Pasó un mes desde que Lisa y Rosé habían hablado y explicado cómo se sentían.

Sus hijos no se encontraban en casa, pues sus abuelos Park fueron por ellos para que pasaran unos días en su casa y después los llevarían con sus abuelos Manoban. Así que, en ese momento, solo se encontraba Lisa y Rosé, acostadas en la cama de la última.

Lisa tenía la cabeza recargada en el pecho de Park y la alfa se encontraba acariciando la cintura de la omega.

—Chaeng —llamó y escuchó un ruidito, así que siguió hablando:—, tenemos que planear la fiesta de RyuJin.

—Síp, de hecho te iba a preguntar si dijo sobre qué la quiere.

—De animales, pero sabes cómo es.

Conocían a RyuJin, ella cambiaba de parecer a cada momento.

—Le preguntamos esta semana que viene y así planeamos todo con tiempo.

La omega estuvo de acuerdo.

Se paró de la cama y salió del cuarto, la Australiana dedujo que fue a la cocina a tomar agua.

No pasaron ni dos minutos cuando la chica regresó, pero esta vez se subió al regazo de Rosé.

—Te quiero mucho, Rosie. —murmuró Manoban antes de inclinarse para empezar a dejar besos por todo el rostro de la mayor, finalizando con uno más largo en los labios.

—Yo también te quiero, omega. —le dio un pico suave.

Rosé no iba a mentir, ella había extrañado mucho los besos de Lisa, sus "te quiero" y verla ocupar su ropa después de hacer el amor.

Lisa se quedó viéndola a los ojos, como pensando algo. Sus propios orbes brillaron antes de inclinarse para besarla otra vez, ahora con mayor intensidad, la cual siguió subiendo sin parar.

Las manos de Rosé fueron a los muslos desnudos de Lisa, acariciándolos, adentró una de sus manos por debajo de aquella camisa que era suya.

Acarició aquella piel canela que hace no muchas horas había besado y saboreado a su gusto, dejando rastro de saliva.

Lisa soltó un jadeo cuando Rosé le mordió el labio.

La omega empezó a restregar su trasero contra el pene de la alfa.

—Rosie, hazme el amor. —pidió en un susurro.

La Tailandesa no lo tuvo que pedir dos veces. Rosé cumplió con su petición, después de prepararla adecuadamente se introdujo en la entrada apretada de Lisa y empezó a embestirla, cada vez aumentando más y más al ritmo de sus acelerados corazones.

La alfa se deleitaba con la vista: Lisa con su cabeza un poco inclina hacia atrás, sus ojos cerrados, sus bellos labios ahora rojizos entreabiertos por donde salían encantadores gemidos, con una mano cruzada por su abdomen y la otra reposando en su pecho.

Rosé sentía que sólo viendo a su maravillosa destinada podía alcanzar la cúspide del orgasmo.

Vio que su chica se cansaba, por lo que, tocó un par de veces sus piernas para que se detuviera. Ella se sentó en la cama pasando sus manos por detrás de la omega para apegarla a sí misma y que sus labios se juntarán. Lisa jadeó fuerte y apretó los hombros de la alfa cuando esta dio una nueva embestida.

Park sonrió con egocentrismo, volteó las posiciones y ahora Lisa estaba de pecho contra la cama, y con su ahora novia moviendo rítmicamente sus caderas contra ella, haciendo que ahogara gemidos contra las almohadas.

—Te amo muchísimo, mi omega. —gruñó Rosé.

—Te amo más, mi alfa.

Fueron sus declaraciones antes de que ambas se dejarán ir y quedarán unidas por el nudo.

FIN.

q c note el hecho que mientras editaba esto mi playlist puso into you de ariana grande teniendo yo AÑOS sin escuchar tal rolon. el destino sabe lo que quiere en los fanfics sjsjjsjs

¡Gracias por leer!