Extra 2. Así que...

La siguiente semana, en sábado por la tarde Atsushi y Akutagawa habían logrado casarse, durante la semana habían ido juntos a comprar un par de anillos, eran sencillos, no tenían mucho pero así sabrían que se tenían uno al otro, pidieron a extraños del edificio ser testigos y ambos pudieron contraer matrimonio de manera feliz, se comprado pantalones de vestir y camisas iguales, Atsushi había optado por un chaleco mientras Akutagawa una corbata. Llevaban sacos largos por el frio que hacia - ¿Dónde quieres celebrar? – pregunto el azabache

- Quiero ir a la cafetería donde probamos ese café en nuestro primer día aquí – sonrió el albino

- Ese café estaba muy bueno – comento Akutagawa – bien, vamos. Me gusto el pastel de chocolate

- Estaba delicioso ¿verdad?

- Si – sonrió el albino

Su celebración fue corta, una rebanada de pastel para cada uno y un café negro, habían regresado a casa donde Atsushi se dejó caer en la cama y abrazo la almohada – aaaah~ casita

- Ni te acostumbres Atsushi – sonrió Akutagawa

- Oh vamos, esté departamento es lindo

- Es pequeño y no tenemos nada

- ¿Qué importa si tenemos o no? – dijo el albino abrazando al azabache – nos tenemos juntos

- Sí, pero te lo dije ayer, tengamos una gran familia – dijo abrazando al albino

- Bien, bien – sonrió Atsushi – si es así necesitamos un vecindario con vecinos buenos ¿no crees?

- Si, - suspiro el azabache

- Estás muy tranquilo...

- Estoy feliz – dijo el azabache y acaricio la cabeza del albino – comencemos a vivir

- Si – sonrió el albino

Atsushi pasaba sus días en una tienda de libros que también era cafetería. Akutagawa había conseguido un empleo en una constructora, cuando nadie veía usaba seguido a Rashoumon haciendo su trabajo más rápido y limpio, se ganaba rápido la confianza de las personas, para después de dos meses, Akutagawa había logrado subir de puesto mientras Atsushi se había vuelto el gerente de la tienda.

- Atsushi ¿has visto mi traje? – pregunto el azabache

- ¿Cuál? ¿el nuevo? – pregunto el albino desde la cocina

- No, mi super traje... - dijo sarcástico – claro que mi traje nuevo

- No me hables así – grito desde la cocina y llego hasta la recamara – en serio tengo que buscarte todo

- Si lo dejarás todo junto

- Acomodo las cosas conforme las usas, hace mucho que no usas la gabardina larga

- Como sea, ¿Dónde está mi traje? – pregunto. Y Atsuhi abrió el armario, saco dos ganchos con bolsas y lo miro

- ¿quieres el azul o el negro?

- Azul – el albino le dio una de las bolsas y volvió a colgar el otro - ¿Por qué los guardas así?

- La señorita Sthepani me dijo que así se conservan mejor los trajes – dijo el albino – solo quiero que tengas bien tus cosas

- Te has vuelto buen amigo de tu jefa ¿no? – dijo mientras comenzaba a ponerse el traje

- Si, ¿y tú? ¿vas a una reunión?

- Sí, mi jefe quiere hablar de una expansión, quizá deje una sucursal a mi cargo

- Eso sería grandioso amor – dijo el albino sonriente

- Si, lo será – dijo Akutagawa poniéndose el saco

- Se bien que ir a bien con ella – dijo el albino buscando entre los cajones para sacar una corbata

- Me parece buena elección – dijo el azabache

Atsushi le coloco la cortaba al azabache y se la ajusto, sonrió solo para que el azabache le robara un beso – te veo en la noche

- Te estaré esperando – dijo el albino

Sus días eran casi siempre igual, Akutagawa nunca encontraba nada y Atsushi siempre terminaba dejándole todo listo para su día de trabajo, el azabache se había vuelto director de una de las sucursales de su empresa, para su primer año Akutagawa había comprado una casa, ambos chicos la habían amueblado juntos y compartían los gustos a la hora de decorar, aunque Akutagawa le gustaba más, Atsushi prefería lo acogedor. Peleas como, color de la casa, donde ir un mueble, todo ello había comenzado, una pelea incluso llego a que ambos chicos se golpearan con sus respectivas habilidades aunque aquella noche había terminado en sexo

Otras no eran así, una vez pelearon por el trabajo, Atsushi tenía cerca la tienda solo tomaba un camión pero el azabache tenía que ir más, la pelea comenzó cuando Akutagawa quiso usar su fondo de ahorros para comprar un auto, el albino se quejó por el hecho de llamar la atención y el azabache solo se quejó de que no quería llegar siempre tarde, al final, el azabache compro el auto sin decirle nada al albino y eso fue lo que detono la pelea con Atsushi. El albino no le hablo en toda la semana y el azabache no sabía cómo resolverlo, aunque tampoco le dio mucha importancia. Al final de la semana, Akutagawa le compro una rebana de pastel al albino y pidió perdón pero se excusó con el hecho de en verdad necesitarlo, Atsushi lo perdono y todo siguió igual.

