Capítulo 81 |Desesperación

—Su Majestad. - El caballero sonaba nervioso, su rostro estaba pálido y su sudor se hacia notar cada vez más —La Vizcondesa Verdi ha sido encontrada, pero...

—Habla ahora mismo - el guardia trago duro.

—La princesa fue encontrada muerta...

El corazón de Sovieshu dolió como el infierno, su mundo se había vuelto a venir abajo y otra parte de él murió.

—¿Dónde la encontraron?

—Estaba más allá de las fronteras, era un sitio rodeado por un bosque y sin pueblos. El carruaje se volcó y la Vizcondesa resultó herida.

El Marqués Karl, que estaba al lado de Sovieshu, se puso la mano en la frente. Glorym era una bebé apenas…

Sovieshu cerró los ojos. Le dolía la cabeza y sentía un dolor tan fuerte en el abdomen que era difícil de soportar. El hilo de esperanza al que se había aferrado durante días parecía haberse roto.

Sovieshu parecía terriblemente cansado, así que el Marqués Karl preguntó en su nombre,

—¿Por qué se volcó el carruaje? ¿Fue un accidente?

El caballero recordó el momento en que la Vizcondesa Verdi fue encontrada inconsciente y la bebé a su lado. No quedaba nada de valor en el carruaje.

—Unos bandidos asaltaron el carruaje. El cochero murió y la Vizcondesa Verdi resultó herida cuando el carruaje se volcó, la bebé murió en el acto...

—¿Le preguntaste a la Vizcondesa sobre la bebé?

—Le pregunté mientras sus heridas eran tratadas. Dijo que alguien le arrebato a la bebé pero estaba en sus brazos cuando la encontramos y el médico dictaminó que murió con el golpe.

El Marqués Karl desvió su mirada hacia Sovieshu.

El rostro de Sovieshu estaba terriblemente pálido. Parecía un muñeco de cera sin pintar.

Sovieshu perdió completamente sus sentidos cuando sostuvo la ropa de la bebé mancha de sangre.

—Glorym… mi hija.

Mientras sostenía la ropa de la bebé con ambas manos, no pudo cerrar la boca y sus ojos se abrieron ampliamente.

—Mi hija. Mi niña. Mi bebé.

Los ojos de Sovieshu se llenaron de lágrimas.

Con un nudo en la garganta, cayó de rodillas y apretó la ropa de la bebé contra su pecho. Las lágrimas se deslizaron por su rostro.

—¡Glorym!

Sovieshu entró en su dormitorio y se acercó a la pintura de Glorym.

Abrazando la ropa de la bebé manchada de sangre, dejó escapar un suspiro al mirar a la bebé en los días en que estaba sana y feliz.

Recordó sus pequeñas extremidades, su amplia sonrisa, sus lindos labios, y la primera vez que la escuchó decir, ‘¡Bubu!’

Sovieshu volvió a suspirar de dolor y se retorció.

—Eché a esa bebé que había sido tan adorable, a mi propia hija.

— ¡Por favor, créeme!

La voz llena de rencor de Rashta resonaba en sus oídos.

— ¡Es hija de Su Majestad!

Recordó cómo se meneaba la bebé cuando la tenía en sus brazos.

Era una bebé muy pequeña y frágil. Una bebé a la que había que proteger. Era la bebé más preciosa y dulce del mundo.

—Hija, llévate a tu padre. ¡Hija, llévate a tu padre contigo!

Sovieshu no pudo soportarlo. Sollozaba y se golpeaba la cabeza contra la pared.

—Navier no esta. Mi hija murió. Todo fue en vano.

La sensación de pérdida, rabia y frustración que crecía en su interior era insoportable.

El dolor que sentía cada vez que se golpeaba la cabeza contra la pared suprimía por un momento el dolor en su corazón.

—¡Su Majestad! ¡Cálmese, Su Majestad!

Sus secretarios se unieron para sujetarlo, pero Sovieshu se los sacudió de encima y continuó golpeando su cabeza contra la pared.

No paró de hacerse daño hasta que su frente comenzó a sangrar.

Sovieshu sintió que el corazón casi se le salía del pecho cuando la bebé, a la que había abandonado, apareció asustada frente a sus ojos como si esperara ser encontrada antes de morir.

