3. De vuelta a la escuela.
—¿Cómo puedes estar tan tranquila? ¡Mira cómo quedó tu saco! —exclamó Boscha apenas cuando entraron a la universidad.
—¿Y qué quieres hacer? ¿Ir corriendo y esperar a que des con la persona que hizo esto? —Amity dijo con un aparente tono tranquilo—. No debí ponerle crema a mi café —miró su saco negro con una mancha evidente de café.
—Pero-
—¿Pero? —la detuvo Amity—. ¿Sabes al menos quién es? ¿Quieres ir preguntando por cada salón de las diferentes facultades y esperar que alguien responda por esto? —suspiró antes de perder la paciencia y decir algo que hiriera a Boscha—. Déjalo ir. Hay cosas más importantes que seguir pensando esto.
"Nota mental, siempre cierra la tapa del termo", pensó Amity creando una nota que pegó en su pizarra mental.
Hace poco que ambas habían llegado y ahora se dirigían a la Dirección para hacer registro de su entrada y para que el propio Director las presentara delante de su primer grupo. Una cortesía para los nuevos profesores de parte del Director.
Por desgracia, no contaban que los estudiantes estarían hechos un lío y una de ellas chocara con la menor de los Blight. El accidente fue tan rápido que ninguna fue capaz de ver hacia donde se dirigía la estudiante.
Incluso para una alfa tan desarrollada como Amity fue imposible detectar su olor.
—Me alteré, lo siento —apenada, Boscha se disculpó.
—Está bien, no esperas que te reciban en tu primer día con café encima —la castaña tranquilizó a su compañera—. Entiendo que te hayas enojado, solo intenta que la próxima vez tus emociones te dominen. No ibas a lograr nada si la perseguías.
—Ah ¿Era mujer? —Amity suspiró con el cuestionamiento de Boscha—. No lo digas, tu simple actitud dice que te gustará echarme en cara que tú tenías razón.
Y vaya que Amity era insoportable cuando tenía la razón.
—Me alegra que lo reconozcas —Boscha giró los ojos con el comentario de Amity—. Yo siempre tendré la razón, no hay punto de discusión en eso.
—Blight, cállate si no quieres que de verdad tiré el café sobre toda tu ropa —Boscha amenazó—. Soy capaz, me conoces.
—Inténtalo —Amity retó con una sonrisa engreída y burlona.
A la vista de todos los demás ellas podían pasar desapercibido como una pareja con años de relación, pero para ellas, no habrá amor o romance en su amistad. Y veían lo positivo del matrimonio arreglado, al menos se llevarían bien.
—¿Lista para seguir la farsa? —susurró Amity a lado de Boscha, ambas habían firmado su entrada y ahora esperaban al director, mientras las recibían, miraban a los profesores entrar y salir. Algunos les saludaban y otros los miraban con recelos.
El maravilloso ambiente laboral de todos lados.
—Prepararé mi mejor cara —suspiró Boscha—, prometida.
—Ugh, no me acostumbro a esa palabra —el cuerpo de la castaña se estremeció.
—¿Crees que yo sí? —Boscha reclamó frunciendo su ceño—. Solo hay que decir nuestros nombres cuando hablemos de nosotras.
—Me parece bien —aceptó Amity.
—¡Chicas! ¡Bienvenidas! —Bump salió de su oficina tan pronto despidió a unos padres de familia—. Lamento al tardanza, regresan a clases los chicos y ya tenemos problemas desde el inicio.
—Lo entendemos —ambas comentaron.
La charla inicial no duró mucho, Bump las llevó hacia el primer salón que darían clases. La primera en enfrentarse a un grupo con estudiantes que sonaban como animales de zoológico fue Boscha. Después, Amity siguió a Bump hacia su grupo.
—No está de más repasar de nuevo una de las principales reglas, todos los estudiantes cargan supresores y todas esas cosas para cuando su celo vaya a empezar, pero si algún estudiante empieza su celo y por alguna razón deba retirarse o que el medicamento no haga efecto tienen permiso de retirarse, dichas clases están justificadas —Bump explicaba de nuevo a Amity—. Tú puedes escoger cómo el alumno recuperará esos puntos.
Amity asintió, no es información nueva, ella alguna vez fue estudiante y sabe perfectamente cómo se manejan esas situaciones.
—¡Chicos! ¡Bienvenidos a clases! —el grito de Bump sacó a Amity de sus pensamientos. Él le hizo una señal para entrar—. Sinceramente espero que sus vacaciones fueran agradables y que también hayan descansado bastante.
Amity entró sintiendo la mirada de los estudiantes encima de ella. Dio una mirada rápida a ellos y caminó hacia Bump quien aún seguía con su mensaje de bienvenida. Por la reacción de algunos deduce que saben quién es ella.
