🧧!! ' LIII
El perfume lascivo en la habitación llenó los sentidos de Jimin. Las paredes a su alrededor parecían encerrar con recelo los sonidos de su boca. Su cuerpo estaba caliente, casi hirviendo.
El camisón, puesto en un breve y rápido momento de descanso, apenas cubría su cuerpo desnudo, su plano pecho rozaba con la tela azul arrugada, causando más fervor en su amatividad ya desbordada. Sosteniéndose de los hombros de Jungkook pudo ser brevemente consciente del sudor en su piel. ¿Cómo evitarlo? Su cabello estaba húmedo y su flequillo estaba despeinado y pegado a su perlada frente.
Jungkook rodea con sus brazos su cintura mientras se empuja con deleite en el interior de Jimin. Las manos del alfa en su espalda hacían que su piel se erizara con cada toque posesivo del gama. Jimin aprieta sus muslos mientras Jungkook vuelve a empezar un vaivén rápido y feroz.
—¡Uh! —jadea cansado cuando las manos de Jungkook se deslizan a la curvatura de su trasero, imponiendo así el ritmo en el que quería que Jimin se desenvolviera sobre él.
La cama estaba desnuda, las sábanas y colchas yacían en el piso de la habitación de Jungkook.
Era de mañana, y el frio del invierno en Turquía era apenas perceptible en el calor de sus cuerpos juntos.
—Jimin... —Jungkook gruñe en su pecho, su miembro tenía un fácil acceso gracias a la lubricación que su semilla previa le ha permitido.
La voz de Jimin estaba ronca, cansada.
Pero Jungkook siempre lograba la forma de hacerla sonar.
Las embestidas no tardaron en llegar a su máximo punto, habían dejado la amabilidad en sus caricias y toques en el auto a la orilla del Marmara. Los violentos empujones hacían que la cadera de Jimin doliera más y el sonido del choque de sus cuerpos aumentó con cada jadeo que salía de sus bocas.
Las uñas de Jimin se entierran en el cabello negro y despeinado de Jungkook cuando siente otro orgasmo seco viniendo. El alfa retrocede y lo besa con rudeza cuando su semen se expande por una vez más en el interior de Jimin.
Jungkook sale renuente de él después de un segundo.
Sabía que el castaño no podía soportar otro de sus nudos, no si no estaba en celo.
Sus manos se envolvieron en un abrazo automático. El olor de su esencia natural, el sudor y el sexo eran ajenos para su olfato mientras recuperaban la respiración.
Jungkook pegó su oído al pecho de Jimin, donde su corazón recuperaba su compás normal.
—Kalp atışlarınız. [Tus latidos] —murmura bajo. Jimin abre los ojos con pesadez y fatiga, apenas capaz de oír a Jungkook. Si no fuera por la cercanía entre ellos habría tenido que acercarse más para escucharlo.
—Ne var? [¿Qué tienen?] —su garganta dolía, pero el tono dulce era perceptible en su voz tenue. Sus dedos se deslizaban pacientemente en caricias involuntarias para peinar el cabello de Jimin.
—Onları en harika ses olarak. [Lo encuentro deleitante].
Jimin da una ligera risa, Jungkook alza la cabeza y observa los ojos hinchados de Jimin, las lágrimas de placer y el poco sueño habían sido un factor mayoritario.
—¿Desde cuándo eres tan expresivo?
Jungkook vuelve a enterrar su cabeza en el pecho de Jimin, su respiración ya tranquila estaba en sintonía con la del castaño. Se sentía bien, en mucho tiempo por fin lo sentía real.
—Tengo que irme, hay muchas cosas que hacer en la galería —susurra Jimin manteniendo sus manos en el cabello de Jungkook.
—No hay necesidad de que vayas.
Jimin sonríe.
—Un centro de arte tan importante en el continente levantará a los medios si permanece un segundo día cerrado. Has estado en Canadá, también debes tener cosas que hacer aquí.
—Namjoon y Ángel pueden encargarse —el alfa lo carga y lo recuesta suavemente sobre la cama, una de sus manos viaja al cuello de Jimin, acariciando la marca que lo adorna—. Mi madre llamó esta mañana, quería verme, pero le dije que tendría un día ocupado, fue fácil suponer que la reunión entre los dos no fue bien.
El omega frunce el ceño y aparta la mirada. Por supuesto que Belma ya se ha quejado de su comportamiento.
