Capítulo 1 - La manada

          Los cuatro cachorros al fin sueltan el seno de su madre, ya satisfechos y contentos se acuestan a reposar.

          La madre loba Daila agotada fue a comer de la presa que le trajo el macho alfa y padre de los pequeños lobeznos.

          Ya hace mucho tiempo que la manada no come ciervo pero antes de empezar a comer deben esperar que la madre loba pueda llenarse para que luego el resto de la manada comiera.

          Belisa es la más grande de los lobeznos de color gris con un poco de anaranjado ella es incluso más grande que sus hermanos, Cándido es un cachorro tan tímido como comelón es el más pequeño de la camada, es casi todo anaranjado, Nerón es el que está destinado a ser el nuevo macho alfa su pelaje es grueso y oscuro, por ultima y no menos importante Coralia la más tierna y tranquila. Son los integrantes de esta pequeña camada.

          No es la primera camada de la madre loba Daila sus dos anteriores camadas eran de seis y siete cachorros pero tristemente la última no pudo sobrevivir al frío y el hambre y esta vez tuvo menos cachorritos que antes es como si la naturaleza se adaptara a las condiciones.

          El pequeño lobezno Nerón despierta por un ruido fuera de la cueva, pero una ya satisfecha madre y sus hermanos aún duermen plácidamente dentro de la cueva. Los sentidos de Nerón están un poco más desarrollados que los de sus hermanos.

          El lobito curioso e inocente sale poco a poco de forma sigilosa de la cueva con la intensión de conocer lo que ocurre a su alrededor.

          La luz de la luna llena se ve más grande que el resto de los días se puede sentir el ambiente húmedo y frío aunque hace ya bastante tiempo que no llueve. El frío no es problema porque al lobezno ya tiene suficiente pelaje como para resistirlo. La manada no está cerca de la cueva lo que es extraño porque a pesar que el padre de la camada es el macho alfa Churchill la crianza de los lobeznos se la reparten entre todos los miembros de la manada porque estos cachorros serán el futuro.

          Arbustos a lo lejos se agitan quizás por el viento o como si un animal se estuviese moviendo detrás de ellos, el lobezno se acerca olfateando moviendo pata tras pata sigilosamente con la intención de cazar algo, camina sigilosamente hasta llegar justo al frente de aquellos arbustos — ¿Hay alguien allí? —pregunta pero no escucha respuesta alguna así que el cachorro prosigue a investigar, sin notar que se aleja de la pequeña cueva.

          Quejidos se escuchan cerca y también un olor que el cachorro ya olfateó antes, ese olor de cuando la manada trae algo de comer, ese olor cada vez se mete más a su pequeña nariz. Ese olor es el olor a sangre, a muerte, a un animal herido. Y cuando al fin Nerón ve de donde provienen los quejidos y el olor no se inmuta.

          —¿Estás bien? —pregunta el cachorrito curioso a otro lobo que él no conoce, el lobo está tirado bajo la luz de la luna sobre un arbusto, su respiración está muy agitada quizás le queda poco tiempo de vida.

          —Vete de aquí pequeño cachorro —chilla el lobo viejo pero al pequeño Nerón no le importa y sigue acercándose.

          —¿Qué tienes, estás comiendo? —La camada de lobeznos no conocen la muerte aún. Por eso Nerón solo asocia el olor de la sangre a comida.

          —Te dije… —gruñe aquél lobo pero con menos fuerza casi tartamudea entre gruñidos —. Te dije que te fueras —Esto sobresalta al pequeño lobezno que se echa para atrás.

          Aunque el lobezno es muy inocente se da cuenta que algo no está bien. Percibe que el viejo lobo está muy cansado y sediento lo que es muy común en esta época porque el bosque pasa por una pequeña sequía, Nerón lo sabe porque él ya ha sentido sed muchas veces en su corta vida —Volveré  —dice el cachorro entusiasmado mientras se aleja a buscar algo.

          Como puede Nerón arrastra con cuidado con sus pequeños dientecitos lo que antes era el caparazón de una tortuga, En el caparazón le lleva un poco de agua que consiguió en un pequeño riachuelo que está cerca aunque derrama la mitad mientras arrastra el caparazón aun así por suerte es lo suficientemente grande como para que el gran lobo pueda beber lo necesario.

