A Felix no le gustaba considerarse una persona "interesada", de esas que solo estaban al lado de alguien mientras este les fuese útil para alguna función específica.

Al haber nacido en una familia bastante acomodada en cuanto a dinero y prestigio, desde pequeño había tenido el desagrado de encontrarse con esa clase de personas que buscaban estar a su lado sin verlo a él sino a su apellido y lo que este acarreaba.

Probablemente el origen de su gran desconfianza a los demás tendría algo que ver con eso.

Felix sabía bien lo incómodo y hasta doloroso que podía llegar a ser tener alrededor ese tipo de personas, por lo que se había prometido a sí mismo no hacerle eso nunca a alguien más.

Si quería o necesitaba algo de alguien, prefería hacérselo saber desde el principio de forma directa en lugar de presentar una falsa actuación con intenciones escondidas.

Eso era algo que Felix se había prometido en silencio, pero que Chat Noir traicionaba en secreto.

Porque cuando había llegado ese anillo a su vida junto con todo lo que acarreaba, no pudo pensar en nada más que cortar el problema de raíz para librarse de eso de una vez por todas.

Pero para hacerlo necesitaba a Ladybug, mejor dicho un beso sincero de ella.

Y allí era donde nacía su gran caos interno.

Porque Felix sabía que no le agradaba a las personas y que estas solo pretendían ser amables con él a causa de su apellido.

Pero Chat Noir no era un Agreste. Chat Noir no tenía ni dinero ni prestigio, no era un importante heredero con una enorme mansión, no contaba con sus propios guardaespaldas y limosina, no descendía ni se emparentaba con influyentes y poderosos personajes, ni siquiera gozaba de algo más allá de lo que cualquiera podría apreciar a simple vista.

Ahí se había dado cuenta de algo importante: él no era nada.

Solo era un chico con un carácter realmente horrible y una muy difícil personalidad. Sin su apellido y dinero, solo quedaba un joven asustado del mundo que no sabía ni entablar una conversación con alguien de su edad.

La realidad le había golpeado sin piedad una vez más.

Pero la mayor desventaja de Chat Noir se volvió a su vez su As bajo la manga y mejor arma: nadie sabía quién ni cómo era él.

Chat Noir no era un Agreste, podía ser quien y como él quisiera.

Si todo el mundo odiaba a Felix, Chat Noir podría ser alguien totalmente diferente que los demás adorasen. Que Ladybug adorase.

Y así había comenzado todo su teatro, poniéndose una máscara para salir al escenario de su segunda vida, interpretando a un carismático y encantador personaje que adoraba y seguía de todo corazón a su amada.

Esa era la farsa que les presentaba a todos, en la que basándose en los millones de libros que había conocido a lo largo de su vida diseñó al que consideró el modelo de pretendiente y caballero perfecto.

Y debía de ser un fantástico actor y mentiroso, porque él mismo acabó creyéndose su propia mentira.

Al principio había logrado llevar su falsedad sin mayor problema que el cansancio de su rostro al fingir sonreír tanto, pero luego el gusano de la culpa había comenzado a corroerlo.

Lo que estaba haciendo no era bueno, él mismo había experimentado en carne propia lo que era sufrir las falsas intenciones de otros.

Había pensado que en cuanto consiguiese librarse de su maldición se quitaría de inmediato el anillo y abandonaría todo el teatro de ser un héroe, pero después empezó a pensar en cómo sería para Ladybug todo eso.

Ella no solo perdería a su compañero y "amigo" de repente y sin ninguna explicación, sino que también acabaría con el corazón roto al haberse "enamorado" de Chat Noir y que este desapareciese justo después de su primer beso.

No podía hacerle eso a su compañera, ella simplemente no se merecía algo así.

Pero su terquedad y orgullo fueron más fuertes que su remordimiento, y como ya era tarde para volverse para atrás decidió mantener todo y pensar más tarde en algo mejor para cuando se librase de su maldición.

Y así había continuado, pero sin darse cuenta ni cómo ni cuándo su extraña mentira comenzó a volverse realidad.

Ya no fingía una sonrisa todo el tiempo sino que esta era sincera, sus chistes brotaban de forma natural de sus labios, realmente le emocionaba la idea de ir a pelear para salvar su ciudad, de verdad le importaba lo que ocurriese con los habitantes de París y quería protegerlos.

Y lo más importante: ya no pretendía estar enamorado de Ladybug.

Sus cumplidos a ella comenzaron a ser sinceros y no repetidos de algún libro cursi que apenas recordara haber leído, su cuerpo se interponía entre ella y los enemigos ya no para impresionarla sino para protegerla, realmente disfrutaba su compañía y voz en lugar de sentir que era una mera formalidad, de verdad estaba comenzando a quererla a ella y a nada más.

Le tomó tiempo darse cuenta de que le estaba pasando, y cuando lo hizo no pudo sentirse más contrariado.

Él, el serio y frío chico que solo había fingido enamorarse, finalmente había caído rendido de amor ante los encantos de la chica que solo había buscado por interés. Que cliché tan absurdo.

¿Cómo había terminado cayendo en algo como eso? Ni él mismo lo entendía, pero no había nada que pudiese hacer al respecto.

Estaba loco por su Lady... y metido hasta el fondo en un enorme problema.

¡¿Cómo iba a explicarle a Ladybug que todo había comenzado como una gran mentira para enamorarla y desecharla al final?!

Simplemente no podía aparecer de repente diciéndole eso.

Y era en momentos así cuando más extrañaba a su madre, ella de seguro le habría dado un estupendo consejo después de sermonearle y castigarlo por ser tan idiota.

Pero su madre no estaba allí y ni de broma podía hablar un tema así con su padre (no sabría ni cómo explicarle para empezar), así que necesitaría pensar en un plan B.

Y aunque Felix no fuese exactamente un experto en relaciones humanas, haría su mejor esfuerzo por su Lady y convertirse en el compañero y héroe que ella y Paris merecían, esta vez sin tener de por medio ningún otro interés.

~•~•~•~•~•~•~•~

¡No estoy muerta! Solo que realmente se me hizo imposible ponerme antes a escribir.

Sé que ya terminó agosto, pero estoy decidida a completar este reto del mes PV sin importar el tiempo que me tome. Más vale tarde que nunca, dicen por ahí.

En fin, esta historia va dedicada con mucho cariño a @Lukita01 nuestra querida nueva miembro en Spots On Claws Out!!! Espero de todo corazón que te guste!!!