Capitulo veintisiete
En este momento me encontraba con Ruth en la habitación mientras que ella se encontraba explorando mi cuerpo entre sus manos y labios, y ella ponía la excusa de que le ayudaba a desestresarse ante sus responsabilidades como princesa de los lobos, pero sé muy bien que ella quería divertirse un poco y bueno quien soy yo para negárselo, pero no podía negar que esto aún era algo nuevo para mí, pero cada día esto se volvía especial para ambas.
R-Ruth...c-creo que es suficiente --. le dije mientras trataba de no soltar más gemidos.
Vamos mi bella Luna, solo un poco más --. decía Ruth que ahora estaba besando mi estómago.
P-Pero tienes deberes...no quiero...que tengas problemas con tus padres...Ah --. le decía entre pequeños gemidos.
Ellos no son problema, problema sería que alguien nos interrumpa en nuestro tiempo a solas mi bella Luna, y sabes que no me veo bien cuando estoy enojada --. decía ella con voz grave antes que comenzara a besar mi cuello.
Yo simplemente no podía decir nada, ya que Ruth se encontraba en una zona muy sensible para mí, y enserio que daba lo mejor para no soltar demasiado la voz, porque de verdad que la señora Esmeralda le había advertido a Ruth de que, si volvía a desatender sus obligaciones, literal la iba a castigar a que no se juntara conmigo para que pudiera concentrarse.
Pero a Ruth no le estaba preocupando eso, hasta que se escucha que tocan la puerta de una manera autoritaria haciendo que ambas nos sobre saltáramos.
¡Samantha! ¡¿Puedes abrir querida?! Solo quiero saber si mi hija no está contigo, porque no llego a una reunión importante --. decía la señora Esmeralda desde el otro lado de la puerta.
¡Diablos! ¡Lo olvide por completo! --. me susurro Ruth alterada.
¡Ruth! ¡Si estas interrumpiendo los estudios de tu Luna! ¡De castigo no voy a dejar que te le acerques por un mes! --. le amenazo su madre.
No...todo menos eso, no soportaría estar lejos de ti --. me susurraba Ruth un poco asustada.
Sera mejor que te escondas para que tu madre no se dé cuenta que estas aquí --. le sugerí en voz baja mientras me acomodaba mi ropa.
Ok --. dijo Ruth mientras que se esconde dentro de mi closet.
Un poco más tranquila fui a abrirle la puerta a la señora Esmeralda para que pudiera inspeccionar sin problema.
Samantha... ¿Cómo te encuentras? --. me preguntaba ella.
Estoy bien, señora Esmeralda...somo estaba recostada en la cama un momento, es que me dolía estar tanto tiempo sentada --. le decía a la señora Esmeralda para que me creyera.
Samantha, sabes que puedes descansar las veces que tú quieras porque soy consciente del esfuerzo que has estado haciendo para fortalecer tu magia, sobre todo con los sueños que has tenido últimamente --. decía la señora Esmeralda un poco preocupada.
Señora Esmeralda por favor no me lo recuerde, tan solo pensarlo me provocan escalofríos --. le decía a la señora Esmeralda para que no siguiera hablando del tema.
Samantha, sé que esto es demasiado para ti, pero no puedes evadir el tema por siempre, y más ahora que hace poco tuviste un fuerte ataque por un sueño o mejor dicho una visión que tuviste hace unos días --. me advertía la señora Esmeralda.
¿Sueños? ¿Visiones? ¿De qué está hablando mi madre? Tengo que seguir escuchando --. susurraba Ruth desconcertada desde el closet.
Samantha dime la verdad ¿Nuevamente has tenido esos sueños acerca del príncipe de los demonios? --. me preguntaba la señora Esmeralda seriamente.
Por favor se sincera amor --. susurro Ruth desde el closet preocupada aun en el closet.
Sabía que no podía mentir acerca de ese tema, porque cada día se tornaba más serio y era difícil no poder abstenerme a guardar los problemas que me sucedían ahora ante estas visiones, por ello tenía que estar informando a la señora Esmeralda ante lo que me pasaba, y soy consciente de que los mayores solo preocupaban por mí, además me recordaban constantemente en que no me encontraba sola ahora y que estarán dispuestos a ponerme a salvo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top