Capítulo 10. Bonnie tiene maestro

He de decir que este fin de semana se me pasó relativamente rápido. Desde aquel primer encuentro con nuestros principales rivales y aquella pequeña batalla entre los dos guitarristas... lo demás fue más o menos igual. Los chicos parecían tranquilos, pues nadie había dicho nada en aquel pequeño grupito de WhatsApp que habíamos creado para estar atentos ante cualquier señal de primeros ensayos o para alguna salida amistosa. La verdad es que me sentía muy emocionada. Por fin tener verdaderos amigos, aunque sea de sólo una semana eran a primera visto mucho mejores que mis compañeros de mi otra escuela, pero de eso hablaré mucho más tarde.

Lo que no me esperé fue que el más raro del grupo, alias Bonnie, me mandara un mensaje privado, diciendo que tenía algo importante que decirme... Este tío cada vez me confunde más con su forma de ser tan... impredecible...

~En el chat~

Bonnie: Hola Irene, estás ahí??
9:50 ✔✔

Tú: Sí, estoy, qué pasa?

9:52 ✔✔

Bonnie: Puedes guardarme un secreto?
9:52 ✔✔

Tú: Mmm... qué tipo de secreto?
9:52 ✔✔

Bonnie: Quiero que el chico de los Toys sea mi maestro.
9:52 ✔✔

Tú: Qué? Te refieres a ese chico de pelo turquesa con el que bateaste el suelo en vuestra batalla de guitarras?
9:53 ✔✔

Tú: Barriste**
9:53 ✔✔

Bonnie: Hehehe
9:54 ✔✔

Bonnie: Síp, ese mismo!
9:54 ✔✔

Bonnie: Es súper genial! Quiero que me enseñe a tocar tan bien como él!!
9:54 ✔✔

Tú: ...
9:55 ✔✔

Tú: Bonnie... tú eres muchísimo mejor que él, por qué querrías aprender de él?!
9:55 ✔✔

Tú: A parte, ES NUESTRO ENEMIGO!! CHICA Y FOXY TE MATARÍAN!!
9:56 ✔✔

Bonnie: Por eso quiero que tú lo sepas y mantengas el secreto. Agradece que al menos confío en ti para guardar esto entre nosotros. Un poco más y serias tan rarita como Chica.
9:57 ✔✔

Tú: A ti todas las chicas te parecen raras o qué?
9:57 ✔✔

Bonnie: Hehehe 😂😂
9:59 ✔✔

Tú: Bueno... por mí no hay problema... pero no confiaría mucho en ese chico... créeme, creo que es demasiado egocéntrico...

10:00 ✔✔

Bonnie: No pasa nada por intentarlo! Además, seguro que no es tan malo como aparenta ser...
10:00✔✔

Tú: Okey, pues tienes mi apoyo ^^
10:00 ✔✔

Bonnie: Gracias, bueno, de todas formas iba a hacerlo, hehe, pero me alegra de que estés de acuerdo
10:01 ✔✔

Tú: Claro que sí! Somos amigos! Hay que apoyarse :3
1

0:01 ✔✔

Bonnie: Tienes razón... bueno, me tengo que ir a hacer unos recados
10:03 ✔✔

Tú: Oki, bye!!
10:03 ✔✔

~Fuera del chat~

Wow, vale, eso NO me lo esperaba. Ya sabía que algo había pasado entre ellos dos mientras competían con sus guitarras... ¡Pero no esperaba que Bonnie quisiera aprender del enemigo! Sin dudas es un chico MUY raro... pero de cierta forma agradable, jeje. Además... si mal no me fijé, el chico de los Toys estaba sonrojado cuando estrechó la mano de Bonnie. ¿Por qué? Tal vez se sintió intimidado porque Bonnie lo machacó en la batalla... o a lo mejor es muy tímido en cuanto a personas desconocidas. A mí también me pasó alguna vez. Mmm... tal vez sea buena idea que establezcan un poco de amistad.

