Lluvia de muerte.

Los ecos del pasado, siempre resonarán en el presente.

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La noche había llegado para el reino de Woods y las cosas se ponían un poco más vivas que en la mañana, se abrían los burdeles y los bares se llenaban de gente que iba a disfrutar de un buen trago, la gente paseaba por las calles sin problemas y disfruta de la vida nocturna.

Eran tiempos de paz y la vida para las 3 zonas de la ciudad era tranquila, hubo un tiempo durante la guerra en el cual hubo toque de queda pues en ese entonces varios infiltrados del Rey Demonio lograban entrar al reino con la intención de asesinar al rey, pero ahora todo eso había quedado en el pasado y la gente podía volver a disfrutar de la noche.

En cada sector era diferente, en la zona central la gente podía salir a pasear e incluso ir a visitar a sus amigos de esa parte sin la necesidad de que algún guardia estuviese ahí, incluso la guardia real podía descansar por fin durante la noche, y para el Rey Lincoln esto era lo mejor pues ahora podía ir a cada de sus cónyuges y amantes para una "Visita Nocturna" sin tener que ir acompañado de algún guardia.

En la parte media de la ciudad pues era lo mencionado con anterioridad, en esta parte albergaban la mayor parte de los puestos comerciales de la ciudad que generaban ingresos para el reino, restaurantes, bares, burdeles, joyerías, herrerías, etcétera; incluso yacían posadas de 24 horas en las cuales los aventureros y los comerciantes ambulantes pasaban la noche tras sus viaje, incluso las familias ricas venían a esta zona durante la noche para convivir con la gente.

La zona pobre era un poco diferente al resto de la zonas del reino, aquí la gente sale menos y no, no era por miedo ni nada, de hecho la gente de la otras 2 zonas tenían miedo de venir a esta parte debido a que en las noches suele haber ladrones merodeando, aunque no se roban entre los de esta zona.

En las noches la mayoría de los habitantes preferían pasarlo con sus familias, conviviendo o dedicando su tiempo para realizar sus actividades religiosas, realizando pequeñas fiestas en donde todos convivían, solo disfrutaban de los pequeños placeres que la vida les daba, solo por la noche pues la mayoría debía ir a trabajar fuera del reino o los puestos de comercio.

En ello se ve a Gordon y a Cleo ir caminando por la calle, y casi todos los puestos pues habían cerrado por fin sus puertas y solo se veían las luces que alumbraban las casas.

— ¡Atención! ¡Son las... Muy tarde! —Ambos jóvenes morenos solo se reían de las ocurrencias que solía decir el Pregonero del pueblo dependiendo de la hora que fuera.

Gordon a veces se sorprendía realmente de lo extraño de este mundo, parecía la era medieval pero aún más nazi de lo que solía ser, o a veces parecía ser uno de esos juegos RPG de aventuras que solía jugar con... Ella.

Un mal recuerdo de lo que una vez vivió en su mundo, solo agitó su cabeza con la intención de olvidarlo; la zona pobre realmente era un lugar en paz, nadie se metió con nadie y se ayudaban cuando podía, no se metían con uno solo porque fueras diferente en algo, aquí se entendía pues todos eran tratados del mismo modo, ya si ibas a las otros 2 zonas pues en si lo máximo que veras será gente de piel morena o amarilla pero trabajando de sirvientes.

El resto pues seguían su absurda política de pureza aria como si no fueran de la misma especie, Gordon solo se podía pensar en la clase de Dios gilipollas que se le ocurrió crear a las personas de este modo, también pensaba que si existían aún más razas además de los humano, elfos o los ya extinguidos demonios de seguro serían iguales.

Entre las razas no se llevaban bien, y si se relacionaban solo sería por conveniencia mutua, los elfos solo estaban relacionados con los humanos porque su reina era una, algo que desconcertó a muchos del como un humano logre llegar a tal poder y lograr ser aceptada por ellos, pero del resto solo era por beneficio, los humanos les daban armas y materiales de construcción a los elfos y estos les daban recursos naturales y productos mágicos como pociones u otros tipo de cosas, además del hecho de que el Héroe que venció al Rey Demonio era un mestizo entre ambas razas fortalecía la unió, pero por cuánto tiempo se preguntaba Gordon.

—Oye ¿Iras al evento mañana? —Preguntaba Cleo curiosa.

—No lo sé, para empezar ni siquiera sé si tan siquiera nos dejaran entrar —Lo decía con molestia.

—Bueno eso es cierto, dudo mucho que dejen entrar a alguien de la zona, y si lo hacen de seguro cobrar por hacerlo —La joven gitana solo suspiraba con fastidio, a veces se hacia la pregunta del porque su familia seguía aquí.

Ambos siguieron caminando haces que dieron vuelta en un cuadra entrando a una calle en donde había diferentes personas afuera de sus casas platicando y conviviendo entre ellas, ambos jóvenes solo iban caminando por esa calle mientras eran saludados por las personas de la calle.

—Como siempre este lugar es muy animado —Decía Gordon mientras saluda a las personas y se hacía a un lado mientras veía como un niño era perseguido por una niña más grande que aquel niño—. Es bastante sorprendente como la gente convive en esta parte.

—Bueno, recuerda que aquí se encuentra la mayoría de los amigos de la familia.

—Jaja si a veces lo olvido —Ambos siguieron caminando hasta que llegaron a la entrada de una casa de 2 pisos, Cleo solo abrió la puerta y entro junto con Gordon—. ¡Ya volví!

— ¡Onee! —De una parte de la casa salió una pequeña niña de moreno y un cabello rizado largo, traía puesta un vestido de color morado, unos lentes pequeños ovalados, unos zapatitos negros y tenía una cinta amarrada en su cabeza simulando a una diadema, la pequeña solo corrió hacia Cleo para darle un abrazo, esta con gusto le correspondió mientras la alzaba en sus brazos.

—Oooh ¿Pero que tenemos aquí? Si nos nadie más ni nadie menos que la pequeña imotou, la princesa Cindy — Cleo solo giraba con su hermana en brazos mientras la pequeña reía, después de eso bajo a la pequeña al piso—. Bueno ¿Están todos en casa Cindy?

