Capítulo 1

Eli podría ser indeciso en muchas cosas y en muchas situaciones, pero si de algo estaba seguro justo ahora, es que no quería estar donde estaba justo ahora.

Su madre había sugerido que Eli fuera a visitar varias de las universidades en la cercanía, esperando que su hijo pudiera decidirse por una de una vez y dejará de estar pasando sus días sin hacer nada y sin siquiera salir de casa. Y ¿siendo honestos? No es que Eli odiara la idea de ir a la universidad y estudiar una carrera, pero la verdad es que justo ahora no tenía ni la más mínima idea de que quería estudiar y para hacer las cosas peor, su madre lo había mandado completamente solo.

En este punto, Eli recientemente había cumplido 19 años, así que en teoría tenía la edad y madurez suficiente para lidiar con este tipo de cosas, no es que necesitara hacer algo complicado, solo tenía que pedir algunos informes, tal vez recibir un tour y escuchar al encargado intentar convencerlo de elegir su escuela. Simple y sin necesidad de papeleo.

Pero a Eli no le parecía tan simple, su madre es quién solía encargarse de este tipo de cosas y ahora que tenía que hacerlo el solo, se estaba sintiendo abrumado. No estaba seguro de lo que tenía que decir y si era lo correcto y tener que ser forzado en esta situación lo había puesto de mal humor.

-Aquí es la oficina, puedes tomar asiento aquí por un momento y pronto te recibirá el director- la secretaria había guiado a Eli hasta el área de espera a lo que este asintió y se sentó en silencio, viendo de reojo a la mujer regresar a su escritorio y empezar a teclear algo en su computadora.

Eli esperó en silencio un momento, su mirada dirigiéndose a sus manos que descansaban en su regazo y jugueteando con las orillas de las mangas de su suéter. Se sentía ansioso, el solo quería irse a casa, pero sabía que no podría evitar esta situación por siempre, por lo que era mejor acabar con esto de una vez por todas.

Eli se quedó perdido en sus pensamientos por un buen rato y cuando volvió en sí, no estaba seguro de cuánto tiempo había pasado, pero dudaba que mucho, considerando que la secretaría seguía en el mismo lugar y en la misma posición de hace rato. Pero en este caso ahora había algo diferente, había un agradable sonido en el ambiente, pero era apenas imperceptible y, aun así, había sido suficiente para captar la curiosidad de Eli.

Le dirigió una mirada a la secretaría y cuando notó que no le estaba prestando atención, se puso de pie y comenzó a seguir el sonido, intentando buscar el origen de este, pronto llegando frente a la puerta de lo que suponía era un salón de clases, y ahora que estaba lo suficientemente cerca, podía reconocer el sonido de un piano, una guitarra y algo más que no reconocería hasta luego como un bajo.

Eli se acercó a la ventana del salón, y en el interior pudo ver a una mujer tocando el piano, y a una chica y chico de alrededor su edad tocando el bajo y la guitarra respectivamente y fue que notó que el interior claramente no era un salón de clases común, era una sala de música.

La melodía era suave con un ritmo bastante tranquilo, y si Eli tuviese que adivinar, diría que estaban tocando algún tipo de balada. Era realmente agradable, por lo que decidió sentarse junto a la puerta en el suelo para escuchar más cómodamente y en un punto incluso comenzó a marcar de manera inconsciente el ritmo con su pie.

Eli cerró sus ojos y sintió la ansiedad de hace unos minutos comenzar a desaparecer con cada nota, pero pronto esa agradable sensación que le transmitía la melodía desapareció cuando alguien le hablo.

- ¡Ah! Eli, aquí estas, el encargado te recibirá ahora- la secretaria se encontraba parada frente a él. Había ido a buscarlo cuando notó que se había ido y ahora estaba mirándolo con una pequeña sonrisa, aunque su rostro reflejaba algo de confusión al verlo sentado en el piso.

Eli se puso de pie rápidamente, sonrojándose levemente por la vergüenza, pero asintiendo ante las palabras de la mujer, quien pronto lo llevó de regreso a la oficina donde esta vez entró con él tras tocar la puerta y salió tras anunciar la llegada de Eli.

Al entrar a la oficina, Eli fue recibido por un hombre vestido de manera formal que le sonrío- Ah, Eli Park, ¿correcto? Soy Bennet Howard, llámame Howard por favor- el hombre se presentó- Olivia me dijo que estas aquí porque estas considerando nuestra universidad para estudiar aquí, ¿es eso cierto? – el hombre preguntó y le hizo un gesto con la mano para que tomara asiento.