          El viejo lobo es orgulloso y terco su pelaje es muy oscuro, está sucio y algo ensangrentado. Aun así bebe del agua que le trajo el pequeño Nerón.

          —¿Cuál es tu nombre? —pregunta el cachorro que está alegre porque siente que está ayudando.

          —Eres un total fastidio —expresa todo amargado y adolorido aquél viejo lobo.

          —¿Por qué no te mueves?  —insiste preguntando el pequeño Nerón.

          —Grrr —le pela los dientes el viejo lobo, Nerón salta hacia atrás asustado está impresionado que a pesar de que el viejo lobo está tirado en el suelo y muy herido parece más grande y fuerte que su propio padre, es un lobo gigante.

          —¿Quieres un poco de comida? —pregunta el lobezno y el viejo lobo mueve sus orejas ilusionado, tiene mucho tiempo sin comer.

          El pequeño lobito aún no sabe cazar pero si sabe algunas bayas que su madre Daila le enseñó. Por lo que corre rápido y encuentra una pequeña ramita llena de moras que lleva al viejo lobo que se come sin protesta alguna, está hambriento.

          —¿No tienes más? —pregunta el viejo lobo que aun sigue hambriento y débil.

          —Es todo lo que conseguí —El cachorro se siente triste de no obtener el agradecimiento de aquél viejo lobo —. Pero si quieres busco más.

          —Tranquilo, igual estoy acostumbrado a comer poco, ya debo irme —dice el lobo que se levanta adolorido y empieza a caminar con gran esfuerzo alejándose lentamente pero no se va a marchar así de fácil. Un aullido del lobo alfa se escucha, Churchill está acercándose este aullido expresa que la manada se está organizando.

          Pronto los lobos comandados por Churchill rodean al lobo herido, todos le gruñen al verlo pero el viejo lobo no se asusta.

          —¿Qué haces acá viejo Dawn? —gruñe el alfa Churchill, detrás de él están los cinco lobos más fuertes de la manada.

          —Cálmate ya me iba —dice Dawn para luego caminar cojeando de una de sus patas buscando una salida entre los cinco lobos pero ninguno da un paso atrás para dejarlo salir —. Bueno, me voy si me dejan.

          La manada no se percata de que el pequeño Nerón está allí aguardando en un lado y piensan en atacar al viejo lobo.

          —Papi, papi —ladra con chillidos Nerón mientras se acerca a su padre Churchill que está concentrado observando al viejo lobo Dawn de una forma amenazante.

          —¿Nerón qué haces acá? —pregunta Churchill airado. La manada detiene el ataque porque el pequeño cachorro está en ese lugar muy cerca del gigante lobo que es más grande que cualquiera de la manada.

          —No le haré nada a tu cachorro —dice Dawn con un tono algo sarcástico —. Solo deja salir a este viejo herido —Se hace la víctima Dawn.

          —Auuuuuu —aúlla Churchill una última vez y como un comando la manada deja de estar en modo de ataque —. No te quiero ver más acá, ya no puedes estar acá, lo sabes viejo Dawn —El líder de la manada expresa su autoridad a pesar de que el viejo Dawn casi le dobla en tamaño —. No esperes más, ¡vete!

          —No volveré, tuve problemas con un oso y creí que moriría, pero tu pequeño cachorro me ayudó —dice el viejo Dawn mientras le da la espalda a la manada y se aleja poco a poco perdiéndose en la noche.

          —¿Papi el viejo Dawn no se puede quedar? —pregunta Nerón. No entiende porque el viejo Dawn no puede estar con ellos si es otro lobo.

          —¡Vete de acá! —le ladra Churchill a su hijo que brinca del susto y sale corriendo hacia la cueva donde están su madre y sus hermanos.

          Al viejo Dawn le permiten irse y no lo siguen. Nerón se halla intrigado, le cuesta imaginar un lobo que está solo.

          Su madre Daila ya había despertado y notó que Nerón se había ido de la cueva, lo encontró mientras él volvía por esto lo toma con una pequeña mordida en el cuello y lo lleva a dormir sin decir palabra alguna se siente decepcionada por la desobediencia de su hijo.

          No es la primera vez que sus padres lo regañan por escaparse de noche pero sí la primera vez que ve algo que él considera nuevo y entretenido.
Entre pensamientos Nerón se queda dormido y mientras duerme en sus sueños ve cosas nuevas, en el sueño se ve explorando. Incluso sin conocer cómo son los osos se los imagina como bestias muy grandes y peludas, con grandes hocicos y pezuñas.

