Capítulo 58: Alta médica
Sasuke Uchiha
Cuando me desperté, todo el cuerpo me dolía, apenas podía moverme y los brazos casi no me respondían, porque aunque el brazo más o menos algo podía moverlos... las manos no reaccionaban ahora mismo. Miré a mi lateral cuando sentí el peso sobre mi hombro y descubrí a Naruto durmiendo, parecía muy cansado aunque suponía que había sido capaz de quedarse toda la noche en vela.
Quería acariciarle, me moría por hacerlo, pero no podía mover mis brazos para hacerlo y eso me dolía aún más, porque quería poder tocarle, poder abrazarle, pero no podía hacer nada salvo mirarle. Pasaba mis ojos de su rostro al reloj mientras veía pasar las horas y es que sí debía de estar muy cansado, porque no había forma de que se despertase ni de que me soltase, su brazo por mi cintura me gustaba, pero me habría gustado aún más si yo hubiera podido hacer lo mismo.
Cuando despertó finalmente, le costó abrir los ojos por la luz que entraba de la ventana, pero al darse cuenta de que estaba despierto, enseguida los abrió como platos y se lanzó a abrazarme. Quería abrazarle también, me moría de ganas de coger su rostro entre mis manos y besarle, pero no podía y no aguantaba esta situación.
Me disculpé con Naruto en cuanto empezó a echarme la bronca, sé que estaba enfadado conmigo porque me puse en medio, estaba muy cabreado porque creía que me mataban por su culpa, por haberle protegido, por haber encendido técnicas de gran potencia con mi cuerpo como estaba de debilitado y sé que la mayoría del daño me lo hice yo mismo, pero no podía dejar que matasen o hiriesen a Naruto.
No pude evitar llorar cuando Naruto me besó pero es que entre sus palabras que tenía razón y el sentirme tan culpable porque podía haberle dejado solo y no era mi intención, era imposible que contuviera las lágrimas. Estuve a punto de perderle y no quería que aquello pudiera pasar. Me abrazó con fuerza Naruto tras verme llorar y por suerte, sabía que él no diría nada nunca pero aún así, seguía costándome llorar frente a él, me hacía sentir débil y estúpido, pero tuve miedo de perderle en aquella batalla.
- Vale Sasuke, ya ha pasado, estoy bien, estoy bien gracias a ti Sasuke – me dijo pero yo seguía llorando.
- No cuentes esto Naruto – le dije aunque sabía que no lo diría.
- Ya sabes que yo nunca te he visto llorar Sasuke, hazlo cuanto quieras, jamás diré nada, estaré siempre aquí a tu lado.
- No quería perderte.
- Lo sé, te quiero Sasuke.
- Y yo a ti, Dobe – le dije intentando dejar de llorar mientras Naruto volvía a besarme con más calma que antes, con suavidad.
Escuchamos un carraspeo desde la puerta y Naruto soltó mi boca para mirar quien iba a entrar en la habitación y se sorprendió al ver a Ino que venía a comprobar mis heridas. Naruto se quedó conmigo en la sala mientras Ino me revisaba y finalmente, me comentó que podía irme a casa siempre y cuando hiciera reposo, porque no podía hacer nada más que reposo y estar en casa. Tampoco es que pudiese hacer mucho con mis manos así, esperaba que se pasase pronto esta situación.
Naruto tuvo que ayudarme para ir hasta su casa, pero tuve un grave problema en cuanto entré por la puerta y Naruto cerró tras él. No sabía si decírselo o no y es que me daba mucha vergüenza tener que pedirle esto, yo siempre había sido independiente, no necesitaba ayuda de nadie y ahora... necesitaba ayuda de Naruto para esto. Me sonrojé y él me miró con dudas, sabía que me pasaba algo.
- ¿Qué te ocurre Sasuke? – me preguntó.
- Naruto... tengo que ir al baño – le dije de golpe intentando evitar la vergüenza.
- Sabes dónde está, ¿No?
- Sí, pero es que no puedo mover las manos
No podía con mi vergüenza, pedirle esto a Naruto era demasiado para mí pero no tenía otra opción. Aún recordaba la primera vez que tuve que ayudarle yo a Naruto a mear, aunque él también me ayudó a mí, fue en una misión y nuestras manos se quedaron atrapadas juntas por una habilidad pegajosa y el maldito Dobe se meaba constantemente. Naruto tenía un grave problema con eso, porque siempre se meaba cuando empezábamos algo importante, como el examen a chunnin, era un caso. De todas formas, yo no esperaba que tuviera que decirle esto y pedirle ayuda, pero sin manos me era un poco complicado hasta sacarla del pantalón.
Naruto se había quedado paralizado como si no se creyese que le había pedido algo tan privado e íntimo, pero luego sonrió y me hizo ponerme aún más rojo, no soportaba sentirme tan inseguro y tan vergonzoso, pero prefería que fuera Naruto quien tuviera que tocármela para poder ir al baño que no cualquier otro.
- Vamos anda – me dijo sonriendo y me acompañó hacia el baño.
Le vi ponerse tras de mí después de preparar las cosas y sus brazos pasaron por mi cadera mientras bajaban la cremallera y metía las manos sacando mi miembro apuntándolo hacia el retrete. Me costó un poco orinar pero porque estaba realmente nervioso sintiendo sus manos en mi miembro y cuando acabé, Naruto también tuvo que limpiarme como si fuera un niño pequeño, pero es que tenía un grave problema... me estaba excitando sentir sus manos. Apoyé la cabeza hacia atrás en el pecho de Naruto cerca de su cuello y mordí levemente el lóbulo de su oreja.
