Mientras caminábamos hacia la cocina escuchamos a Andrea y Jesse discutir en el pasillo. Jack suspiró y sacó su cabeza al pasillo.

—¿Quieres comportarte?

—¡Lo ves! Hasta tu amigo piensa que eres un inmaduro. —Fui yo quién sacó la cabeza ahora, por encima del hombro de Jack. Me apoyé en su espalda y miré a Andrea. Jesse la tenía rodeada con su brazo por encima de sus hombros y Andrea no se veía contenta. 

—Andrea...—Me miró y entendió que no era momento de pelear. Empujó con todas su fuerzas a Jesse. Se acomodó el cabello y su ropa y caminó hacia mí. Me tomó del brazo y me llevó hasta la cocina. Me ayudó a servir el agua caliente en mi taza. Pronto Jack y Jesse nos siguieron hasta ahí. Les indiqué que tomaran asiento en los bancos de la mesa. 

—Toma. —Andrea me dio mi taza y se lo agradecí. Le di un sorbo y sentí cierto alivio en mi garganta. Me molestaba tragar, pero el agua caliente con manzanilla era curativo. 

—Y díganme, ¿han escogido a alguien para que apoye en lo del baile? —Andrea se sentó a mi lado y suspiró. 

—Nadie quiere hacerlo. Ni siquiera Lucas.

—¿Y qué hay de ti? —Preguntó Jesse. Andrea lo ignoró. 

—Es una molestia que nos obliguen a hacer eso. Además, sabes que odio organizar cosas. —Asentí. 

—Pero fuiste muy buena con nuestro proyecto de tutorías. 

—Eso es diferente. Ayudamos a nuestros compañeros y nos da puntos para las universidades. Organizar un baile no da nada de eso.

—De hecho, te da puntos extracurriculares. —Andrea por fin miró a Jesse. Yo hice lo mismo. Eso no lo sabía.

—¿En serio? —Alcé una de mis cejas curiosa ante ese dato. 

—La profesora Clark nos comentó que se toman en cuenta en los puntos de participación. Ya sabes que las universidades piden todo eso. —Comentó Jack. Parpadeé varias veces. Era interesante, pero no los necesitaba. Yo participé en varios eventos de organización de la escuela. Además de hacerlo en clase. Y organizar un baile no era nada sencillo.

—Estoy dentro. —Miramos a Andrea.

—¿No que era una molestia? —Preguntó Jesse en tono burlón. Andrea puso los ojos en blanco y suspiró. 

—No soy muy participativa en clases, creo que eso me ayudaría a compensar mis puntos. —Asentí al mismo tiempo que Jack. 

—Puedes intentarlo. —La animó él. Mi amiga sonrió. —Pero debes ingresar una carta previamente con el comité de decoración. Especialmente dirigida al coordinador. 

—¿Y quién es? —Jack miró a su amigo y este sonrió de lado con algo de malicia en su mirada. Tuve que aguantarme la carcajada. Andrea estaba en problemas. 

—Espero que seas muy buena con las palabras en papel que con las que dices oralmente Andrea o creo que no podré ayudarte. —Andrea lo miró con furia y luego se fijó en mi. 

—Idiota. 

—¿Qué dijiste?

—Que espero no fallarte. —Sonrió forzadamente. Jack y yo tuvimos que mordernos los labios para no reírnos. Aquello era muy gracioso. 

—¿Qué hacen niños? —Flynn apareció en la cocina sosteniendo un vaso vacío. 

—Charlando. —Sonrió Andrea al verlo. Yo hice una pequeña mueca. Sabía que mi amiga llevaba enamorada de mi hermano desde que era pequeña. Pero bueno, el le llevaba unos seis años aproximadamente y nunca la vio más que como una hermana menor. Intenté ayudarla a conquistarlo, pero mi hermano pareció reconocer mis intenciones o quién sabe. Me confesó que tenía novia y cuando se lo comenté a mi amiga, eso la deprimió. Hasta hace un par de meses que Flynn nos confesó que había terminado con la chica, ya que esta se iba a mudar al extranjero. Mi hermano se encerró en sí mismo un tiempo, pero ahora parecía estar bien y mi amiga, bueno, parecía todavía sentir algo por él. 

—¿Tú qué hacías? —Flynn miró a mi amiga y señaló su vaso. 

—Jugando un par de partidas del LOL mientras bebía algo de jugo. —Se sentó al otro lado de la mesa observándonos. —¿No tienen hambre? Así pido una pizza. —Los chicos se miraron entre sí y luego me miraron a mí. 

—Pide la pizza. —Los cuatro sonrieron. Mi hermano aplaudió y sacó su celular para realizar el pedido. Mientras esperábamos, le sacó plática a los chicos. Me sorprendió lo dóciles que se comportaron Jesse y Jack, pero ahora que lo notaba, en cierta forma tenían el mismo humor que mi hermano. Los invitó a ver una película y que si se hacía tarde él los iría a dejar a su casa. Los chicos se negaron, pero mi hermano insistió y siendo honesta nadie podía decirle no a Flynn Moon. 

Sentados en la sala, Flynn puso una película de terror luego de que la mayoría votara por el título. La película dio inicio y yo, debido a que sentía algo de frío, me arropé con una cobija en el asiento del sofá. Al lado tenía a Jack y mi hermano estaba a la par de él. Jack notó que tenía frío y se inclinó un poco para preguntarme si no tenía fiebre.

Me toqué el rostro, pero no parecía tenerla. Eso lo tranquilizó. Regresamos nuestra atención a la peli hasta que llegó la pizza. Cuando teníamos la comida frente a nosotros, yo iba a levantarme para recoger mi pedazo, pero Jack me detuvo y el trajo mi pedazo. Sin embargo, no me di cuenta que mi cobija la había dejado en el suelo. Eso supuso un obstáculo para los pies de Jack. Fue ahí cuando sucedió lo más increíble que había presenciada. 

Jack se tropezó, los trozos de pizza volaron y Jack cayó sobre mí con sus labios justo encima de mi mejilla.