—He decidido que no interferirá en el harem, la forma en que maneja los asuntos es... difícil de tolerar.
Sus ojos grises se levantan a ver la expresión de Jungkook, un sentimiento de duda le punza en el pecho.
El alfa cierra los ojos y asiente. No hay ningún cambio en su olor que denote un mal humor.
—Favorilerin siparişleri 30 yılı aşkın süredir büyük valide'de. [Las órdenes del favorito han estado sobre las de büyük valide desde hace treinta años] —Jungkook baja la mano, con claras intenciones de levantar la tela, una pequeña sonrisa se extiende en el rostro del alfa cuando Jimin lo detiene con una mirada de advertencia—. Ben bile kendimi hürrem'in isteklerini küçümseyerek buldum. [Incluso yo me he encontrado condescendiente a los deseos de hürrem].
Jimin abre los ojos pasmado. Escuchar el título de la boca de Jungkook causaba un efecto raro en él. Sin poder soportar la vergüenza que lo desborda no tiene más opción que apartar la mirada de los orbes del alfa.
De inmediato Jungkook sostiene su barbilla para girarlo e inclinarse para besarlo, una pasión exuberante se siente en cada toque profundo de sus labios. Los dedos de Jungkook se deslizan de su cintura a sus muslos causando cosquillas en Jimin.
El castaño detiene sus acciones cuando las manos de Jungkook se hunden cerca de sus glúteos, con un punto específico como meta.
—Basta —Jimin reprime los sonidos que se deslizan de su lengua cuando el alfa centra la atención de sus besos en su oreja y cuello. Jungkook levanta la cabeza.
—Duerme conmigo, mandaré a que muden tus pertenencias.
Jimim tiene que reprimir un quejido divertido.
—Está prohibido, nadie puede dormir permanentemente con el amir.
—Puedo cambiar las reglas si lo deseo.
—No sin permiso del Öğüt.
Jungkook tiene un brillo molesto en sus ojos ante la mención del consejo.
—Podría hacerlo.
—Eso traería una pelea interna.
—Puedo suprimirla.
—Estás haciendo planes de otra guerra de clanes sólo por un capricho de dormir conmigo, detente —Jimin lo empuja con suavidad, no había seriedad en su voz, lo encontraba divertido—. Con los omegas de las otras familia es más imposible aún.
—Ellos no se enterarán, no están aquí —Jungkook lo suelta y se extiende tranquilo en la cama. Jimin se incorpora rápidamente.
—¿Cómo?
—He mandado a mis hombres a acompañarlos a la ciudad. He notado el mal humor de tu lobo por su olor presente aquí, esto le permitirá un respiro —el tono de Jungkook había vuelto a ser inexpresivo y neutro. Jimin razona en silencio.
Con sus acompañantes y guardias personales concentrados a donde fueran los hatuns podría ser libre de una investigación más exhaustiva, Taehyung y Azra debían de tener algo ya.
Jungkook lo observa en silencio, Jimin también le devuelve la mirada con la misma intensidad. Sabía que el alfa tenía preguntas, tal vez también dudas inseguras.
Aún así no dijo nada más. Jimin entendió rápidamente la señal para cambiar de tema.
—En una situación frágil con las otras mafias es mejor dar un paso lento. Aparte... —el omega se peina distraídamente—, duermo con Jabir, se sentiría mal si lo apartara de repente.
Jungkook alza una ceja.
—¿Estás prefiriendo dormir con él?
Jimin ríe sonoramente. La expresión irritada de Jungkook parecía tan sincera para no hacerlo. Su lobo se sentía tan pleno en ese momento.
Jungkook se relaja de inmediato al ver el rostro feliz en el omega. Decide dejar el tema por ahora.
Tenía otro asunto que era más importante.
—Bangchan llegó hace unos días a Turquía.
Jimim borra su sonrisa de inmediato. Jungkook reprime el deseo de querer abrazarlo.
—Ha revisado tus estudios anteriores, pero necesita más para un resultado seguro —el alfa lo mira con sinceridad—. Sabes que no te obligaré a nada, pero tu salud es importante.
—No quiero otra confirmación de lo que mi cuerpo no es capaz de hacer —responde Jimin apartando los ojos.
—Te he dicho que no eres imperfecto, tu valor como omega no se encuentra en lo que es capaz de hacer o no.