- Me estás excitando Dobe – le dije susurrando y entonces sentí su sonrisilla antes de notar sus manos empezar a moverse por mi miembro.
- ¿Cómo cuánto? – me retó.
- Si sigues así... demasiado – le dije.
- Entonces no pararé – me comentó aunque si me movió hacia la habitación y me tumbó en la cama.
Me quedé tumbado en la cama donde Naruto me había dejado mientras veía como se quitaba la camiseta antes de subirse también a la cama encima de mí y besarme. Le besé todo lo pasional que pude pero aún así, seguía echando de menos poder utilizar mis manos, porque echaba de menos tocarle, acariciarle, sentirle y no podía hacerlo.
Deprimía un poco tener que dejarle todo el trabajo a Naruto pero teniendo en cuenta el gran problema que tenía ahora mismo entre las piernas, prefería pasarlo mal por no poder tocarle, a que me dejase como estaba, quería que me penetrase, quería que bajase mi excitación como fuera.
Jugué con su lengua metiendo la mía en su boca mientras sentía sus manos acariciar mi cintura con suavidad y colándolas bajo mi camiseta subiendo hacia mi pecho. Notaba sus manos recorriendo cada centímetro de mi piel, deteniendo sus dedos en mis pezones y pellizcándolos con delicadeza para excitarme aún más antes de bajar su lengua desde mi boca hacia ellos. Me encantaba cuando los mordía, cuando los lamía y es que Naruto cada vez lo hacía mejor, cada vez sentía más placer con él.
Jadeé y encorvé un poco mi espalda mientras Naruto seguía succionando mis pezones, mientras seguía mordiéndolos y lamiéndolos con lujuria antes de terminar de quitarme la camiseta y empezar a desabrocharme el pantalón para quitarlo también.
- ¿No te molesta ya, Sasuke? – me preguntó burlón.
- Sí – le dije – mucho
Naruto sonrió y bajó un poco mi ropa interior sacando mi miembro para poder lamerlo. De verdad que había mejorado mucho, me era imposible contener los gemidos cuando estaba con él. Disfrutaba demasiado de Naruto y fue él mismo quien me ayudó colocando la mano en mi trasero a que hiciera un poco de movimiento metiéndosela hasta el fondo. Naruto parecía disfrutar también lamiéndolo, le gustaba escuchar mis jadeos, le gustaba sentir que él tenía el control y aunque a mí me fastidiase no tenerlo por estas heridas que no se habían curado aún, no podía negar que me excitaba de vez en cuando perder el control también.
Estaba disfrutando con lo que hacía Naruto, me encantaba, no podía parar de gritar y gemir más cuando empezó a utilizar los trucos que yo le había enseñado la última vez, porque tenía que admitir, que aprendía muy rápido. Tuvo que parar por miedo a que me corriese mucho antes que él, pero aprovechó para preparar mi entrada.
Entró despacio en mí y casi le grité que entrase de una vez, porque me moría de ganas de sentirle dentro, le quería en este momento, me moría por sentirle, porque me diera con todas sus fuerzas. Tras reírse por verme tan necesitado, acabó entrando de mí de golpe, haciéndome gritar una mezcla entre algo de dolor y placer, porque sentir su miembro dentro de mí era algo que me excitaba demasiado.
Odiaba cuando no podía tocarle ni hacer nada, sólo dejarme hacer y eso no me gustaba para nada, pero tampoco pude pensar mucho, porque estaba disfrutando tanto con los movimientos de Naruto dentro de mí. Sonreí con prepotencia cuando Naruto empezó con su vocabulario sucio y me gustaba que lo hiciera, por el simple hecho de que me excitaba y encima, sabía que yo le excitaba a él, se calentaba viendo mi cuerpo, entrando en mí, creyendo que tenía el control.
Se corrió dentro de mí y aunque yo gemí sintiendo como su líquido me invadía, pero lo que más me gustó, es como gimió él al correrse, con ese sonido tan varonil. Como quería a Naruto, no podía creerme aún que Naruto estuviera conmigo, tan enamorado de mí como yo lo estaba de él.
Lo que no me esperaba, es que cuando acabó y se tumbó a mi lado, llegó a decirme tras mucho pensar las palabras, que no quería volver a la villa para vivir, no quería ser Hokage de una villa donde no asumían lo mío con él. Naruto estaba empeñado en dos cosas, o conseguir que la gente me aceptase que sería imposible o largarnos de aquí de nuevo, pero no quería convertir a Naruto en un delincuente.
- Sasuke – me dijo – no quiero vivir en ningún lugar donde no estés tú.
- Yo siempre estaré contigo Naruto – le dije.
- Sí, pero quiero que estés cómodo y que seas feliz, si no va a ser en esta villa, podemos irnos, no me importa.
- No quiero que tengas que marcharte por mi culpa.
- No es tu culpa Sasuke, sólo te quiero a ti, me da igual todo lo demás. ¿Quieres que nos marchemos? – me preguntó muy directo.
- No quiero saber nada de esta villa Naruto – le dije muy sincero.
- Está bien, nos iremos, te lo prometo. No voy a dejar que nadie te haga daño en esta villa.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top