Parte 5: El final?

Luego de recuperar el número de su novio del celular intentó comunicarse pero no lo consiguió, por lo que seguía molesta y frustrada.

Subió a su auto y se dirigió nuevamente al bar, cenaría allí y quizás el amable Suga le pueda convidar uno de sus cigarros armados, sonrió sola al pensar en el pálido cocinero.

–Tienes novio, no se te ocurrirá fijarte en alguien de este pueblo por más amable y lindo que sea –se dijo en voz alta para sí misma.

Se miró en el espejo retrovisor para asegurarse de verse bien. Pero notó que alguien la miraba por el espejo, con el susto dio un volantazo y se salió un poco de la carretera, hasta que logró frenar y encender las balizas.

Se giró y su sorpresa fue encontrarse con un sonriente Jimin en su asiento trasero.

– ¿Quién te gusta de este pueblo? Conozco a todos, dime.
– ¿Te das cuenta el susto que me has dado? ¿Qué diablos haces escondido en mi auto?

–Es que quiero salir de este mugroso infierno, pensé que te volvías a tu ciudad por eso me metí en tu auto para que me lleves.

– ¿Por qué no le pides a tu amigo Jung que te lleve?

–No quiere –dijo haciendo puchero– y dice que no merezco salir de aquí, y empiezo a creer que es cierto.

Volvió a poner en marcha el vehículo, le pidió a Jimin que pase junto a ella al asiento delantero y se encaminó hacia el centro del pueblo que quedaba alejado del Motel.

Dejó al joven en el lugar que este le indicó cerca de su casa.

Cuando llegó al bar fue a la barra a sentarse, pidió un gin tonic y preguntó por Suga, el chico le dijo que salió un momento que ya regresaría. Ella pensó que seguramente estaría fumando atrás del bar, por lo que salió por la puerta principal y dio la vuelta para llegar al callejón, antes de hacerlo arregló su ropa y su cabello para verse bien. Pero nunca imaginó la escena con la que se iba a encontrar.

Suga estaba apoyado en la puerta trasera del bar, con una mujer arrodillada frente a él practicándole sexo oral. Él la vio pero no hizo amague de detenerse. Ella incómoda, allí parada sin saber qué hacer, si disculparse, si ofenderse o simplemente regresar sobre sus pasos. Tras segundos de dudas que parecieron eternos escuchando el sonido obsceno que hacía la mujer y los jadeos de placer del hombre, se decidió por la tercera opción.

Regresó a la barra, a tomar su trago, molesta.

– ¡Odio este lugar!
–Bienvenida al club –le respondió Jungkook.

Hablaron de trivialidades y luego de cenar se dirigió a su auto para volver al motel. Pero al cruzar la puerta quedó congelada en su lugar.

Suga estaba apoyado sobre el auto, en la puerta del acompañante, con sus brazos cruzados de modo relajado.

Sin hablarle rodeó el vehículo, aunque ni ella misma se explicaba por qué estaba tan molesta con él.

– ¿Fuiste a buscarme por cigarrillos?
–Si, no fue mi intención...

–Yo haré de cuenta que no me viste y que no te vi, sería mejor para ambos si tu hicieras lo mismo.

Ella asintió tímida.
– ¿Todavía quieres ese cigarrillo?

Volvió a asentir.

–Ok. Vamos entonces, te llevaré a conocer el único lugar interesante que hay en este pueblo.

Subió al auto del lado del acompañante y le indicó por dónde ir, el pueblo era pequeño por lo que llegaron enseguida, era una pequeña colina desde donde se veía todo el pueblo, ella se asustó al ver que el lugar era un cementerio. Vio que el bajaba como si nada y se dirigía a un lugar desde donde se veía bien las pocas luces del pueblo y bastante más allá la nada misma, el paisaje era entre hermoso y lúgubre.

Él encendió un cigarrillo y se lo extendió para que ella lo tome, a la vez que se sentaba sobre unas piedras grandes.

–Sería la que muere en una película de terror.

– ¿Qué?– dijo él sin comprender.

–Es que estoy en medio de la noche, en un pueblo que no conozco, con alguien que no conozco, en medio de un cementerio. Si has visto películas de terror sabrás que yo sería la que muere en esta escena –hizo una calada profunda al cigarrillo y se lo devolvió.

El se le acercó acorralándola, entre su cuerpo y las piedras.
– ¿Y cómo morirías en esta película? –dijo con la voz ronca y una mirada felina.
–Mejor nos vamos. Este lugar empieza a darme escalofrió.

Fueron hacia el vehículo, cuando abrió la portezuela, él la cerró de golpe y la hizo girar para quedar de frente. Apoyó sus manos en el auto dejándola encerrada.

– ¿Te asusta el lugar o te asusto yo? –preguntó casi en un ronco susurro.
–Yo, yo... no te conozco.
–Ya tendremos tiempo –dijo y la besó.

Ambos cerraron sus ojos para disfrutar la sensación de ese beso, suave y corto.
–Disculpa, pero no está bien, yo tengo novio.
– ¿No lo entiendes aun verdad?
– ¿Qué debo entender?
–Que nunca saldrás de este lugar.
– ¿Por qué me dices eso? Me estas asustando.
–Él ya te ha echado el ojo, no te dejará marchar.
– ¿De qué rayos estás hablando Suga? ¡Para por favor!
– ¡Calla Min que la estás asustando! –dijo una voz que ella conocía a su espalda.

Suga se alejó unos pasos de ella que estaba tan asustada que no se movió de donde estaba.

Hoseok se acercó a ella y acarició su rostro con el dorso de su mano.

–Tranquila hermosa –dijo con esa gran sonrisa que lo caracterizaba–. Dime tu ¿Dónde crees que estás? ¿Dónde te han dicho todos que estás?

A medida que empezaba a atar cabos sus ojos se abrían grandes y sus pupilas se dilataban aún más.

Intentó alejarse de ese hombre corriendo, pero al correr cayó y al apoyarse en una lápida para ponerse de pie alcanzó a leer "Jeon Jungkook", se volteo a ver los dos hombres que la miraban sin intención de perseguirla, pero de los que ella seguía queriendo alejarse. Se topó con otra lápida, "Kim Seokjin" leyó, caminó un poco y se acercó a leer otra para corroborar sus sospechas, "Park Jimin".

Pensó que eso era imposible, que era producto de su imaginación.

El corazón se le detuvo al leer la más nueva de las lápidas que había a su alrededor: "Choi Yiseo".

Y ahí cayó en cuenta, que ya todos se lo habían dicho.

Este lugar, era el infierno.


********************

Espero les haya gustado
¡Gracias por leer!


Liz💜

P/D: SIGAN A LA PROXIMA PAGINA, VERAN LOS INFORMES FORENSES.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top