━━━05
Sunghoon sonrió cuando escuchó como la puerta de la habitación de sus padres fue cerrada, escuchando las voces de las mujeres hablar de temas que no le interesaban, después de unos minutos, escuchó a su padre bostezar por el pasillo, de seguro se quedaría a dormir en la habitación de invitados.
Él fue a darse una rápida ducha después de que el rubio se fuera, porque no quería perder más tiempo, así que se encontraba cambiado y listo para una divertida noche con el mayor.
Cuando escucho la última puerta cerrarse, salió de su habitación, lentamente, haciendo el menos ruido posible, no era tarde por lo que su madre seguiría despierta.
Bajó hasta la sala, mirando las llaves principales colgadas a un lado de la puerta principal, así que camino hasta ellas, agarrándola y cuando estaba por salir, escuchó a sus espaldas una falsa tos.
—¿A dónde vas, hijo?—preguntó su padre, Sunghoon volteó, encontrándolo en el último escalón.
❝Piensa, Sunghoon, piensa, piensa❞
—Iré con YungMi al cine.
❝¿Qué?❞
Su padre le miró unos minutos más, asintió lentamente y caminó hasta la cocina, desapareciendo de su vista.
Sunghoon suspiró, saliendo de una vez por todas de su casa, subiéndose a su auto, ignorando la indignación al ver lo poco que se molestaba su padre al ponerle atención.
—Vamos por ti, JunMi.
JunMi salió de su cuarto, se había arreglado para el menor, y había pedido comida china para que su linda y primera cita fuera increíble.
Su sonrisa apareció cuando escucho como tocaban el timbre, suspiró intentando calmarse y camino hacia la puerta, la abrió y entonces vio, ahí estaba el lindo pelinegro, JunMi estaba a punto de saludarlo, pero Sunghoon actuó primero, lo agarro firmemente de la cintura para robarle un beso, uno de los cuales Park disfrutaba dar, un beso largo, profundo sin llegar a ser erótico, solo uno que hacía recordar a ambos lo mucho se deseaban estar juntos.
—Sunghoon, no me esperaba eso—susurró al separarse, mirando los ojos contrarios, que parecían conectar tanto con los suyos.
—Tenía tantas ganas de besarte no me arrepiento en lo absoluto—admitió, mirando como el mayor le daba una tímida sonrisa, agarrándolo del brazo para guiarlo al interior de la casa.
—Pedí comida, y busqué algunas películas que podríamos ver, o si prefieres jugar algún videojuego, está bien por mí—hablaba rápidamente el rubio, siendo una imagen tan tierna para el contrario—. Lo siento, no sé qué se hacen en las citas, las únicas que he tenido siempre han sido solo una ida al cine y después a comer.
—Tranquilo, cosita—murmuró Sunghoon acariciando las mejillas coloradas del bonito rubio, se dejó caer en un sillón, atrayendo con él al mayor, sentándolo en su regazo—. Yo tampoco sé de citas románticas, podría pasar la noche mirándote y no me aburriría en lo absoluto—habló en un tono juguetón, pues sabía que JunMi era muy vergonzoso cuando decía algo cursi.
—No digas esas cosas—lo miró con el ceño fruncido, tratando de lucir enojado, pero solo conseguía dar una tierna mueca, que hacía sonreír al menor.
—No prometo nada, hagamos esto, cenamos la comida que pediste, y luego hacemos algo divertido, no tiene que ser ver películas, estoy seguro que se nos ocurrirá algo mucho más entretenido.
JunMi solo asintió emocionado, y si hubiera puesto atención, hubiera notado las dobles intenciones del pequeño Sunghoon.
—¿Estás seguro que está con YungMi?—preguntó preocupada Jihyo, Park solo rodó los ojos, asintiendo a la pregunta de su mujer.
—Él mismo me dijo que saldría con la muchacha, deja de exagerar—habló con un tono fastidiado, saliendo de la habitación donde se encontraban ambas femeninas, para irse a la de invitados, él de verdad tenía sueño.
Pero Jihyo no estaba convencida, desde que noto las intenciones de su hijo con JunMi, algo le decía que Sunghoon no se encontraba con la chica.
—Vamos, tu hijo ya es grande, déjalo ser—dijo su amiga, esparciendo la mascarilla casera que ambas habían hecho por todo su rostro.
—Tengo un mal presentimiento, llamaré a la chica, tengo su número, su mamá y yo somos cercanas.
YunYi solo suspiró, siguiendo con su cuidado facial, mientras miraba a su amiga agarrar desesperada su celular.
La femenina se despertó enojada, el timbre de su celular la había despertado de su sueño tan cómodo y profundo, agarró el aparato que se encontraba debajo de su almohada y se asombró cuando vio quien la llamaba.
—Señora Park, ¿a qué se debe su llamada?
—Hola, querida, solo llamaba para verificar si Sunghoon y tú se la están pasando bien.
