Capítulo 5: La llave
Pasó esa fría noche y Dulce amaneció con el firme propósito de abrir el almacén y averiguar qué o quién había tras esa puerta. Una cosa tenía clara, Gastón le ocultaba algo misterioso y aunque la maldición le impedía pensar que podía estar haciendo algo malo a propósito, su intuición le decía que debía averiguarlo.
Trotando a lomos de su espectacular caballo, su apuesto marido regresó a casa esa misma tarde. Como siempre que volvía de uno de sus largos viajes, la colmó a regalos y... a carencia de besos. Eran caprichos por los que cualquier chica de su edad hubiera matado: vestidos de seda, perfumes de flores raras y bombones de fino chocolate. Pero Dulce no era como cualquier chica y esos detalles no suplían la falta de amor que cada vez más sentía en sus entrañas.
La costumbre era que después de agradecerle a su esposo sus obsequios, le preparaba un baño caliente y, mientras él se relajaba, ella emprendía varias horas de tareas frenéticas. Cocinaba los platos preferidos de Gastón, deshacía su equipaje y lavaba su ropa, que no era poca, pues él defendía que siempre tenía que guardar una imagen perfecta para sus clientes.
Pero esa tarde iba a ser diferente, Dulce tenía un plan muy meditado. Empezó preparándole su irresistible aguamiel caliente, esta vez aderezado con unas cuantas gotas de más de un brebaje que en su etiqueta aseguraba un sueño plácido y profundo.
Una vez se quedó dormido, con mucho cuidado le desató del cuello la llave que llevaba siempre colgando y salió corriendo hacia el almacén. No tenía tiempo que perder, había llegado el momento de conocer el secreto que había tras esa cerradura.
https://youtu.be/uWjj7hdA9qk
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top