Capítulo 34
VALERIE
Levanté mi mirada de mi móvil, funcionando con la aplicación de Twitter. Gemma veía un programa de televisión, yo no podía prestar atención a nada. Los nervios me invadía, hace minutos que no dejaban de pasar coches policiales, uno tras otro, ¿qué estaba sucediendo? Solo podía sentarme y rezar para que Harry estuviese bien.
Quería que volviese y me besase, dándome a entender que todo estaba bien.
Buscaba noticias en Twitter, pero no había nada. Solamente comentarios de todos los policías que rondaban por Nueva York.
Cerré los ojos,apartando el móvil de mi vista. Cuando los abrí, traté de prestar atención al programa de talentos que Gemma estaba mirando en la televisión. Qué mal cantaba ese hombre.
Miré mi teléfono una vez más, no había noticias de él.
Mi cerebro solamente reproducía momentos vividos con Harry, como si intentase darme alguna pista de lo que en aquel momento, estaba sucediendo.
Yo pendía de una cuerda, si esa frágil cuerda se rompía, acabaría conmigo. Y Harry era el único que podía cortarla.
-Valerie -Dijo Gemma,interrumpiendo mis pensamientos-. ¿Estás nerviosa?
-¿Qué? -Aquello no era una pregunta, simplemente una exclamación de sorpresa. ¿Tanto se podía ver en mi rostro la preocupación?
-Llevas todo el rato moviendo el pie con cierto nerviosismo, mirando el móvil cada cinco segundos y con la mirada perdida. ¿Estás bien?
-Sí -Mentí, Gemma no sabía nada de lo sucedido con Harry y no debía saber nada. No quería que se enterase de todo lo que sucedía en aquel momento. Y menos cuando, todos estábamos convencidos de que iba a salir bien.
-Vale -Canturreó,cogiendo la bolsa de patatas fritas que había en la mesa de decoración situada al lado del sofá. Comenzó a comer tranquilamente, dejando que su atención se centrase en la televisión. Quizá no me vendría mal algo de comer.
-Voy a coger algo de comida -Comenté, levantándome del sofá mientras mi móvil yacía en mi mano. Caminé hasta la cocina, apoyándome en la encimera.
Marqué el número de Harry, no había respuesta. Saltó el contestador automático. Quería pensar que se encontraba muy ocupado tirando a Christian desde un rascacielos, pero algo me decía que no sucedía eso exactamente.
Colgué la llamada. Suspiré, abriendo la nevera. Habían mil y una cosas, decidí coger un trozo de queso y unas rodajas de pan, para hacerme un simple sándwich. Salí de la cocina, comenzando a comer la gran delicia que había cocinado en medio minuto. Lo sencillo era lo mejor.
Salí al pasillo, dando un mordisco al sándwich. Alguien picó a la puerta, me dirigí a abrirla. Una cabellera rubia emergió de ella; Niall y, Louis estaba a su lado. Su expresión facial se mostraba preocupada y algo triste. Eché un vistazo detrás de ellos, buscándole:
-¿Dónde está...?
-¿Podemos entrar?-Interrumpió Niall, asentí con la cabeza, mirando el rellano del edificio. Esperaba encontrarme con la sonrisa de Harry y sus brazos,abrazándome. Cerré la puerta, caminando hacia el sofá, detrás delos dos chicos. Gemma, la cual estaba tumbada, se sentó dejando espacio para los dos chicos-. Bueno...
-¿Dónde está Harry?-Preguntó Gemma, hablando con la boca llena de patatas fritas.
Mi corazón comenzó a intensificar sus latidos. Ellos parecían no saber como empezar la frase, como suavizar sus palabras, como explicarse; lo cual llevaba a solamente una cosa: Harry ya no estaba ni estaría con nosotros.Había muerto.
Esa idea me horrorizaba.
No podía ser cierto. No debía dar las cosas por echo.
¿Y si solamente estaban gastando una broma y él aparecía sonriendo y riéndose de mí?
No quería dejar que mi cerebro me volviese loca antes de que ellos hablasen. Pensar demasiado nunca era una buena opción.
-Hablad de una vez -Pedía ellos, quienes se miraron entre ellos y Louis comenzó a hablar:
-Harry ha sufrido un contratiempo y bueno -Habló Louis, rompiendo todas mis esperanzas.Él hizo una mueca-. Lo han detenido.
Suspiré. No me parecía tan grave. Temía por su vida. Solamente lo habían detenido, él estaba sano y salvo. Quizá iría a la cárcel o al cuartel de policía, los chicos encontrarían una forma de sacarle de allí.Estaba segura de eso.
-Bueno... Los cuatro lo solucionaréis, ¿verdad?
-Solamente... quedamos tres, bueno dos -Corrigió Niall, podía notar la tristeza en sus ojos, algo estaba sucediendo. Algo que no me habían contado todavía-. Liam y Zayn... han muerto.
-¿Qué? -Pregunté incrédula. Aquello no había salido bien, dos de ellos muertos y uno detenido. Dios mío.
