Capítulo 11- Mi responsabilidad
Capítulo dedicado a @JiminUDaBest gracias por leer y comentar<3
"Pienso que Amelie no le está dando tanta importancia a David cómo debería, también a la familia que van a formar y eso. Está bien que ella siga sus sueños y eso pero tampoco debe dejar de lado al que se supone es el amor de su vida.Y la verdad David se me hace tan lindo que quiere que su novia siga sus sueños y triunfe en lo que le gusta, ¿dónde me consigo uno así? :("
David.
Lauren estaba extraña. Y no de la manera en la que se comportaba a veces, no, era algo extraño, ella estaba bastante rara.
Fruncí el ceño mientras conducía en dirección a su casa, ya habíamos cenado y estaba de camino a su departamento, no sabía qué decirle para que me contara o hablara de algo, me estaba preocupando bastante porque nadie era más parlanchina que ella.
— ¿Todo bien? —pregunté mientras ponía mi mano en su pierna evitando que bajara así. No la podía dejar así, algo me decía que estaba mal.
—Sí, David, yo... —noté como fruncía el ceño y luego se pasaba una mano por la cara —. Tengo sueño, me siento un poco cansada, hablamos mañana, ¿sí? —me miró a modo de súplica, como si quisiera que me fuera lo más pronto posible.
Y eso no me gustó, ¿me estaba evitando?
—Estás extraña... —la miré detenidamente y noté nerviosismo en sus manos —. Lauren, en serio si te pasa algo...
—David, estoy bien, por favor ya vete, por aquí no es muy seguro que digamos —noté como intentaba abrir la puerta sin éxito alguno, ya que tenía seguro puesto — ¿Me puedes abrir la puerta?
Yo no era de insistir en las cosas personales, pero si algo me preocupaba hasta que no daba con eso no lo dejaba estar. En el caso de Lauren era el doble, esta mujer era la que estaba cargando con mi hijo o hija.
—No hasta que me digas qué rayos te pasa, estás muy extraña desde que salimos de tu departamento —la miré serio y noté como se removía incómoda en el asiento; no la quería forzar a decirme sus cosas, pero estaba demasiado preocupado como para quedarme con la duda.
—E-es que es muy difícil de decir, es complicado y tal vez no lo entiendas, David es...
—No soy tonto y lo sabes, sea lo que sea, me lo debes decir, ahora todo lo referente a tu vida y a lo que pase en ella, sea bueno o malo, lo tengo que saber yo, y no, no hablo de que me cuentes tus secretos ni nada de eso, solo quiero estar al tanto de lo bueno o malo que te esté pasando, recuerda que ahora eres mi responsabilidad, y aunque no quieras, yo soy el que va a estar encima de ti todo el tiempo —terminé con voz pausada y ella me miró un breve segundo sonriendo un poco.
— ¿Quién dijo que me molesta que estés sobre mí? Sabes que puedes hacerlo en todas las formas... —rodé los ojos y me aguanté una sonrisa, ¿por qué era así?
—Hablo en serio —volví a mi habitual serenidad y noté como suspiraba pesadamente. Dudé en hacerlo pero respirando hondo tomé su mentón entre mis dedos e hice que me mirara a los ojos —. Puedes confiar en mí.
Su labio inferior tembló y tardé un momento en separar mi vista de este, era extraña la cercanía pero no incómoda, podría decir que hasta era agradable.
Con ella todo era agradable.
—David, es que no sé... —balbuceó y volví a posar mis dedos en su mentón para que me mirara a los ojos. Sus tremendos ojos azules oscuros estaban más brillantes de lo normal y, joder, sería una mentira decir que Lauren no era preciosa, ella era bellísima.
Suspiré y aparté la mirada, si ella no me quería decir tal vez era por algo.
Mis pensamientos cesaron cuando la mano de Lauren tomó la mía y me pasó un aparato que identifiqué como su teléfono, ¿por qué me había pasado su...
—Es Nick... —su voz terminó con el silencio en un pequeño pero audible murmuro y la miré con más atención —. Me ha estado llamando insistentemente estos días, hoy... Me envió una foto con un número desconocido que decía que me alejara de ti o te haría algo —fruncí el ceño y dejé que ella desbloqueara el teléfono mientras veía con atención la foto, salíamos ella y yo hablando distraídamente, había sido de día.
