Capítulo 15

Liceo se retiró debido a su trabajo, pero se fue satisfecho con la entrevista y sin dudarlo envió la grabación a sus superiores, quienes se sorprendieron por la ingenuidad del menor de los De Luca. Descubrió que la tradición de la familia se remonta a la época donde sus tatarabuelos inmigraron al país y se asentaron con una humilde tienda de repuestos que luego se transformó en fábricas de metalurgia. Debido a sus raíces humildes la primera pareja comenzó con la tradición de buscar a alguien humilde como lo eran ellos para que el legado de la familia continuara y así se hizo por años. Aunque los herederos actuales sean cuatro, cosa que nunca había pasado antes con el fin de tener sólo una novia o novio.

Azrael se encontraba tomando un fresco jugo de naranja, mientras descansaba en el sillón hasta que Mako apareció. Él sacude su celular para luego restregarle en la cara a su hermano, quién lo aleja rápidamente. 

—¿Podemos ir a la fiesta? Gala me envió una invitación —pregunta mientras le da una sonrisa.

—No creo que esa invitación sea para mí o para Cruz —contesta antes de beber un sorbo—. Mucho menos luego de lo que pasó con la novia.

—Ya lo sé, pero me dijo que no está molesta y todos estamos invitados —le explica—. Además ya le dije que iríamos —agrega haciendo que la cola del mayor se erice.

—Yo no quería ir.

—Lo sé, pero es una oportunidad para que más personas conozcan a Ayla —esas palabras hacen que Azrael piense por un momento. 

—Estás buscando una excusa para castigar a Ayla de nuevo —dice al cruzar sus brazos.

—No... tal vez. 

—Idiota. Iremos pero sigues castigado —acepta luego de soltar un largo suspiro. Mako se conforma con esa respuesta por lo que le entrega una bola de estambre—. ¿Qué es esto? —le pregunta en un tono serio.

—Un regalo. Sólo deja fluir tus instintos. —El teñido deja la sala y Azrael se queda mirando la bola de hilo, suave al tacto y del tamaño perfecto.

Unos minutos después Cruz recibe la noticia de su hermano, obviamente haciendo un gran berrinche al no querer usar traje otra vez. Le reclama diciendo que hizo ese sacrificio por Ayla pero no le interesa lo que Gala y sus amigos piensen de él.

—Voy a ir para cuidar de Ayla pero no pienso disfrazarme de pingüino.

—Si quieres ir de vagabundo está bien —habla subiendo y bajando los hombros, luego se dirige a la muchacha—. ¡Te compré un lindo vestido señorita!

—¡Az ya le compró muchos! —protesta el castaño.

—¡Pero el mío es más bello!

Mientras ambos discuten Ayla se escabulle fuera de la habitación, ya que estaba cansada de estar encerrada. Ya se siente mucho mejor y agradece los cuidados, pero demasiada atención la está sofocando.

Al llegar a la sala ve algo sorprendente, pues Azrael se encuentra correteando una bola de estambre. Lo arroja de un lado al otro y luego se lanza al sofá con el estambre en sus garras. Ayla decide que es mejor dejarlo continuar con su juego y retrocede lentamente para salir, pero de repente su cabeza es golpeada por la bola y un par de hilos se enredan por sus brazos. Al levantar la vista se topa frente a frente con un agitado y desalineado Azrael.

—Yo ya me iba —murmura dando unos pasos hacia atrás. Pero él la detiene tomando los hilos.

—Primero vamos a quitarte eso, puedes tropezar y caer si te enredas más —habla, volviendo a mostrar el carácter que ella conoce. Los ojos del rizado dejan de estar tan dilatados y ordena su cabello una vez que libera a Ayla—. Esta noche iremos a una fiesta, las sirvientas te dejarán como una reina.

—¿Fiesta?

—Una vez que alguno de nosotros acepta la invitación estamos obligados a ir, Mako la aceptó —dice entre dientes para luego acercarse y frotar su mejilla por la de ella. Lo hace de tal manera que Ayla no puede evitar compararlo con un gato.

Esa misma noche, todos ellos asisten a la fiesta de Gala, siendo el centro de atención de los presentes al entrar al gran salón. Todos lucen trajes y vestidos de gala, incluso portan telas con bordados de oro y joyas reales. La familia De Luca no se queda atrás y Ayla también luce un elegante vestido. 

