Jungkook había terminado su turno aquella mañana.

Justo en ese momento caminaba en dirección a su cabaña la cuál estaba bastante alejada de la aldea, estaba muy cansado y le dolía la cabeza, los turnos nocturnos como centinela eran los peores.

Además de que su padre lo estaba castigado con turnos dobles por no aceptar seguir sus órdenes y tomar el cargo de líder de la manada, mientras él se dedicaba a su nueva carrera como inversionista.

Para nadie era un secreto que Jungkook no deseaba seguir los pasos de su padre. Él tenía un sueño diferente, quería una vida tranquila, una familia que lo amara y lo cuidara de la misma forma en la que él lo haría, con la cuál pudiera tener una nueva aventura cada día, con la que se divirtieran mientras corrían por el bosque en su forma lobuna, quería vivir feliz lejos de los problemas y el caos que provocaba ser la persona responsable de todo un pueblo.

Jungkook había crecido en una familia rota.

Su padre siempre fue alguien distante y cortante, enfocado en su trabajo como manda más de la aldea, nunca tenía tiempo para estar con ellos. Era un padre ausente y todo empeoró cuándo su madre Soojin falleció de cáncer.

Si antes existía una persona que los cuidaba, que los procuraba y lo más importante, los amaba. Ahora no había nadie que se preocupara por ellos.

Seokjin y él se quedaron completamente solos.

Jaehyun se convirtió en alguien amargado. Había perdido a su compañera y con ella el poco interés que tenía por sus hijos. No tardó tanto tiempo en conseguir una nueva esposa, las leyes de la manada le exigian tener un omega como compañero para que lo apoyara en su trabajo como jefe de la aldea.

En la manada Moon, siempre era importante tomar en cuenta la opinion de los omegas y betas, se consideraban seres especiales pues gracias a ellos había cachorros y prosperidad en las familias, pero apesar de eso seguían siendo considerados débiles e inferiores a los alfas.

Ellos seguían siendo los fuertes, los protectores, los engarcados de llevar las riendas de la manada y de las familias, quiénes se dedicaban a trabajar y a llevar los alimentos a casa.

Jaehyun siempre había sido alguien responsable para su pueblo, aunque para sus hijos no era así, todos creian que era un padre amoroso y considerado con su familia, pero la realidad era que Sushua era quién se encargaba de hacerlo ver de esa forma pues ella era una omega enamorada, la cuál nunca pudo tener hijos y siempre trató de ver por el bienestar de los hijos del alfa que amaba.

Seokjin agradecía que la nueva esposa de su padre tratara de cuidar de ellos, entendía que la vida tenía que seguir, su madre ya no estaba y ellos debían seguir adelante, claro que fue dificil al principio pero poco a poco pude resignarse, aunque para Jungkook fue más fácil.

Jungkook apenas era un cachorrito de ocho años cuando su madre murió.

Y aunque al principio vió a Shuhua como la villana, con el tiempo le tomó un gran cariño. Logicamente la omega nunca reemplazaria a su madre, pero se convirtió en un gran apoyo para él, lo cuidaba y lo protegía como si fuera su verdadera madre y Jungkook lo agradecía mucho. la quería demasiado, había aprendido infinidad de cosas gracias a ella.

Gracias a ella, él era ahora el alfa más responsable, compasivo, repetable, detallista y sincero que alguien pudiera conocer, pero sobre todo Jungkook tenía el corazón más grande del mundo.

Y su padre lo despreciaba por eso.

Según él, los verdaderos alfas nunca se comportarían de esa forma tan despreciable, no perdonaban ni tenían piedad, jamás se rebajaban por nada ni nadie, tenían que sobresalir siempre, ser los mejores y lograr siempre lo que se proponían sin importar a quién debían aplastar.

Jungkook y él nunca se ponian de acuerdo para absolutamente nada, su relación estaba rota y siempre sería así.

En cúanto llegó a su cabaña, de inmediato supo que no estaba solo. Su padre lo estaba esperando y eso no significaba nada bueno.

- Hasta que llegas Jungkook....

- ¿Qué haces aquí?- el pelinegro preguntó de forma tosca.

Shuhua salió de la cocina con un vaso de agua, en cuanto vió a su hijo corrió hacía él para abrazarlo. Hace mucho no lo veía.

- Cachorro!!- la omega acunó el rostro del pelinegro entre sus manos- ¿Cómo has estado? ¿Has comido bien?