—Solo faltabas tú, aunque también faltan que lleguen Otou y Onii —Cindy lo miro a la puerta—. ¡Señor Gordon también vino!

Cindy corrió hacia Gordon mientras que este sonreía con agrado y correspondía al abrazo de la pequeña Mcbribe.

—Hola pequeña, hace un rato que no te veía, y veo que aun traes los lentes que te di —Cindy solo sonría ante el comentario.

—Jamás se los quita, ni siquiera para bañarse quiere.

Gordon miro al frente viendo a 2 jóvenes más, ambas a diferencia de Cleo y Cindy eran de piel un poco más pálida, una era del tamaño de Cleo y llevaba puesto un kimono y tenía su boca cubierta con por una bufando roja mientras que la era un poco más pequeña, tenía puesto un vestido no muy largo el cual debajo al descubierto sus hombros, llevaba puestas unas medias largas, unas botas negras, un collar negro en su cuello y tenía su cabello amarrado en una coleta de cabello larga.

—Hola Lilith, hola Sonette buenas noches —Saludo con una sonrisa a ambas chicas.

—Buenas noches Gordon-san

—Buenas noches Gordon —Ambas jóvenes con una sonrisa al joven que dejaba de abrazar a la pequeña.

— ¿Mamá esta con ustedes chicas?

—Si Cleo, de hecho estábamos esperando a que llegaran tú y esos 2—Decía Lilith mientras se acercaba su hermana.

— ¿Alguien me ha invocado? —De donde habían salieron las demás salió una hermosa mujer de vestido largo de color negro al igual que su cabello solo que esta era corto, un mujer de piel al gris de rastros orientales muy notorios—. Veo que tenemos visitas.

—Señora Haiku, buenas noches —Gordon solo hizo una reverencia ante la mencionada, está sonriendo solo negó con la cabeza.

—Sabes que no necesario ser tan formal conmigo Gordon, al fin y al cabo eres amigo de la familia y uno de los nuestros también —Decía con mucha amabilidad mientras sonreía con cariño al joven ganándose un pequeño rubor de este.

—Veo que por fin decidiste venir —Gordon dio un salto para adelanto por el susto, volteando atrás suyo vio a 2 personas en la entrada de la puerta.

Un señor moreno que se veía ya un poco mayor, de pelo chino pero no poco, con una barba bastante amplio, llevaba unos lentes redondos y visita de una forma bastante sencilla, y llevaba con una mochila bastante grande y a su lado se encontraba un joven mucho más joven que él, incluso era un poco más joven que Gordon, era menos moreno que el barbón y sus lentes eran un poco más gruesos, llevaba también una mochila y además de sus ropas sencillas llevaba puesto con él un ponche de color café.

— ¡Otou! ¡Onii! —Cindy solo se dirigió corriendo hacia los 2 mencionados con la intención de abrazarlos.

—Oooh ¿Cómo ha estado mi pequeña princesa? —La cabeza de la familia Mcbride solo alzo a su hija en brazos correspondiendo al abrazo, seguido de esto se la paso a su hermano para que también la abrazara y se dirigió hacia Gordon—. Es bueno verte de nuevo hijo.

—Lo mismo dijo señor Clyde —Ambos se dieron un apretón de manos pero Clyde le dio un pequeño abrazo.

—No es necesario tanta formalidad Gordon —Este siguió caminando para darle un abrazo a sus hijas y darle un beso a su esposa.

—También me da mucho gusto verle maestro —Decía el joven mientras cargaba a Cindy.

—Tampoco es necesario que me digas maestro Connor, con decirme Gordon es más que suficiente —Este solo le dio una palmada en el hombro al mencionado.

—Y bueno ¿Que te trae a nuestra humilde hogar el día de hoy? Supongo que por fin aceptaste mi invitación para cenar —Decía Clyde.

—Bueno, pues que le digo que no jeje.

—Pues adelante, mi casa es tu casa Gordon —Con una sonrisa Clyde solo invito Gordon a cenar con ellos, algo que él acepto con mucho gusto, no lo demostraba pero en serio tenía muchas ganas de poder cenar la comida de Haiku.


Mientras tanto en otra parte del Reino (zona central).

En los aposentos del castillo Loud se podía ver en una de las grandes ventanas la silueta de alguien, ese alguien era el mismísimo Lyle Loud, "El Héroe más Fuerte" y el antiguo heredero al trono del Reino de los Elfos, este solo se encontraba con una toalla en su cintura mientras veía al reino de Woods en la noche, solo contemplaba todo lo que había con asco en sus ojos.

Lo odiaba, odiaba todo este reino y a su gente, en si odiaba a todos los humanos en general, bueno no a todos solo a los de este reino, su familia materna se salvaba, bueno más o menos, Lyle solo se dedicaba a observar todo su alrededor y se ponía a pensar en todo el camino que tuvo que recorrer para llegar hasta este punto, primero fue el haber tenido que vivir en el reino de los elfos durante toda su juventud, rodeado de imbéciles que lo trataban con algo de asco solo por el simple hecho de ser un mestizo, por suerte había idiotas que lo idolatraban y se mantenían cerca de él, decían ser sus amigos pero Lyle solo los veía como simples lacayos, después de eso esta sus queridas hermanas y su amada madre con las cuales soñaba en volver a ver para por fin cumplir su retorcido sueño de tomarlas y hacerlas suyas.

Si, este imbécil desde pequeño había tenido un fuerte o más bien un retorcido complejo de Edipo, en varias ocasiones había intentado el asesinar a su padre para tener el camino libre y de paso por fin el hacerse con el trono del reino, por desgracia jamás lo consiguió; después vino la sorpresa de que tenía aún más familia por parte de su madre y que estos eran los actuales gobernantes de reino de Woods, conoció a su tío con el cual se sintió identificado tras interactuar con él, un hombre de respeto y con un gran poder mágico y gracias ellos había conseguido llegar hasta donde estaba, además de descubrir que se había casado con sus propias hermanas con las cuales tuvo descendencia, provocando que su maldito complejo de Edipo solo se aferrara más a su retorcido sueño.

