista se confundió al ver como una luz parpadeaba entre los árboles, camino con lentitud hasta mirar una pequeña casa de acampar, rápidamente supo que el mortal se encontraba dentro. Con mucho cuidado se acercó a la tienda y sintiéndose decaída al detectar una respiración pesada, se posicionó en la apertura.

     —Toc...toc...—el susurró de la chica hizo que Caden sonriera suavemente, al reconocer la voz de la cobriza decidió levantarse.

     Solar al ver los ojos verdes del chico sonrió tímida, levantó una mano suavemente y saludó en un susurró suave.

     —Lo siento...

     —Estas aquí—Caden le interrumpió, sonriéndole gentilmente. Aunque se había encontrado molesto, aquella sensación fue remplazada rápidamente al verla ahí—... ¿Quieres entrar?

     Las mejillas sonrojadas del chico hicieron a Sol suspirar, asintió a la pregunta del chico, se hincó suavemente para entrar notando que la pequeña casa era suficiente para que pudieran estar ambos. Sus piernas se rozaban y si se levantaban de más, podían rozar sus manos.

     Solar se sentó mirando las mantas en el suelo, cubriendo el frío de la noche aunque sabía que el sonido de los dientes del chico decían otra cosa.

     —Yo...—el mortal murmuró y se sonrojo nuevamente al ver que la chica tenía que doblar sus piernas para entrar a la pequeña casa de acampar—... lo siento, no tenía contemplado el espacio. Le dije a Leandro que dormiría afuera por un experimento y... me ofreció la tienda—Señaló hacia arriba y se encogió de hombros avergonzado.

     —No es nada, no hay problema—Con un gesto le resto importancia la de ojos dorados, mirando un poco más detenidamente al humano. Aunque al momento que su mirada llegó a los labios del chico se avergonzó, recordó lo que había hecho y murmuró—. Yo... siento lo del beso...

     —Me gusto—la voz del chico le interrumpió, aunque Caden sentía que sus mejillas estaban apunto de explotar se había atrevido a decir aquello— mucho.

     La violinista al escuchar aquello sonrió suavemente y colocó una de sus manos extendida, dejando que el chico tímidamente la tomará.

     —Querías saber quién soy...—el ojiverde asintió mirándole tímido, sus ojos recorrían el rostro de la vampira, deleitándose al poder ver nuevamente aquella chica—. Esto te sonará muy loco, pero...—la voz desesperada hizo que Caden se confundiera, tomó la mano de la chica entrelazando sus dedos y viendo que Solar le miraba hacer esa acción—, no se...—solto una rosa casi histérica—. Dios, no había pensado que sería tan difícil decirte que era tu pareja destinada.

     Las palabras de la cobriza hicieron que el ojiverde se confundiera, apretó la mano de la chica tensándose un poco al sentir lo fría que se encontraba.

     —¿Cómo?—preguntó y suspiró sintiéndose tonto—, ¿Eso significa que...?

     La cobriza al escuchar por décima sus palabras suspiro, casi encogiendose habló.

     —Estamos unidos desde antes que nosotros mismos naciéramos.... o algo así—susurró bajo lo último, no recordando exactamente las palabras de su hermana vidente.

     La mirada confundida de parte del mortal hizo que Solar suspirara, sintiéndose un poco desesperada observó al chico que se encontraba sonriendo divertido y apunto de hablarle.

    —¿Es una especie de bro...

     —Soy un vampiro...—murmuró alto, demasiado casi. Sintiéndose desesperada al interrumpir las palabras que diría el ojiverde.

     —¿Qué?

     —Soy un vampiro... por eso puedo correr velozmente—explicó, perdiendo su mirada en la tela de la tienda, evitando mirar la reacción del chico—, antes de que tu supieras que me encontraba viéndote, yo estaba esperándote... cuidó a Leire...

     —¿Eres... eres un vampiro?—el balbuceo del chico hizo que la cobriza le mirará, Caden se encontraba sorprendido y miraba con un poco de miedo a la chica.