Jaehyun bufó.

- Deja de tratarlo como un maldito cachorro!! Por eso es un inútil!! Tú tienes la maldita culpa!!- el alfa mayor gruñó en dirección a su esposa.

Jungkook le gruñó a su padre.

- Cuida la forma en la que le hablas a mi madre!!

- Ella no es tu madre...

El pelinegro estaba a punto de perder la cabeza hasta que la dulce voz de su madre lo tranquilizó.

- Kook... No te preocupes cachorro...- Shuhua sonrió pero Jungkook supo que aquel comentario la había lastimado, la conocía muy bien.

Jaehuyn rodó los ojos.

- ¿Qué quieres padre?- el pelinegro tomó asiento en la sala junto a su madre.

- Es tu última oportunidad para aceptar tu puesto como lider de la manada...

- Ya sabes la respuesta... Es la misma de siempre y nunca va a cambiar...

- ESTOY HARTO DE QUE TE NIEGUES A SEGUIR MIS PASOS...

- Nunca en mi vida seré una mierda como tú!! Que te quede claro...

El alfa hizo el amago de golpear a su hijo pero la puerta abierta de par en par y la presencia de cierta omega con ojos asesinos, lo obligó a detenerse de inmediato.

- ¿Qué haces?- Minha preguntó con un tono de voz que demostraba lo molesta que estaba.

- ¿Qué mierda haces aquí Minha?

- Vengo a ver a mi ahijado... Y así aprovecho también para vigilarte un poco...- la omega lo observó de arriba a abajo- Te recuerdo que si se me da la gana puedo decirle a todos la clase de mierdita que eres y adiós poder y adiós todo...

- Minha...- Jaehyun le advirtió.

- Estás en esa posición gracias a Soojin y a mí... Harías bien en recordarlo.... Una palabra mía podría acabar con toda tu mierda...

- ¿Me estás amenazando?

- Tómalo cómo quieras... El consejo sólo confía en mi palabra... No lo olvides...

Jaehyun gruñó y salió de la cabaña de su hijo completamente furioso.

Minha lo tenía en sus manos y él lo sabía perfectamente, hace años ella y Soojin habían hecho de todo para convencer al consejo de dejarlo al mando, todo el mundo las quería y las respetaba por ser las únicas doctoras de la manada, además del dinero y las tierras que les pertenecian. Con su ayuda la manada tuvo un lugar en el mapa, todo mejoró y poco a poco la vida fue mejorando.

Así que sí, su palabra tenía peso.

- Madrina...- Jungkook hizo una reverencia.

- Ven aquí cariño...- Minha abrió sus brazos esperando un abrazo de su sobrino.

Jungkook la abrazó con fuerza.

- Shuhua... ¿Qué tal todo?- preguntó la omega poco después cuándo los tres se encontraban tomando café en el comedor.

- Parece que algo trama...

- ¿Cómo qué?

- Ha estado muy sospechoso, manda cartas a diferentes destinatarios durante las madrugadas y lo hace con mensajeros clandestinos...

- Me encargaré de investigar...- Minha asintió.

Después fijó su atención en Jungkook.

- Hijo... Necesito hablar contigo sobre algo muy importante...

- Si es sobre aceptar el puesto de lider... Ya sabes mi respuesta madrina....- el alfa habló claro.

- No es eso... Es sobre un omega...

- No estoy interesado en ningún omega de la manada...

- Lo sé... Él no es de aquí... Es de la ciudad...

- ¿Un citadino?

- Uhumm... Es mi sobrino... Él... Está en una situación complicada justo en este momento...

- .....- Jungkook guardó silencio. No le gustaba saber sobre omegas sufriendo, su madre sufrió mucho con su enfermedad y Shuhua había sufrido al no poder tener hijos propios.

- Está embarazado y solo.... Su padre quiere obligarlo a deshacerse de su bebé y él no desea eso... Pero como entenderás, un omega sin alfa no es bien visto, además si lo obligan a perder al bebé, él podría morir... Me gustaría saber si tú...

- ¿Puedo conocerlo?

- ¿Seguro?

- Sí....

Minha sabía que Jungkook aceptaría desposar a Jimin sin ningún problema. Algo le decía que ese par terminaría enamorándose desde el primer momento en que se vieran a los ojos.

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Aquí un nuevo capítulo!! 🤎

Ojalá les esté gustando mis amores...