Pero jamás pensó que tras conocer a su tío seria enlistado en la guerra contra el Rey Demonio, bueno, él también había aceptado irse con su parientes aun teniendo en cuenta las consecuencias que esto le conllevaría en el futuro, una de ellos fue el haber perdido el derecho a heredar el trono como el soberano de su hogar, pero sería hasta que abandonara todo lazo con los Loud y se disculpara por irse sin el consentimiento de sus padres, algo que jamás haría en sus 19 años de vida ¿Y por qué tenía que hacerlo? Sabía que solo largándose de ese mediocre lugar podría crecer como se debía para así poder convertirse en lo que siempre estuvo destinado a ser... y lo logro.

Claro que eso le llevo el tener que derramar bastante sangre, pero era sangre de demonios y monstruos, seres indeseable que debían de ser exterminados, bueno también de algunos humanos y elfos pero ellos se metieron el su camino, el camino y el viaje que tomo fue algo que solo podría describir como "Interesante" y jamás se imaginó que esto ya había sido escrito, sí, todo esto ya había sido predicho hace mucho tiempo, durante su viaje con sus "compañeros" como ellos se hacían llamar descubrieron una aldea que se había mantenido a salvo de los ataques de los demonios, ahí conocieron a una hechicera la cual les contó de una antigua profecía que realmente los sorprendió.

Un mal tan antiguo como el tiempo, proveniente de una era olvidado en los afanes del tiempo pronto resurgirá, solo aquel que lleva 2 sangre en su ser, proveniente de tierras antiguas lograra el sellar la rebelión, liberar a los suyos y conseguir la victoria sobre el emperador del mal.

Quien más que él, un hijo de 2 razas diferentes y originario de un reino que llevaba siglos existiendo podría lograr tal hazaña, había conseguido el detener la guerra en contra de los demonios, monstruos y de los humanos y elfos que se habían unido a los ya mencionados, y había conseguido vencer al Rey Demonio, aunque admitía que no pudo hacerlo del todo solo, quienes lo acompañaron habían demostrado ser guerreros que se habían ganado su respeto, pero ante sus ojos aun eran inferiores, ante ello miro en dirección hacia sus aposentos, mirando como en su cama se encontraba 2 chicas, una de pelo negro de un cuerpo voluptuoso que cualquier hombre o mujer desearía tener en sus retorcidas manos y otra de pelo castaño de un cuerpo escultural y bien construido que cual guerrero envidiaría, aunque con el único defecto de tener una nariz algo larga, estas 2 fueron parte del grupo que lo acompaño, jamás se imaginó que amas se terminarían enamorándose de él... lástima que el sentimiento no era mutuo.

Mañana seria el día en el cual se celebrarían 2 años de la derrota del Rey Demonio en donde se les daría un regalo especial, Lyle realmente no esperaba nada por parte de su tío, estaba más que satisfecho que le haya dado todo lo que necesito para volverse un héroe, aun desearía tener en su lista de cónyuges a las hijas de este, siempre que las veía no podía evitar el no querer entrar a su cuarto y hacerlas suyas, lástima que su tío las tenía en la mira... por ahora.

Aun le quedaba algo por hacer de aquella profecía, el liberar a su pueblo, sabía que su raza no duraría mucho y más por lo que se avecinaba, por lo que tenía un plan y ese era el derrocar a su padre y a su tío de sus imperios, le dolía por su tío pero había llegado la hora de hacer un cambio en todo esto, guiaría su pueblo a un nuevo mañana y exterminaría a las razas impuras e indeseables mientras liberaba a los humanos de su fin, lo único que detestaba de su tío y sus tías era eso de mantener la sangre pura y de preservar la especie, no le importaba que lo hiciera con sus hermanas, pero su deseo que hacerlo con sus hijas era algo diferente, tal vez él no tenía el derecho a decir eso pero sería más listo que su tío y no dejaría que nadie lo supiera.

Lyle se encargaría de exterminar ese tipo de ideologías y demás, era cierto que solo odiaba a los humanos de este reino, pero había un grupo que se salvaba y esos eran los de la zona pobre, no podía comprender por qué se debían mantener alejados de los demás si también eran seres humanos.

El reino de Rossiya, y el de imperio de Hanlong se habían ganado su respeto y más tras haberlos ayudado en la guerra, no comprendía por qué su tío no los había invitado, pero bueno, una vez que toda esta estupidez terminara llevaría a cabo su plan, quitar a su tío del poder empujando a los de la zona pobre a realizar un golpe de estado, sabía bien que había personas con habilidad muy destacables en las artes mágicas y guerreros natos, solo debía encargarse de los más fuertes y todo quedaría listo, después derrocaría a su padre y después aplicaría en su madre y sus hermanas una magia que aprendió durante su viaje para que tuviera problemas con ellas a futuro, y al final uniría ambos reinos en uno solo en donde daría inicio a una nueva era.

La Era del Mestizaje.

Sabía bien que tarde o temprano los elfos y los humanos con su absurda mentalidad de preservar la especie los llevaría a la extinción, solo haciendo un cruce entre ambas razas los mantendría vivos y los descendientes de esto serian seres fuertes que podrían hacerle frente a cualquier cosa, la inteligencia y la habilidad humana unida al poder y la longevidad de los elfos, llevarían a la creación de un reino que duraría miles de siglos, pero para ello debía de exterminar a los que pensaran diferentes, mas especifico a los arios que odiaban incluso las personas de piel diferente, establecería un imperio en donde todos podría convivir en paz sin tener que ser perseguidos, pero eso sí... El incesto estaría prohibido con sentencia de muerte, sabía que no era nadie para decir tal cosa, pero el sería el único que haría eso, eventualmente su familia moriría a causa de llevar a cabo aquel acto, no le importaba de quien se enamorara uno, pero sabía bien que el incesto era algo que debía de ser erradicado.

