❤️‍🩹

Soltó un suspiro mientras tomaba el vaso que había llenado con helado de moras, siendo del que había quedado cuando había tenido su celo y que seguía sabiendo igual de delicioso que el primer día.

Había terminado de hacer limpieza, se había duchado y ahora se encontraba disfrutando del delicioso helado de moras sobre el sofá, el cual ni siquiera había vuelto a ser un sofá cama para él, porque en ese entonces dormía directamente con Jungkook.

La rutina se había formalizado muy bien y se encontraban felices con los cambios que se habían establecido. Especialmente porque al día siguiente Taehyung comenzaba clases y estaría un poco más ocupado durante la semana, pero siempre mantendría reservado su fin de semana para Jungkook.

Soobin no había llegado al departamento aún y era algo extraño, porque de por sí, había comenzado a hacer la limpieza más tarde y normalmente el menor llegaba cuando él estaba finalizando o por finalizar.

Sacó su celular y vio sus mensajes, notando que tenía unos mensajes de Jungkook, por lo que entró para ver.

Jungkookie hyung❤️:

Las cosas están bastante movidas el día de hoy, incluso tuve que moverme a otra ala, porque no daban abasto. No pensé que también estaría en el área general, pero no está siendo tan malo, solamente que estamos llenos de trabajo.

Ni siquiera pude almorzar, lo estoy haciendo ahora y a contra reloj:(

3:02 pm.

Es probable que me tenga que ir de repente, por si te dejo de contestar.

3:03 pm.

Tú:

Hyungie, te mando muchos ánimos para que puedas pasar este día lo mejor posible, cuando vengas intentaremos que descanses mucho.

¿Vas a venir tarde hoy?

3:05 pm.

Jungkookie hyung❤️:

Sí, es probable que salga hasta las ocho o más tarde, realmente nos han pedido que nos quedemos la mayor cantidad de médicos posibles. No sé qué ha pasado hoy, pero hay demasiado movimiento.

3:06 pm.

Pero no te preocupes por eso, mañana tienes clases y debes ir a tu departamento para prepararte y descansar, yo igualmente llegaré y descansaré.

3:07 pm.

Tú:

Hyungie, no me importa el quedarme hasta mañana ¿Sabes? Mis clases empiezan a las ocho. Además, Soobin no cocina tan bien ¿Qué vas a comer cuando vengas? No tendrás ganas de cocinar y no vas a comer, no puedes dormir con la panza vacía.

3:09 pm.

Me quedaré, igualmente no me gusta que Soobin se quede solo por la tarde, especialmente porque aún no ha llegado a casa. Me envió unos mensajes, pero no los he visto.

3:10 pm.

Jungkookie hyung❤️:

Taehyungie, tengo que irme ahora, nos llaman y ni siquiera pude terminar mi almuerzo:(

Te agradezco mucho que te quedes, si pasa algo con Soobin avísame por favor, estaré pendiente ante alguna llamada.

Te quiero, bonito. Nos vemos más tarde.

3:11 pm.

Tú:

Yo te quiero más ¡Trabaja duro!

3:12 pm.

Con las mejillas rosas ante el apodo que Jungkook le había colocado, se pasó rápidamente al chat de Soobin, notando que había varios mensajes recientes.

Soobinie:

Hola, hyung ¿Estás en el departamento aún?

Bueno igualmente, quería decirte que llegaré un poco tarde hoy, por favor no le digas a mi hermano:(

Salí solo un momento con mi amigo y sé que mi hermano me ha dicho que haga lo que quiera, pero no quiero que se preocupe, especialmente porque está en el trabajo y no ha contestado mensajes desde temprano, así que debe estar muy ocupado.

Solamente salimos a comer, llegaré como a las dos.

12:25 pm.

Oh, hyung, es probable que llegue un poco más tarde, no mucho más.

Sé que seguramente estás ocupado con la limpieza y por eso no has visto mis mensajes, pero cuando los veas, dile por favor a hyung que estoy en casa, por si pregunta.