—¡Glorym! ¡Glorym! ¡Mi bebé! ¡Traigan a mi bebé! ¡Marqués Karl, trae a mi bebé!

Un caballero de la Guardia Imperial, que no soportaba ver el estado actual de Sovieshu, se acercó y lo noqueó. Estaba preparado para recibir un castigo severo.

Sin embargo, el Marqués Karl le indicó al caballero que lo había hecho bien.

































A las afueras de la ciudad tres personas sonreían con satisfacción, la pequeña bebé se removió en los brazos de la mujer que la acariciaba con ternura.

—Bien hecho Evely o mejor dicho Evangeline - Elgy solto una pequeña risa, la mujer solto a reír.

—Definitivamente eres la maga más poderosa - dijo Ga-eun.

—Tuvieron su venganza, y yo obtuve mi dinero, es algo justo - la apariencia de la mujer  cambio — Evely estará bien, esta con su hermana, su vida es muy buena en Nature y sera feliz... ¿Qué harán con la bebé?

—Le preguntaremos a la Emperatriz  -hablo Ga-eun —Ahora vete, vete lejos y jamás hables de lo que ocurrió aquí.

—No te preocupes, nunca sabrán que Evely no era real, nunca sabrán que ese bebé jamás existió y los creerán muertos, la emperatriz es astuta, da miedo -le pasó a Glorym — cuídala bien, es igual a esa mujer... será su maldición.

—No te preocupes, irá con su hermano y crecerán bien, cuídate Evangeline - Elgy tomó de la mano de Ga-eun y subieron al carruaje.

El asesinato de Evely estaba previsto desde hacía varios días, se sabía que Rashta quería desaparecer la y el día de la prueba de paternidad había sido el momento adecuado, pero al enterarse Ga-eun y Elgy cambiaron a los hombres de Rashta por los de ellos.

Un plan simplemente perfecto.









































Rashta miraba la pequeña abertura con inquietud, su ejecución era mañana y nadie le había hablado en todo el día, no había recibido comido y menos agua.

—Oye tu - era la voz de Sir Artina, Rashta dejó de morder sus dedos y ser acercó levemente. —Siéntate por qué lo que te diré será fuerte.

—Nada puede ser peor que morir de esta forma -hablo pausamente, su frágil cuerpo se poso en el suelo y esperó a que hablara.

—Entonces supongo que nunca te importaron tus hijos -Rashta alzó la vista.

—¿A que te refieres?

—Ahn fue secuestrado hace algunos días... y Glorym esta muerta.

El corazón de Rashta dio un vuelto grande, su rostro que antes estaba pálido se puso peor y unas tremendas ganas de vómitar la invadieron.

—¿De... de que hablas? ¿¡De que hablas!?

—La Vizcondesa Verdi huyo con la bebé para darle una buena vida pero encontró la muerte en el camino -la ventanilla fue abierta ligeramente, Rashta se asomo con rapidez y lo que vio le dolió, era el cuerpo de su hija.

—Glorym.. ¡Hija! ¡Glorym! ¡Mi bebé! ¿¡Qué le hicieron a mi bebé!? - sus gritos fueron desgarradores, su cuerpo se doblo en el suelo y sus lágrimas salieron sin parar — ¡Glorym hija! ¡Mi bebé! ¿¡Qué te pasó hija!?

Sir Artina cerró la ventanilla y le hizo de seña a los guardias para que se llevaran a la bebé, un golpe en seco se escucho y al asomarse encontró a Rashta en el suelo, se había desmayado por el shock.

























































Penúltimo capítulo, espero les guste.

Nota.

El día sábado en todo el día publicaré el capítulo final, el epílogo, una nota y una última parte de gráficos que hice durante este último mes.

También en mi tiktok (Queencleopatragraphics1) en donde subiré el video edit sobre la escena final, por si gustan ir y apoyarme dándole like y comentando que tal quedo.

Y también, el día domingo o lunes (veremos si me quedan ganas el sábado jejeje) subiré el epílogo, sinopsis, cast y más sobre mi nueva historia sobre Kosair, así que pendientes (por aquí avisaré tambien)

Sin más que decir les dejo mis redes sociales.

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