Mientras más compatibilidad tuviese una persona con otras genéticamente, más probable era la probabilidad de que su descendencia naciera con defectos genéticos y con poco esperanza de vida, no importaba que fueran familia o no, el no podía evitar el no amar a su madre y hermanas así, es por eso se encargaría el evitar dejar descendencia suya.

Todo ya estaba planeado, solo faltaba llevarlo a cabo mañana, cumpliría con su destino y pasaría a la historia como el más grande Héroe que haya existido y nadie podría arruinar sus planes, ni siquiera sus enfermas primas, bueno, no todas, solo esperaba el poder salvar a esas 2 de aquel triste destino en el que se estaban encaminando.


De vuelta a la zona exterior (Residencia Mcbride).

Ya había pasado una hora y media y ya habían terminado de cenar, Gordon solo se encontraba afuera en la calle esperando a Clyde, la cena sin duda había sido bastante delicioso, tal y como era de esperarse de una descendiente directa de la tierra del sol naciente de este mundo, no paso tardo mucho para que Clyde por fin saliera de su casa.

—Bueno muchacho andando.

—Claro —Ambos comenzaron a caminar por la despejada calle mientras veían como aun había luces encendidas en algunas casas.

—Espero que haya gustado la cena Gordon, si un día quieres cenar con nosotros de nuevo no dudes en ir.

—Gracias señor Clyde pero no quisiera ser una molestia.

—Tonterías muchacho, siempre serás bienvenido en nuestro hogar cuando quieras.

—Bueno, gracias de igual forma —Ambos solo siguieron caminando por la calle, Gordon solo se ponía a pensar en la gran diferencia que había entre este mundo y el suyo.

Clyde Mcbride, hijo adoptivo de una pareja homosexual al igual que en su mundo, solo que en este mundo el provenía de un clan de gitanos provenientes de unas tierras lejanas que se encontraban al sur del continente, el Clyde de este mundo era muy diferente al del suyo, era un hombre de respeto y con un gran liderazgo, podría decirse que él era el líder de la zona pobre del reino a pesar de trabajar como un simple comerciante, pero no un simple comerciante, sino uno pociones mágicas de gran calidad, aun eso debía de mantenerlo escondido de los altos mandos del reino si no quería ser llamado por Lincoln para terminar siendo obligado a trabajar para él.

Su familia pues era una de las más queridas de la zona y como no serlo si ayudan a todos; Haiku Takeda, una gran hechicera de las tierras orientales, ella había venido a parar al Woods cuando su pueblo fue atacado y destruido por lo que ella describió como "no-muertos", algo imposible pues la magia para realizar algo así había sido destruida junto con aquellos que la realizaban, aun si tuvo que vagar con los sobrevivientes de su pueblo siendo recibidos en el reino, aunque no con la mejor de las hospitalidades, apenas de todo ella se había ganado un título como una gran curandera ayudando a los habitantes y enseñándoles las maravillas de su cultura a todos aquellos que desearan aprender.

Cleo y Sonette, ambas hermanas gemelas, cada una sacando una característica muy definitoria de su madre y de su padre siendo Cleo la que más se parecía a su padre y siendo heredera con todo gusto de su corazón de la cultura gitana de su padre mientras que Sonette siendo más parecido a su madre decidió por ella misma ser quien heredara todo sobre cultura de esta para así preservarla.

Lilith, Connor y Cindy, los 2 primeros habían decidido el seguir un camino diferente al de sus hermanas y sus padres, siendo aún muy temprano para ambos el tomar un decisión definitiva por el momento, pero más o menos sabían que querían, Lilith pues quería dedicarse a ser una curandera que ayudara a los demás. Por parte de Connor aún no se definía bien, siendo el único hijo varón de la familia era un poco complicado el saber que haría cuando fuera más grande, aunque debía de admitir que le interesaba la idea de ser herrero, pidiéndole ayuda a Gordon para que le enseñara lo básico, pero si le gustaba algo de ley era el investigar ruinas y descubrir cosas nuevas, y pues Cindy no hay mucho que decir, era un niña que disfrutaba de su vida como una infante que no debía de preocuparse por la vida aun.

Para Gordon esta sin duda era la mejor versión de la familia Mcbride que había visto y por lo menos Sonette, Lilith y Connor eran hijos de Haiku y de Clyde, el solo recordar a las versiones de su mundo realmente lo entristecían, solo desgracia le toco a aquel Clyde pues tal parecía que la vida solo quería que Lincoln Loud fuese el único con el derecho a cogerse a medio mundo y si Clyde lo intentaba pues el pobre literalmente era linchado cosas que si llego a suceder, mientras que el peliblanco solo disfrutaba de lo que había hecho.

Realmente le alegraba el haber encontrado una versión que no girara entorno a Lincoln Loud, sino una que viva su vida apartado de todo, y que en varias ocasiones había tenido roces con el peliblanco cuando veía a esta parte con la intención de llevarse a una de las mujeres de alguien.

—Por cierto señor Clyde, mañana ira al-

—Sabes que no tiene sentido el preguntarme eso Gordon —Decía con el ceño fruncido.

—Yo, lo siento, yo solo pensé que usted también estaría allí, al fin y al cabo usted también pelee en la gran guerra —Decía con la intención de mejorar el ambiente.

—Déjame decirte algo muchacho y es que no hay peor estupidez que el celebrar una masacre —Decía con mucho veneno en sus palabras.

— ¿Aun si se tratase del Rey Demonio? —Preguntaba Gordon con duda.

—Déjame preguntarte algo Gordon ¿Por qué crees que una raza se empeñaría en destruir a otra? —Eso había puesto a pensar a Gordon, y es que era cierto ¿Cuál era la razón de esto?

— ¿Cómo sabemos que los demonios querían exterminarnos simplemente porque si? Realmente no existe alguna razón para que lo hagan, pero al final todo termina en una simple respuesta: Todo es culpa de hombre al final —Gordon solo siguió prestando atención a las palabras de Clyde.

