Cap. 6 Logré encontrarte
Pov Tails
Bien, estábamos ambos en mi habitación uno frente al otro sentados en el suelo. ¿Por dónde empezar?, Estoy incómodo y nervioso, él se nota indiferente, sin duda se ve muy rudo...¿Porqué hice esto?...probablemente ahora valla a matarme.
- ¿Por qué me llamaste?, ¿Qué sabes de mi?.- Me preguntó con frialdad, su voz es ronca y es demaciado directo, su semblante es frío y su seño sigue fruncido...¿Será mejor dejarlo para después?...no, me niego; el tiene que ayudarme.
- Yo...Mi nombre es Miles, Miles Prower, puedes decirme Tails...como sea, tu...¿Tú eres un Cyborg?..
- ¿Qué quieres de mí?.
- No quiero que hagas algo por mi, en realidad...quisiera empezar con algunas preguntas.- Lo miré dudoso, ¿Realmente podrá ayudarme?.
- No sé quién eres, pero supongo que ya debes saber que es lo que soy...adelante, empieza.- Esperaba lo contrario, creo que puede resultar mejor.
- Bueno...primero, ¿Tú eres el tipo del hospital?...
- Si, lo soy.- Su mirada demostraba total seguridad y sinceridad, ¡Es genial!.
- ¿Enserio?, ¡Lo sabía!, Amigo eres genial, has salvado a tantos niños, ¡eres como un héroe!.- Me levanté entusiasmado.
- No lo soy...solo, me gusta poder ayudarles, ahora que me volví esto, puedo utilizarlo no solo en mí.- Lo que ahora es...
- A mí me parece algo maravilloso, desearía que todos tuvieran ese pensamiento...pero en sí...¿Existe alguíen mas aparte de tí?..- Se que Amelia es una de ellos, pero ¿No existen más personas?.
- Solo yo y una eriza, es todo lo que sé. ¿Por qué tanto interés?.- Me preguntó curioso, bueno si quiero que me ayude debe saber toda la verdad.
- Yo...creo que tú debes saber sobre las muertes cometidas, ¿Cierto?, Los asesinatos y todo eso...- Sentí un escalofrío en mi cuerpo, El erizo me miraba preocupado y con una mirada algo vacía.
- Lo sé, y se que esa eriza, una pelirosa...desconozco las razones por la cual mata a las familias, pero se que debo encontrarla.- Sabe que es Amelia.
- ¿Te has encontrado con ella antes?.
- Dos veces, la primera fue en el parque cerca de las montañas ahí fue cuando una luz nos cubrió a ambos y despues, bueno nos volvimos máquinas.- Amelía nunca me contó que había alguíen más.
- ¿Y la segunda?...
- La encontré en la escena de sangre, me disparó creyendo que era un integrante de la familia que asesinó, y cuando me levanté su expresión de sorpresa me hizo pensar que ni si quiera me recordaba.- Que horrible, ver aquella escena con tus propios ojos y vivirlo...
– Eso es terrible;...pero, me temo que conozco a esa persona.- Toda su atención se fijó en mí, tenía los ojos abiertos de la impresión, tal vez deba explicarle todo antes de que piense que soy cómplice.– Ella...era mi amiga...y se que lo que a echo estuvo fuera de lugar, ella se a vuelto diferente...por eso te llamé, se que yo no puedo detenerla, ni la policía, y solo pensé...¡que si ella cambió podía existir otra persona igual que puede detenerla!.
– Entiendo...yo, igual me e sentido diferente, ser una máquina te cambia la personalidad, en fin. Debes de estar consciente, de que si la encuentro podría matarla.- Sus palabras frías e inexpresivas me asombran, él a causado tantas buenas acciones en comparación de Amelía. ¿Cómo puede ser posible?...cualquiera creería que el es el asesino.
– Lo entiendo, además...se que ahora solo es una máquina. No me importa como la elimines, el punto es detenerla y si eso implica su muerte no te detendré.- Estoy seguro de que esta es la mejor opción y la única.
– De acuerdo, ahora. Necesito saber todo lo que sepas de ella, mi tecnología es aparentemente mejor que la de ella así que tendré mayor ventaja.- Convirtió su mano en una poderosa arma, y no se equivocaba, se veía aún más peligrosa y mejor que la que portaba mi amiga.
– ¡Guarda eso!, Mi madre podría entrar en cualquier momento.
– Tranquilízate, tu madre ya se fue, no la escucho dentro del departamento por lo tanto debe haberse ido.- lo miré dudoso, salí de mi cuarto para verificar y tiene toda la razón, debió de irse al trabajo.
– En ese caso,...déjame ayudarte...
– ¿Eh?, ¿Ayudarme en qué?.- Se levantó del suelo mirándome con confusión.
– Además de decirte todo lo que se de Amelía, quiero que me dejes ayudarte, dame tu número de teléfono, así podemos mantenernos comunicados.- saqué el celular de mi bolsillo esperándolo.
– Si amm...- Sacó un teléfono super pasado de moda, ¡¿Quién usa esos teléfono?!, Ni siquiera esa chatarra puede obtener mi Wifi gratis de la zona.