Eli lo miro confundido por un momento, pero tras dudar por un segundo, termino dándole la mano al hombre en señal de saludo.

El hombre lo regreso la mirada de confusión y una sonrisa extraña se posó en sus labios, no habiendo esperado ese gesto cuando le estaba ofreciendo asiento al otro.

- ¿Por qué no tomas asiento Eli? – esta vez el encargado decidió ser un poco más directo y Eli asintió, sentándose en la silla frente al hombre, pero sin mirarlo directamente, prefiriendo mantener sus ojos en la pared detrás, en los cuadros en esta y en las curiosas bolitas de metal en péndulo que tenía el hombre en su escritorio, pero el hombre no pareció notarlo o molestarle.

Eli intentó poner atención a lo que el hombre le estaba contando sobre su escuela, sobre las ventajas y las cosas buenas en estas, pero en ese momento, Eli no podía concentrarse, seguía pensando en la melodía que había escuchado en aquella sala de música.

-Disculpe señor Park, ¿ya tiene en mente lo que le gustaría estudiar? – el hombre le preguntón, mirando al joven con curiosidad.

Eli acaricio entre sus dedos la tela de las mangas de su suéter- Tiene una sala de música – murmuró en voz baja, casi de manera inconsciente y sobresaltándose cuando se dio cuenta que había dicho en voz alta lo que había estado pensando.

El hombre lo miró con incertidumbre, pero pronto pareció llegar a una conclusión por su cuenta y se puso de pie con una sonrisa - ¿Le interesa la música señor Park? Puedo mostrarle la sala de música si gusta, además que tenemos una excelente maestra. Vamos, sígame- el hombre simplemente estaba satisfecho de al fin estar llegando a algo con el callado joven.

Eli simplemente asintió y lo siguió de regreso a la sala de música que había encontrado previamente. Ahora la melodía se había detenido y solo se escuchaba una guitarra acústica y un par de voces sonando un poco molestas.

El encargado tocó la puerta y pronto una gentil voz femenina se escuchó desde el interior- ¡Adelante! –

El hombre abrió la puerta e ingreso a la habitación, sus ojos cayendo en la mujer que los miraba con curiosidad desde el asiento del piano.

-Sarah, este es el señor Park, está considerando nuestra escuela para estudiar aquí y mencionó tener un interés en la música así que pensé en traerlo a conocerte, espero que no sea problemas- el encargado le sonrió a la mujer.

Los ojos marrones de Sarah se abrieron en sorpresa, pero su expresión pronto se volvió gentil- No es problema para nada, siempre estoy feliz de conocer a otros interesados en la música- la mujer se puso de pie y sacudió su falda antes de mirar a Eli- Es un gusto Eli, me llamo Sarah Williams. Soy maestra de música y por mi parte me enfoco en la práctica más que la teoría, de eso se encargan otros profesores y de vez en cuando ayudo a estos chicos con su banda- explicó y señaló al chico de la guitarra y a la chica del bajo.

Y por primera vez desde que entró a la habitación, Eli miró hacia arriba, su mirada deteniéndose en las personas nuevas, pero inmediatamente desviando la mirada cuando sus ojos se cruzaban con los de alguien más.

Sarah pareció notar esto y volteó a ver a los otros dos chicos- Bueno, creo que fue suficiente practica por hoy, resolveré sus dudas la próxima sesión, ¿de acuerdo? – la mujer les dijo de manera gentil.

El chico suspiro de manera pesada y de forma brusca guardó su guitarra en su estuche y se lo puso al hombro- Como sea, igual el idiota de Kane no vino, de nuevo- gruño con molestia y salió de la habitación.

Por otro lado, la chica fue más cuidadosa con sus cosas, pero igual se notaba algo molesta- Sin Kane no tenemos batería, ¿qué clase de banda está formada por una guitarra y un bajo sin más? – pregunto de forma retórica y se fue.

Sarah suspiro algo preocupada pero pronto regreso su atención a Eli y le sonrío de manera amable- Dime Eli, ¿has tocado algún instrumento antes? – pregunto

Eli negó suavemente- No realmente- admitió, acariciando la tela de su suéter.

