Anteriormente...

Héctor: ¿Cómo por qué?

Nico: por que sin mi ni siquiera estaríamos en este helicóptero acabando de verla caer.

Héctor: -se calma- odio que tengas razón.

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Lorenzo y yo aterrizamos en la playa después de un exasperarte momento de estrés durante la caída, también incluyendo el hecho de que nuestro aterrizaje no fue algo fácil ya que ambos rodamos y nos llenamos de arena. El peli-negro soltó el arnés que me tenia atada de su cintura y unas pocas personas se nos acercaron para ayudarnos, yo solo me sentí tan mareada que me desmaye, escuchando a Lorenzo gritar mi nombre.

Desperté en una habitación no muy grande, me acomode en la cama algo mareada, vi a Lorenzo sentado junto a un escritorio frente a la cama, recordando lo ultimo que paso me puse a buscar para confirmar la ausencia de mis cosas. Lorenzo al ver que desperté se me acerco, me reviso para ver que estuviera bien.

Lorenzo: ¿Estas bien?

Talia: sí, pero nuestras cosas estaban en el avión...

Lorenzo: bueno eso es lo de menos. -lo mire raro- Primero, una muchacha, que es dueña del edificio, nos trajo a este departamento y permito que nos quedáramos mientras pagáramos la renta. Al explicar lo que paso, mando un correo al aeropuerto en Lisboa para mandar el equipaje por correo postal a esta dirección, nuestras cosas volverán en dos días

Talia: entonces... ¿Lo hicimos?

Lorenzo: bueno, iba a conseguir trabajo sencillo para pagar la renta de este mes.

Talia: -lo abrace muy feliz- ¿Cómo hablaste con ella?

Lorenzo: gracias a Dios, la mujer que nos ayudo sabia español; tiene cierto amor por las lenguas.

Talia: bueno, creo que seria bueno conseguir trabajo... -me iba a levantar, pero me detuvo- ¿Qué pasa?

Lorenzo: sera mejor que te mantengas oculta en lo que Héctor esta en Portugal. No es seguro para ti salir y que te encuentre, ademas de que hay que establecernos nuevamente, cambiar de nombre si es posible.

Talia: esta bien, voy quedarme en el departamento entonces... 

Lorenzo: toma un recorrido por el departamento; Lucy, la muchacha, dijo que vendría para verte.

Lorenzo salio por la puerta, me levante de la cama e inspeccione un poco el cuarto, pude ver por la ventana que estábamos en un lugar bastante poblado y que las calles son bastante transitadas, este lugar me gusta. Escuche que tocaron la puerta, salí la habitación para ver que el lugar era bastante amplio, fui a la entrada y la abrí para encontrarme con una muchacha con el cabello rosa y una ropa un poco llamativa y un bolso.

???: HOLA, lo siento, tu eres Talia ¿Verdad? Soy Lucy.

Talia: sí... un placer. -dije algo penosa dándole paso-

Lucy: oh, mi cabello es teñido, pero me encanta; la verdad estoy algo extrañada y sorprendida ya que, bueno, según Lorenzo tú eres la chica por la que esta este psicópata con sus "mensajes amorosos" y, ahora que te veo, creo que tiene razón de echarte el ojo... disculpa por eso, aquí estas a salvo, esta es una zona bastante poblada y bueno, con un cambio podrías pasar desapercibida. 

Talia: ¿Cambio? -la verdad me asuste un poco-

Lucy: ¿Has visto alguna película o serie de Sherlock Holmes o leído los libros? -asentí- Él decía que las cosas más evidentes, son las que menos nota la gente... ¿Qué color te gusta?

Talia: verde, creo... o ¿Celeste? -puso la bolsa en el comedor y saco unos tintes-

Lucy: siéntate. -me señalo la silla, me senté- Voy a hacer mi magia y quedaras como nueva.

Talia: ¿Qué vas a hacer? -dije algo nerviosa-

Lucy: tú tranquila, yo emocionada; vamos a cambiar el color de tu pelo y a arreglar las puntas quebradas.

Me acomode en la silla y deje que hiciera lo suyo, sentía como desenredaba mi cabello lleno de nudos y puntas quebradas, me dolían los jalones pero era soportable, me reconfortaba el poder cerrar los ojos sin miedo de que me pase algo o que me hagan daño. Podía escuchar la voz de Lucy hablándome de forma tan relajada y emocionada, como si fuera la primera chica joven en el edificio.

Al poco rato solo escuche música y a Lucy cantando al mismo ritmo, me toco el hombro y me dijo que tendría que esperar para quitar los aluminios, abrí los ojos y ella se recostó en uno sofá de dos. La verdad, era reconfortante poder sentir confianza en el alguien que te ayuda y acompaña, no es algo que se espera todo los días; pasaron como 15 o 30 minutos cuando escuche la puerta abrirse para ver a Lorenzo con unas bolsas de plástico.

Lorenzo: hola

Talia: ¿Cómo te fue con lo del trabajo?

Lorenzo: me temo que aun no consigo trabajo pero lo haré pronto, solo debo ver que trabajo puedo hacer tomando en cuenta que no he tenido la oportunidad de estudiar una carrera.

Lucy: oye, ¿Te consideras alguien observador?

Lorenzo: ¿En que sentido? -dijo algo confundido-

Lucy: hay una tienda no muy lejos que busca a alguien para supervisor de mercancía, ayudan a asegurar que los productos estén en buenas condiciones; no debe ser muy difícil. Conozco al gerente, sé que para este tipo de trabajos no busca expertos.

Lorenzo: ¿Hacen algún tipo de prueba?

Lucy: sí, es algo de protocolo cuando algún nuevo empleado no tiene experiencia pero se que lo pasaras.

Lorenzo: gracias... por cierto -me miro- ¿Qué te paso en el pelo?

Talia: Lucy cree que es mejor que cambie mi apariencia para evitar llamar la atención.

Lucy: sí, y ya te puedo quitar el aluminio. -fuimos al baño, me quito el aluminio, lavo mi cabello y lo peino-

Talia: wow... -tenia el cabello ondulado con un celeste degradando a verde- me veo diferente.

Lucy: con mi magia todo es posible, querida.

En otra parte...

Héctor: ¿Nada todavía?

Nico: buscamos en toda la zona, de alguna manera no había ni un pelo que mostrara donde iban.

Héctor: sera mejor encontrarla, en este lugar me conocen...

Nico: lo dices por la bomba de hace tres años.

Héctor: me pregunto si se cambiara el nombre.

Nico: seria mejor que no, por que seria más difícil encontrarla y peor seria que ella misma cambiara su físico... por que no tenemos idea de como se vería ahora.

Héctor: no creo que sea tan inteligente.

Nico: consideran que te obsesionaste, dudo mucho que no lo creas.

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