Tenían peleas por como dejar la toalla o como dormir, todo ello se fue juntando, hasta que una noche Atsushi llego tarde a casa, se supone que Atsushi salía primero que el azabache, ese día tuvieron una pelea de verdad. - ¿ya viste la hora que es? – pregunto el azabache molesto

- Ryu, son las 22 horas, no explotes

- Tú sales de trabajar a las 19 horas ¿Qué hiciste por 3 horas?

- Llego nueva mercancía y Josep estaba ayudándome, si no allí seguiría – dijo el albino y el azabache llamo a Rashoumon para estampar al albino contra la pared

- ¿De nuevo con ese?

- Ryu, suéltame – pidió

- ¿Por qué te quedas hasta tarde con él? Desde que entro a trabajar solo hablas de él

- Es mi compañero, suéltame o romperé a Rashoumon

- Ya te había advertido que me molesta tu compañero

- Y yo te dije que no puedo hacer nada – se quejó el albino, el azabache llego hasta Atsushi oliendo su ropa – apestas a él

- ¡Estuve trabajando Ryu!

- No soporto a este tipo Jinko

- ¡Te he dicho que ya no me llames Jinko! – grito Atsushi usando su habilidad

Ambos chicos comenzaron a pelear como los viejos tiempos, sus habilidades y ellos se golpeaban hasta no poder más, habían roto algunas fotografías y el mueble de la casa, y después de golpearse tanto, ambos terminaron respirando agitados en el suelo, Atsushi se levantaba lento mientras Akutagawa tocia – te sangra la frente – dijo el azabache mirando al albino

- Si, se curara después – menciono el albino que sacudía su ropa

- Lo siento

- Ya no te creo – dijo Atsushi molesto mientras se iba al baño

Después de aquel día ambos chicos no se hablaron, Akutagawa realmente odiaba al compañero de trabajo de Atsushi, un día de su descanso eligió ir por el albino a la tienda, quizá así podría resolver sus problemas, Atsushi era lo único que tenía y a decir verdad el azabache no quería perder lo que tenían, lo que le molesto fue encontrarse de primera con Josep quien atendía a los clientes, Atsushi estaba acomodando unos libros mientras el azabache se acercó – Atsushi – le llamo y el albino volteo a verlo

- ¿Qué haces aquí? ¿saliste temprano?

- Si, bueno... quise venir y

- ¿para qué? ¿ver que no te fuese infiel?

- No, quería que fuéramos por algo de cenar

- No tengo hambre – dijo el albino y Akutagawa suspiro

- Te esperare afuera

Atsushi suspiro por aquello, sabía bien que Akutagawa no iba a dejarlo, una vez que quería algo lo obtenía pero él sabía bien que debía resistirlo, bastaba ya de tantas peleas y perdones simples. Y aunque Atsushi se resistió, el azabache termino subiéndolo al auto con ayuda de Rashoumon, ¿A dónde iban? No lo sabía, solo sabía que el azabache conducía mientras miraba por la ventana, estaba molesto. – Hoy hable con Josep – dijo el azabache

- ¿Por qué hiciste algo así? – pregunto el albino

- Confió en ti Atsushi – dijo tomando la mano del albino – lo lamento, en serio confió en ti, no me gusta como Josep te ve, así que... - sonrió el mafioso –solo le informe que este anillo que llevas, es por mi

- No era necesario, él ya lo sabía

- Lo sé, me lo dijo – miro al albino – vamos Atsushi, intento hacer lo mejor

- No es lo mejor, eres controlador – se quejó el albino

- Bien, ¿qué quieres que haga?

- Quiero que me ayudes a lavar la ropa, a mantener limpia la casa pero sobre todo... quiero que confíes en mí, puedo tomar mis decisiones, decidí huir contigo porque eres todo lo que amo, entonces ¿Por qué haces estas cosas? Me lastimas Ryunosuke

- Entiendo, confió en ti y lo de la casa... bueno sabes que salgo corriendo

- También tengo trabajo y limpio todo, lo mío y lo tuyo Ryunosuke

- Entiendo, entiendo, mejorare

- Ya no estamos en Yokohama, ya no eres mafioso ni yo agente, estamos juntos y no soy tu criada

- Ya lo se

- Somos pareja, las cosas se hacen por igual

- Lo sé

- Ahora dime a donde me llevas

- Es una sorpresa

- Bien – dijo el albino cruzándose de brazos

Akutagawa sonrió ante ello, por lo menos ahora sabía que Atsushi ya no estaba enojado, después de casi dos años juntos el azabache sabia cuando el albino estaba enojado y cuando no, sabia como alegrarlo y como hacer las cosas, pero seamos sinceros, después de un rato las dejaba de hacer y volvían a lo mismo, aunque siempre lo arreglaban, era su rutina.