—Nuestra estupidez es tan grande que incluso nos separamos de nuestra propia especie diciendo que somos superiores ¿Pero superiores en qué? Si nosotros como especie nos matamos y nos repudiamos los unos a los otros por cosas tan chiquitas que no vienen al caso ¿Cómo creer que sea con los demonios o con las otras razas? —Gordon solo se quedó sorprendido ante las palabras de Clyde que lo dejaron pensando de mas, y es que era cierto, al final hubo una razón para comenzar una guerra contra los demonios, ¿Los demonios tan siquiera nos odiaban o tenían algún interés en los humanos?

—Por lo que no me sorprendería que los mismos humanos sean los que hayan provocado todo esto y hayan provocado que los demonios nos odiaran hasta llegar al punto de querer destruirnos, y se demasiado bien que esto se volverá a repetir, lo sé, no sé con cual raza será la próxima vez, pero sé que volverá a suceder.

—... ¿Y si existieran demonios que odiaran los humanos desde el inicio? —Preguntaba Gordon con duda.

—Si ese fuera al caso, entonces esos demonios serian lo más parecido a nosotros los seres humanos, porque si no aceptan a otras razas, entonces quiere decir que tampoco se aceptan entre ellos mismos, a pesar de que todos provenimos del mismo origen.

Gordon solo seguía impresionado ante el pensamiento de Clyde, pero debía de aprovechar este momento.

—Yo tengo curiosidad de eso señor Clyde, según usted y su cultura ¿De dónde surgió todo? —Gordon preguntaba pues aun tenia duda por lo que le había dicho Cleo hace rato.

—Bueno, es algo complicado de explicar, pero esto es algo que mis padres me contaron y sus padres ellos, se dice que el principio el mundo era un lugar oscuro y ruin pues sus primeros habitantes eran seres horrendos que se mataban entre ellos mismo a todo lo demás, pero todo cambio día cuando llego... Ormagoden

— ¿Ormagoden?

—Se le conoce por varios nombres, La Bestia del Fuego, El Incinerador del Cielo, El Destructor del Mundo Antiguo, se cuenta que fue un ser de gran poder que logro arrasar con toda la antigua civilización tras haber sido invocado en una especie de ritual, y se dice que Ormagoden al ver todo el mal que hacia la primera civilización decidió acabar con ellos —Gordon escuchaba con mucha atención todo lo que decía Clyde.

—Pero a pesar de su gran poder Ormagoden no logro conseguir su cometido pues al final logro ser vencido por ellos, pero en un último intento este se sacrificó explotando en miles de pedazos provocando que su sangre diera origen a tsunamis gigantes y que los restos de su piel cayeran a la tierra como meteoritos, destruyendo a los seres antiguos que quedaban, y los que por milagros quedaron fueron incinerados pues al explotar, Ormagoden libero del interior de su cuerpo una devastadora llamarada de fuego que remato todo, y una vez terminada su labor su esencia misma convertida en fuego ascendió al cielo para convertirse en una estrella que nos vigilaría desde arriba.

—Vaya, eso suena, realmente increíble.

—Lo es, y bueno, tras ascender al infinito de las nuevas aguas del mundo se cuenta que surgieron buenas formas de vida que habían surgido de la antiguo, todo tipo de razas, algunas tan horribles que se cuenta que eran la representación de la maldad y el odio que una vez represento a los primeros, pero otros se dice que eran seres bellos, representantes de que no todo en este mundo era odio y caos, aquellos que surgieron así fueron conocidos como los herederos de Ormagoden y de lo que una vez fue la antigua civilización, pues vieron el sacrificio de la gran bestia como un regalo para estos, pues Ormagoden les dejo todo, incluso su propio ser e incluso su propio rugido que se dice, aun se escucha en el viento hasta nuestra días para que estos pudieran dar inicio a una nueva era en el mundo.

Gordon realmente había quedado asombrado por aquella historia, le impresionaba mucho en lo que creía la cultura de Clyde, pero había algo que no le cuadrada.

—Pero señor Clyde, dígame ¿Alguna vez se llegó a encontrar algún rastro de lo que usted me contó?

—Jajajaja, obviamente no muchacho, al fin y al cabo tan solo es una historia que se ha contado en mi pueblo por mucho tiempo pero es obvio que jamás se ha visto o encontrado algún rastro de todo eso, pero no es malo el creer en algo, si Ormagoden fue real pues eso fue hace muchos cientos de años atrás, y nosotros como los demonios, los elfos y las otras razas que existen pues somos la descendía de quienes surgieron tras el final de la gran bestia del fuego, así no te quieras matar la cabeza con eso, como te dije, solo es una historia —Y sin darse cuenta ambos habían llegado a la casa ce Gordon.

—Bueno chico, fue bueno el haber platicado contigo, y recuerda, eres bienvenido en nuestro hogar cuando quieres, bueno nos vemos Gordon.

—Nos vemos señor Clyde —Decía sonriendo mientras este se iba retirando, Gordon solo saco una llave de su mochila y se dispuso a abrir la puerta, ya adentro solo saco aquel micrófono y lo observo con detalle, en serio había algo que no le quedaba claro y no sabía porque pero... Sentía que algo muy malo, estaba a punto de pasar.


Al día siguiente.

Se podía ver en la zona central una gran cantidad de gente, todos de esta zona y de la zona media, y de otro lado se veía a una gran cantidad de representantes del reino de los elfos, todos se encontraban entre de donde se encontraba el gran castillo Loud, solo se escuchaba mucho ruido y en la cima de una casa algo alejada se podía ver a Gordon y a Connor observando todo con cara de aburrimiento esperando que esto comenzara.

—Gracias por haberme traído maestro-.

—Ne, tampoco es como si tuviera algo mejor que hacer el día de hoy.

«Además de entregar esas armas» Pensaba Gordon con fastidio

Y mientras tanto en el Castillo del reino se podía ver en el corredor principal que llevaba al trono del rey, en este se podía ver 9 asientos en donde estaban sentados sus correspondientes dueños, en el centro de estos se encontraba Lincoln quien vestía con el típico traje de monarca, de su lado derecho se encontraban sus hermanas mayores Lori, Luna, Luan y Lynn, mientras que de su lado izquierdo se encontraban sus hermanas menores Lucy, Lola, Lana y Lisa, todas vestía con vestidos hermosos que resaltaban su belleza; en frente de ellos se encontraban un grupo de 10 personas, algo jóvenes pero todos eran mayores a los 15 años.