—Maldito psicópata —murmuré saliendo del auto. Rodeé el impala y le abrí la puerta a Lauren haciendo que me mirara extrañada.
— ¿Qué harás? —preguntó desconcertada mientras me seguía.
Me adentré en el edificio y le lancé una mirada al que se hacía llamar "portero" un hombre raro que se pasaba el tiempo mirando morbosamente a Lauren cuando ella pasaba por ahí.
Después de subir las escaleras esperé a que ella le quitara el seguro a su puerta para entrar al lugar, en donde ambos quedamos paralizados al ver todo el desastre que había.
El sofá estaba vuelto mierda a punta de puñaladas, como si hubieran clavado cientos de veces un cuchillo en la superficie. Las paredes estaban llenas de pintura negra, la mesita de las llaves del otro lado patas arriba, la pantalla del televisor hecha mierda, todo estaba destrozado, al igual que la ropa de Lauren hecha girones y regada por todo el suelo.
—Joder... —escuché el susurro de Lauren y apreté mi mandíbula al ver algo escrito en la pared con grandes y horribles letras negras.
"ESTO TE PASARÁ A TI SI SIGUES CERCA DE ELLA".
—Mi casa... —Lauren se arrodilló en el suelo con las manos en su boca y puse una mano en su hombro para darle a entender que no estaba sola, que yo estaba con ella y no la iba a dejar así —. M-mi casa... —repitió tocando un cojín que estaba tirado en el suelo, como si fuera lo único que le recordara lo que había sido este lugar.
—Ren... —la miré con preocupación y ella se cubrió la cara con las manos, como si no quisiera que la viera así.
—Era todo lo que tenía... —su voz se rompió y sentí mi pecho encogerse —. Lo había conseguido por mí misma... Reuní mucho para mudarme a este lugar —deslicé mi mano por su cara y la alcé notando que estaba llorando sin control —. N-no es que fuera a quedarme aquí para siempre, pero no me quería ir así...
—Lo sé, tranquila —me puse de cuclillas y sin pensarlo mucho la atraje hacia mí haciendo que me abrazara, no me importaba que me usara como su pañuelo de lágrimas, realmente la entendía porque sabía lo que era quedarse sin nada.
—N-no sé qué voy a hacer... —habló contra mi pecho y sollozó aún más apretándome contra sí —. Me quedé sin nada y ahora tengo que buscar algo rápido o me la quitarán —fruncí un poco el ceño ante lo último y la miré sin entender, "¿me la quitarán?"
— ¿De qué hablas? —pregunté separándome un poco y ella hizo lo mismo secándose un poco las lágrimas, la detallé enseguida y me sorprendí; creo que ella era la única mujer que se veían atractiva llorando y después de llorar.
—De nada, ¿nos podemos ir? No quiero estar más aquí —asentí a su súplica y la ayudé a levantarse volviendo a mirar todo el entorno, estaba hecho un asco.
La ayudé a recoger lo que pude y juntos acomodamos un bolso en el que metimos la ropa que estaba en buen estado. Luego entramos a la habitación y le quité varias notas a Lauren de las manos, algunas decían "volverás a ser mía", "sabes que me amas", "sabes de lo que soy capaz por ti".
—No te preocupes —puse mis manos en su mejilla e hice que me mirara, se notaba avergonzada y afectada por todo esto, la entendía, según lo que me había contado, él había sido su pareja por seis años, aunque aún me preguntaba como una mujer como ella pudo estar con ese maldito enfermo.
— ¿A dónde voy a ir? —preguntó a la nada mientras terminaba de acomodar todo en una pequeña maleta, no eran muchas cosas, pero sí lo necesario y lo más importante.
—No te preocupes por eso —repetí y luego fui a la sala para arreglar algo más en la cocina, era muy seguro que si el dueño del edificio encontraba el departamento así, iba a cobrarle muy caro a Lauren; aunque ya el edificio estaba hecho un asco.
— ¿Ya nos vamos? —preguntó llegando a mí con la cara mojada, seguro se había lavado la cara para quitarse el maquillaje corrido.