A pesar de estar completamente fuera de lugar al vestir su ropa casual de siempre y zapatillas, Cruz no se muestra incómodo y le gruñe a cualquiera que se le queda mirando por mucho tiempo.

—¿Tengo algo en la cara o qué? —murmura entre dientes, haciendo sonreír a Ayla.

—¿Por qué no te pusiste el traje que dejé en tu habitación? —le regaña Azrael en un tono grave.

—No quiero. Además me vería igual a todos, así estoy cómodo —responde mientras acomoda el cuello de su chaqueta de jeans.

Azrael suelta un suspiro y aprieta el puente de su nariz, en eso nota que falta alguien. Por lo que busca a su alrededor con la mirada, además no recuerda haberlo visto en el auto al venir.

—¿Dónde está Llantén? —le pregunta a los otros dos.

—Hasta ahora se da cuenta —comenta Mako negando—. Me llamó diciendo que ayudaría a Gala con la preparación de la fiesta, ya saben cómo es.

—Hermanos. —El rubio hace acto de presencia vistiendo un traje azul oscuro—. ¿Y Ayla? Confío que la vistieron como un ángel.

—Ella... —Cruz señala a su lado, pero la muchacha ya no está. Esto alerta a los hermanos, quienes se apresuran a rastrearla con sus agudos sentidos.

En un descuido de ellos, Ayla fue arrastrada fuera del salón por dos invitados que la vigilaban desde que entraron a la casa, le cubrieron la boca para que no pueda pedir ayuda y se la llevaron frente a nada más ni nada menos que Gala.

—Yo me encargo ahora —dice para que la liberen. Ayla arquea una ceja al ver que la castaña se deshace de su vestido costoso para enseñar que está usando un conjunto deportivo, además sus manos y pies se encuentran vendados para que sus nudillos no se lastimen—. Me preparé para esto, incluso corté las plumas de mi cola —habla mientras levanta sus puños y la pelea comienza.

Gala se siente confiada al haber entrenado con un instructor, pero Ayla rápidamente encuentra un punto débil en su defensa y golpea su estómago. Gala retrocede y se dobla un poco del dolor, sin embargo la rabia la empuja a continuar. Ella recibe dos golpes más pero consigue que su puño toque la mejilla de Ayla.

Al ver su ventaja lanza dos patadas, una golpea el costado y la otra la cabeza, lanzando a la morocha al suelo. Gala se encuentra agitada y sus puños duelen.

—Eso es por romperme la nariz, por humillarme —alza la voz y luego se coloca en posición de pelea al ver que Ayla se levanta.

—Buena pelea —contesta y escupe una pequeña cantidad de sangre—. Me rindo —agrega mientras se limpia la comisura de sus labios.

La castaña relaja su cuerpo y una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro, sin embargo oye unos gritos y los hermanos De Luca rápidamente llegan junto a Ayla. Todos se muestran realmente preocupados, más aún al ver el estado de la chica, por lo que todas las miradas de odio se dirigen a ella.

Gala da un paso atrás cuando oye a Azrael rugir, entonces Llantén es el primero en hablar.

—No puedo creer que hayas hecho esto —la regaña mientras ella sólo baja la mirada—. Sé lo que sientes por mí pero golpear a mi novia no hará que me fije en ti.

—No, yo-

—¡Ya basta! No quiero excusas —Llantén la calla y regresa junto a Ayla—. Eres una mala persona, ¿cómo no me di cuenta antes? —sentencia haciendo que las castaña levante la mirada. Su maquillaje se encuentra corrido debido a las lágrimas, pero ella se fuerza a sonreír.

—¿Yo? Si fuera u-una mala persona n-nunca te hubiera ayudado...

—¿A qué se refiere? —cuestiona Azrael.

—No la escuchen, vámonos a casa. —El rubio comienza a mostrarse nervioso y los demás lo notan.

—Llantén me pidió ayuda para practicar, era su mejor amiga y acepté. In-Incluso hace unas horas estábamos juntos y... me dijo c-cosas bonitas que ahora du-duelen mucho.

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