—Buenos hijos míos, ha llegado la hora, hoy se cumplen 2 años desde que ustedes consiguieron lo imposible, algo de lo cual jamás les dejaremos de estar agradecidos —Decía Lincoln con mucho orgullo en sus palabras.

—No digas esas cosas padre, nosotros deberíamos de estar agradecidos contigo por habernos encomendado tal tarea —Decía una castaña de pelo corto la cual llevaba una armadura.

—Lo sabemos Lyra, pero sin ustedes jamás podríamos haberlo logrado, hoy es el día especial de todos ustedes, sientan orgullosos de eso- decía Luna a su hija.

—Y les prometemos que el regalo que les tenemos a cada uno lo valdrá, principalmente porque es algo que sabemos bien que cada uno de ustedes ha deseado por mucho tiempo —Decía Lori ganándose una mirada de alegría por parte de la mayoría, pero sobre todo de Lyra.

«Si por regalo te refieres a eso pues vaya regalo» Pensaba Lyle pues él sabía de antemano cuales serían sus regalos, principalmente el de Lyra, Lyle solo la veía con asco, en serio no podía comprender a su prima, aunque no era el único que la miraba de esta forma.

—Bueno llego la hora —Lincoln y sus hermanas se levantaron de sus asientos mientras se acercaban a los 10 presentes -los iremos presentando uno por uno.

Extendiendo su mano Lincoln invoco en el piso un círculo mágico abajo de los 10.

-el circulo los ira teletransportando cuando los mencionemos hacia que estén atentos, los vemos afuera —Lincoln solo invoco otro círculo mágico abajo de él y de sus hermanas para ser trasportados afuera.

—Bueno, que empiece el show —Lyle solo suspiro mientras se acomodaba su ropa y su arco.

Volviendo a fuera, el dúo de la zona exterior veía como en la entrada principal del castillo aparecían los reyes.

—Wow, ojala tuviera el poder mágico que ellos tienen, me serviría de mucho para viajar con mi papá —Decía Connor muy asombrado.

—No te culpo, la tele-trasportación es una de las habilidades mágicas más utilices —Decía Gordon mientras seguían viendo

— ¡Atención pueblo de Woods!- decía Lincoln en voz alta ganándose la atención del público—. ¡Hoy hace 2 años, se llevó a cabo la más grande de las victorias para nuestro reino y el de los elfos, pero no solo para nosotros, sino para el continente y para las razas del mundo, hoy hace 2 años se dio la caída de Rey Demonio y de sus fuerzas, y con ello el fin de la gran guerra!

Todos aplaudían y gritaban de emoción, Connor igual, Gordon solo se dedicaba a seguir.

— ¡Una guerra que duro mucho tiempo, pero gracias al sacrificio de todos aquellos que pelearon en esta guerra conseguimos la victoria y logramos recuperar la paz que hemos logrado mantener y hacer prosperar! —Todos seguían gritando con emoción—. ¡Lastimosamente los gobernantes del reino de los elfos no pudieron acompañarnos el día de hoy, pero eso no significa que su pueblo no pudiera venir en su representación!

Lincoln solo señalaba al lado derecho en donde se encontraban los elfos que habían venido.

— ¡Pero sobre todo, nada de esto se pudo haber logrado sin la participación de un grupo de valerosos guerreros que arriesgaron sus vidas con tal de terminar esta guerra y que hoy los hacen el honor una vez más de estar aquí para darles las gracias por lo que hicieron por nosotros! —Decía Lincoln mientras sus hermanas/esposas sonreían por lo dicho por su hermano/marido mientras que de otro lado en una zona exclusiva se encontraban las demás cónyuges del albino.

— ¡Y es por eso que una vez más quiero presentarles a estos guerreros que nos acompañan hoy! —Entendiendo su mano hizo aparecer un círculo mágico en frente de la multitud los cuales retrocedieron para que se pudiera hacer la invocación.

— ¡Para empezar primero esta una guerrera como ninguna otra, una que con solo su fuerza y voluntad logro arrasar con legiones de demonios sin parar: Marla - The Sealgair Deamhan! —Del círculo mágico apareció una chica de castaño que tenía una nariz algo larga la cual portaba una armadura ligera que cubría sus ropas, llevaba con ella un Hacha algo larga y tenía su rostro cubierto por una capucha que oculta una cicatriz la cual cerraba su hoja izquierdo.

— ¡La siguiente es una valiente joven que a pesar de haber tenido poco tiempo como soldado, demostró una gran determinación en la guerra y ahora ha obtenido el grado de Vice-Capitana de las primera división de las fuerzas del reino: Lina - La Campeona! —Ahora del círculo aparecía una chica de pelo rubio corto que vestía una armadura de caballero pero sin el casco, portaba una espada medio larga y un escudo de medio cuerpo con ella y por alguna razón llevaba una capa azul con ella que ondeaba con el viento.

«Nunca entenderé esa necesidad de algunos de llevar capa, solo provocaran que los maten más rápido por llevar esa cosa estorbosa» Pensé Gordon aunque a su lado Connor pensaba lo contrario el cual deseaba algún día tener una capa.

— ¡La siguiente es una de las personas más alegres que uno conocerá en su vida, pero que infunde miedo en sus oponentes, una chica que a su joven edad se ha convertido en una de las más grande hechiceras oscuras que ahí: Gloom - The Witch! —Del circulo ahora surgía una chica de pelo negro y un cuerpo voluptuoso la cual portaba el típico sombrero de hechicero, ropas elegantes que solo resaltaban su hermosa figura, todo era de color negro a excepción de su bastón de madera el cual tenía una gema morada la cual yacía en la parte de arriba del bastón.