          —¡Ayyyy! —chilla el pequeño lobezno Nerón porque su hermana Belisa le muerde la oreja —. ¿Qué estás haciendo Belisa? Eso me ha dolido.

          —Levántate llorón —dice su hermana mientras sus otros hermanos juguetean y  corretean.

          —Ouahh —Nerón abre su hocico de par en par con un gran bostezo. Tarda algo en levantarse porque tiene mucha flojera pero consigue hacerlo, él también quiere jugar con sus hermanos.

          Nerón estira sus patas para poder despertarse y empieza a buscar a su hermana Belisa que junto a sus hermanos lo dejan atrás pero sin embargo Nerón puede oler el camino por donde ellos acaban de pasar y decide seguir su rastro, Belisa y sus hermanos no están tan lejos, ellos se fueron con el resto de la manada, todos salieron de la cueva y llegaron a un pequeño riachuelo, allí se encuentra toda la manada pronto Nerón se reúne corriendo con sus hermanos.

          El clima ya no está tan frío como la noche anterior pero todavía se puede oler la humedad en el aire una señal de que quizás la sequía ya va a terminar, los lobos machos están alrededor del riachuelo como siempre atentos a cualquier amenaza.

          One es el lobo más fuerte de la manada pero no tan listo ni veloz como el alfa, le gusta jugar con los cachorros, uno de sus juegos favoritos son los combates. A Nerón le cae muy bien porque tiene una personalidad juguetona.

          Deux es el más veloz de la manada y también es el explorador por eso tiene esa personalidad de lejanía con los otros de la manada aún así siempre cuenta historias sobre lo que vive en sus exploraciones, historias que los lobeznos disfrutan.

          Drei es el más gruñón, protector y angustiado por el bienestar de la manada.

          A Tsuno por su parte le encanta dormir y es el más flojo pero cuando su alfa hace el llamado siempre está allí para ayudar.

          Quinque es el estratega y pata derecha de Churchill, él es el segundo al mando.

          Son los cinco machos más fuertes de la manada.

          Los cachorros empiezan a jugar y saltar sin detenerse, hacen pequeños ladridos.

          —Papi, papi escucha como aúllo —chilla Coralia —. Auuuuuuuuu... auu guau —El resto de la manada ríe ante tal chillido tan bobo, aunque a Churchill le parece tierno.

          Todos siguen riendo y una de las cuatro hembras, Ollirama toma del pellejo del cuello a Coralia, a pesar de no ser su madre, tiene ese vínculo que todos en la manada tienen con los cachorros, todos ayudan en la crianza de los lobeznos.

          —Debes hacerlo así Coralia —le dice la ya experimentada loba a Coralia y aúlla de una forma mucho más clara, prominente y con una posición mucho más firme apoyándose en su pata delantera derecha.

          Los otros tres lobeznos luchan entre sí con saltos sin sentido que no llevan a ningún lado.

          —A ver, a ver… yo les enseño —ladra One para que se detengan, está emocionado incluso parece un lobezno más.

          —Cálmate One recuerda que son solo cachorros —le explica el alfa.

          Ollirama lame repetidamente el pelaje de la tierna Coralia y ya está toda babeada.

          —Suéltame Olli, yo también quiero luchar —dice Coralia y hace sonreír a toda la manada nuevamente con su ternura.

          —Vamos hagan un circulo a mi alrededor —dice One con gruñidos gruesos para que los jóvenes lobeznos le presten atención, los lobos al escucharlo dejan de pelear como tontos y le prestan atención obedientes.

          —Vamos, vamos hermanos vengan —dice Nerón que corre al frente de One y los otros cachorros lo siguen.

          —¿Luego de esto podemos comer? —pregunta Cándido, su estómago lleva un buen rato pidiéndole comida gruñendo.

          —Silencio —ladra One —. Esta será su primera lucha y quiero que presten atención porque lo que aprendan hoy les será útil para toda la vida.

          —Yo puedo vencer a cualquiera, porque soy el más rápido —dice Nerón.

          —Jajaja ese título le pertenece a Deux —dice One se ríe y mira a Deux que también empieza a reírse.

          —¿Mi papi no es más rápido que él? —pregunta el gordito Cándido.