Llegaré a las tres o cuatro, lo prometo.

2:58 pm.

Aquello hizo que Taehyung frunciera el ceño, porque eso de que alargara tanto los tiempos se le hacía extraño, además de que no podía no decirle a Jungkook cuando su hermano menor no había vuelto a casa.

No contestó sus mensajes de texto, sino que directamente lo llamó.

Esperó los primeros tonos, colocando el celular en altavoz para poder seguir comiendo su helado, sintiéndose extraño al tener que estar llamando al menor para eso.

―Hyung, no puedo hablar por teléfono ahora...

―Soobin, antes de leer tus mensajes ya le había dicho a Jungkook que no estás aquí y no puedo mentirle a tu hermano, menos cuando su hermano menor de edad no ha vuelto a casa, cuando tendría que haber regresado hace tres horas.

Hubo silencio tras la línea, para después escucharse como si alguien se estuviera moviendo entre mantas, la fricción de estas con el colchón.

Conocía ese sonido bien, era algo que prácticamente se escuchaba a diario y un sonido que había aprendido a diferenciar cuando hacía cosas a escondidas de Hanju y tenía que estar pendiente por si se levantaba de la cama.

―Hyung ¿Por qué tienes que decirle todo a Jungkook hyung? Sé que tienen algo, pero eso no implica que me trates tú también como un niño―se quejó, haciendo que el omega mayor levantara una ceja.

―Soobin, eres un niño―aclaró, escuchando una queja al otro lado del teléfono―Ven al departamento ya o llamaré a Jungkook. Solamente le dije que no habías llegado, pero si no vienes ahora, le diré que estás con tu amigo alfa.

Un jadeo indignado se escuchó al otro lado.

― ¿Quién te crees? ¡Eres el novio de mi hermano, no mi madre! ―chilló enojado, haciendo que Taehyung rodara los ojos.

―No soy tu madre y tampoco quiero serlo, pero ¿Crees que no se diferenciar el sonido de cuando una persona está saliendo de una cama? ―preguntó, sabiendo que la respuesta era clara, pero estaba seguro de que recibiría un ataque.

―Oh no, hyung. Te tengo mucho aprecio, pero no voy a permitir que pienses cosas de mí que no son―se quejó, escuchándose molesto―Haga lo que haga no te incumbe e igualmente no tienes derecho a mandarme, no tengo por qué hacerte caso a ti.

Taehyung suspiró, porque definitivamente no tenía tanta paciencia.

―Bueno, yo te he dicho lo que haré, es cosa tuya si prefieres quedarte ahí o venir―fue lo último que dijo, tomando su celular para poder colgar la llamada.

Él no quería que Soobin arruinara su vida como él lo había hecho y si enojarlo lo ayudaría, pues lo enojaría las veces que fueran necesarias.

Siguió comiendo su helado e incluso tomó uno de los sándwiches helados que Jungkook le había llevado, porque el alfa se había encargado de consentirlo en muchos aspectos, siendo su panza también mimada por el alfa.

Veía una serie muy interesante, pensando en que podía seguirla viendo con Jungkook, por lo que solamente vio el primer capítulo y colocó otra, para dejar aquella exclusiva con su alfa.

Su alfa, su lobo ya se había acostumbrado a llamarlo de esa forma, pero a él le daba algo de pena el decirlo en voz alta, pero en realidad las cosas sí eran así.

Cuando llegó al segundo capítulo de la otra serie, escuchó el código de la puerta ser colocado con rapidez, para después la puerta ser abierta y cerrada con fuerza.

― ¡Ya estoy aquí! ―escuchó el grito molesto del menor, quien llegó a la sala con los brazos cruzados y el rostro serio, su mochila en uno de sus hombros y su cabello húmedo.

Taehyung suspiró, no desviando la mirada del televisor.

―Bueno, bienvenido―dio el último mordisco al sándwich helado.

― ¿Ya me acusaste con mi hermano o vine a tiempo? ―Taehyung sonrió pequeño mientras apretaba el empaque del sándwich entre sus manos.