-Han sacado sus cuerpos y ahí ha sido cuando hemos visto que... -Una lágrima salió de los ojos de Niall. No pude evitar acercarme a él y abrazarle. Todo aquello había pasado en una simple hora, era de locos. Se había desmoronado todo nuestro alrededor en menos de cinco horas.
-Eso no es lo peor, para ti... Harry probablemente sea condenado a cadena perpetua -Habló Louis, sus palabras fueron como una estaca a mi corazón, dura, fría e imprevisible. Quizá un baño de agua fría en aquel momento hubiese dolido menos-. Lo siento...
Mordí mi labio inferior.Trataba de pensar que él estaba vivo que no sucedía nada, que todo... estaba bien. Pero la idea de estar días sin él me aterrorizaba.
-¿Puedo hablar con él?
-Será mejor esperar a mañana -Comentó Louis, mis ojos se dirigieron a los azules de él.No tenía intenciones de esperar a nada. Ni un día más.
-Cállate Louis -Espeté, haciendo que él me mirase incrédulo-. Quiero ir a hablar con él, ¿sabéis dónde está?
Negaron con la cabeza. Ahora tendríamos que recorrer todas las comisarias de Nueva York,genial.
-Eh, eh, eh ¿pensáis explicarme que ha sucedido? -Intervino Gemma, observando aquella escena. Ella no sabía ni donde habían ido ellos, y tampoco porqué.Básicamente, podríamos decir que no sabíamos nada.
-Harry ha sido detenido-Repitió Louis.
-Hasta ahí he llegado-Contestó Gemma-. ¿Qué ha sucedido? ¿Han atracado el casino?
Oh, cielos. Gemma se había creído lo del casino. Sería un problema y tardaríamos horas en explicarle todo, y en aquel instante, ninguno tenía muchas ganas de dar explicaciones.
-¿Qué casino? -Preguntó Niall, y pareció que al instante se le iluminó la mente, pues añadió-: ¡No! Hemos ido a matar a Christian...
-¿Y quién coño es Christian? -Preguntó Gemma de nuevo.
-¡Su padre! -Contestó Niall señalándome, los ojos de la chica se posaron en los míos, su mirada mostraba incredulidad.
-¿Y Harry quiere matar a tu padre?
-Es una larga historia -Me limité a contestar. Suspiré y pasé la mano por mi cabello concierto nerviosismo-. Ahora el problema es, ¿dónde podemos encontrara Harry?
-¿Y si vamos a la comisaria central de Nueva York? -Intervino Niall-. Ahí saben de todos los criminales.
-Está bien. Vayamos, pues.
Caminé hasta el recibidor, me puse unas zapatillas deportivas y cogí las llaves del Lamborgini de Harry. No le importaría que lo cogiese algún que otro día. Los chicos decidieron acompañarnos, daba por echo que querían montarse en aquel coche. Sin embargo, quien iba a conducir, sería yo, no ninguno de ellos.
Una vez dentro del lujoso coche, lo adapté a mi altura, pues nunca antes lo había utilizado yno llegaba a tocar los pedales.
-No sabía que Harry tenía este coche -Comentó Gemma, mientras yo introducía las llaves en él y comenzaba a funcionar. El sonido del tubo de escape hizo que los chicos exclamasen un 'oh' a modo de sorpresa.
-Nosotros tampoco -Dijeron ambos.
-No lo usa mucho -Contesté-. Quizá solo lo tiene de adorno.
-¿Pero, cuántos coches tiene? -Preguntó Niall.
-Tres; el Range Rover, un Mercedes y este -Les expliqué-. Aunque solamente utiliza el Range Rover. Supongo que no quiere salir a pasear estos coches.
Comencé a conducir,tranquilamente sin mostrar nerviosismo. Estaba lo suficientemente tranquila como para conducir, sabía que lo sucedido no era tan malo;aún así, en el momento en que viese e Harry toda mi fortaleza se rompería y me haría agua, me desplomaría.
Necesitaba una distracción y conducir, me ofrecía todo aquello que necesitaba. Las ocupadas calles Neoyorkinas podían resultar tanto estresantes como relajantes por la poca velocidad a la que se debía circular.
Aquella noche, mis ojos estaban puestos en la carretera, nadie dijo nada en todo el trayecto.Yo no podría soportar una estúpida conversación y ellos, tampoco. Todos estábamos sumidos en nuestros propios pensamientos.
No podía apartar mi mente de Harry. Seguro que Louis y Niall estarían recordando a sus dos amigos perdidos, yo apenas les conocía... sin embargo, saber que alguien que conocías estaba hace una hora en tu casa y no volvería, era complicado de entender.
Suspiré, mientras seguía las indicaciones que me dejaba el GPS, indicando donde estaba la comisaría. Un edificio enorme, con una bandera de Estados Unidos ocupando el centro de la fachada y ondeaba a causa del viento que recorría aquella noche la ciudad.
Tenía la esperanza de que él estuviese allí: Harry.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top