(...)

Yuju, por fin Lunes, el mejor día de la semana... Nótese mi sarcasmo, por favor. Como todos los días de mi rutina, me levanté de mi cama, fui al baño, me duché, me volví a mi cuarto para ponerme el uniforme de la escuela, me puse las gafas, me peiné y bajé a la cocina con la mochila en las manos, para luego dejarla delante de la puerta principal. Ahí me esperaban mis padres como cada mañana.

- Buenos días, Irene- saludó mi madre dándome un gran beso en mi mejilla.

- Buenos días, mamá...- le dije con una sonrisa algo adormilada. Una ducha no era suficiente para que empezara a amanecer.

- ¿Cómo has amanecido?- preguntó mi padre tomando un sorbo de su café.

- Pues como todos los lunes... maldiciendo el por qué no hay más horas los fines de semana...

- Jaja, bueno, ya sabes que es normal en los lunes- se rió-. ¿Qué? ¿Vas a intentar llegar un poco más tarde esta vez?

- ¡Jamás! Yo siempre llegaré 20 minutos antes... 15 como muy tarde- me crucé de brazos.

- Ay, no tienes remedio... Pues si quieres llegar a esas horas será mejor que desayunes ya- mi madre me pasó una taza de leche con chocolate y unas cuantas galletas.

Desayuné con tranquilidad y tras eso me fui hacia el insti. Como el camino era un poco largo, decidí ponerme un poco de música, para ser más exactos, la canción que Bonnie y el chico de los Toys emplearon para batallar entre ellos. No me preguntéis cómo y cuándo los grabé, tengo mis trucos. En fin, seguí mi camino hasta la escuela, entre a mi "salón" y me senté en mi sitio a esperar a mis compañeros, aunque realmente sólo esperé a mis amigos. Cuando estos llegaron, hablamos de quedar en el recreo para poder elegir qué instrumentos y qué canción escogeríamos, pero Bonnie interrumpió a Chica diciendo que él no podría ir por "asuntos especiales". Lo miré extrañada y él me guiñó un ojo a través de sus gafas como un signo de cómplice. Recordé nuestra charla de ayer y sólo le sonreí y seguí su corriente. A los pocos minutos llegó el profesor y empezó la clase de... Historia... Matadme...

Después de esas gres primeras y horribles clases nos salvó a todos ese maravilloso y bendito sonido: la campana del almuerzo. Como buenos alumnos que éramos todos, salimos despavoridos del aula dejando a la profe de Lengua con la palabra en la boca. Yo me quedé recogiendo tranquilamente mis libros y cuadernos en mi mochila, cuando de repente Freddy se me acercó.

- Hola Irene, ¿has visto salir a Bonnie?- me preguntó de repente, a lo que no negué con la cabeza.

- No, no lo he visto, pero de todas formas "se supone" que he quedado con él a esta hora- le expliqué haciendo las comillas con mis dedos.

- Oh, es que Chica me ha pedido que os avisara de que vamos a ir a la cafetería para almorzar juntos.

- Entiendo... Bueno, pues busquémoslo juntos- le sonreí, a lo que él me devolvió el gesto.

Salimos ambos de la clase. Nos encontramos con Chica, Foxy y Golden en la puerta de la cafetería, y yo le dije que iríamos a buscar a Bonnie. Caminamos casi por todos lados buscándole, pero no había forma. 15 minutos pasaron y no hubo suerte, pero en eso me di cuenta de una cabellera turquesa que se me hacía muy familiar. ¡Era él! El chico de la batalla con Bonnie. ¿Qué hacía aquí? Ni yo sabía... La curiosidad me mataba y le dije a Freddy que buscáramos justo por donde se estaba dirigiendo el chico. Tenía la corazonada de que se encontraba cerca.

- ¡¿P-Pero qué?!- le escuché exclamar. Me asomé por unos arbustos, y me fijé que se había quedado quieto como una estatua viendo un punto fijo. Miré disimuladamente hacia donde él miraba y... ¡Bingo! Ahí estaba Bonnie.