          —No del todo —ríe el entrenador —. Cada quien es veloz a su forma o eso decía mi padre, pero ¡Ya! Eso es una historia que les contaré luego por ahora quiero que se agrupen. Cándido, tú lucharás contra Nerón y tú Belisa con Coralia.

          Coralia está asustada, ella prefiere luchar contra alguno de sus hermanos ya que su hermana es la más grande de todos a pesar de que todos tienen la misma edad.

          —Bueno, ¡empiecen! —aúlla  One.

          Ambas luchas ocurren al mismo tiempo por una parte Nerón se levanta en sus dos patas traseras y con sus patas delantera golpea a un desequilibrado Cándido que intenta morder las patas de su hermano para que deje de golpearlo pero sin lograrlo.

          —¡Oye! Déjame eso duele —chilla Cándido mientras sigue intentando morder las patas de su hermano pero aún sin poder lograrlo retrocede.

          —Vamos, continúen —ladra One —. No se detengan hasta que uno de los dos se rinda.

          Cándido intenta detener los ataques de las patas de su hermano una y otra vez hasta que logra morder una de sus patas y tumbarlo Nerón se levanta enseguida y le da pequeños mordiscos en sus patas delanteras con su mandíbula lo jala hasta hacerlo caer. Ahora ambos en el suelo Cándido empiezan a usar su peso para contrarrestar ya que él es más grande que Nerón…

          En un momento de distracción, Nerón ve a sus hermanas pelear y nota que su hermana Belisa revuelca literalmente en la tierna a Coralia jalándola de la cola con sus dientes, Cándido aprovecha esta distracción para colocarse encima de Nerón. El pequeño cachorro ya no puede moverse.

          —Estás muy gordo, quítate… —dice Nerón y Cándido se ríe maliciosamente —. Deja de reírte y quítate de encima de mí.

          Pero Cándido no pudo mantener la ventaja por más tiempo, Nerón con todas sus fuerzas le da vuelta a su hermano en la tierra y esta vez queda encima de Cándido.

          —No, no, no… déjame —chilla Cándido.

          —¡Silencio, has sido derrotado por el poderoso Nerón el cachorro más fuerte! —aúlla Nerón y empuja a su hermano a aquél riachuelo. Cándido inmediatamente sale todo mojado y enojado.

          —Jajaja —ríe One —. Por fin te diste un baño gordito.

          —¡Cállate fortachón! —El pequeño gordito está enojado —. ¿Ya me puedo ir a comer? —pregunta y todo su enojo desaparece cuando One el fortachón le asiente, ya feliz Cándido sale corriendo todo mojado hacia su madre a saciar su hambre.

          —Eres muy mala Belisa —chilla de dolor Coralia.

          —Es un combate hermanita todo se vale jajaja —responde Belisa riendo y con cara maliciosa.

          Coralia queda con la cola adolorida y se fue chillando lastimada con su madre en medio del combate. Era hora de otro combate entre los vencedores, Nerón y su hermana Belisa.

          Una vez más empieza el combate y nuevamente Nerón se pone en dos patas y la manada mira asombrada tan peculiar forma de pelear pero Belisa no parece sorprenderse ya que siempre que lucha con su hermano el toma esta posición y sabe perfectamente su debilidad.

          —¿Hermanito eso es todo lo que tienes? —dice Belisa y al instante se balancea encima de Nerón atacándolo directamente al pecho, lo que hace que Nerón pierda el equilibrio y se caiga hacia atrás.

          Nerón está molesto por las burlas de su hermana pero no puede hacer nada para evitarlas, a pesar de que Belisa es más grande sigue siendo más rápida que su hermano entonces todos los movimientos de ataques con las patas que hace Nerón son esquivados.

          ¿Un lobo que lucha con sus patas? Es algo que la manada nunca antes vio. En cambio Belisa da unas grandes mordidas hacia el pelaje de su hermano para luego lanzarlo lejos. Aun así Nerón sigue insistiendo en atacarla de la misma forma vuelve a ponerse sobre sus dos patas pero esta vez le salta encima con todas sus fuerzas. Las patas de Nerón en ese momento no están en el suelo.

          Lastimosamente Belisa es más rápida y esquiva el ataque de Nerón que se va rodando de pies a cabeza a aquél río, llenándose de tierra para luego caer en el riachuelo como le pasó a su hermano hace unos minutos.