—Algunos la identificarán por artículos, revistas o solo por la fama de su familia, ella es Amity Blight y será su nueva profesora este semestre.
—Buenos días —saludó Amity.
—El único consejo que les daré será que aprovechen la oportunidad que tienen delante de ustedes —Bump juntó sus manos y mantuvo una sonrisa—. Los dejo y cualquier cosa estoy a sus órdenes. Bienvenida de nuevo, señorita Blight.
El director salió del aula cerrando la puerta detrás de él. La incomodidad no se tardó en llegar, todos continuaron mirando a Amity y ella no hizo más que ir hacia el escritorio y dejar su portafolio y café encima de el.
—A pesar de que el director me presentó, creo que lo coherente es ahora yo presentarme con ustedes —Amity mencionó quitándose el saco manchado de café. Lo dejó sobre la silla y ella se sentó en la esquina del escritorio—. Muchos me conocerán y muchos no, soy Amity Blight su profesora de farmacología. Soy química famacobióloga y he dedicado mi vida a la investigación de medicamentos y por eso actualmente curso con mi doctorado —la alfa se cruzó de brazos mirándolos—. ¿Suficiente o debo decir algo más sobre mí?
—¿Por qué está dando clases? Usted trabaja en Laboratorios Blight, no necesita trabajar como profesora —una estudiante fue la primera en hablar.
—Por si no lo saben, Laboratorios Blight realizó un convenio con su universidad, obviamente debía haber un representante aquí —contestó refiriéndose a ella —alcanzó a ver cómo una chica rubia alzaba la mano para participar.
—Soy Amber, un gusto —se levantó de su asiento una vez que Amity le dió permiso para hablar—. ¿Será profesora buena onda o gruñona? —eso ganó algunas risas de los estudiantes.
—Si fuera profesora gruñona no estaría en este momento teniendo una conversación con ustedes, los habría puesto a estudiar desde el primer minuto —Amity sonrió amable. Algunos estudiantes aplaudieron aliviados—. Soy algo exigente, pero no tengo cincuenta años como para ser un monstruo con ustedes.
—¿Entonces qué edad tiene? —alguien del fondo preguntó.
—Hay información que no es necesaria decirla —Amity calló al chico ocasionando algunas risas de los alumnos—. ¿Les parece si empezamos a dar algunas cosas básicas del curso y entre eso nos vamos conociendo?
Todos asintieron y en sus adentros Amity agradeció la buena conexión que logró con los alumnos. Había superado un paso que para ella era tan complicado. También agradeció a sus ansiolíticos y su expresso americano de la mañana.
Explicó con calma la presentación que preparó días antes, contestó dudas e incluso bromeó en ocasiones con los alumnos.
—Como les decía, farmacología es compleja, por lo que necesitan mucho tiempo de estudio, más que memorizar necesito que lo comprendan —se detuvo mirando a todos anotar—. Si tienen alguna duda o que algún tema no quede claro siempre pueden acercarse a mí.
Su vista empezó a analizar a cada estudiante, algunos habían escrito unas cuantas ideas en sus hojas, otros la impresionaron por haber escrito todo lo que ella dijo y otros solo estaban perdidos.
Más la chica del fondo que mantenía su atención en su cuaderno haciendo garabatos.
—Cada quien tendrá su forma de aprendizaje, solo verifiquen que dé buenos resultados —hizo el último comentario que pareció captar un poco de la atención de la chica—. Si hay alguien que no aprenda de la forma tradicional con apuntes o presentaciones, puedo traer material extra para reforzar el contenido.
—No estamos en preescolar —Amber salió a comentar con sus brazos cruzados. No le parecía tan mala la idea, pero de solo pensar que podría verse como los niños con material didáctico le apenaba.
—Lo sé, pero como alguien que ya sufrió por estas materias sabe lo complicado que es entender con solo un libro —la alfa respondió tranquila—. Obviamente, si no deseas el material, está bien. Son libres de escoger el método que quieran.
Amber se quedó en su asiento en silencio después de su leve señalización frente al grupo de parte de su profesora. Sus compañeros la miraron incrementando el sentimiento de pena y el rubor en sus mejillas.
Luz, la vio desde el fondo de la clase, tenía ganas de decir en alto que le interesó el comentario de Amity, pero de antemano sabe las burlas que recibirá. Además, prometió no volverse a meter en algún asunto en el que Amber fuera involucrada, aunque a veces esa prometa no se cumpliera del todo.
Le sorprendió que por primera vez un profesor no le llamara la atención por pasar en su cuaderno. Su hiperactividad no le permitía permanecer sentada escuchando a un profesor repetir el libro, leer diapositivas y tomar apuntes, su mente la obligaba a distraerse en algo.
Aún atendiendo la clase, fracasaba, no siempre, pero la mayoría de las veces lo hacía.