– ¿Enserio?, ¿Por qué no mejor utilizas tu comunicador central?.- Estando con Amelia aprendí varias cosas de su funcionamiento, o eso creo.
– ¿Comunicador central?...
– Por supuesto, es el que tienes implantado, solo necesitas escanear mi número. Así puedo comunicarme contigo desde una pequeña pantalla que aparezca frente a tus ojos. Eres como una computadora, ¿Has visto la película Iron-Man?, Cuando tiene su máscara y varias cosas aparecen a su alrededor, es algo así.- Quedó sorprendido, me preguntó, ¿No se conoce por completo?, De ser así, no estaría explicándole esto.
Después de un rato de enseñarle varias cosas, ayudarle a programar su sistema y comunicación, el logró obtener acceso a internet y ver las cosas como le expliqué. Me alegra avanzar. Le expliqué el comportamiento de Amelía, el lugar donde vivía, sus familiares, absolutamente todo.
– Se está haciendo tarde, debería irme pronto.- Se levantó del sofá acercándose a la puerta. Tiene razón está anocheciendo.
– Está bien, te veo mañana para practicar el modo de armas que tienes, estoy seguro que no sabes cómo usarlas.- Se giró a verme rápidamente.- ¿O me equivoco?.- Ascendió con la cabeza con algo de vergüenza, esto será complicado.
Salió del apartamento dejándome solo de nuevo, por ahora ya tengo a alguíen en quien confiar, se que Amelía no tendrá escapatoria.
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– ¡Estoy mejor que nunca!, Hija mía, no sabes cuánto me alegra que pueda permanecer con vida y a tu lado, ¡Es el mejor día de mi vida!.- El echidna abrazó a la eriza rosada, lloraba de la felicidad al recibir la noticia de que inexplicablemente, su cáncer desapareció y ahora estaba más sano que antes.
La eriza correspondio al abrazo, estaban en medio de la azotea de su nuevo departamento celebrando con una pequeña parrilla y carne cara. El dinero ya no era problema, podían tener todo tipo de lujos. No había nada de que preocuparse...ó eso era lo que la eriza creía.
Por dentro, sabía que lo que hizo estuvo mal, y lo hizo principalmente para calmar su enojo o por simple experimento. Cinismo era una de las palabras que la definían. Aparentar como si nada hubiera pasado y creer que podía vivir una vida de lujos sin molestia alguna.
El Echidna terminó la carne y la sirvió en dos porciones, comiendo así la suya. Se percató que la eriza no la había ni siquiera tocado, y sólamente se dedicaba a mirar el paisaje de la ciudad. ¿Qué le sucedía?, Si su comida favorita era la carne.
– Amelía, ¿no vas a comer?.- Le preguntó con preocupación, hace tiempo que no pasaba tiempo con ella, y desde hace dos días la había visto extraña, sin hambre..sin sed, ¿Algo le había pasado?, ó no le tenía confianza.
Eran preguntas que rondaban su cabeza, ¿por qué su hija no quería hablarle?.
– Papá...¿recuerdas al asesino?, El qué se dice que ha matado a muchas personas...- Quedó sorprendido, la pelirosa aún no lo volteaba a ver, pero podía escucharle perfectamente.
– Pero claro que sí, es solo un mounstro, no puedo creer que existan personas así.- Comió un poco más de carné, la eriza se sobresaltó un poco.
– Tu...¿Qué más piensas de él?..se dice que es joven, y que probablemente asista a una escuela..- Su voz sonaba nerviosa.
– Bueno, pienso que sus padres son unos imbéciles, ¿Qué clase de educación resivio para ser así?, ¿Qué les a echo aquella gente inocente?.- Le miró sin comprender el por qué de esta plática.
– Papá, ¿Qué harías si yo fuera el asesino?.- La pregunta lo dejo completamente en blanco, la eriza no tenía ni idea de lo que iba a decir su padre, ¿Qué pensaría de ella después?, Y sí, fue una estupidez preguntarle sobre esto pero necesitaba hablar, necesitaba sacar la confusión y el dolor de culpabilidad que sentía.
– Si tú fueras el asesino...me suicidaría contigo.- La respuesta le dejó sin aliento, ¿El hablaba enserio?. Sonaba completamente seguro, ella sabía que lo haría por qué no soportaría la presión de los medios, además de querer mantenerse con ella para siempre.
Le dolía..le dolía pensar en que su padre terminaría su vida solo por ella...
– ¿Por qué?...- Le preguntó ella mirándole a los ojos.
– Por qué jamás te dejaría cargar con todo el dolor, no te dejaría escapar sola, y aunque suene cobarde suicidarse para no cargar con la culpa y ser juzgado como debe ser... terminaría con mi vida cómo tu con la tuya, aunque suene egoísta.- Frío, serio, y totalmente seguro de sí, abrazo a su hija con fuerza. Pero, ¿por qué se preocupaba?, ¿Sólo era una pregunta cierto?...no es como si su hija fuera la asesina. Eso creía él.
– Me alegra escucharlo papá.- La eriza correspondio el abrazo, y sin que su padre lo notará, el brazo de la pelirosa se convirtió en un arma.
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¡Hasta pronto!~
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