—Sí, ¿tienes todo? —ella asintió y señaló la pequeña maleta y una cojín, supongo que le gustaba mucho —. Vale —tomé la pequeña maleta y dejé que cargara con la almohada mientras ambos salíamos y ella le pasaba llave a la puerta — ¿Nick tiene una copia de las llaves? —Lauren suspiró y asintió ligeramente, eso me hizo fruncir el ceño pero no dije nada—. Ten, lleva esto al auto y entra, voy en un momento —Lauren me miró confundida cuando me detuve en recepción pero no dijo nada, simplemente tomó la maleta e hizo lo que le pedí yéndose con mis llaves.
Miré al "portero" y me acerqué a paso lento.
— ¿Cuántas veces ha entrado ese hijo de puta aquí? —pregunté con voz pausada y el tipo me miró con recelo mientras se cruzaba de brazos.
—Oye amigo, no sé de qué... —terminé de acercarme y lo tomé del cuello de la camisa demostrando lo molesto que me encontraba, ya no estaba para estos jueguitos, Lauren y mi hijo estaban en peligro por culpa de ese enfermo y esta basura.
—Me queda poca paciencia y te sugiero que no me hagas perderla, ahora dime, ¿Cuántas veces ha entrado ese hijo de puta al departamento? —lo miré intimidante y el hombre intentó quitar mis manos de su cuello para poder hablar bien.
—No... No lo... —apreté más el agarre y el tipo comenzó a toser mientras respiraba entrecortadamente—. Solo... Tres veces... —habló con dificultad y fruncí el ceño sin soltarlo.
— ¿Cuándo?
—Yo... —tosió un poco más y aflojé un poco el agarre para que pudiera hablar mejor —. Hace una semana y... Hace tres días volvió cuando Lauren estaba dormida —lo solté bruscamente haciendo que pusiera sus manos en sus piernas para recuperar el aire.
¿Tres veces? ¿Él estuvo con Lauren? ¿Y si la tocó?
Vamos, David, ella lo habría notado...
—Ten —arrojé un manojo de billetes en su cara y me alejé de ahí sintiendo mucha más rabia que antes —. Con eso Lauren paga el desastre que ese hijo de perra hizo y la renta del mes. Y algo más, si tú o tu amigo se le vuelven a acercar, no dudaré en encerrarlos en una puta cárcel.
Con eso me fui de ahí y no me permití abrir la boca en el transcurso a mi penthouse, Lauren se quedaría conmigo mientras tanto, después veríamos qué haríamos.
—David, ¿qué pasó? —volvió a preguntar Lauren preocupada y suspiré. Ya estábamos a punto de llegar a mi edificio y ella no había dejado de insistir con esa pregunta.
—No pasó nada, tranquila —volví a aclarar y ella me miró con desconfianza, era obvio que no me creía.
—Yo te dije lo de Nick, merezco tu sinceridad —se cruzó de brazos como niña pequeña y la miré unos segundos bufando, creo que tenía algo de razón.
—Ehm... Hablé con el portero, pagué la renta de este mes y el desastre que causó tu ex, no te preocupes, ya no tendrás que volver ahí —Lauren me miró impresionada unos segundos y luego tragó lentamente.
—G-gracias, David —tartamudeó y bufé, no me gustaba que me agradeciera todo, aunque era lindo de su parte ser tan agradecida, pero era mi responsabilidad, yo la tenía que cuidar a ella y a mi hijo.
—No es nada —le sonreí levemente y ella suspiró mirándome con detenimiento.
¿Por qué me miraba tanto así?
Estacioné frente al edificio y le di las llaves al portero para que guardara mi auto, estaba demasiado estresado para hacerlo yo.
Lauren me siguió y sin decir nada, ambos comenzamos a subir las escaleras sin siquiera ver el ascensor.
No entendía por qué ella no se quejaba, pero en mi caso, el ascensor tenía una pared de vidrio que me daba dolor de cabeza ya que yo le tenía miedo a las alturas. Sí, vivo en un penthouse y le tengo miedo a las alturas.
—Me duelen los pies —se quejó Lauren reposando su cansancio, estábamos a cuatro pisos del nuestro pero la entendía, era un fastidio subir todo esto.
—Ven —tendí mis manos y ella me miró impresionada, como si se esperara todo menos eso.
— ¿Me vas a cargar? —preguntó sorprendida y yo sonreí un poco pasando mis manos por debajo de sus piernas y alzándola por completo, dejando la otra mano por detrás de sus brazos —. Por Joaquín, estás loco, ¿y si nos caemos? —ella rió mientras se sostenía de mis hombros y comencé a subir con facilidad lo que nos quedaba. Lo bueno de seguir una estricta rutina de ejercicios, era que tenía bastante resistencia para cualquier cosa.