El castaño presiona sus dientes contra su lengua.
—Es difícil despegarse del papel que se supone que tienes que cumplir. Sé que mi valor va más allá de mi capacidad para procrear, pero no puedo deconstruir toda una ideología sin previos cuestionamientos de mi funcionalidad en esta sociedad.
—No tienes que demostrar nada —afirma Jungkook con seguridad.
—Lo sé, sé que soy perfectamente funcional. Pero has vivido en un privilegio superior al mío, ser un alfa, no... un alfa gama te ha dado la oportunidad de no pensar las cosas por segunda vez cuando decides hacer o demostrar algo —Jimim se apresura a explicarse cuando ve el hundimiento en las cejas de Jungkook—. No me malinterpretes, pero realmente quiero llevar mi duelo pacientemente.
Jungkook recorre su lengua por sus colmillos en una acción de meditación. Sus hombros se relajan después de unos momentos, segundos en los que Jimin esperaba una contradicción a sus palabras. En cambio, y para su estupor, fue alzado en el aire en un movimiento que no pudo prever, Jungkook apretó el agarre en su cuerpo tranquilamente.
—Vamos, desayunemos. Te llevaré a la galería.
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El camino al centro de Estambul fue inesperadamente rápido, pero menos incómodo que el desayuno en el comedor principal.
Después de un baño ligeramente decente y rápido, Jungkook había pedido que llevaran un desayuno completo en el comedor central del palacete, donde las ventanas daban una maravillosa vista al jardín de las aves y los girasoles. A pesar de la gran extensión de la mesa de roble el alfa le condujo a sentarse en su lado derecho, y en el breve momento de una comida silenciosa Jimin pudo observar la divergencia en las expresiones de los sirvientes y cocineros en la habitación. Tenía el ligero recuerdo de las palabras de Kenia en su memoria para ese momento; Jungkook jamás había usado ese comedor, siempre comía en soledad en sus propias alas.
Afortunadamente la ola de chismes dentro del palacete estaba estrictamente prohibida, orden directa proclamada por Jungkook. Desde el incidente en la noche de presentación la insubordinación era castigada severamente.
Jimin había interferido en la sentencia de las dos cocineras que habían sido víctimas de una fuerza exterior que fue el núcleo del problema. Ellas le habían dado detalles que le serían de suma importancia en sus planes privados.
Además, ellas no habían sido culpables de la crisis que tuvo en esa noche lluviosa. Eran su gente después de todo.
—Pasaré por ti, llámame cuando termines —Jungkook murmura a su lado una vez que la camioneta se detiene enfrente de Sol Galerisi.
Jimin levanta una mano en forma de saludo cuando Mariam le saluda desde la entrada.
—No es necesario, termino mi trabajo antes que tú. Azra y Taehyung me llevarán a salvo Jimin voltea hacia atrás, donde otros autos le custodian—. Sé que también los mandarás a ellos.
—Tristán sustituirá a Azra hoy, puedo mandar a otro hombre si deseas también —responde el alfa mientras desliza un travieso cabello del castaño detrás de su oreja.
—¿Qué pasa con Azra? —un tono preocupado se filtra en la pregunta de Jimin. Jungkook da una mirada al frente, donde Taehyung endereza su espalda.
—Ha entrado en su rut, hürrem. Estará aquí mañana o el martes —dice Taehyung con un tacto tranquilo. Jimin alza las cejas sorprendido. Los alfas de la evetenían un entrenamiento estricto y severo, toda su alimentación y salud estaba controlada por especialistas de los hospitales que pertenecían a los Hasmet, su celo no era la excepción a ese sistema.
Namjoon le había explicado que la seguridad y guardia de la Roja era medicada con un supresor desarrollado por el área farmacéutica de la familia de Jungkook. La responsabilidad a su trabajo estaba sobre las necesidades naturales que pudieran tener y era por eso mismo que la ausencia era tan difícil en sus casos.
Por supuesto, una supresión prolongada era peligrosa, por lo que la liberación de sus instintos sólo estaban limitadas a tres o cuatro veces al año. Esa era una de las razones por la que el medicamento podría dejar de funcionar, pero era difícil que algo así pudiera pasarle a un alfa del calibre de Azra.
Sin embargo, también había la posibilidad de que el alfa de Azra haya encontrado un omega compatible con él, lo suficiente apto para que su lobo suprimiera los efectos de la droga.
