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Querido Cléa:

Este pelirrojo británico siempre será tuyo, te lo aseguro.

Siento haber tardado tanto tiempo en contestar (casi dos meses), pero la tienda me tiene ocupado todo el día y cuando subo al apartamento, estoy tan cansado que solo me apetece echarme en la cama y dormir hasta el día siguiente.

Esto no quiere decir que no estoy contento por el gran éxito que estábamos teniendo, ¡lo estoy! Pero creo que todavía tardaré un tiempo más en acostumbrarme a trabajar todo el día y que cuando no lo estoy haciendo, estoy tratando de inventar nuevos productos. Así que hasta que sea capaz de compaginar bien el trabajo con la vida privada y el cansancio no me afecte tanto, puede que no te escriba muy a menudo o tarde en contestarte; acaso que sea algo importante, entonces te contestaré de inmediato.

De todas maneras, imagino que tú también estás muy ocupada con la revista, así que no sé cómo haces tiempo para contestarme lo más rápido posible.

Por cierto, el número donde incluiste el artículo de «Sortilegios Weasley» me ha encantado. A Fred también. Tanto que lo hemos puesto uno de los ejemplares en la vidriera del mostrador de la tienda y otro lo hemos enmarcado y colgado al lado de la foto que nos hicimos Fred y yo el día de la inauguración. Después de todo, no todos los días te hacen un artículo en una revista extranjera, que encima se está volviendo tan popular. Tenemos que fardar de ello.

Hasta la próxima carta, cuídate mucho,

George Weasley.

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En la siguiente carta habrá un «salto temporal» para avanzar la historia y que no tengáis que esperar tanto para el siguiente capítulo narrado.

Marie Weasley.