Capítulo 13. ¿Quién es Fred?

— ¿Qué tal si probamos un cover de un anime?— propuso Bonnie con un tono bajo, pero que todos escuchamos—. Por lo menos para cantar algo conocido— y soltó su típica risilla entrecortada.

— No estaría mal, yo le apoyo— sonreí convencida colocándome tras el piano y conectando el cable para comprobar que sonaba correctamente.

— Bien, probemos a ver qué tal sale— comentó con una sonrisa Chica, colocándose el bajo en su regazo y cerciorándose de que estaba bien afinado.

Todos preparamos nuestros instrumentos, colocándonos en nuestras posiciones; Bonnie y Freddy con sus guitarras, Chica en su bajo, Golden al micrófono, yo con mi piano y Fox... al fondo con su triángulo.

— Bien, ¿están listos?— preguntó con una sonrisa Freddy, todos asentimos a la vez—. ¿Golden?— señaló al mencionado.

— Uno. Dos. Un, dos, tres, ¡wooh!— contó para dar la entrada al triángulo y la guitarra principal, es decir, a Fox y Bonnie.

Todo iba en orden, cada uno se ceñía a su partitura y la melodía creada era una completa maravilla. La potente voz de Golden resonaba por toda la sala, llegando a poner los pelos de punta. Sí que tenía buena voz para el canto. Me fijé en que Freddy no le quitaba la mirada de encima con una expresión de... no sabría explicarlo, pero parecía de... ¿sorpresa? Eso quería creer.

De pronto, Freddy comenzó a fallar en sus notas, y pude ver que apenas podía mantenerse en pie. La canción ya estaba por acabar y no quería interrumpir tan abruptamente, pero Freddy me preocupaba. A ver, ¿quién no se va a preocupar si ve a su amigo a punto de desplomarse en el suelo? No me di cuenta de cuando dejó de lado su guitarra y cogió el otro micrófono puesto en posición sobre el soporte para comenzar a cantar, tapando por completo la actuación de Golden.

— ¡Luz, fuego, destrucción!— la letra incluso sonaba distinta—. La paz en el universo ha de nacer, ¡hemos de hacer un mundo mejor!— Wow, no sabía qué tan buen cantante podía llegar a ser, y la cara de molestia de Golden daba mucha gracia.

Una vez acabada la canción, guardamos unos segundos de silencio para recuperar el aliento, pero la primer en romper ese silencio, con sus manos en sus mejillas con un ligero sonrojo y una mirada llena de admiración.

— ¡Wow, Freddy! ¿No que no sabías cantar?— preguntaba emocionada—. ¿Cómo hiciste eso?

Nos daba a todos la espalda, pero en cuanto se dio la vuelta para contestarle... le vi algo diferente. Tenía una mirada más confiada junto a una pequeña sonrisa, pero eso no era lo más inquietante. Sus ojos antes azul cielo ahora estaban teñidos de un platino brillante, además de que su esclerótica se había vuelto negra como el carbón. Parecía... poseído.

— Bueno, es que a veces necesito inspiración~— su voz parecía más grave y atrevida, además de que se había acercado peligrosamente al rostro de Chica, ella se veía un tanto incómoda.

— Freddy, ¿estás bien?— le pregunté un poco preocupada pero manteniendo las distancias, no sabía por qué no me daba buena espina.

En eso vi cómo Foxy cogía su triángulo con fuerza y se lo lanzaba rápidamente a la cara a Freddy, tirándolo al suelo con la marca del instrumento en la frente.

— Oh... Se me cayó— murmuró con una pose indiferente como si no hubiera sido él quien había lanzado el metal con gran fuerza contra nuestro amigo.

— ¡Oh, por Dios, Foxy! ¡Ten más cuidado! ¿No ves que es muy peligroso?— le regañó Chica alterada, mirándolo enfadada, para luego acercarse a Freddy preocupada— ¿Te encuentras bien, Freddy?

— Ayayay...— se quejaba con las manos en su rostro todo enrojecido por el golpe—. Pe-Perdón, chicos— se disculpó mientras se iba a la salida—, tengo que ir al baño, ahora vuelvo.

— Foxy, ve a acompañarlo, que tú causaste esto— le ordenó enfadada de nuevo, señalándolo con el dedo acusadora.

— No quiero— contestó seco, reprimí una risa apretando los labios.

— No, no, estoy bien— nos aseguró con una pequeña sonrisa pero con la mano aún en la cara—. Sigan, sigan practicando— se fue por la puerta pero yo seguía con la duda, ¿qué demonios le había pasado?

— Foxy— oí a Bonnie—, deberías practicar más la parte final— le aconsejó a Foxy.

— ¿Eh?— preguntó como si no supiera de qué le estaba hablando.

— Chicos, voy a por un poco de agua, no tardo nada— les dije a Chica y Golden que estaban afinando los instrumentos, ellos solo asintieron y me dirigí a la puerta.