―No, pero ¿Puedes decirme por qué vienes con el cabello húmedo? ¿Por qué te diste una ducha? ―en ese momento sí le colocó pausa a la serie, viendo al menor con atención.

El omega menor apretó los labios, notablemente nervioso.

―No debo dar explicaciones, simplemente tenía calor y me duché, solo eso―intentó excusarse, pero claramente para Taehyung no tenía sentido.

―Solamente quiero que sepas que tu vida se puede arruinar en un segundo, Soobin. Todas las decisiones que tomes van a afectar a tu vida, aunque creas que no―habló tranquilo, haciendo que el menor rodara los ojos.

―Hyung, no estoy arruinando mi vida, solamente estoy viéndome con un amigo―apretó los puños, sintiendo que estaba a punto de explotar―Sé que tal vez me arrepienta después de decir esto, pero ya te dije que no debes comparar tu situación con todo, no me voy a joder la vida como tú.

Taehyung intentó que sus palabras no le afectaran, manteniéndose serio y con la vista sobre el sofá, manteniendo una pequeña sonrisa en sus labios.

―No todos, pero yo veo que vas por un camino similar, Soobin ¿Sabes cómo me arrepiento de no haber hecho caso a las personas que me dijeron que Hanju era malo para mí? Me arrepiento mucho, pero sí, nosotros no conocemos al chico, pero sí estamos viendo cómo estás cambiando por él y eso es lo que preocupa―regresó la mirada al menor―Yo no tengo problemas con que te acuestes con un alfa, pero eres menor de edad y ese chico no ¿Sabes en los problemas que puede meterse si es así?

Soobin bufó enojado, tomando por impulso la maleta de Taehyung, la cual había dejado ahí para poder cambiarse después de ducharse y se la lanzó al rubio, quien se asustó por el objeto que fue lanzado, cubriéndose con las manos.

― ¡Deja de decir que me he acostado con él! ¡Mierda! ―gritó.

Aquello hizo que Bam se levantara de su cama y corriera hasta donde estaba Taehyung, colocándose frente al omega rubio y comenzando a ladrarle fuertemente a Soobin, quien se vio sorprendido ante el favoritismo que su mascota estaba demostrando.

― ¡Hasta el perro está de tu lado, no me lo creo! ―se quejó mientras pasaba sus dedos por su cabello, estirándolo para después dar media vuelta, intentando controlarse un poco.

Taehyung suspiró y dejó su maleta a un lado, sintiendo un temblor en sus manos que no podría controlar en un tiempo.

No le gustaban las discusiones, le daba miedo cuando los gritos comenzaban y más cuando lo atacaban con cosas, por lo que sabía que era el momento de dejar todo de lado.

Él había intentado ayudar, pero no iba a pelear así.

Se levantó y tomó las cosas que había utilizado más su maleta. Bam lo siguió a la cocina para poder dejar los trastes sucios y después a la habitación de Jungkook, en donde ambos se encerraron.

Soobin jadeó agitado, dejando caer su mochila al suelo al darse cuenta de lo que había hecho y lo que había dicho. Claramente había sido consciente antes de hacer las cosas, pero no estaba en sus cinco sentidos en ese momento y su cuerpo estaba adolorido, por lo que había explotado de nuevo sin pensarlo.

Taehyung le había explicado su miedo por las peleas o que lo golpeen y él llega a gritarle y para rematar, le lanza su maleta como si nada.

Se odiaba en ese momento, pero no entendía qué pasaba con él. Sabía que el alfa con el que se encontraba no era malo, jamás lo había tratado mal y siempre era bueno con él, quizá por eso a su omega le molestaba tanto cuando hablaban mal de él sin conocerlo, pero jamás había respondido de forma tan violenta y no le gustaba.

Mientras tanto, Taehyung se encontraba lavándose el rostro mientras sentía sus manos temblar, sabiendo que pronto dejarían de hacerlo.