Gordon solo seguía mirando a aquellas 3, el verlas le hacía recordar a las de su mundo, solo esperaba que estas no fueran tan estúpidas como sus versiones que él conoció.

— ¡Ahora les presentare esta vez a un dúo dinámico, un dúo que fue parte esencia de la caída del castillo del Rey Demonio y de sus generales, 2 archí-magos que se han dado a respetar en las artes mágicas: Reina y hermano menor Roberto - The Wizards! —Del circulo salieron ahora por personas pelinegras de piel morena, uno era una chica de lentes que tenía el pelo echado para atrás, vestía con una capucha y un vestido que le llegaba a las rodillas y tenía con ella un bastón similar al de Gloom, el otro era un chico un poco más chaparro que la chica, este tenía el típico sombrero solo que de color rojo, sus ropas eran algo elegantes pero este a diferencia de su hermana no tenía un bastón con él, el traía en su cintura un libro algo grande el cual tenía en símbolo de un átomo de colores muy similar al color que tenía en el cuello.

«Y allí están el dúo inseparable» Pensaba con sarcasmo Gordon al ver a ambos hermanos, hay estaban aquellos que dijeron en su momento ser sus amigos, los de él y los de Lemy, solo para que al final resultaran ser iguales a todos los demás.

— ¡Y ahora llego la hora de presentar a las personas de quien no podría estar más orgullosa! ¡Primero una chica con un conocimiento tan amplio que logro superar hasta científicos más listos del reino, una maestra en el arte de la transformación de la materia: Liby - La Alquimista! —Ahora entraba en escena una chica de pelo castaño algo claro y de una dentadura algo grande que vestía con una gabardina llamativa, portaba con ella un libro algo similar al de Roberto y llevaba puesto unos lentes algo grande pero que le quedaban bien.

— ¡La siguiente es una de nuestras mejores espías que durante un tiempo se mantuvo infiltrada con los demonios sin ser descubierta, y que nos brindó la información esencial para la victoria: Lupa - The Assassin! —Y como se había dicho del círculo aparecía una chica peliblanca no muy alta la cual tenía su boca cubierta por una máscara especial, llevaba con ella una capucha y ropas simples en las cuales llevaba varias armas punzo-cortantes.

— ¡Y ahora una guerrera de nacimiento, una joven que se convertido en una de las mejores peleadoras del reino y en una de las más grandes maestras de las artes marciales: Lacy - The Manach! —Y ahora una chica de cabello café-capuchino la cual vestía un traje de monje shaolin modificado para que se ajustara a su cuerpo mientras que sus brazos, manos, piernas y pies se encontraban envueltos en vendas.

«Y aquí tenemos ahora al tríos de zorras más grande que existe» En serio que hoy solo iba a estar recordando a las personas que lo jodieron en más de una ocasión, entre esas personas estaban las que decían ser las hermanas de Lemy las cuales también lo jodieron a él solo por haber sido amigo de Lemy, este trio fue un dolor de muelas hasta que convenció a Lemy de marcharse de Royal Woods, solo para que al final estas estúpidas junto con esos otros los estuviesen buscando con la excusa de que querían volver a verlos y enmendar todo, en serio le alegraba el haber ido, solo esperaba que estas no fueran tan estúpidas como las de su mundo.

— ¡Y ahora, ha llegado la hora de presentarles a los 2 principales protagonistas que dieron la batalla final contra el Rey Demonio, ella es la representante de todo lo justo y lo correcto, quien llego con su propio esfuerzo al rango de Paladín y de capitana de la fuerzas reales del reino, la guerrera más fuerte de Woods y la representante de la Sagrada Eucaristía: Lyra - La Princesa Guerrera! —Y del círculo apareció una mujer alta que vestía con una armadura pesada de cuerpo completo y mientras portaba una espada larga en su cintura, esta solo se retiró el casco dejando ver cabellera castaña corta ondear con el viento.

— ¡Y por último, aquel que venció al Rey Demonio dando el golpe final y poniendo fin al reinado del terror, aquel que lleva tanto la sangre humana como la elfa en su interior y su representante, quien es considerado como el arquero más rápido de todos y a quien considero como el hijo que jamás tuve, El Héroe más Fuerte de Todos, El Elegido: Lyle - The Guardian! —Y por último del círculo salió el mencionado, aquel chico rubio humano/elfo que vestía con sus ropas representativas de su hogar y portaba su arco y sus flechas con él.

Ante Gordon hay estaban, las personas que juro no volver a ver en su vida estaban hay de nuevo, aquellas que solo hicieron imposible la vida de Lemy y la suya, de Lyra no sabía que pedo, pero de Lyle, de ese bastardo ya no se esperaba nada.

Los 10 héroes solo se colocaron en una fila mientras se colocaban enfrente de sus reyes mientras estos los veían con orgullo.

— ¡Ustedes, hijos míos lograron lo impensable, y a pesar de que ya han pasado 2 años, jamás dejaremos de agradecerles lo que hicieron pues gracias a ellos es que hoy podemos vivir en paz! —Decía Lincoln con mucho orgullo en sus palabras.

—Maestro, ahora que lo recuerdo, que no se suponían que eran 12 miembros los que vencieron al Rey Demonio —Preguntaba Connor confundido.

—Shh, tu solo sigue mirando, no porque pero siento que algo va a suceder- Gordon solo expectante.

— ¡Y es por eso que como primer regalo por parte de mí y de mis esposas, es que les damos esto en su honor! —Chasqueando los dedos apareció un círculo mágico del cual surgió una gran estatua de oro puro en la cual se encontraban los 10 héroes en poses de pelee, estos por su parte miraban asombrados, Lyle miraba sorprendido pues debía de admitir que sí que era un buen regalo, aunque prefería que solo fuera una estatua de él.

— ¡Esto es solo una parte de nuestro agradecimiento y gracias ustedes podremos seguir creciendo más allá de nuestro reino! —Decía mientras sus esposas asentían, Lincoln solo mira a la multitud mientras alzaba sus brazos—. ¡QUE VIVAN LOS HÉROES QUE NOS HAN DADO LIBERTAD!

