Lois

15 de diciembre, 2023

Bebo el líquido morado que dice llamarse chicha mientras veo a Adara saludando emocionada a los niños que se le acercan. Todos la rodean y ella se acomoda el vestido para acuclillarse a su lado. Tiene el cabello recogido en un moño desordenado y su rostro está libre de maquillaje, lo que me permite ver sus pequeñas pecas a pesar de no estar cerca.

El suspiro se apresura a llegar y no lo retengo, libero el aire contenido acompañándolo de la sonrisa a la que ya me adecué, es esa que se dibuja en mi rostro cuando la veo y me percato de lo lejos que hemos llegado. Me pierdo por un instante en medio de recuerdos hasta que un codazo en mi abdomen me hace voltear al origen del golpe.

Es Kallie.

—Te diría que disimules, pero me encanta verte feliz y enamorado. —Me sonríe.

Vuelvo la vista a mi novia que se ha distraído mirando pulseras y collares que, aun cuando no son de su estilo, le quedan preciosos.

—Creo que vendremos seguido a visitar a tu familia —le digo—, me está encantando Perú.

Abraza mi brazo y descansa su peso en mí mirando hacia la misma dirección que yo.

—Te encanta verla así, pero tomaré el halago a mi país, gracias —ríe.

—La amo, Kall.

—Lo sé. —Apoya su sien en mi hombro—. Llevo dos años y algo más viéndote sonreír inconscientemente cuando la ves llegar.

Sonrío, debo parecer un tonto, pero no me quita el sueño. Estoy perdidamente enamorado de la rubia que ahora conversa de manera encantadora con el anciano que vende los collares. Nota que estoy mirándola y alza la vista para guiñarme un ojo, coqueta.

Le envío un beso que ella atrapa y se guarda en el pecho, el señor me voltea a mirar e inclino la cabeza a modo de saludo, él devuelve el gesto.

Converso un poco con mi amiga, desde que llegamos nos ha mostrado cada rinconcito de su ciudad natal. Estaremos aquí hasta mañana, luego va a llevarnos a explorar el resto. Lexie se encargó de investigar los lugares más bonitos y antes de viajar elegimos, costó trabajo porque todo aquí es maravilloso, pero logramos poner prioridades.

—La abuela está encantada con Lex y Ada, ya está haciéndoles esos amuletos de la buena suerte para que los guarden siempre. —Sonríe mirando a su abuelita que conversa con Lexie por medio de uno de sus nietos, ella es la única que no maneja del todo el español, necesita de un traductor para poder socializar.

Yo he entablado buena relación con un tío de Kallie, pude practicar mi quechua con un nativo y me ha servido para aprender frases nuevas que un profesor no puede enseñarte. Estoy fascinado con la cultura del lugar, antes de viajar me la pasé investigando y. conforme iba leyendo, más maravillado quedaba.

Mi amiga palmea mi hombro sacándome del breve trance, es cuando capto esos ojos verdes mirándome. Adara camina hacia mí y deja caer las manos en mi pecho, de inmediato rodeo su cintura con mis brazos.

—¿Por qué no van a dar una vuelta a la playa? A esta hora no hay mucha gente.

Kallie me sonríe cómplice. Entrelazo mis dedos con los de mi novia y nos encaminamos a las orillas ahora desoladas.

—Es muy bonito aquí. —Suspira—. La gente es agradable, me gusta.

—Podemos volver cuando quieras, amor. —La atraigo a mi costado y ella rodea mi torso.

Deja que su mirada se pierda en el sol que está ocultándose y sonríe. Dos años y esa sonrisa sigue causando lo mismo en mi interior, resulta tan cautivadora sin siquiera pretenderlo. Una sensación agradable me envuelve por completo al contemplarla así, feliz y resplandeciente.

—Me vas a desgastar —esta vez soy quien sonríe reconociendo esa broma vieja que tenemos entre los dos.

—Te miro tanto que si fuese cierto ya estarías bastante desgastada.

Empuja mi cuerpo con su cadera, recordándome que si quiere puede echarme al suelo sin problema.

—Me gusta que me desgastes, lo haces muy bonito. —Se detiene haciéndome parar también, sube las manos hasta mi cuello y me atrae a su rostro—. ¿Te he dicho hoy lo mucho que te amo?