Bam se encontraba sentado a su lado, probablemente sintiendo la ansiedad que el omega estaba sintiendo, por lo que se quedó ahí cuidándolo hasta que se movieron hasta la cama, en donde Taehyung lo recibió y lo abrazó, dándole caricias por todo su cuerpo, en agradecimiento por haberlo defendido.

―Gracias por haberme ayudado, Bamie―le habló con voz dulce, dándole besos en la cabeza y caricias por todos lados, el perro agitando su cola de lado a lado contento ante los cariños― ¿Tan asustado me viste como para que me defendieras a mí antes que a uno de tus dueños? Lo aprecio, en verdad.

Respiró hondo y dejó salir el aire, acostándose sobre la cama con Bam a su lado y tomando su celular para ver la hora.

No planeaba salir hasta que Jungkook llegara a casa, por lo que simplemente colocó la serie que dejó a la mitad en el televisor del mayor y se acomodó con Bam, disfrutando de la compañía perruna y esperando que Soobin no hiciera otra tontería.

Dentro de su cansancio, no supo en qué momento se quedó dormido abrazado al cachorro, solamente dándose cuenta cuando el tono de su celular le hizo despertarse, abriendo sus ojos con pereza, pero rapidez, viendo que era una llamada de Jungkook.

―Hola, hyungie―saludó con voz ronca al haber recién despertado.

―Hola Taehyungie, lamento haberte despertado―se disculpó.

―No, no te preocupes, ni siquiera planeaba quedarme dormido―soltó una risita, sentándose sobre la cama― ¿Ya vienes en camino?

―Uh, en realidad quería pedirte un favor. Aún me faltan algunos pacientes que atender, pero tuve un pequeño incidente y necesito que me traigas una camisa, por favor―pidió, haciendo que el omega frunciera el ceño, viendo la hora.

― ¡Ya son las nueve! ―exclamó, sorprendido de haber dormido tanto―Claro hyungie, iré ahora con tu camisa, no te preocupes.

―Pide un taxi y te lo pagaré, no vengas caminando, por favor―pidió, el menor asintiendo―Nos vamos juntos cuando vengas y te invito a comer.

―No es necesario, hyung. Yo cociné algo temprano y solo está para calentar, así que no te preocupes―lo consoló―Saldré ahora, te llamo cuando esté en el edificio.

―Gracias, te quiero y ten cuidado.

―Yo te quiero más y tendré cuidado.

Colgaron la llamada y rápidamente Taehyung se levantó, correteando hasta el armario del mayor y tomando una camisa, llevando una camiseta de algodón también por si acaso, ya que no sabía si era necesario que el mayor usara camisa de nuevo a pesar de haber terminado turno.

Las guardó con cuidado en su pequeña maleta y se la colocó, no sin antes darle unas caricias a Bam.

―Ya regreso, vendremos rápido―le habló suave, dándole un beso antes de salir de la habitación.

Cuando iba caminando por la sala, logró ver de reojo a Soobin, quien estaba cerca de la cocina, seguramente viendo la comida que había hecho para calentar.

― ¿A dónde vas, hyung? ―preguntó rápidamente, al ver que Taehyung se colocaba sus zapatos.

―Volvemos en un rato―contestó cortante, abriendo la puerta y saliendo del departamento.

Pidió un taxi en la aplicación que Jimin le había enseñado y le indicó que fueran al hospital en el que trabajaba su mayor, siendo un hospital céntrico, por lo que era fácil el ubicarse. Llegaron en poco tiempo y le pagó al taxista, bajándose mientras apretaba las manos ante el viento frío que golpeaba su cuerpo.

Entró al hospital diciendo que iba a dejarle una camisa a uno de los médicos, por lo que la enfermera lo dejó pasar, ya habiendo sido informada de la situación. Subió al piso cinco, en donde le indicaron que estaban las oficinas de los médicos y se acercó a la que tenía la placa de Jungkook, viéndolo con la abreviatura de Dr.

Aunque aún no tenía el título formal en sus manos, le hacía muy feliz ver que ya lo trataban con el honorífico de doctor.