-De acuerdo, eso está bien. ¿Hay algún instrumento que te interese en esta sala? – preguntó y dio un paso atrás, intentando de dar espacio a Eli

Eli miró a su alrededor y comenzó a recorrer la habitación, deteniéndose por un momento frente al teclado y presionando un par de teclas antes de seguir avanzando y deteniéndose frente a una guitarra. Pasó sus dedos gentilmente por las cuerdas y sonrió ante el sonido y la sensación en sus dedos.

-Me gusta la guitarra- respondió, mirando a Sarah aun sonriendo.

Sarah estaba feliz antes la reacción del joven- Es un gran instrumento y estaría feliz de enseñarte a tocarlo-

Eli la miró con sorpresa, pero asintió con algo de emoción, pero pronto los dos fueron interrumpidos cuando el encargado se aclaró la garganta para llamar su atención.

-Bueno, no queremos tomar demasiado tiempo señor Park, así que ¿por qué no volvemos a mi oficina? Le daré los detalles y una tarjeta para contactarnos en caso de que quiera ingresar- el hombre puso su mano en el hombro de Eli, pero este se hizo a un lado casi de inmediato, pero asintió y lo siguió a la oficina.

Mientras que Sarah no había podido dejar de ver el comportamiento de Eli, algo en él le era familiar, pero no era una experta ni quería saltar a conclusiones, así que lo dejó pasar y decidió empezar a ordenar la habitación, hasta que unos minutos más tarde, pensó en algo y se apresuró a la salida, esperando alcanzar a Eli.

Por su parte, tras escuchar otro discurso del director y recibir la información más una tarjeta de contacto, finalmente pudo suspirar aliviado cuando salió del lugar.

- ¡Eli! ¡Espera! -Sarah lo llamó, corriendo a alcanzarlo.

Eli la miró al rostro brevemente, pero al final opto por poner su mirada en las flores en su falda.

-Pareces interesado en la música, pero elegir una carrera en ello así sin más puede no ser una buena idea. Perseguir una carrera como musico no es fácil y requiere mucha persistencia, pero si tienes curiosidad, tengo una pequeña escuela de música fuera de la universidad. Estoy ahí todos los fines de semana y si quieres experimentar con esa guitarra, puedes venir en cualquier horario en la tarjeta- explicó la mujer y le entregó una tarjeta de contacto similar a la que el encargado le había dado, excepto que la de Sarah tenía el dibujo de una guitarra en ella.

Eli tomó la tarjeta y la observó por un momento para después asentir- Lo tendré en cuenta- y sin decir nada más, se dio la vuelta y se alejó, pero Sarah estaba satisfecha, pues había notado una pequeña sonrisa en el otro cuando miro la tarjeta, tenía un buen presentimiento sobre el chico.

Eli finalmente regresó a casa, siendo recibido por un olor agradable que venía de la cocina, señal de que su madre había empezado con la cena y pronto el sonido de garras contra el suelo lo hizo sonreír.

Por el pasillo apareció un labrador negro meneando la cola. Eli inmediatamente sonrío y se arrodillo en el suelo, comenzando a acariciar al perro que comenzó a lamer su rostro- Hey Orca, ¿Cómo estas hoy? ¿Te divertiste? – Eli suspiró aliviado, ahora que finalmente estaba en casa, se sentía algo cansado, las interacciones a veces tomaban mucho del, pero Orca siempre lo hacía sentir calmado.

- ¿Eli? – su madre se asomó desde la cocina y sonrío al verlo con su perro - ¿Qué tal fueron las cosas? – preguntó, regresando a la cocina para continuar con lo que estaba haciendo.

-Estuvo bien, es una buena opción de escuela- con algo de resignación, finalmente se separó de Orca y puso sobre la mesa los informes que el señor Howard le había dado, pero mantuvo la tarjeta que Sarah le había dado en sus manos analizándola un momento.

- ¿Y ya tienes alguna idea de lo que te gustaría estudiar? – le preguntó su madre, comenzando a poner los platos en la mesa junto un par de vasos y cubiertos.

-...La música...podría ser interesante- murmuró sin dejar de mirar la tarjeta- Una profesora de la universidad me dio su tarjeta de su escuela de música. Dijo que podía ir a probar si quería antes de decidirme por una carrera- explicó y miro a su madre.

-Bueno, si te interesa, deberías ir y ver qué te parece, tal vez esto sea lo que quieras estudiar- sugirió y le sonrío. Honestamente ella no estaba completamente convencida sobre una carrera en la música, pero sabía lo particular que podía ser Eli con sus gustos e intereses, así que para ella ya era una victoria si Eli encontraba algo que le gustase estudiar en la universidad.