No muy lejos de ahí pude visualizar a Freddy. Me escondí cerca para poder escuchar, pero no demasiado para que no me viera.

— ¡¿Qué te pasa?! ¡Casi lo arruinas!— le estaba gritando a la... ¿nada?

— ¡Vamos, Freddy! Fue divertido y lo sabes— cambió bruscamente la postura, y como no había nadie más ahí, supuse que era él mismo quien hablaba—. ¡Sigámonos divirtiendo!

— ¡Quédate ahí! ¡No te dejaré salir!— se había tomado de los cabellos, agachándose casi de cuclillas—. 

Se estaba retorciendo de dolor, tenía el impulso de acercarme y ayudarlo, pero aún no me parecía seguro. En eso se volvió a levantar, soltando una macabra risa.

— ¡Al fin!— tenía esa voz ronca de nuevo—. Pff, vaya pintas llevas, ¡como siempre!— soltó su corbata y comenzó a pasearse por el pasillo, yo lo seguí aún escondida—. Así que esto es la nueva escuela... Interesante~.

De repente empezó a sonar una suave melodía acompañada de un piano, provenía de una de las salas de ensayo. "Freddy" se dirigió hacia ahí, y como no me fiaba, lo seguí. En la sala había una chica de pelo azul cian recogido en dos coletas largas, y su flequillo estaba teñido de un azul más claro. Por las facciones de su rostro parecía japonesa. 

— Qué linda voz tienes~— interrumpió el canto de la chica, sorprendiéndola—. ¿Vas a participar en el evento de primavera?

— ¿Y tú eres...?— preguntó con el ceño fruncido, seguramente no era cosa de todos los días un desconocido venga a interrumpir tus ensayos de piano.

— Oh, perdona por ser tan descortés— se llevó una mano a la frente fingiendo drama, sentí una gota caer por mi frente—. Mi nombre es Fred— vaya, no lo hubiera adivinado en años, pensé con sarcasmo—. ¿Y tú? Alguien con tan linda voz seguro tiene un nombre angelical— ¿le estaba coqueteando? Sin duda ese no era el Freddy que yo conocía.

— Llámame Bombón— respondió la chica aún sin bajar la guardia.

— Sin duda hermoso, Bombón~— se había acercado mucho más a ella, se había sonrojado.

— Mira, no quiero ser grosera— gruñó evidentemente enfadada—, pero estoy practicando para algo muy importante, así que si vuelves... en otro... momento— lo iba empujando fuera de la sala hasta llegar a la puerta—, sería genial— comentó con evidente sarcasmo.

— Claro linda, nos vemos~— le guiñó un ojo burlón y ella soltó un bufido aún enfadada, dando un portazo—. Es ruda, pero hermosa— se dijo a sí mismo posando una mano en su mentón—. Me gusta~.

Ya tenía ganas de acercarme y darle una bofetada por mujeriego, pero algo nos detuvo, una suave y linda voz inundó el pasillo en el que estábamos. Fred se quedó paralizado, dejándose llevar por la dulce voz que resonaba. Yo le seguí igualmente en silencio. Al final del pasillo, se asomó por una puerta, quedándose asombrado por lo que estaba viendo. Ella... ¡era la pianista de los Toys! La había reconocido por la media negra a rayas que llevaba en su pierna izquierda, además de su largo cabello rubio recogido en una pequeña coletilla con un lacito rosa. Parecía sola, tal vez había ido allí a cantar tranquila. He de admitir, nuevamente, que su voz era extraordinaria. En cuanto posé la vista en Fred, parecía estar a punto de perder la cabeza, estaba en la misma postura que cuando Freddy... "desapareció", ¿qué fue de él?

— ¡Ah!— chilló la rubia en cuanto Fred cayó de espaldas al suelo, abriendo la puerta abruptamente y llamando su atención—. Oye... ¿te encuentras bien?— le preguntó acercándose un poco a él—. Pero si eres el chico de los Animatrónicos... ¡El osito!

Lo que vi a continuación me sorprendió. Fred se levantó rápidamente, casi hecho una bola, y se mantuvo hecho una bola un rato, y... ¿estaba sonrojado? A mí no me engañaba, ¡estaba sonrojado! Parece que al mujeriego ya le robaron el corazón, y en su primer día. No evité soltar una risa mental.

— ¡Al fin! ¡Te voy a...!— al parecer Freddy volvió, asustando a la chica.

Al final se disculpó con ella, despidiéndose, pero Freddy parecía algo perdido aún.

— Pues... No ha pasado nada...¡No ha pasado nada! ¡Yeah!

—¿Qué ha pasado?— por fin me atreví a preguntar, cruzada de brazos y haciendo que se asustara—. Ya estás contándome todo, Freddy, o debería decir... ¿Fred?

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