Tocó la puerta tres veces, esperando con paciencia.

―Pasa Taehyungie―habló desde adentro el alfa, porque había sido informado de que el menor había llegado.

El menor entró y vio la oficina con detenimiento y una gran sonrisa, porque jamás había entrado a la oficina del mayor.

―Hey ¿Todo bien en el camino? ―preguntó el mayor cuando finalmente cerró la puerta, el menor enfocando su vista en Jungkook, notando que tenía una enorme mancha en su camisa.

―Sí, pero veo que tú has tenido un día complicado―dijo con una mueca, acercándose al mayor con rapidez, viendo que solamente tenía la camiseta que quedaba debajo de la camisa, pero aún así se veía un gran círculo.

―Uh, sí. Un paciente se sentía muy nervioso y vomitó sobre mí―hizo una mueca, la cual Taehyung acompañó―Entonces no puedo seguir atendiendo personas con vómito en la camisa, tampoco sin ella, así que necesitaba este favor―soltó una risita.

Taehyung rio igualmente y sacó las prendas que había llevado.

―Te traje una camiseta cómoda porque no sé si es mejor para ti, igualmente ya casi sales del trabajo―la mostró, siendo igualmente blanca que su camisa―Pero traje tu camisa por si no.

―Esa está bien, Taehyungie. Gracias por considerarlo―se levantó y tomó la prenda―Te besaría, pero no creo que el olor que tengo ahora sea agradable, así que dame un momento para lavarme el torso y quitarme esto.

Taehyung asintió con un pequeño sonrojo y comenzó a guardar la camisa que había llevado nuevamente en su maleta, mientras esperaba.

Repasó con cuidado cada rincón de la oficina, admirado de todo lo que había y pensando en que Jungkook debió mostrar un gran desempeño en sus prácticas como para tener un buen puesto como ese. Se sentía orgulloso del mayor y estaba emocionado por asistir a su pronta graduación.

Se sentó en la silla de Jungkook y suspiró, viendo con atención el escritorio, el cual estaba lleno de papeles y la computadora mostrando un documento con muchas palabras que le agobiaba leer, por lo que simplemente mantuvo la vista sobre la puerta del baño.

―Bueno, tendré que bañarme igualmente al llegar a casa, aunque creo que el olor no se siente―comentó al salir, estando listo y con las camisas sucias en una bolsa plástica―Me dirás tú si soy besable o mejor no.

Taehyung soltó una carcajada, levantándose de la silla y caminando hasta el mayor, pasando sus brazos en el cuello ajeno en un apretado abrazo.

―No se siente, así que eres besable―comentó mientras reía, separando su rostro de contrario para poder juntar sus labios por algunos segundos, separándose en un chasquido ruidoso.

―Menos mal que no―Jungkook acercó sus labios a la mejilla ajena, comenzando a besarlo― ¿Soobin llegó a casa? ―preguntó en medio de los besos.

La sonrisa del rubio flaqueó por un momento, lo cual fue notable para Jungkook, quien se separó del menor para verlo.

― ¿Sucedió algo? ―preguntó preocupado.

―Uh, sí. Pero es mejor que te lo cuente él―intentó sonreír un poco, especialmente cuando sintió la mano contraria en su mejilla, dándole caricias―No es nada del otro mundo, pero prefiero que él te comente ¿Sí?

El mayor asintió sin pensarlo mucho.

―Claro que sí, yo hablaré con él después―le dejó un beso en la frente, haciendo que el omega del rubio se sintiera calmado―Puedes quedarte aquí, no me tardaré demasiado, solamente faltan algunas personas ¿Sí?

―Síp, no te preocupes por mí, yo te espero―asintió, haciendo que el alfa se sintiera tranquilo, dejándole un pequeño beso en los labios.

―Muy bien, gracias, bonito.

Después de ese apodo meloso y un beso más en la mejilla, el mayor tuvo que colocarse su mascarilla e irse, dejando a un encantado Taehyung, quien solamente podía concentrarse en lo enamorado que estaba.