Prólogo
Hasta hace un mes era la clase de chico afortunado al que todo le salía bien, por ejemplo la parte de conquistar chicas hasta lograr enamorarlas. Y sobre todo del que nadie se burlaba en su propia cara.
Si que ha cambiado todo en un mes.
Soy o era mejor dicho, el tipo de chico que le gustaba romperle el corazón a las chicas, aunque suene un poco sádico o narcicista, usen el termino que mas les parezca. Me encantaba el sentimiento de saber que una chica se moría por mí.
Una no, Varias.
Me hacía sentir poderoso la habilidad que tenia para enamorarlas y luego dejarlas votadas, mientras ellas no conseguían alejarse de mí, a mí me daba igual si estaban o no, si sufrian o no.
Era la clase de chico al que mi hermana melliza Aby y creo que cualquier chica llama: "un verdadero idiota" o "una verdadera patada en los ovarios".
Desde que empecé a conquistar chicas como si no hubiera un mañana, Aby me propuso un trato, al que ella le dice frente a otras personas "código de hermanos mellizos" o como le llama cuando esta enfada y a solas "código para evitar que mi hermano sea un cacas con mis amigas" ella dice que le gusta más este último nombre. Básicamente el trato consiste en que no debo intentar romperle el corazón a ninguna de sus amigas, y a otras tantas que con el tiempo fue sumando y no tengo afán de recordar.
Me pidio que hicieramos este pacto luego de romper el corazón de su mejor amiga en octavo grado, al parecer la habia atosigado durante muchas semanas y hasta meses con preguntas y lloriqueos sobre mí.
Bueno ese es su pretexto, pero conociendo a mi hermana sé que sentía pena de ver sufrir a su mejor amiga por mí y porqué después de ese pequeño incidente termino alejándose de Aby, y ella culpandome de haber perdido a su mejor amiga.
Así que yo acepté.
La verdad que ese trato me venía bien. No quería que ninguna de mis novias tuviera acceso a mi dirección o contacto con mis padres. ¡Ese si que podría ser un problema!
Todo cambio hasta que rompí el trato con la nueva mejor amiga de Aby.
¡Si! Con la hermosa chica del vestido negro.
No quiero entrar en muchos detalles pero esa mujer me hechizo.
Y olvidé por completo el pacto de hermanos con Aby, o como sea que ella le diga dependiendo de su humor o de quienes esten presentes. Use todo mi encanto y dotes de chico conquistador, y en especial el de no parecer un mujeriego, playboy, fuckboy o como sea que le digan los jóvenes de ahora y la conquiste.
Después de dos años de aquel suceso, todo marchaba bien. Hasta anoche, que la volví a encontrar y tomada de la mano de mi mejor amigo.
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