— ¿Ya te la sabes, no? —reí mientras ella presionaba los botones para abrir la puerta, había decidido instalar una contraseña antes de usar llaves, era un fastidio cuando tenías que cambiar la cerradura por cualquier problema.
—Dejamos las cosas en el auto —murmuró contra mi hombro y noté que estaba bastante cansada por todo lo de hoy.
—Lo sé, mañana las buscamos, ¿sí? —la miré fijamente y ella igual a mí mientras deslizaba su mano por mi mejilla lentamente, provocando una extraña sensación en mi —. Eh... —me aclaré la garganta y aparté la cara para eliminar cualquier pensamiento extraño, ¿qué me estaba pasando? — ¿Te llevo a tu habitación?
Subí las escaleras del penthouse y ella rió un poco mientras dejaba que continuara mi recorrido. Realmente era pesada, pero no tanto, lo normal para una mujer con su cuerpo, creo yo; Lauren tenía un cuerpo como decirlo... ¿Muy sensual? Pero de una forma única, era demasiado femenina y no era para nada "plana", era más bien todo lo contrario.
—David... —murmuró mientras la dejaba en su cama y con un mal movimiento ambos caímos en ella quedando a pocos centímetros uno del otro; como la primera vez...
— ¿Sí? —pregunté aclarando mi garganta, me sentía bastante raro por su cercanía, ¿qué rayos me estaba pasando?
Noté como su mirada viajaba por mi cara y la mía hizo lo mismo con mis manos a los lados de su cuerpo, para evitar caer sobre ella. Ambos jadeamos y noté una pequeña sonrisa en sus labios mientras ella deslizaba una mano por la parte trasera de mi cuello.
—Eres precioso —murmuró y tragué con dificultad, era extraño cuando ella hablaba así, su voz se volvía mil veces más sexy.
—Creo que... —su pulgar derecho rozó mi labio inferior y apreté este contra el inferior evitando sentir algo más, esto no estaba bien, ¿qué rayos nos estaba pasando?
—Y eres muy sexy —volvió a hablar y me alejé un poco, seguro solo estaba bromeando, ella era así.
—Tú también eres preciosa —respondí y sus ojos se abrieron un poco por la impresión. Sonreí y sin poder evitarlo pasé mi pulgar por su mejilla dejando un breve beso en su frente —. Pero ya seguro estás cansada así que duerme, demasiado estrés por hoy —deslicé mi mano por su vientre un segundo y ella me miró fijamente como si no se esperara nada de eso.
Me levanté y respiré hondo mientras la miraba desde la distancia. Sonreí un segundo y me giré para irme, pero su voz volvió a mencionar mi nombre haciendo que me detuviera mirándola con atención.
— ¿Me quitas los zapatos? —pidió y sonreí negando divertido mientras me inclinaba para sacarle los zapatos y arroparla con la cobija azul.
— ¿Mejor? —pregunté y ella asintió con una sonrisa.
—Gracias.
—Si me vuelves a agradecer te dejo sin desayuno —me alejé de ahí escuchando su risa.
—También te quiero —escuché su voz y la ignoré cerrando la puerta.
Me estiré y me saqué la camisa caminando hasta mi habitación, hoy había sido un día bastante largo.
Sabía que este no era el fin y que su novio iba a seguir molestándola, pero si seguía así, yo iba a estar ahí para ella, no la iba a dejar sola y nadie lo sabía más que yo. Lauren era mi responsabilidad y pasara lo que pasara, siempre la iba a cuidar, a ella y a mi hijo.
O hija.
Abrí la puerta de mi habitación y abrí mucho los ojos al ver la cabellera castaña de mi prometida sobre la cama, Amelie se encontraba apoyada en un codo mientras me sonreía con emoción.
—Hola amor —sonrió y no dudé ni un momento en caminar hasta ella para besarla.
...
BOOOM.
¡LLEGÓ AMELIE, PRROS!
Preguntas:
¿Qué les pareció el capítulo?
¿Cómo creen que se comportó David?
¿Les gustó el capítulo narrado por él?
¿Les sorprendió la llegada de Amelie?
Ships elegidos:
#Daren (David y Lauren)
#Dalie (Amelie y David)
Puto el que lo lea.
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