III
Hoseok le había prohibido totalmente a su hermana que se acercara a Park. No era bueno. Era peligroso. Y eso no lo podía entender Jié, se hacía muchas preguntas en su mente y aunque trataba de recordar de donde lo conocía, nada venía a su mente.
Soltó un bufido mientras observaba a la comunidad estudiantil caminar de un lado a otro, a lo lejos veía a esos tres chicos compartiendo carcajadas. Jié centró su mirada en el chico de cabello naranja, realmente quería recordarlo porque sabía que de un lugar lo conocía. Hoseok se había puesto como un demente en cuanto había llegado a casa, diciéndole que debía tener cuidado con Park...bueno, en realidad, con los tres. Ella entendió pero a la vez le causaba intriga el saber porque. No dijo nada más, solo obedeció las órdenes de su hermano quien ahora la cuidaba como un padre. Desde que sus padres viajaban demasiado y parecía que vivían en otros países, Hoseok tomó el lugar para protegerla. Además, después de lo que había sucedido con Seok Jin, tenía que hacerlo.
Jié por otro lado, aún no podía creer que no tuviera amigas. Es decir, era muy pronto, por supuesto. Pero por lo menos deseaba una aunque le costaría tenerle confianza. Quería tener a alguien con quien conversar todos los días, no importaba quien fuera, sol o necesitaba compañía. De un momento a otro, Jimin la miro totalmente sola y decidió empezar su caminar hacía ella. La chica se alarmó cuando lo tuvo frente a ella con una gran sonrisa en su rostro.
—Hey, Jié—La saludó y sin pedirle autorización de poder tomar asiento, lo hizo. A un lado de ella, muy cerca a Jié.
—Aléjate, por favor—Le susurró, Jimin alzó su ceja izquierda y negó con la cabeza con lentitud. Las manos de Jié empezaron a colocarse sudorosas por el acercamiento del chico.
—¿Por que? No estoy haciendo nada malo.
—Mi hermano te dejo en claro que no debías acercarte a mí—Lo miró por primera vez, Park sonrió para después chasquear la lengua y mirar a sus mejores amigos quienes sonreían con burla.
—No se enterará, solo quiero conversar un poco contigo ¿si? Además, no tengo idea del porque de las palabras de tu hermano. No se de que habla—Se encogió de hombros, Jié no confiaba mucho en sus palabras. ¿Porque su hermano le mentiría con algo así? Ó ¿porque le daría esa advertencia? Estaba más claro que el agua, algo sucedía.
—No, por favor, aléjate—Volvió a decirle pero Jimin era una persona muy terca así que prefirió no obedecerle. El chico la tomó de la muñeca para llevarla a otro lugar lejos de las demás personas. Ella trataba de zafarse de su agarre pero era en vano, Jimin la arrastró hacía una cuarto de limpieza. Jié temía por lo que pronto se vendría.
—Vamos, tranquilízate. Solo quiero preguntarte algunas cositas—Soltó un bufido, ella colocó el entrecejo fruncido cuando escuchó sus palabras.
—¿De que hablas?—Le dijo mirándolo a los ojos, Jimin de igual manera lo hizo. Quería hacerla recordar pero ella no podía hacerlo, aunque él no lo supiera, sabía que Jié mentía sobre ello.
—¿No me reconoces?
La chica negó enseguida, nada venía a su mente. Jimin asintió y tocó su barbilla ahora mirando el suelo como si fuera lo más interesante.
—¿De donde conoces a mi hermano?—Ahora ella fue la que decidió preguntar. Seguía pensando en aquel día donde Hoseok le había gritado a Park diciéndole que se alejara de ella y que ahora debería estar en prisión, no libre.
—Lo conocí en un bar, Jié. ¿Por que siento que me estás mintiendo?—Se cruzó de brazos, él de verdad sabía que Jié mentía sobre qué no recordaba nada. Quería hacerla hablar pero era más que obvio que el papel de inocente que llevaba, era primero.
—No entiendo de que hablas—Soltó un risita nerviosa, Jimin chasqueó la lengua y se decidió a sacar su teléfono móvil del bolsillo de su pantalón negro. Tecleo algunos segundos y después le extendió el celular frente a ella donde se percató de una fotografía. Jié la tomó entre sus manos y la miró muy preocupada. Se trataba de ellos dos.
—¿Has hecho un edit?
Park entre abrió la boca sin saber que decirle, ¿era en serio que seguía fingiendo? El chico pasó sus manos anilladas por su rostro deteniéndose un poco para tratar de asimilar todo lo que estaba sucediendo.
—Jié, deja de comportarte como una tonta. Esto es serio—Dejo caer sus manos de golpe, la chica alzó ambas cejas todavía sin entender de que hablaba. Los dos se encontraban muy confundidos por lo que pasaba. Jimin empezaba a cabrearse por darse cuenta que Jié fingía. ¿No?
—Jimin, lo siento. Pero no entiendo de que me estás hablando, solo...aléjate. Mi hermano no quiere que estemos cerca.
—Jié, es imposible que no me recuerdes. ¡Por Dios! Vamos, sé que finges. ¿Como explicas estas fotografías?
—Jimin, no se que de...—La interrumpió.
—¿Recuerdas a Kim Seok Jin?
La respiración de la chica empezó a agitarse al instante, sus manos temblaban al mismo tiempo que empezaban a sudar como si las hubiera adentrado al grifo del agua. Aquella pregunta le causó aquello y Jimin se percató. No quería escuchar su nombre, no quería verlo en fotografía ni siquiera en una pintura, lo quería lejos porque sentía que en cualquier momento podría ir por ella.
—¿Como lo conoces? ¿Porque me lo mencionas? ¡No quiero saber de él!—Gritó las últimas palabras. Sentía que le faltaba el aire en aquel cuarto de limpieza, esquivo a Jimin y abrió la puerta de golpe para respirar el aire fresco. Apoyó sus manos en las rodillas, reflexionándose un poco y cerrando los ojos fuertemente.
Jimin la miró sin expresión alguna, sabía que al mencionarle ello, reaccionaría. Ella fingía ¿no? Era lo que pensaba Jimin y sus amigos, hasta él. Es decir, ¿como puede ser que recuerde a Seok Jin y no a él? Claro, su farsa había acabado. Es por ello que Hoseok le había prohibido estrictamente que debía estar lejos de ella. Park sonrió cuando una idea llegó a su mente, tendría que compartirla con sus demás amigos.
Una idea que podría traer consecuencias.
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