2. ¿Unirme a la armada?
Narra ________:
Fui con el chico castaño hasta una cafetería que había cerca de ahí pero no mucho después de haber ocultado el cuerpo del hombre y entre el chico y yo escribimos con su sangre en una de las paredes del callejón: “Esto gano por ser un violador”
Huimos de la escena del crimen sin dejar rastro y llegamos a la cafetería. Nos sentamos en la parte de afuera donde el sacó un tabaco. Lo miré asqueada pero el sólo me sonrió
-Que? No te gusta el tabaco?-
-Me da asco. El olor. No lo soporto- dije tapando mi nariz con una mano y con la otra abanicaba el aire.
-Pff no eres tan malota como pensaba-
-Fumar como una tarada no te hace una “malota”-
Bufo con enojo y tiró el tabaco a un lado. Para después dirigir su mirada hacia mi un tanto seductora. Y este idiota?
Llegaron el capuchino que pedí y el café expreso del chico.
-Asi que...¿Como te llamas?-
-Me llamo _______ ¿Tu?-
-Soy Tord, un placer lindura-
Me reí picarona ante su piropo. Empezamos a hablar un rato de nosotros. Me interesaba mucho saber de la armada así que ese fue el tema del que más hablamos.
-Eso suena tan sangriento....Me. Encanta- Dije con una sonrisa macabra y este sonrió igual que yo.
-Verdad que si? Es brutal! *Hizo una pausa* De verdad te interesa la armada?-
-Si... Mucho- dije haciendo la última palabra en una tonalidad grave
-Creo que en verdad tienes potencial para estar en la armada. Aceptan mujeres sabías?-
-De verdad!?-
-Seh... Tienes buenos reflejos y una actitud bueno... Tu me entiendes si quieres puedes unirte a la armada-
-Tienes que estar jodiendo Tord!! Gracias gracias gracias!- Le dije dando pequeños aplausos de felicidad. No, no era bipolar. Sólo que mi actitud era en verdad energética y optimista. Sin embargo normalmente oculto ese lado violento de mi.
-Heh, si. Te paso a buscar mañana para que vengas conmigo-
-Si...Me pasas a busc- MIERDA KATE!!-
-Quien?-
-Kate, mi amiga, la tenía que ir a buscar!- Dije tomando el último sorbo de mi capuchino y levantándose bruscamente de la mesa- Tengo que irme. Nos vemos Tord!-
-Adios _______!- Grito Tord desde la mesa.
Increíblemente, nunca había sido tan abierta con alguien que acababa de conocer. Pero Tord...Se veía alguien interesante. Hablamos todo tipo de cosas, desde infancia, delitos, y en fin la armada. Menciono a unos chicos a quienes los llama “Viejos amigos”. Vivían juntos y tenían todo tipo de aventuras cuando el estaba allá. Pude notar que la manera en la cual hablaba era un tanto nostálgica. Se vé que fue una amistad de varios años.
Llegue a casa de Kate la cual estaba afuera caminando de lado a lado furiosa. Al verme no dudó en agarrarme de la sudadera y sacudirme con enojo.
-________!!! DONDE HAS ESTADO!!! TENGO MAS DE MEDIA HORA ESPERAN-.....-
Kate guardó silencio al notar que mi sudadera estaba cubierta con sangre. Las personas en la cafetería por suerte pensaron que era parte del diseño del abrigo. Pero Kate sabía muy bien, que esa era mi típica sudadera blanca.
-Q-que...hiciste?- preguntó nerviosa
-Meh, tenias razón. La calle esta bien peligrosa-
-Dime que hiciste _______!!!!!!- gritó alterada
-Yo eh...Un hombre trató de violarme-
-Y lo...Apuñalaste?-
-Si?- dije como si no fuera nada
-_______!!! TE VENDRAN A BUSCAR POR ASESINATO!!-
-1ro El me iba a violar, 2do Oculté el cuerpo sin dejar evidencia, Y 3ro estoy en la armada~ no me pueden meter presa- Dije contando con los dedos
-Si pueden y COMO QUE LA ARMADA?!-
-Conocí a un chico llamado Tord el cual me ayudó con el cadáver y me ofreció lugar en la armada-
-Ok ok.... Ahora si estoy muy confundida-
-Ven te explico...-
Nuestros planes de salir se habían cancelado debido a lo tarde que llegue. Me pasé el resto de la tarde explicando a Kate todo lo que había pasado. Kate se asombró la confianza instantánea que tuve con Tord cuando a penas lo conocía. En la noche regresé a mi casa. Al llegar recibí un mensaje de Tord con quién compartí mi teléfono, diciendo que me vendría a buscar mañana temprano para ir a la armada. Mencionó algo acerca de una prueba pero pff seguro no es gran cosa.