Salí de mi escondite y avisé a Freddy. Ambos nos dirigimos hacia el buscado, el cual estaba sentado boca arriba en una banca que estaba en frente de la sala de ensayo.

- ¡Bonnie! Te hemos buscado por todas partes, ¿qué haces aquí?- le dijo Freddy viéndolo a los ojos con las manos en su cintura.

- Vengo a buscar a mi nuevo maestro- dijo con simpleza, mirándome disimuladamente.

- ¿Sigues con eso? ¿Cuántas veces hemos de decirte que le ganaste al chico de "Los Toys"?

- Él tiene que enseñarme esos movimientos- se puso de pie en la banca-. Al fin encontré a alguien con un nivel superior.

- Agh, pero si tú eres mejor- le intentó convencer.

- Déjalo, Freddy, es su decisión, puede hacer lo que quiera- le dije colocando una mano en su hombro.

- Además, Freddy- se levantó las gafas mostrando sus grandes ojos rojos-, nadie podrá ganarme después de esto- soltó una ligera risita, lo que pareció convencer a Freddy.

En eso noté la mirada de alguien más. Me giré a la izquierda y divisé el pelo turquesa de nuestro "rival". Al parecer alguien nos estaba espiando. Preferí no decir nada, a ver cuánto dura. Tras esa pequeña charla, le dije a Freddy que me quedaría con Bonnie para buscar a su nuevo "maestro", por lo que se encargaría de avisar al resto. Es un buen amigo.

Pronto empezamos con nuestra búsqueda. Al parecer el chico peliturquesa se movía rápido, no lo pudimos encontrar por ninguna parte. Ni en el patio, ni en la piscina, ni en la parte trasera del insti. Yo ya me cansé y decidí sentarme a la sombra de un gran árbol.

- Uf, Bonnie, ya llevamos buscando mucho, me duelen las piernas- me quejé intentando hacer que Bonnie parara con la búsqueda inútil.

- Vamos, Irene, tan solo llevamos 10 minutos buscando...- hizo un pequeño puchero, a lo que yo sólo reí. Miró hacia la copa del árbol y su rostro se iluminó- Subiré a lo alto del árbol, a ver si así lo localizo antes.

- Bonnie, no hagas eso, es muy alto y te podrías...- sin dejarme acabar la frase ya se hallaba escalando con gran facilidad el tronco del árbol y llegó sin problemas a la copa- caer... Esta claro, este chico es un mutante- me tomé la frente cansada, dejando caer mi cabeza sobre el tronco. Vaya mañanita más movidita.

De un momento a otro escuché a alguien intentando escalar igualmente el árbol, desde la otra punta, por lo que no lo pude ver a primera vista. Me di la vuelta aún sentada y miré hacia la primera rama del tronco del árbol. ¡Hasta que por fin aparece ese chico escurridizo! Me levanté de mi sitio para acercarme y decirle unas cuantas cosas, pero al parecer Bonnie se me adelantó, ya que salió rápidamente de las ramas más altas, sorprendiendo al chico peliturquesa.

- ¡Ay, hijo de..!- exclamó asustado el chico.

- ¡Al fin te encuentro!- le interrumpió con una sonrisa que ni yo me creía- ¡Wow, estaba empezando a dudar que estudiaras en la misma escuela que yo, jejeje!- rió despacio, pero en ese momento, el chico pareció perder el equilibrio, de un momento a otro se habría caído. Me tapé los ojos con mis manos para no ver tal catástrofe, pero en eso escuché la voz de Bonnie nuevamente- ¡Cuidado!- abrí un ojo y me fijé que lo tenía sujeto de la mano.