El público solo gritaba de emoción.

— ¡LARGA VIDA ELLOS, Y AL INICIO DE UNA NUEVA ERA! —Todos gritaban con alegría.

— ¡HOY PODEMOS VIVIR EN PAZ SABIENDO QUE SIEMPRE PODREMOS CONTAR CON ELLOS! ¡Y ES POR ESO QUE YO! ¡LINCOLN LOUD II, SOBERANO DE EL REINO DE WOODS! ¡HOY PROCLAMO QUE EL DÍA DE HOY A DADO INICIO UNA ERA NUEVA! ¡HOY PROCLAMO LA ENTRADA DE LA ERA DE LA PAZ! ¡HOY INICIA! ¡LA ERA DE LOS HÉROE-

Pero no termino de hablar, un proyectil a alta velocidad cayo desde el cielo justo en la estatua de oro destruyéndola por completo y generando una gran explosión de humo, Gordon vio esto con sorpresa al igual Connor, el público por su parte se iba reincorporando mientras veían con incredulidad como la estatua había sido destruida, varios soldados imperiales se colocaron en frente de la multitud para evitar que pasaran, los héroes quitándose el polvo de la cara y los padrazos pequeños escombros del suelo se acercaron a lo que cayo.

— ¿Pero qué rayos fue eso? —Preguntaba Roberto.

—No tengo idea —Decía su hermana.

— ¡Manténganse a distancia! —Lincoln iba bajando junto con sus hermanas pero verificar—. ¡Ustedes quédense atrás y protejan a la gente por cualquier cosa!

Estos obedecieron y retrocedieron para que los reyes vieran que era.

—Lisa, ¿Puedes identificar qué es?

—Voy a eso hermano —Lisa se acercó y ya con el polvo disuelto se pudo ver que era, se trataba de una especie de fragmento de piedra de color negro algo grande.

Lisa solo se acercó hasta estar frente a frente por lo que decidió colocar su mano en este.

анализ (análisis) —Un aura comenzó a rodear la mano de Lisa, esta estuvo unos segundos hasta que quito su mano y miro a sus hermanos con una cara de incredulidad—. Esto... es un fragmento de la torre.

Estos abrieron sus ojos con incredulidad.

— ¡Eso no puede ser, se supone que la torre estaba siendo protegida! —Decía una alterada Lori.

Gordon y Connor por su parte veían con asombro lo que está allí, pero había algo que no le gustaba a Gordon, este volteo su cabeza para arriba y no sabía el porqué, pero veía un punto negro en el cielo el cual se hacía más grande.

De golpe aquel fragmento comenzó a brillar de color azul iluminando el lugar, Lincoln solo invoco unos círculos mágicos a su alrededor al igual que sus hermanas, los héroes por su parte solo pusieron en posición de ataque.

"Se acabó"

Todos se quedaron estáticos, aquel fragmento había hablado.

"Los pilares han sido destruidos... El Gorosei ha sido vencido... La torre oscura ha caído... El Rey Mago, está muerto"

Esto último dejo sin aliento a los reyes, no podía ser cierto, eso era imposible, no había forma... o sí.

—Papá —Susurro Lincoln con una voz que se oía querer romperse.

"Ya vienen... Ya vienen... Ya vienen"

Por su lado Gordon se paró de golpe agarro a Connor de la mano y comenzó a jalarlo para irse.

— ¿Oye que sucede?-

—Tenemos que irnos de aquí hoy- decía Gordon de forma seria.

— ¿Pero porque? Esto se está poniendo int-

— ¡No hay tiempo para eso tenemos que irn-

— ¡Majestades cuidado! —Un soldado alerto a los reyes los cuales vieron como un segundo objeto más grande que el anterior volvía a caer en el mismo lugar, estos se quitaron rápidamente mientras veían como aquel objeto destrozaba el piso, Gordon al ver esto jalo con fuerza Connor y bajando del techo de donde estaban comenzó a correr en dirección a la zona pobre.

Mientras en el lugar del impacto, todos veían aquel objeto, era una especie de ataúd gigante, recubierto de espinas de metal muy grandes y en la parte de esta arriba había un cráneo de metal, todos se quedaron quietos por unos momentos, hasta que Lincoln decidió par un paso para ver que era, solo con moverse un gigantesco brazo rompió desde adentro aquel ataúd, dejando ver un gran brazo deforme, solo para que al final destrozara el resto del ataúd para dejar ver... bueno, nadie podía describir tan siquiera lo que estaban viendo, lo más cercano a lo que uno vería seria, una criatura Lovecraftiana.

Un ser varios brazos de diferentes tamaños, varios ojos y bocas que una vez afuera solo dio un grito devastador que ensordeció a casi todos.

—Pero que caraj-

— ¡Majestad! —Grito un soldado que quito a Lincoln el cual estaba a punto de ser golpeado por el gigantesco del monstruo, Lincoln al voltear a ver quién lo había salvado solo vio como aquel soldado había sido mandado a volar directo a una de las paredes del castillo, solo para como a la hora de impactar este solo mancho la pared con una gran cantidad de sangre mientras caía muerto.

— ¡Todos corran! —Gritaba Lincoln haciendo que todos comenzaran a huir del lugar, la criatura al ver esto se lanzó contra la gente pero fue detenido por una gran pared de tierra que había sido invocada por Lana.

— ¡Maldición debemos que ir-

Lori no pudo decir nada el ver como otra de esas tumbas había caída cerca y como de esta salía otra criatura similar.

Lincoln con incredulidad y miedo en sus ojos volteo a ver a arriba, solo para que su mirada cambiara a una de horror y sus ojos se pusieran como los de un cadáver al igual que su piel, muchas, cientos de tumbas iban cayendo del cielo en dirección a todo el reino, llenas de esas cosas que con un solo golpe podían reventar a una persona, Lincoln solo se congelo al ver lo que pasaba, hoy el día en el que daba inicio la era de los héroes... Sería el día en el que muerte llovería desde los cielo con un solo propósito... Exterminio.


Final del Cap.

Próximamente: Fin del Prologo.

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