Luz miró en su cuaderno los garabatos que había hecho, por sorprendente que pareciera sabía exactamente lo que su profesora había explicado. En toda la clase no hizo más que dibujar y anotar alguna que otra palabra y su profesora nunca le llamó la atención, tampoco la obligó a participar.
¿Su profesora sabía sobre su condición o solo la ignoró por no prestar atención?
—Noceda —escuchó su apellido con fuerza.
—¿Eh? —levantó la vista de su cuaderno para encontrarse de frente a su profesora.
—¿Puedes pasar la lista a tus compañeros? Solo si ya te anotaste claro —Amity la miró sin reprimenda.
Luz miró que su compañero de a lado le ofrecía una hoja, la cara de él si mostraba molestia. Tomó la hoja sin decir nada y se anotó lo más rápido que pudo y la pasó a su compañera de adelante.
Falló en su intento de pasar desapercibida este semestre.
—Gracias —la alfa agradeció y caminó por el pasillo de nuevo hacia la pizarra—. Les enviaré al grupo la información que requiero para la siguiente clase. Pueden retirarse.
Todos agradecieron empezando a recoger sus cosas para irse a su próxima clase. Luz siguió el paso de sus compañeros, se apresuró lo más que pudo y atravesó a la multitud para no ser la primera en llegar a la otra clase, pero tampoco la última.
Llegó a sentir la mirada de su profesora que parecía tener intenciones de hablar con ella, pero la ignoró y siguió su camino. Era muy pronto para ser castigada por un profesor.
No necesitaba que su día empeorara. Empezó con el pie izquierdo, levantándose tarde, no había desayunado y su mente la mantuvo despierta toda la noche sobrepensando por el inicio de clases. Y más, porque fue la primera vez en no recibir un mensaje de buena suerte por su padre.
No necesitaba ser señalada de nuevo como la rara del salón, la tonta y distraída Luz.
Se mantuvo al fondo de cada clase escuchando en silencio todo lo que decían, siempre que veía a algún profesor acercarse pasaba la hoja a donde hacía pequeñas anotaciones.
Le prometió a su madre que este semestre sería diferente y le prometió intentar seguir adelante por muy difícil que fuera, solo que no pensaba en lo complicado y el trabajo que debía poner de su parte para que esto funcionara.
—¿Podrías no avergonzarnos, Luzzer? —Eileen habló detrás de ella.
—Solo intentaba guardar mis cosas —susurró Luz con la cabeza metida en su casillero. Apenas fue audible pues las chicas fruncieron el ceño intentando escuchar—. No lo hice —respondió finalmente dándose la vuelta y mirar a sus compañeras.
—¿Ah no? ¿Y qué fue lo que sucedió en farmacología?
Luz permaneció callada. Se humillaría más de lo que se sentía si admitía que estaba distraída.
—¿Sabes de la persona que tenemos como profesora? ¡Amity Blight! No vamos a decepcionarla solo porque eres una discapacitada mental —las palabras de Eileen golpearon en Luz.
—No era mi intención causar esa impresión. Solo me interesa pasar la materia —el tono de Luz sonaba herido por el comentario anterior.
—Solo no nos hagan quedar mal, porque si tu fallas, el error será para todos. Casi siempre nos damos a conocer por tu falta de atención en clases —Eileen se cruzó de brazos. Luz, miró a la chica delante y a su lado a Amber que no decía nada, pero si mentía una sonrisa engreída.
—Tranquila, no me meteré en tus planes para impresionarla. Si quieres llamar su atención te recomiendo empezar a estudiar y ser buena alumna, intenta darte a conocer por eso y no porque le copias los exámenes a Amber —Luz cerró la puerta de su casillero—. Te deseo suerte.
Tan pronto como colocó su candado, se alejó de ambas chicas dejándolas perplejas y evidentemente molestas.
Pocas veces reunía el valor para contestar los comentarios de los demás y agradeció salir viva en esta ocasión.
Después de caminar entre los pasillos, fue capaz de encontrarse a sus amigos que la esperaban para tomar su comida. Tenía al menos una hora y media antes de su próxima clase para poder hablar con sus amigos y distraerse por un momento, ah y mencionar varios incidentes durante el día, incluyendo su pequeño choque con una persona en la mañana, esperaba que no la buscaran en las cámaras a cobrar dicho accidente.
Mientras, Amity se encontraba metida en el laboratorio de la universidad, preparaba la práctica escrita para los estudiantes de química en lo que sus muestras salían de la centrifuga.
—Creo que ha sido buen día, dejando de lado que me tiraron café encima —habló en altavoz con Edric al teléfono—, los chicos son agradables y todo apunta que será un semestre tranquilo.
—¿Los chicos? Creí que solo te interesaban las chicas omegas —Edric se burló haciendo que Amity suspirara—. Solo bromeaba, Mittens.
