Violin

Espero que les guste~

Nota: Mi mente es un poco rara. Divaga en muchas ideas al azar que intento unir y si tengo suerte, algo sale de eso, pero a veces, se me pierde el hilo de lo que estaba por hacer 

Nota-2: En Tumblr, hay mucha gente emocionada, diciendo que el shipp entre Mei y Red Son (shipp del cual ni me acuerdo el nombre en este momento xD) podría hacerse canon o algo así. Aunque no tiene mucho sentido, en mi opinión. Red Son nació en la época en la que el grupo del Viaje al Oeste estaba vivo, hay paginas que dicen que tiene hasta más de 400 años, y Mei solo pasa de los 20. La diferencia de edad es muy grande xD

Nota-3: Vi la peli "Un Amigo Abominable" y me inspiro para esto :3

Macaque se acomodo en la rama en la que estaba, tarareando para si mismo de manera distraída y alcanzando a cerrar los ojos por unos segundos, solo para abrirlos al sentir que su espacio personal era invadido. Miro, casi con expresión en blanco, a los monos abusivos que se había aprovechado para subir a su árbol y trepársele encima, luciendo poco dispuestos a bajarse por su cuenta.

-¡Wukong!- gruño, bajando de un salto, aun con todos los intrusos aferrados a él y negándose a soltarlo, incluso uno de ellos enrollando su cola en su brazos y aferrándose a la ropa de su hombro con sus pequeñas patas, luciendo orgulloso de si mismo. -Podrías enseñarles a tus monos algo de respeto, ¿no es así?- enarco una ceja hacia el dios, quien rodo los ojos al mismo tiempo que se cruzaba de brazos.

-Debería enseñarles a tener mejores gustos, traidores de cola larga- Wukong bufo, luciendo ofendido mientras que sus monos solo se animaban aun más, como si hacerle la contra a su rey fuera lo más divertido del mundo. -¡Soy su rey, debería ser su favorito!-

-Wow, que triste. Ni tus súbditos te respetan- y sonrío con burla, satisfecho al ver al otro retorcerse con ira apenas reprimida, sabiendo que en otra ocasión lo hubiera atacado pero tiene a los monos encima, una ventaja. Sin importar que fueran inmortales, Wukong nunca los lastimaría. -Aun así, son unos abusivos- miro de reojo al mono en su hombro, un poco confundido. Aun no entendía del todo cual era la obsesión de ellos con él pero si eso le serbia para molestar al dios, no le importaba ser un trepador andante de momento. -Entonces...- tenía la intención de hablar, quizás burlarse un poco más, pero algo lo interrumpe.

-¡Macaque!- se endereza sin pensar, con las orejas atentas. La voz es familiar, llegando a él principalmente gracias a las sombras que inundan los rincones de la ciudad, pudiendo captar un cierto pánico en ello. Se queda quieto, tenso, un gesto que no pasa desapercibido para los monos que ahora lo miran con curiosidad pero no les presta mucha atención, solo espera, atento. -¡Macaque!-

-Kid...- es su voz, lo sabe y la preocupación lo invade. Se supone que era un día tranquilo, MK pidió un día libre con su jefe para poder practicar para un recital del violín dentro de unos pocos días e incluso le había pedido las llaves de su teatro para poder tocar sin molestar a nadie, queriendo sorprender a todos en el escenario cuando llegara el momento. -Todos, abajo- chasqueo con seriedad y los monos se sobresaltaron pero parecieron notar su seriedad, su tono de orden, y no dudaron en obedecer.

-Oye, trátalos con más cariño- Wukong arrullo a los monos que no tardaron en subirse en él. -Encima que te quieren, eres un amargado- acaricio la cabeza de uno, frunciendo el ceño ante el otro, cuya sombra se estaba agrandando en un portal. -Mono emo- bufo.

-Idiota insufrible- levanto su mano, haciendo una seña grosera, sonriendo con satisfacción al verlo erizarse con ira e ignorando sus reclamos, se hundió en la oscuridad. Esta preocupado por el chico pero este lo había llamado a él, no a los demás, así que supuso que no quería llamar demasiado la atención.

Aun así, fue veloz al moverse en la oscuridad.

-¡Kid!- emergió de las sombras dentro de su teatro, solo para detenerse en seco cuando entro. Todo estaba iluminado pero no por las luces del techo, sino por pequeños destellos dorados que caían como si fuera nieve, desapareciendo al contacto con algo solido. -¿Pero qué...?- extendió la mano, confundido. Se sentían como chispas cuando llegaban a tocar sus palmas, aunque sin ser dolorosas, casi haciéndole cosquillas.