A la mañana siguiente me despertó el sonido de una trompeta con la melodía que usan los militares para levantarse. Confundida y un tanto enojada, me asomé a la ventana y era Tord, quien me sonreía de manera burlona
-Bueno días soldado!! Hora de levantarse!-
Mi enojo se fue al oír la palabra “soldado”. Verdad!! Hoy sería mi primer día en la armada!
-Bajo en unos minutos me tengo que alistar!- dije desde mi ventana y me fui a bañar, para luego vestirme. Bajé con emoción para encontrarme con Tord quien sorprendido me pregunta:
-Tan rápido? No te has siquiera desayunado?-
-Nope, pero no necesito eso supongo-
-Estas jodiendo verdad? El desayuno la comida más importante del día. Además, los soldados necesitamos energía para trabajar- Hizo una pausa y continuó- Te invito un desayuno.
-Demasiado generoso diría yo para apenas ser una conocida no crees?-
-Supongo que eres afortunada pues- Dijo en un tono grave
-seh, supongo que lo soy...vamos?-
-Despues de ti-
Me dijo haciendo un gesto de “Caballero” y nos subimos en su carro. Esta vez fuimos a un restaurante diferente no tal elegante como el de la última vez pero a mi esas cosas no me importaban. Sólo quería comer. Tord tenía su uniforme militar de la armada. Ya podía verme a mi misma en ese uniforme, aunque había algo raro en el uniforme. ¿En que rango está? No me atreví a preguntarle en el momento por tanto solo hablamos de nosotros mientras comíamos.
Al salir nos dirigimos a donde se encontraba la armada. Por mientras, en el carro hablamos de cuando Tord fue al infierno como turista.
-JAJAJA ¿DE VERDAD VISITASTE EL INFIERNO? Eso suena TAAAN cooool!!!- Dije impresionada ante lo que el castaño me decía.
-Si! Era una vista genial. También visitamos nuestros infiernos personales-
-¿Cuales eran los tuyos?- Pregunté aguantando mi risa pero el sólo se quedó mirando a la nada al recordarle su infierno. Traumatizado, perdió por un momento el control del carro y casi nos caemos de un risco.
-TORD CUIDADO-
Por suerte despertó de su transe y logró desviar el carro y seguir la ruta. La verdad, la armada se encontraba bastante alejada de la cuidad. Como era mi primer día, no sabía si me aceptarían por tanto no me precipité en traer todas mis cosas, ya que sabía muy bien que si me aceptaban, tendría que literalmente mudarme.
Miré a Tord preocupada y de pronto me miró. Increíblemente mirarme hizo que su cara de angustia cambiara a una mas calmada.
-Odio con mi alma la maldita canción de “Sunshine Lolipops”- Continuó diciendo.-En mi infierno personal la canción no para de sonar no importara lo que hiciera-
-Tu infierno es una canción alegre?- dije en un todo serio para después de una pausa reír como loca. Tord se encogió de hombros mostesto y continuó concentrado en manejar. Enventualmente llegamos a nuestro destino.
Nos bajamos del carro y me quedé admirando aquel lugar. Paralizada con ojos brillantes.
-Vamos _______ no hay tiempo que perder- Dijo Tord sacandome de mis pensamientos.
-Si señor!- dije imitando a un soldado a lo que el rió.
Entramos y parecía un sueño. Bueno, el sueño de una psicópata.
Personas usando armas, practicando peleas, cargando cosas pesadas.... simplemente, hermoso.
De pronto, Tord caminó unos pasos por delante de mí y se puso en posición de descanso (Piernas ligeramente separadas y manos en la espalda). ¿Que hacia? Me pregunté
-¡ATENCION!- Gritó Tord al campamento entero. Al oír su llamado todos dejaron lo que hacían para comenzar a formarse en filas y columnas.
Espera...que?
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