YungMi miró hacia un punto de su habitación completamente confundida, ¿Sunghoon y ella? ¿A qué se refería la señora Park? ¿Qué debería de decirle?
—¿S-Sunghoon? Claro, ambos estamos muy bien...
Se escuchó un largo suspiro de la otra línea, la chica aun confundida. ¿Sunghoon había salido de su casa con mentiras? ¿Y la había involucrado a ella?
—Es un alivio escucharlo de ti, sé que tú nunca mentirías, Sunghoon había dicho que iría al cine contigo.
YungMi pensó en las razones en las cuales Sunghoon mentiría, ¿acaso haría algo a escondidas? Si fuera una salida con amigos no tendría porqué mentir, y ahí fue cuando recordó. Recordó la plática un tanto comprometedora con el esposo de una de las amigas de Jihyo.
Sunghoon estaba con él.
—¿La película terminó? ¿Puedo hablar con Honnie?—se volvió a escuchar la voz de la señora.
—S-sí, la película ya casi termina, pero salí al baño, y con gusto le pasaría a Sunghoon, pero no se permiten celulares prendidos dentro de la sala, igual ahorita que vuelva le digo que le mande un mensaje—del otro lado de la línea solo se escucho una afirmación y después colgó. La castaña se dejó caer en la cama, abrazando a uno de sus peluches mientras soltaba un triste suspiro—. ¿Hice bien, Dollie?—le preguntó al peluche—. ¿Hice bien en cubrir a Sunghoon y al hombre ese?—miró atentamente al conejo, como si el peluche le fuera a dar una respuesta—. Creo que es algo que a mí no me incumbe—susurró YungMi antes de volver a cerrar los ojos, con su única esperanza de ser correspondida completamente apagada.
Sunghoon miraba con una gran sonrisa como el rubio se carcajeaba, la cita estaba saliendo de maravilla, ambos se encontraban comiendo, mirando programas de Disney que a Park no le daban nada de gracia, pero sonreía como idiota cuando el mayor reía con toda su alma.
❝Estúpido Sunghoon, estás cayendo por él❞
¿Él enamorado? Sunghoon se preguntó a sí mismo si eso podría ser capaz, y tal vez al ver al mayor sentado junto a él, riendo, y en total confianza, solo tal vez si estaba cayendo poco a poco, un amor tan prohibido para ellos.
—Pensé que pondrías "50 sombras de Grey" para entrar en calor—hablo Sunghoon mirando como JunMi masticaba más rápido para poder hablar.
—Es una mierda de película, la verdad.
Sunghoon sonrió, dejando su plato de lado, él ya había acabado, y el mayor estaba por terminar, estaban cenando en la sala, algo que jamás había hecho el Park.
—Cosita.
—Dime.
—Follemos.
JunMi abrió sus ojos de sorpresa, el arroz que estaba por tragar quedó a medias, comenzando a toser por la declaración del menor.
—¿Qué dices?
—¿A qué hora follaremos, cosita? —preguntó en un susurro, acercándose peligrosamente al mayor—. A eso vine, ¿no?
JunMi se alejó un poco, mirándole un poco desilusionado, él también quería acostarse con Sunghoon, pero primero quería pasar un buen rato, tener una linda cita donde ambos se conozcan, porque a él le había interesado realmente el menor y no solo para tener un polvo.
—Sunghoon, ¿qué es lo que te gusta de mí? —el menor lo miró confundido por el cambio de tema, sin embargo, decidió contestar su respuesta.
—Me encantas entero, cosita.
—¿Solo me quieres para una noche? Se sinceró, no voy a enojarme.
Sunghoon admitía que cuando vio por primera vez eso fue lo que busco, tenerlo para solo una noche, pero realmente todo había cambiado, desde que escuchó como YunYi no valora al grandioso chico que tenía con ella, hasta las encantadoras pláticas y videollamadas que tenía con el mayor por chat.
¿JunMi pensaba que todo lo que había dicho era mentira?
—Creo que me estoy volviendo loco poco a poco por ti, JunMi, y no sé cómo deba sentirme con eso—murmuró.
La preocupación de JunMi desapareció, mirando con timidez al chico pelinegro que tenía frente a él.
—Estoy igual, en todos estos años de casado pensé que ya tenía la vida perfecta que tanto había querido, pero luego llegas con tus malditas insinuaciones haciéndome sentir tan confundido, que ya no sé cómo sentirme.
—Descubramos lo que sentimos juntos—Sunghoon agarro el mentón del rubio, acariciando con delicadeza.
—Dios, estás siendo tan cursi que creo que no eres Park Sunghoon—el mencionado lo miró ofendido, cruzándose de brazos.
—Uno que intenta ser romántico—JunMi carcajeó y justo cuando estaba por darle un par de mimos para que quitara la cara de indignación, Sunghoon lo interrumpió—. Pero, ¿sí follaremos o no?
JunMi lo miró con el ceño fruncido, tirándole en la cara una de las almohadas del sofá mientras reía con SungHoon.
Maratón 2/3
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