-¡Salieron de mi violín!- levanto la vista ante la voz, notando que MK salía de atrás del telón, acunando su instrumento contra su pecho. Las cuerdas brillaban de dorado, incluso las del arco. -Estaba tocando y me distraje, mi mente empezó a divagar, pensé en miles de peces nadando...- Macaque enarco una ceja, divertido, y el castaño se sonrojo con cierta vergüenza. -¡Mire "Buscando a Nemo" anoche, no me juzgues!- hizo un puchero cuando el mono bufo, el mayor haciendo un gesto para que continuara. -...entonces, aparecieron. Eran un montón, dorados, y parecían nadar en el aire pero en cuanto me detuve, ¡boom!, se convirtieron en esto- miro a sus alrededor, los pequeños destellos terminando de caer de una vez, desapareciendo al fin. -Creo que entre un poco en pánico...- soltó una risa nerviosa mientras el mono acortaba la distancia entre ellos. -...las sorpresas con el tema de mis poderes no siempre son buenas al principio- como prueba de sus palabras, su apariencia cambio con un destello dorado, viéndose como mono por unos segundos antes de volver a verse como humano. Cierto, esa sorpresa no había sido nada buena en su momento.

-¿Solo estabas tocando?- paso los dedos por las cuerdas, provocando un sonido ligero que creo unas pocas chispas que no tardaron mucho en desaparecer. MK asintió, ansioso, pero sus ojos brillaban, como si lo que logro ver hubiera sido maravilloso. -¿Crees que puedes intentarlo otra vez?- retrocedió un par de pasos, dándole espacio, y el chico se retorció un poco en su ligar.

-Eso...creo- se acomoda con un ligero nerviosismo, respirando profundo. -No pienses en peces, no pienses en peces- se repitió a si mismo como una especie de mantra y Macaque no pudo reprimir su sonrisa de diversión pura, aunque no dijo nada de momento, dejando que el menor se preparara. MK cerro los ojos, se enderezo y toco, una melodía un poco más movida que la que había estado practicando, con algo particular en mente.

Las cuerdas se iluminaron, chispas saliendo casi al instante, formando una gran cantidad que se movían y pronto, formaban una imagen muy clara. Macaque pronto se encontró con una versión de si misma hecha en dorado.

-¿Eh?- se tenso con cierta sorpresa, casi hipnotizado por la figura que se movía de manera tan natural. Su versión en dorado se estaba moviendo, con elegancia ligera, abriendo las manos y haciendo aparecer algo que lucia como su fiel linterna, de alguna manera, luciendo una sonrisa en su rostro. De abajo de sus pies, algo pareció retorcerse y estirarse, como si fueran sus sombras, subiendo por las paredes y creando formas que reconoció como el de algunas de las que uso en sus historias. -Vaya...- la melodía empezó a sonar más lenta antes de detenerse y la figura de dorado, aquel Macaque teatral de suave sonrisa, logro hacer una reverencia ligera antes de que se volviera chispas doradas que empezaban a caer. -...son casi como mis sombras pero más brillantes- esta asombrado, no puede negarlo. -¿Cómo es que...?- mira al menor, quien parece pensativo.

-Creo que eso mi imaginación- mantuvo su postura, mirando la cuerda dorada de su arco. -Antes pensé en peces que nadaban libremente y creo que eso fue lo que paso, ahora pensé en ti y tus actos...- dudo, antes de volver a acercar su arco al violín. -...supongo que si puedo imaginarlo, es lo que se vera- toco otra tonada, más corta y manteniendo los ojos abiertos esta vez, asombrado por como las chispas doradas se juntaban y formaban un pequeño pájaro que agito sus alas, volando a su alrededor, antes de volverse un montón de chispas cuando se detuvo. MK bajo su instrumento, miro las chispas caer, encantado pero confundido. -Mis poderes se vuelven cada vez más raros- una realidad a estas alturas.

-Hey- Macaque se le acerco, rodeando sus hombros con su brazos, sin sorprenderse cuando el menor fue rápido en acurrucarse contra su hombro. -Raro o no, eso fue fantástico- MK sonrío, encantado y cálido por el alago. -Creo que podríamos hacer algo increíble juntos-

-¿Tu crees?- se separo un poco solo para verlo con ojos brillantes, emocionado ante eso.

-Totalmente- no dudo en asegurar, sonriendo ligeramente ante el animo ajeno. Era bueno ver que su aprensión y su nerviosismo se desvanecían un poco.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top