Lo siguiente no me lo pude creer. Aquel chico... ¿estaba sonrojado? ¡No cabía duda, estaba sonrojado! ¡¡SE HABÍA SONROJADO POR BONNIE!! Por instinto me tapé la boca con mis manos. Sentí mi corazón palpitar alegremente, pero, ¿por qué? Me recosté en el tronco y no aparté mi vista de ambos chicos. Me aseguré de escuchar hasta cada respiro de su conversación. Okey, sé que suena raro, pero en ese momento lo necesité.

Al final pasó algo raro. Bonnie se fue dejando al chico ahí parado bajo el árbol, totalmente embobado. Supongo que puedo aprovechar y hablar con él.

- ¿Por qué? ¡¿Por qué rayos me congelo delante de ese bobo?! ¡Demonios!- gritó enfurecido pegándole al tronco del árbol. Para llamar su atención hice lo que hubiera hecho el tronco si tuviera vida propia.

- ¡Au, oye, que yo no te he hecho nada!- le grité aún escondida tras el tronco con una sonrisita.

- A-Ah, ¡l-lo siento!- le oí decir, me asomé y le vi haciendo una torpe reverencia al tronco. No pude evitar reír.

- Pff... ¡Jajajaja! Ay, ¡no me creo que hayas picado! ¡Jajajaja!- salí de donde me ocultaba y escuché al chico reprochar muy avergonzado.

- ¿E-Eh? ¡¿T-Tú de donde sales?!- me señaló aparentemente enfadado, mientras yo trataba de callar mi risa floja.

- Pues del árbol, ¿de donde sino?- le contesté con ironía, él sólo se cruzó de brazos- Vaale, siento haberte asustado...

- ¡N-No me asustaste! Tan solo... me sorprendiste...- me dijo desviando la mirada.

- Bueno, pues lo siento por haberte "sorprendido"... Veo que te llevas bien con Bonnie- le quise sacar el tema para ver cómo reaccionaba.

- ¿Te refieres a ese raro del árbol? Pff, ni en sueños- me soltó con simpleza, yo sólo intenté mantener la compostura.

- Mmm... Pero, ¿al menos le harás el favor de ir con él a practicar?- le intenté convencer, a lo que él pareció meditarlo.

- ¿Por qué debería? Somos enemigos, y además, ¿eso a ti qué te importa?

- ¡Pues porque es mi amigo y me importa!- le dije a la cara, no iba a permitir que nadie se metiera con mis amigos- Oye, no sé si te habrás dado cuenta, pero llevamos prácticamente toda la hora del recreo buscándote, así que no eres sólo un capricho de Bonnie, ¿entiendes? Él en lo personal es muy antisocial, pero contigo me he dado cuenta de que de verdad quiere ser al menos tu amigo... ¿crees poder hacer al menos el esfuerzo de darte a conocer para él?

Él tan solo soltó un suspiro. No quería llegar a rogarle, porque por el empeño de Bonnie por hacer que sea su maestro demuestra que en verdad lo quiere conocer, y si no resulta sé que no le sentará bien. He de ayudarlo como buena amiga que soy.

- Está bien...- le oí contestar finalmente- Pero que esto quede entre nosotros- me dijo apuntándome. No pude evitar sonreír.

- Por supuesto- le mostré mi mano-. Por cierto, yo soy Irene, y me gustaría que fuéramos amigos... al menos fuera de la rivalidad de bandas.

Él pareció dudar, pero al final estrechó mi mano.

- Vale, pero si aparecen los demás fingiremos que nada de esto ha pasado- sonrió de lado-. Y... soy Bon, para que lo sepas.

- Vaya, se parece al nombre de Bonnie, qué coincidencia, jeje- le miré de reojo y vi un pequeño sonrojo en sus mejillas morenas. A lo lejos escuché el timbre de clases-. Bueno, encantada de conocerte, Bon, espero que te lleves bien con Bonnie. ¡Nos vemos!

Él tan solo se despidió con la mano y se fue por su camino. Estaba feliz de que Bonnie fuera a tener otro amigo... además... en el fondo parece buen chico... 

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