Aquella vez, el azabache llevo a Atsushi a la cafetería que ambos les gustaba, comieron una rebana de pastel y volvieron a la normalidad. Normalmente así eran sus peleas pero ambos lo soportaban, ambos eran fuertes y eran lo único que tenía, el uno al otro... o eso creían pues, después de su cuarto aniversario, Atsushi comenzó a sentirse mal por varias semanas. Ya Akutagawa miraba eso mal, una visita al médico basto para que lo supieran todo, Atsushi estaba esperando un bebe – ¿en ci-cinta? – pregunto el albino anonadado

- Así es, están esperando un bebe, los felicito – dijo el doctor con una sonrisa, Akutagawa y Atsushi se miraron, comenzaron a reír, estaban felices

Una vez en casa, ambos chicos no paraban de besarse, Akutagawa estaba más que feliz de la noticia y Atsushi algo preocupado - ¿debería hacer algo especial? – pregunto el albino

- El doctor dijo que estarás bien mientras tomes vitaminas, apenas tienes 5 semanas

- Lo sé, pero no quiero que nada malo pase, quiero que todo sea bueno para el – dijo el albino sonriente

- Lo estará, estaremos bien los tres – sonrió Akutagawa

Cada mes avanzaba diferente, el tercer mes Atsushi vomitaba todo el tiempo

El cuarto mes, Atsushi quiso comer tela y se excitaba por el más mínimo rose

El quinto mes Atsushi se irritaba de todo lo que el azabache hacia o no hacía, literal, estaba irritado por todo

El sexto mes, tuvieron la noticia, no era un bebe, eran dos y Atsushi enloqueció, tenían todo preparado para un bebe, no dos, Akutagawa estaba feliz pero eso estreso al albino haciendo que terminará por volverse a irritar por todo y volver con lo de la tela

El séptimo mes Atsushi pidió permiso para dejar de trabajar, sus días en casa eran sumamente aburridos. Tanto que había comenzado a resolver "casos" de un programa de televisión, extrañaba la agencia de cierta forma, a veces se ponía a pensar como jugarían sus bebes con los miembros de la agencia y al recordar como vestían a Kyouka, la idea desapareció

El octavo mes Atsushi no quería saber nada, no dormía, todo el tiempo estaba hinchado e irritado, Akutagawa soportaba mucho en aquel tiempo, pero el doctor le había explicado que los cambios hormonales eran normales, aun así, Akutagawa merecía un premio por todo lo que le soporto al albino y sus bebes. Era mediado del octavo mes, Atsushi estaba realmente cansado, llevaba tres días seguidos sin dormir y su vientre era tan grande como una llanta del auto. – Ya llegue – dijo el azabache entrando a su casa

- Si, bienvenido – dijo el albino sin ganas

- ¿estás bien?

- No dormí nada

- ¿tampoco hoy?

- No dejan de patearme y – se sostuvo de la mesa – en serio... ya no aguanto – se quejo

- ¿aguantar qué? – pregunto el azabache sosteniéndolo

- No lo sé, no aguanto – se quejó el albino

- Vamos al hospital – dijo el azabache tomando al albino, aunque lo cargo como princesa, Rashoumon le ayudo. (Seamos sinceras)

Aquel día Atsushi comenzó a gritar en el auto, por la madrugada casi por el amanecer, los gemelos habían nacido, Akutagawa pudo ver a sus bebes aquella madrugada, Atsushi los cargaba a ambos cuando el azabache se sentó a su lado y pudo cargarlos también – nacieron de madrugada... - dijo el albino cansado

- Si – sonrió el azabache – cuando decidimos huir ¿todavía eran madrugada? – pregunto y Atsushi comenzó a reír

- No lo recuerdo amor – dijo el albino

- Debe ser especial ¿no lo crees?

- Me gusta Hinata... por el sol – sonrió Atsushi mirando al azabache

- ¿en serio? –miro al albino y miro al gemelo varón – entonces él será Kazumi

- ¿Por qué Kazumi? – pregunto el albino

- Porque quiero mantener la paz y la bella familia que tenemos – dijo el azabache y Atsushi comenzó a llorar

- Ryu... te amo – dijo Atsushi entre sollozos

- ¿sigues con tus hormonas? – pregunto algo nervioso

- El doctor – dijo limpiándose las lágrimas- dijo que seguiré así un tiempo

- Entiendo... - suspiro el azabache – te amo Atsushi

- ¿y por qué lo dices hasta ahorita? – se quejó el albino llorando más y el azabache suspiro profundo – dame a mis bebes. Akutagawa le dio a los gemelos a Atsushi y los miro fijo

- En serio te amo – sonrió mientras miraba al albino llorar

- Quiero ir a casa – dijo Atsushi aun entre sollozos

- Nos iremos pronto – respondió Akutagawa acariciando la cabeza de Atsushi – descansa... yo los protegeré a los tres

- Tu siempre... nos proteges Ryu – sonrió el albino 

Sinceramente no espero mucho, se había quedado completamente dormido. Eran felices, su familia había crecido,ahora no eran solo ellos dos, ahora eran cuatro.



¡Hola a todos! Gracias por seguir estos tiernos extras, el siguiente será el ultimo y con ello daré por terminado este fanfic

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top