—Eres un idio-
—¡No malas palabras! Elliot está cenando y te tengo en altavoz, él te está estuchando —Edric detuvo a su hermana de golpe.
—¡Hola tía! —la voz de su sobrino de diez años se escuchó. Amity sonrió dejando a un lado su computadora y acercando el celular a ella.
—Hola, Elliot ¿Cómo estás? —saludó alegre.
—¡Superdupergenial! —la voz del niño se acercó y se escuchó un pequeño forcejeo con Edric para quitarle el celular.
—Woah ¿Esa palabra existe? nunca la había escuchado.
—La acabo de inventar —Elliot ahora tenía el celular en sus manos y regresó a la cocina donde su cereal de malvaviscos lo esperaba—. Tengo talento, seré inventor como tú y el abuelo.
—Estaré ansiosa de recibirte como un inventor —Amity siguió el juego de su sobrino— ¿Qué tal las clases?
—Aburridas, siempre es lo mismo; presentarse, tareas, talleres... Mamá me metió a natación, me gusta, pero me canso demasiado.
Amity adoraba a su sobrino, nunca pensó que ese niño fuera a darle demasiada alegría. Terminó creando un lazo más fuerte con Elliot cuando accedió vivir con su Emira cuando ella se divorció. Por sorprendente que fuera, ella ayudó para que el divorcio no afectara a Elliot y Emira pudiera tener espacio para ella en ese entonces.
—Así es al inicio, no te desesperes, quizá pronto estés en los juegos olímpicos —animó Amity.
—Detegto el depogte —Elliot habló con la boca llena de cereal—. Hace que me duela mi hermoso cuerpecito.
—No exageres —apoyó sus codos en el escritorio.
—¡Si exagera! —Edric gritó.
—¡Tío! —reclamó Elliot—. Agh, te decía tía, detesto eso, pero lo intentaré, por mamá y por tí.
—Me cuentas que tal, si no te gusta te ayudaré a convencer a Emira para que te saque de ahí —Amity dijo con malicia.
—Trato —Elliot sonrió, aunque no podían verse, Amity sabía que él sonreía—. Por cierto ¿Has hablado con papá?
—Eeeh, no —Amity rascó su nuca esperando que él no hiciera más preguntas. No es que tuviera problema por responder, solo que aún no sabía como manejar el tema con un niño.
—Bueno, no importa —el tono de Elliot relajó a Amity—. Si lo ves, puedes decirle que aún debemos jugar Motal Kombat, ¿por favor?
—Espera ¿Tú madre te deja jugar eso? —cuestionó Amity con el seño fruncido— ¿En serio?
—Eeeh, ¿sí? —escuchó la risa nerviosa de su sobrino—, papá dijo que no había problema y mamá no sabe qué juegos tengo en la consola y no le interesa, creo.
—¿Crees? —suspiró Amity apretando el puente de su nariz—. No te delataré, solo que esto se quede como secreto de nosotros ¿Sí?
—Está bien, pero ¿Le dirás a mi papá? —insistió Elliot.
—Cuando lo vea la diré tu recado —aseguró Amity—. Elliot, tengo trabajo así que debo colgar. Hablaré después con ustedes.
—¡Te extraño, tía! ¡Suerte! —Elliot se despidió y corrió a entregarle el celular a Edric.
—También los extraño —Amity alcanzó a decirle a su sobrino antes de que este se volviera por su cena—. Edric, dime que tu no estás involucrado con Hunter en permitir esos juegos.
—Estoy tan sorprendido como tú, hermanita —Edric respondió—. Tranquila, Elliot es un buen niño, no intentará replicar un fatalitie en la escuela.
—Lo sé.
Amity intentaba no preocuparse de más con el asunto, pero ha sido tutora de su sobrino desde que él tiene cuatro años, es imposible no sentir un grado de responsabilidad por lo que hace y no. Ahora más que está lejos de su familia.
—Relájate, tu sigue jugando con tus pipetas y tubos y nosotros intentaremos no causar problemas —Amity odiaba en ocasiones el tono tan despreocupado de su hermano.
—Me avisan cualquier cosa —ella dijo antes de terminar la llamada. Justo, en ese momento, la centrifuga había terminado su tarea.
Respiro hondo, había temas que le competían, pero también esos temas no los arreglaría en este instante. Se calmó apartando sus pensamientos para seguir trabajando en su proyecto.
Es el primer día, lo tomará con calma.
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¡Hola! ¿Cómo están?
Pordioooooos, me re tardé, pero todo fue por mi servicio social que por fortuna ya lo terminé :D
Batman es batilibre del batiservicio social.
En fin, sé que dejé algunos hilos aquí sueltos y no es por que me haya quedado sin ideas, sino porque aún quedan cosas por presentar y quiero hacerlo en su respectivo capitulo.
Espero les haya gustado <3
Sale bye.
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