     Solar al detectar aquello suspiró y se soltó del agarre del chico, le miro tristemente y murmuró.

     —Es mejor... que me vaya.

     —No.

     Rápidamente tomó la mano de la cobriza, con una mirada determinada, pero con un deje de miedo.
     El agarre del chico hizo que Solar le mirará, Caden se encontraba asustado aunque al ver aquella mirada hizo que se sintiera triste repentinamente.

     —No te vayas...

     —No lo haré...

     Solar titubeando se acerco a él, sentándose a su lado para poder estar más cerca del ojiverde. Caden después de respirar varias veces, le observó y tímidamente comenzó a preguntarle acerca de ella, conociéndose ambos entre risas varias veces y sonrisas de parte de los dos. Aunque de vez en cuando el chico se estremecía por algo que la vampiresa le relataba, siguió preguntado.

     El humano se encontraba mirando sus manos entrelazadas, escuchando atentamente las cosas que habían pasado en los últimos meses con respecto a Leire; su preocupación fue mucha al haber escuchado a Solar hablar de ella, así que había pedido que le contará acerca de lo sucedido.

     —Solo... quiero lo mejor para Leire...—susurró la cobriza y después apretó suavemente la mano del ojiverde y le observó—, y para ti.

     Aquello le tomó por sorpresa al mortal que al escucharle, el sonrojo subió a sus mejillas suavemente lo cual hizo reír a Solar. Aún con vergüenza, le observó sosteniendo la mirada dorada de la chica y murmuró.

     —Entonces no me sueltes...

     —No pensaba hacerlo.

     La noche continuó siendo un momento tranquilo para ambos, sintiéndose felices de poder conocer a alguien como era el contrario. Caden después de decir esas palabras, bostezó haciendo reír a la vampira que le invitó a dormir a lo que a regañadientes el chico había hecho.

     Se sentía completos con el otro y Solar se alegraba al verle dormir, después de muchos años... al fin había encontrado alguien que realmente podía querer sin importar nada.

     Los sonidos por la habitación de Leire hacían que la chica suspirara, la música sonaba suavemente dejándole sentirse tranquila en su habitación. La joven después de varias semanas saliendo, conviviendo más con sus amigos y su familia, le había hecho sentirse más normal y tranquila de lo que podía estar, teniendo en cuenta que los días poco a poco se volvían más largos.

     Sus manos viajaron por el libro que tenía, Tyler después de mucha insistencia para poder comprarle algo a la castaña, finalmente pudo regalarle un libro que siempre había querido dar. Su madre del chico escribió poemas, que con los años fueron recolectados por la misma, las palabras habían sido algo que él moreno amaba; aunque no fuera mucho de libros y letras.

     Después de varios días preparándolo y pasando la fecha de cumpleaños de Leire, decidió regalárselo escrito en braille por el mismo.
     La castaña sonrió comenzando a leer, notando las imperfecciones que a veces tenía, pero sintiéndose agradecida de que el chico hiciera algo como eso.

     En un momento, el sonido de su teléfono la distrajo y busco el aparato, sabiendo que el tono había sido elegido por su pareja.

     —¿Hola?—murmuró sonriendo, se levantó y caminó hacia la ventana. Al otro lado de la línea Jasper se encontraba tranquilo, deseando escuchar la voz de su compañera.

     —Leire, ¿Cómo estás?—rápidamente preguntó, deseando que la chica se encontrase bien aunque las semanas hayan pasado.

     Todos los días le llamaba, siendo la noche y la mañana la hora que más preferida; la voz cansada y tranquila de la chica por las noches le hacían saber que su día había sido lo suficiente productivo, sabiendo que la ojiazul se encontraría con su familia o amigos. El escuchar su voz por las mañanas le hacía sentirse tranquilo al saber que despertó con bien.

     —Bien, gracias—La ojiazul suspiró—, ¿Tú?, ¿Qué tal están por allá?