          Los lobos de la manada sobre todo el alfa están muy contentos por como la nueva camada se prepara tan bien, En ese momento Churchill piensa que ellos podrán llevar a la manada a lo que era antes. Quizás ellos los sacarán de esta miseria y hambruna que sufren.
Belisa callada se va con su madre y un Nerón mojado se ríe a pesar de que perdió.

          —Jajajaja, fue divertido, ¿cierto Fortachón? —chilla un mojado y lleno de barro Nerón.

          —Sí, fue divertido, creo que tenemos hablar de cómo te pones en dos patas.

          —¿Está mal? —pregunta curioso Nerón.

          —No, no lo está. Tranquilo, ve a que te bañen —responde One que está bastante alegre y emocionado de que los cachorros sean tan buenos en la lucha. No puede evitar dar un gran brinco de alegría algo que no es muy común en un lobo.

          La madre Daila agarra a Coralia por el pellejo de su cuello y la lleva a la cueva para luego regresar y buscar a Cándido.

          Un sonido extraño que no todos los lobos conocen se escucha acercándose. Los lobos de la manada siempre están alertas porque el lugar donde se encuentran no es su habitad y siempre donde hay agua hay animales cerca. Y se trata de la peor noticia para los lobos, resultan ser los peores animales que pueden imaginarse.

          Una pareja de Grandes Osos Pardos se acerca y los lobos se sienten como en una emboscada solo tienen una salida tienen que retroceder pero los osos saben que tienen cachorros y por defender su territorio van hacia ellos porque notan que son los más débiles de la manada.

          —¿Qué hacen en este lugar? —ruge el oso macho con un tono grueso.

          Los lobos se alarman y se ponen a la defensiva uno de esos osos es el que hirió a el viejo Dawn. El alfa da las órdenes con aullidos para que todos tomen sus posiciones, Nerón y Belisa ven asombrados a tan gigantes bestias cubiertas de un gran pelaje marrón, dientes grandes y patas gigantescas. Son más grandes y peludos de cómo Nerón los imaginó.

          El oso macho está parado en sus patas traseras estos osos ahora están decididos a atacar a los dos cachorros que se encuentran en el centro.

          —¡Corran! —ladran los lobos machos de la manada que se acercan corriendo.

          Las lobas que están cerca de los cachorros son las tres hembras de la manada pero One está aún más cerca de ellos. Los osos están a unos pasos de los lobeznos así que One se balancea hacia adelante sin pensar en las consecuencias y empieza a atacar a aquella osa que está más cerca que el oso, se posa en su espalda y empieza a morderla, la osa intenta zafarse de él, One puede frenarla por un instante de tiempo en el que Luza una de las lobas aprovecha para tomar a Nerón por el cuello de manera brusca y se lo lleva encaminada hacia la cueva, al tomarlo del cuello Nerón chilla quejándose para luego quedar inconsciente, Edrev otra loba de la manada toma por el cuello a una gruñona Belisa.

          —Llévalos a la cueva y salgan de este lugar cuanto antes —ladra el alfa desde lejos mientras corre a ayudar a One que aún distrae a la osa.

          Pero no por mucho ya que el oso macho con su gran pata derecha quita de un solo golpe a One de encima de la osa.

          —¡Nooooooo! fortachón —ladra Belisa preocupada y la tierra es manchada con un poco de sangre que sale del hocico de One.

          One apenas puede mantenerse en pie. La manada intenta distraer a los osos mientras que Ollirama la tercera loba va a ver a un herido lobo One. Las hembras Luza y Edrev llegan a la cueva. El cielo empieza a relampaguear y los destellos iluminan todo el lugar anunciando que quizás se avecina una gran lluvia.

          Empiezan a caer algunos rayos cerca del riachuelo y a pesar de que esto asusta a los animales no se detiene la lucha.

          Un rayo fulminante cae y parte un árbol por la mitad provocando un olor muy extraño, el olor que se produce cuando se incendia madera, aunque caen algunas gotas de lluvia no son suficientes para apagar el reciente incendio, hace mucho tiempo que no llueve y las hojas de los arboles están secas lo que facilita que el fuego se prolongue. Los Pequeños cachorros están asustados casi ni se mueven mientras las hembras tienen como misión sacarlos de allí.

          Ahora la manada no solo lidia con una pareja de osos ahora también deben lidiar con un bosque que se está incendiando.

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