[Bailemos toda la noche]

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Ambos adolescentes se encontraban en casa del peliturquesa, al parecer se habían quedado solos tras la noticia de que el padre del menor debía salir esa noche por asuntos de su nuevo "trabajo", aunque el moreno sabía que sólo se iba al bar de siempre, seguramente con algunos colegas. Estaban en la habitación del joven, compartiendo algunas risas mientras comían algunas frituras para matar el tiempo. Estaban un tanto aburridos, hasta que el pelimorado decidió poner algo de música, pero al estar su móvil descargado, Bon decidió poner las suyas. Se pasaron casi toda la noche bailando aquellas canciones. Pero justo llegó un momento en el que salió una de las canciones compuestas por el peliturquesa, resultando ser una perfecta para un baile lento. Tal vez sería del sueño, pero al ver al moreno haciendo una reverencia hacia él con una mano mostrada, como si fuera un príncipe pidiéndole bailar, no evitó sonreír sonrojado tomando esa mano, dejándose llevar por los movimientos del contrario. Su voz retumbando en sus oídos mientras tenía su mirada clavada en aquellas esmeraldas brillantes, viendo que movía sus labios como si estuviera igualmente cantando. Llegando al final, no supo por qué, pero sus manos pegadas a las mejillas del peliturquesa hicieron el trabajo de acercarlo a su rostro, acabando por juntar sus labios en un pequeño, torpe y lento beso. Bon no se negó, y sonrojado hasta las orejas, correspondió a toque abrazándolo por la cintura.

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Día 20: Bailando ✅