     —Muy bien, los días están pasando bien... aunque Carlisle esta pensando en regresar—al murmurar aquello, un sonido de sorpresa hizo que Jasper sonriera—. Tal vez volvamos antes de lo que creemos, Esme extraña Forks y... yo te extraño a ti.

     —Y yo a ti...

     La conversación comenzó a tomar un rumbo, siendo un momento de poder comunicar al otro de sus acciones en el día, lo que habían sentido y como pronto querrían volver a estar juntos. Las risas de partes de ambos hacían que la conversación se volviera amena, hasta que Leire comenzó a hablar sobre las preocupaciones que tenia desde hace varios días atrás.

     —Mike me comentó... que alguien muy parecido a ustedes se encuentra merodeando al parecer por el área...—Aquello hizo que Jasper se tensara, no podía ser posible que hubiera sido tan descuidado.

     No tenía sentido, Leire estaba muerta para Victoria... pero no Bella, la pelirroja en el momento de ir a buscar a la otra humana, en el proceso había encontrado a Leire...

     —¿Solar esta cuidándote bien?—La risa de parte de Leire hizo que el empático se molestará de cierta forma—. ¿A qué se debe la diversión?

     Aquel tono hizo que la ojiazul se pusiera seria y con voz neutral murmuró.

     —Sol hace días que pasa el día acá, con Caden...—Sonrió suavemente y murmuró recordando—, aunque no me cuida directamente, lo está haciendo.

     —Entonces solo cuida a su novio—Aquel comentario hizo que Leire se molestará y frunciera el ceño.

     La ojiazul apretó su mano en un puño comenzando a molestarse por el rumbo de la conversación.

     —Jasper, tu hermana también tiene una vida.

     —Pero ahora tú estás en peligro.

     Leire se confundió y se sentó en su cama tomando una almohada entre sus brazos.

     —¿De qué hablas?

     —Esa persona parecida a nosotros, es una mujer. Hace días, cuando saliste con Solar, un grupo de vampiros pequeño, nos declaró... una guerra por Bella—La ojiazul se sorprendió por aquello y mordió suavemente una de sus uñas—. Victoria ahora mismo, quiere vengar a su pareja, tú falleciste entre mis brazos para ella... pero solamente fue una ilusión.

     —Y ahora ella sabe...

     —Que no fue así —concluyó las palabras de la castaña y tenso comenzó a pasar una de sus manos por su cabello—. Ahora ella está detrás de ti, te asesinara por que sabe que Bella se fue... ella sabe que me dolerá perderte.

     —Pero Solar puede cuidarme...

     Desesperado gritó.

     —¡Ella esta cuidando a su pareja!, ¡No a ti!... eres una humana... ¡En cualquier momento te puedo perder!—hizo una pausa como dudando lo siguiente—. Eres frágil.

     Las palabras del chico hicieron que la ojiazul temblará suavemente, jamás había escuchado un tono a tal punto de gritar de parte del empático. Un sollozo bajo hizo que Jasper recuperara la compostura, escucho una respiración pesada de parte de la chica.

     —Yo... Leire...lo siento, no quise —la voz de la ojiazul le interrumpió.

     —Creo que tenías razón... si estoy contigo, tendré muchos problemas —su voz se rompió, sintiéndose triste por las palabras del chico—. Por favor, simplemente... deja que Solar esté con Caden.

     Con aquello dicho, la llamada fue cortada por Leire. No todo seria fácil, lo sabía, pero se había enfrentado a muchas cosas y la soledad que repentinamente tenía que pasar, era duro para ella.

➥Nota de la autora📦📝

O1. Quiero ser Solar, amo muchísimo a Caden🥰❤️
O2. Demasiado triste por Leire 🥺
O3. La estrellita rellenada es mejor que nada! los votos se agradecen 🙂‍↔️💚

JASPERHALE, 2024
© my eyes look at you fanfic