Lo ha hecho, pero niego pegándola a mi cuerpo.

—Te crecerá la nariz como a Pinocho —me regaña sonriente.

—Puedo tomarlo si vas a decirlo otra vez.

Se lo piensa y pellizca mi nariz.

—Considéralo bien, si crece ya no podrás besarme.

Chica lista.

—Vale, tú ganas —desisto.

—Pero... ¿sabes? —Niego—. Puedo besarte y decirte que te amo a cambio de nada.

Sonrío afianzando mi agarre en su cintura. Roza nuestros labios y entre caricias murmura su «Te amo». No se aleja del todo, su naricita se pasea por mi barbilla y sus dedos juguetean con mi cabello.

—Estaba con los sobrinos de Kallie —habla—, me hicieron escuchar una canción... pensé en ti.

—¿Ah, sí? ¿Y qué decía?

Mantiene los ojos cerrados mientras se mece de un lado a otro y tararea una bonita melodía.

—I found love, the right one —canta bajito—, the kind of love that I really want. That night I felt free, I know what you mean to me, you mean love, love, love. So much love, love love.

Me dice que es de una banda peruana llamada We The Lion, una banda no muy reconocida, pero con buena música.

Empiezo a balancearme con ella, disfrutando de su vocecita contándome lo que hizo cuando no estaba conmigo. Podría pasar la eternidad así, sin aburrirme ni poner objeciones.

La luz del atardecer hace que su piel brille distinto y sus ojos, que de por sí transmiten calma, se vuelven más cálidos. Me mira, sin decir más, solo nuestros ojos encontrándose y formando conversaciones que no nos apetece hacer verbales.

Joder... no creo que pueda caber más amor en mi pecho por la mujer que tengo al frente; pero me equivoco, porque tengo la misma sensación cada día que despierto con ella a mi lado y al terminar la noche me doy cuenta de que la amo más que el día anterior. Admito que me fascina esa dinámica porque me encanta sorprenderme a mí mismo sintiendo más de lo que creí posible.

Adara Harmony es para muchos la princesa de Hollywood, título que le queda perfecto, si me lo preguntan. Pero para mí es mucho más, es la reina de mi corazón, es la mujer cautivante que me enamora más con cada segundo que paso a su lado. El amor de mi vida... sin dudarlo, puedo asegurarles que jamás amaré a otra persona de la manera en que la amo a ella, ni siquiera me interesa intentarlo.

Y es porque es ella, mi rubia, mi Brontë... mi amor.

Me dueleeeee. 

Ya terminó y sigo sin procesarlo. 

Antes que nada, quiero agradecerles por haber llegado hasta aquí, a cada uno de ustedes... de verdad que sí. 

Esta historia la escribí en un tiempo cortísimo, tres meses es una diferencia abismal con el tiempo que tardé en escribir YLT (fueron 3 años, si no recuerdo mal). Estoy orgullosa de esta novela, de mis personajes y del desarrollo que tuvo. Es difícil creer que nació de una idea tonta que armé para un curso, la elección de tres palabras que crearan una sinopsis, una sinopsis que encontré en mis días de ocio y que arreglé porque me dio curiosidad lo que podría nacer de ahí. 

Luego de ello las ideas fluyeron, la elección de nombres fue una faena porque no encontraba algo que me gustara, en especial con Lois, terminé mezclando letras hasta dar con lo que quería.

Hubo un punto en el que esquematicé todo, creo que me sirvió para no estar corta de ideas, de igual manera no seguí al pie de la letra mi esquema inicial, muchas cosas variaron y la cantidad de capítulos se alargó; sin embargo, me encanta el resultado final. 

Inefable Amor me ha dejado con muchas ideas sueltas que planeo continuar (estoy trabajando en ello y ya les contaré cuando tenga algo concreto listo).

Otra vez, muchísimas gracias por seguir hasta el final y estar leyendo este corto agradecimiento, por creer en la historia y hacerla parte de su día a día <3

No me despido del todo porque estaré soltando cositas por aquí, igual veré de editar este borrador y quizá aumente algunas escenas, ya les aviso para que relean y se enteren de los cambios. 

Un abrazo a todos, que tengan linda/o noche/día.