Al pensar en eso Jimin no pudo evitar rememorar el día de ayer, cuando un olor floral se hizo presente en el cuerpo de Azra.
No pudo dar una profundidad mayor a ese pensamiento cuando el toque en su pierna lo trae de vuelta de su disociación breve.
—Aún así pasaré —vuelve a insistir Jungkook a su lado. Jimin tuerce sus labios contento; aceptara o rechazara, sabía que de todas formas Jungkook haría lo que quisiera.
—Te esperaré entonces.
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Azra se mueve con incomodidad en la cama, el sudor y la pegajosidad en su piel era molesta y la punta de su nariz estaba siendo irritada por el cabello cercano a ella. Una mano fría y pequeña se mueve a su mejilla.
-Czy Azra się obudził? [¿Has despertado, Azra?]
La mujer alza la cabeza y le da una sonrisa ligera. El alfa la observa y trae a su mente los únicos datos que tiene de anoche; donde la sorpresa de su celo le obligó a dejar la investigación personal encomendada por su hürrem.
Alista, tan disponible y amable como siempre, aceptó ayudarlo por segunda vez en lo que va del año.
ŽWybacz mi, czy byłam zbyt niegrzeczna ostatniej nocy? [Disculpame, ¿fui demasiado rudo anoche?]
La rubia se sonroja ligeramente y se incorpoгa sobre él. Azra ignora su desnudez; la perfecta forma de sus pechos y la palidez de la piel. Sólo puede poner atención al brillo dorado de su pelo.
—Wcale nie, świetnie się bawiłem. [En absoluto, la pasé muy bien] —Azra sigue el movimiento de sus manos en su pecho—. Ale twój telefon był nieoczekiwany, minęły zaledwie trzy miesiące od twojej ostatniej rutyny. Czy znalazłeś kogoś, kogo interesujesz, małą Moskwę? [Pero tu llamada fue imprevista, han pasado sólo tres meses de tu ultimo rut. ¿Has encontrado a alguien de tu interes pequeño Moscú?]
Polacas, tan hermosas como inteligentes.
Azra borra la sonrisa de su rostro y suspira con pesadez, su compañera nota el cambio en sus feromonas: preocupación.
—Vamos, te llevaré a tu apartamento.
Alista tuerce la boca, pero termina bajando de su regazo para empezar a vestirse. Azra la sigue y hace lo mismo, una vez que deje a la rubia en su departamento del centro se irá directamente a bañar al suyo.
Agradecía silenciosamente que Alista no fuera tan insistente como sus antiguas compañeras en querer conocer su casa, siempre optaba por llevarlas a la eve. A pesar de los cambios en el regimiento de su amir en la mafia, los bajás siempre eran de libertad limitada. Tal vez era por eso que sentía una ligera envidia de Taehyung y Yoongi, cuyo amor iba más allá de los prejuicios de ser una pareja de alfas en un país lleno de odio.
—¡Oh! Czy to nie Namjoon? Dawno go nie widziałem. [¡Oh! ¿Ese no es Namjoon? Hace mucho no lo veía] —exclama Alista a su lado una vez que pasan el área de entrenamiento y salud, llegando a la zona de los jardines cerca de la costa, donde se encontraba su amigo observando la extensión del mar salvaje de invierno—. ¿Qué le pasa? Desde aquí puedo oler sus pesadas feromonas.
Azra sigue su mirada, estudiando los ojos esmeraldas y el rostro casi nunca serio del moreno. Sonríe con amargura cuando comprende una vez más la razón de la melancolía que le llena.
—Vamos, si te ve aquí me matará.
Alista tuerce su boca una vez más y Azra no puede culparla por tener esa atracción y enamoramiento ligero hacia Namjoon. Era algo común.
Pero al igual que ella, el moreno sufría por algo que sus deseos profundos no podían obtener, el anhelo a algo que no era suyo podía ser algo terriblemente doloroso. Y era por eso mismo, que al dar una última mirada a su amigo perdido, no pudo reprimir la amargura de su lobo. Porque al igual que él, la pesadilla de una persona imposible le estaba empezando a atormentar.
¡Rezaba! Alá era el único que podría ayudarlo a aguantar el océano profundo en su interior. ¡El fuego que le consumía cada vez más!
Porque Alá y su lobo mismo sabían que no tenía tanto autocontrol como Namjoon.
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