Realmente nunca pensé que terminaríamos de tal modo que ahora apenas y nos volteamos a mirar.

Eras solo un amigo de mi hermano, uno de tantos.

Cuando te presentó, pensé en lo linda que era tu voz... lo alto que eras.

Te seguí viendo así por un tiempo... no hablábamos, si nos veíamos nos saludamos y seguíamos con nuestro día.

Fue en ese día... el día de la fiesta que todo cambió. Yo estaba borracha y tú estabas igual.

Suelo ser cariñosa en ese estado y pierdo vergüenza alguna, hago todo por impulso y me dejo llevar demasiado por lo que siento.

Tal vez por eso aquel día te abracé.

Y me gustó tanto el calor que me transmitían tus abrazos que te pedí más de uno esa noche.

Nunca te negaste y era evidente que te gustaba. Ese día todos nos vieron sin un filtro de por medio, pero no dijeron nada porque asumieron que solo fue porque estábamos ebrios.

¿Fue así? Tal vez, no lo sabremos.

Pero al día siguiente me dijiste que te gustaba ese lado mío cariñoso... que era mucho mejor que mi personalidad fría que le muestro a todos.

Fuiste el primero que me dijo algo así y quise... cumplirlo. Me mostré ante ti tal cuál soy y muchos me criticaron por eso, porque eras el mejor amigo de mi hermano.

Y era inaceptable que me puedas gustar.

[♡]

Nota de autora: Es una historia corta, espero que les guste y que no me quede sin ideas. Me inspiré en una de mis historias viejas que aún la tengo en borradores.

La historia será breve y los capítulos también, ya que es como un diario que escribe la protagonista para desahogarse, ya lo entenderán.

Les amo mucho.

Besos y abrazos.

- A.F