-...Eso hare- asintió firmemente y tomo su asiento frente al plato y pronto le sirvió una porción de lasaña que lo hizo sonreír ya que era una de sus comidas favoritas.

Su madre tomó asiento frente a él tras servirse una porción y puso su mano cerca de la de Eli- Estoy orgullosa de ti Eli y gracias por hacer esto, sé que no debió ser fácil-

Eli la miró son sorpresa, pero sonrió y tomó la mano de la mujer- Hare lo mejor que pueda, ¿así que no te preocupes de acuerdo? – le aseguró y la dejó ir, comenzando a comer.

Su madre se veía satisfecha con la respuesta, pero luego algo pareció molestarla- Solo asegúrate que, si vas a esa escuela de música, el precio no sea muy elevado ¿de acuerdo? – le recordó, sintiéndose algo avergonzada de tener que decirle eso a Eli, pero no tenía opción. Desde que Eli era un niño ella había estado ahorrando tanto como fuera posible para que pudiese ir a la universidad, pero más aparte de eso no podían permitirse tantos gastos extra y ella realmente no quería que Eli tuviera que contactar a su padre. Las cosas eran complicadas con él.

-...Lo se...-Eli asintió y por debajo de la mesa, alcanzó con su mano a Orca, acariciándolo, lo cual ayudo a desvanecer algunas de sus preocupaciones.

Tras eso, el resto de la cena pasó con tranquilidad y mayormente con conversación de parte de su madre mientras que el solo se limitaba a escuchar y responder de vez en cuando, pero tras eso, se fue a su habitación y tras cambiarse, se recostó en su cama, sus ojos mirando el poster con una ballena jorobada en frente de su cama, haciéndolo sonreír antes de finalmente caer dormido.

Los siguientes dos días pasaron relativamente tranquilos. Mary, la madre de Eli intentó convencerlo de ir a ver un par de escuelas más durante ese periodo, pero Eli ya estaba decidido en no hacerlo hasta haber visitado la escuela de música de la profesora Sarah, y Eli podía ser en verdad terco, así que Mary no tuvo de otra que desistir y esperar que a su hijo realmente le gustara esa escuela, porque si no estos últimos días se sentirían como una perdida.

Claro que Eli no lo sentía así, de primeras quería evitar abrumarse con tantas opciones, así que sentía que era mejor no seguir viendo hasta que hubiese decidido si esa universidad le gustaba o no, porque del breve momento que tuvo cuando conoció a Sarah, la mujer le agradó y realmente estaba empezando a tener un interés en la música así que los últimos días antes del fin de semana, se había dedicado a investigar más a fondo sobre esta, pues nunca le había prestado mucha atención a la música más allá de alguna que otra canción que llegaba a escuchar de vez en cuando.

Y tras investigar un poco más, Eli descubrió que la música podría gustarle realmente. Antes no le prestaba mucha atención porque se sentía como algo aleatorio y desorganizado, pero ahora veía que estaba equivocado, la música tenía orden, patrones y un sentido detrás de ella. Había tiempos, había figuras con valores, había posiciones, que, si bien todo esto tenía variables, le gustaba la consistencia que todo tenía. Aunque solo había empezado a repasar la superficie, aún tenía mucho más por aprender y no podía esperar a que llegara el fin de semana para tener un instrumento real entre sus manos.

De esa forma, el fin de semana llegó y Eli decidió ir a la escuela de música de Sarah a las 10am, el horario más temprano que había en la tarjeta que ella le había entregado.

Ya en la escuela de música, miro a los alrededores algo inseguro e ingreso, siendo recibido por un chico detrás del escritorio principal.

-Hola, bienvenido a Melody Haven, ¿Cómo te puedo ayudar? – le preguntó de manera de manera amable.

-Um Sarah, Sarah me dio una tarjeta- explicó, sacando dicha tarjeta del bolsillo para mostrarla.

-Oh, si buscas a la maestra Williams puedo llevarte a su salón ahora- ofreció y Eli asintió suavemente.

El chico lo guio hasta un salón, donde por el ventanal le hizo una seña a Sarah, quien al notar que Eli estaba con él, sonrió y pareció decirle algo a las personas que estaban dentro con ella antes de salir.

-Eli, me alegra verte aquí. Gracias por traerlo Robbie, yo me encargo desde aquí- le dijo al otro joven.

- ¡No hay problema! – aseguró y regreso al escritorio en la entrada en caso de que alguien más entrara y lo necesitara.

-Es bueno verte Eli, ¿Cómo has estado? – le preguntó con una amable sonrisa.

-Bien. Quería probar la guitarra- explicó, mirando de reojo por el ventanal a las personas dentro.

Sarah siguió su mirada y al ver a quienes estaba viendo, se apresuró a explicar- Como puedes ver, estoy en mi primera clase del día, ¿quieres unirte? Puedes observar cómo es la dinámica y puedo empezar a enseñarte lo básico sobre la guitarra- ofreció, acercándose a la puerta.

-Eso me gustaría- Eli sonrió levemente, aunque se sentía algo nervioso, pero su curiosidad era mayor.

-Entonces ven conmigo- Sarah le hizo un gesto con la mano para que se acercar y entro al salón, siendo seguido por Eli- Toma asiento donde quieras Eli- ofreció y Eli opto por ir a sentarse detrás de los demás.

Ya en el salón, Eli notó que había varias personas de diferentes edades. Había una chica más joven que él, un hombre que parecía cercano a la edad de Sarah y dos niños pequeños que parecían ser hermanos, los cuales ahora mismo estaban mirando detrás de sus asientos para ver Eli, el cual solo atinó a desviar la mirada y aprovecho para mirar a los alrededores del salón. Había varias guitarras, pero aparte de eso había un teclado en una esquina, y opuesto a él, había una batería junto a varios amplificadores.

-Atención chicos- Sarah llamó la atención de los niños y de los demás- Eli está aquí en una clase muestra, por lo que dedicare algo de mi atención a él, pero mientras, van a practicar un par de ejercicios, así que pueden ir y tomar una guitarra- en cuanto dio la orden, los dos niños pequeños corrieron a tomar las guitarras, siendo seguidos por los otros dos de manera más ordenada.

Sarah apuntó varios ejercicios en la pizarra, cada uno apto para el nivel de cada uno de sus niveles y entonces procedió a acercarse a cada uno individualmente para resolver cualquier duda y asegurarse de que lo hicieran de la manera correcta, y una vez que terminó con todos, tomó una guitarra que tenía aparte y fue a sentarse en la silla continua a la de Eli.

- ¿Todas sus clases son de guitarra? – Eli le preguntó una vez que la mujer estuvo lo suficientemente cerca.

-No, depende de los horarios y el día. La tarjeta que te di incluía solo los horarios de clase de guitarra ya que fue lo que mencionaste que te interesaba, pero si algo más llama tu atención, puedes decirme- explicó y comenzó a afinar la guitara y una vez lista la puso sobre su regazo- Empecemos por el nombre de las cuerdas. Cada cuerda suelta es una nota.

Sarah empezó a tocar cada cuerda de manera individual y las fue nombrando para Eli una por una-

-Entonces en ese orden tenemos: Mi, Si, Sol, Re, La, Mi- dijo a la vez que tocaba nuevamente cada cuerda mientras las iba mencionando- Inténtalo tu-

Sarah le entregó la guitarra y Eli la tomó de manera cuidadosa, siguiendo las instrucciones de Sarah sobre como sostenerla de manera adecuada y donde debería poner sus manos. Y una vez que lo tenía mayormente dominado, empezó a tocar las cuerdas una por una y luego juntas, pero de repente un ruido estridente lo hizo soltar la guitarra y cubrirse los oídos.

Por suerte, Sarah estaba lo suficientemente cerca y logró atrapar la guitarra antes de que cayera al suelo, dirigiéndole una mirada preocupada a Eli.

Eli estaba por retirar las manos de sus oídos, pero cuando el sonido regreso y continuó de manera brusca, volvió a cubrirlos y se encogió sobre sí mismo.

Sarah miro a su alrededor y su mirada se detuvo en el par de niños pequeños, el mayor de ellos estaba tocando la guitarra de manera brusca, causando un sonido un tanto desagradable- ¡Soy una estrella de rock! – exclamó el niño mientras tocaba la guitarra.

- ¡Charlie! – Sarah le llamó la atención, usando una voz firme pero no gritando en enojo -No puedes tocar la guitarra así, podrías dañarla y desconcentras a tus compañeros- explicó pacientemente y pudo ver cómo tanto el hombre como la chica joven suspiraron aliviados y pronto Eli dejó de cubrirse los oídos.

-Lo siento señorita Williams- el niño se disculpó, mirando al suelo con un puchero.

Sarah le sonrió y puso su mano en su hombro- Esta bien, pero que no se repita, ¿de acuerdo? – preguntó y recibió un asentimiento firme del niño- Bueno chicos, creo que eso será todo por hoy, todos tienen sus prácticas de tarea así que sigan con ellas en casa.

Tras decir eso, todas las guitarras fueron dejadas en sus lugares y todos se despidieron de Sarah, empezando a salir del salón y Eli al notar esto, se puso de pie, dispuesto a salir también.

-Espera Eli, ¿te molestaría quedarte un momento para hablar conmigo? – Le preguntó Sarah.

-Está bien- Eli se encogió de hombros y volvió a su asiento.

Una vez todos los demás se fueron, Sarah se sentó nuevamente a su lado con la guitarra en mano- Dime Eli, ¿eres sensible a los sonidos? – pregunto, ofreciéndole de nuevo la guitarra.

-Algunos. Algunos lastiman, otros me ponen de mal humor- explicó y tomó la guitarra, acomodándola de la misma forma que Sarah le había enseñado anteriormente.

-Ya veo. Si decides venir constantemente a tomar clases, podemos asegurarnos que tu clase sea con personas más tranquilas- ofreció

-Eso sería lo mejor. No me gustan los niños, son muy ruidosos- dijo Eli firmemente, pero Sarah no notó ninguna malicia detrás de sus palabras.

Sarah no lo cuestionó más y a pesar de que la clase había terminado y tenía otra que no era de guitarra en unos minutos, continuó enseñándole a Eli lo básico. Y estaba feliz de ver que Eli parecía tener un talento para esto, pues comprendía las cosas rápidamente. Sarah estaba segura que con dedicación, en un par de meses Eli ya tendría dominado todo y solo tendría que concentrarse en aprender a tocar la música que él quisiera, pero no había necesidad de apresurarse tampoco.

En el caso de Eli, él estaba disfrutando bastante esto. Sus manos aun batallaban con algunas posiciones, pero le gustaba que tuviese un poco de reto y no fuera todo tan sencillo de primeras. Eli definitivamente podía verse haciendo esto todo el día, pero después de unos minutos, Sarah sugirió hacer una pausa.

- ¿Cómo te sientes? - le pregunto sonriendo cuando se detuvieron.

- Me gusta, um, en mi cabeza siento...es como...es un cosquilleo en el cerebro y, y te hace sentir como, relajado- Eli parecía estar teniendo un poco de dificultad en explicar la sensación, pero lo hacía con una sonrisa que le recordó a Sarah por qué amaba la música y compartirla con otros.

-Eso es bueno Eli, la música realmente es relajante y es un increíble método de expresión. Muchas veces cuando me siento, triste o molesta y no sé qué hacer con estas emociones, las pongo en mi música y así las puedo dejar ir- explicó cerrando sus ojos y suspirando suavemente, como si hubiera sido recordad de algún momento agradable- En fin, Eli, ¿Qué dices? ¿te gustaría...-

Sarah no fue capaz de terminar su pregunta, pues la puerta del salón se abrió de manera brusca y cuatro adolescentes entraron- ¡Las Ratas Lunares llegaron! – exclamó uno de los chicos.

Eli se sobresaltó y Sarah suspiro, poniéndose de pie para intentar poner algo de orden, pero entonces uno de los chicos se sentó en el lugar de la batería y sacó sus baquetas de su bolsillo trasero comenzando a tocar una improvisación algo alocada mientras sus compañeros comenzaban a sacar sus instrumentos, entre ellos una guitarra, la cual fue conectada a un amplificador y el dueño de esta empezó a tocarla para probar el sonido.

Sarah no pensó mucho de esto, estaba acostumbrada a este tipo de sonidos, después de todo trabajaba con un par de bandas en cuartos pequeños, pero ese no era el caso para Eli. Tantos sonidos, en un volumen tan alto comenzaron a abrumarlo y al final no pudo soportarlo. Se puso de pie y dejó la guitarra de lado para salir corriendo del salón.

- ¡ELI! – escuchó la voz de Sarah llamarlo, pero no le prestó atención, solo quería estar lejos de ahí.

Esa no era la música que acababa de descubrir, no era el orden y patrones que había estudiado, no era la música relajante que le causaba un cosquilleo mental, eso era...caos.

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