OO9. insuficiencia.

Insuficiente. Sinónimos: defectuosa, escasa y poca cosa.

Toda mi vida he tenido ese sentimiento de que soy insuficiente. La gente puede decir: es sólo tu mente la que te lleva a pensar eso. No es cierto, no eres insuficiente. Vales mucho. ¿Pero y si así es como siento que soy? ¿Y si en mi pecho no soy más que defectuosa, escasa y poca cosa? Acaso si así es como me veo y me siento, ¿No es real que lo soy? ¿Que soy insuficiente? Porque toda mi vida al mirarme al espejo me he dado cuenta de que soy la insuficiencia misma. Toda mi vida me he sentido así, he aceptado ese sentimiento y no he podido hacer nada para salir de ahí. Eso me hace insuficiente, y no lo dejaré de ser hasta que yo misma decida cambiarlo.

No importa lo que otros digan, siempre seré insuficiente. Así es como me siento conmigo misma y eso sólo lo hace más real.

Puede parecer fácil decir ‹‹cambiaré esto, seré mejor y me sentiré bien conmigo misma››. Pero no funciona así.

He llegado a sentir que no hay salida para mí. No hay escapatoria para como me siento acerca de mí misma, para lo infeliz que estoy con mi vida.

No hay remedio para mí.

Lo sé desde esos días cuando le decía a mi papá: ‹‹papi, hoy ve a casa a dormir con mami y conmigo›› o cuando le decía que ‹‹la señora Park podía esperarlo una noche, ella y Chan siempre dormían con él y era mi turno››.

Desde esos días no hay remedio, para como me siento cuando me miro al espejo. Y esta sensación de insuficiencia me mata, me ahoga. Me hace mucho mal.

Ese día en el medio del bosque, Lisa continuó llorando en mi hombro, contando un montón de cosas sobre la persona que amaba.

Pensé que no llegaría tan lejos, pero me confesó entre lágrimas que era Chan por quién lloraba.

—Llevamos un tiempo saliendo. ―confesó, temblando―. Desde nuestro viaje juntos. Siempre pensé que él no sentía lo mismo por mí... Pero un día sólo se echó a llorar y me dijo que me amaba. Pero que estaba asustado de la reacción de sus padres, pues siempre habían sido extremadamente xenofobicos. No les agradaba la gente de mi clase. Al principio todo salió bien, enfrentamos todo juntos. Ahora no lo sé... Todo se va a la mierda. Ahora siento que mis inseguridades están creciendo, que ya no puedo cargar con sus inseguridades si las mías están tan grandes. Ahora me siento herida cuando estoy con él, aunque lo ame y sea todo para mí. Se avergüenza de mí, no quiere que estemos juntos cuando estamos con amigos... Quiere que seamos un secreto para siempre. Entiendo sus miedos y no lo culpo, tiene razones para sentirse así. Sé que no lo hace a propósito. Pero estoy saliendo herida de esto, de intentar cuidarle. Y no es culpa mía ni de él, es de la sociedad. Pero tal vez no seamos correctos para la vida del otro, me siento tan mal... No lo sé.

Intenté escuchar como amiga y consejera, dejando mis sentimientos por fuera.

―Lo único que quisiera que él cambiara, es que también entendiera mi dolor como yo entiendo el suyo. Entiendo que me esconde; nos esconde por culpa de la maldad de la gente y que eso lo destroza. Pero él no entiende que si lloro cuando lo abrazo, es porque también tengo mis inseguridades y miedos. Miedo de que todo salga mal por tener que estar callando, ganas de liberarme y que todos sepan que amo a Park Chan. Quiero que me consuele como yo a él y me diga que todo está bien, que por un momento, ponga mis sentimientos antes que los suyos. Me siento tan sin valor. Siento que nunca... Nunca me entenderá como yo a él. Sólo quiero que deje de reírse de chistes clasistas y xenofobos para verse ‹‹mejor››, sólo quiero que deje de callar cuando sus ‹‹amigos›› molestan a los chicos de intercambio por no saber bien coreano aún. Sólo quiero dejarme de sentir tan insegura y asustada cuando estoy con él, aunque lo ame. —Lisa se liberó de todo lo que sentía.

Yo la abracé, tal vez más de lo que debí.

Mientras la abrazaba me dolía el pecho como nunca antes.

Tenía esa sensación de que la tristeza era capaz de matarme. De que realmente iba a morir en ese momento.

Como dije, intenté escucharla sin poner mis sentimientos de por medio. Usé muchas frases que mi mamá solía decirme, a ella parecieron ayudarle.

Incluso la hice reír después de tanto llanto.

Pero en ningún momento dejé de sentirme defectuosa, escasa y poca cosa. Como si estuviese haciéndome polvo en ese mismo instante.

Insuficiente. Insuficiente. Insuficiente.

Mi mente no dejaba de recordarme esa palabra.

Cuando volvimos hacia el lugar donde estaba mi padre con su familia, Lisa enganchó su mano a mi brazo como si yo fuese su fuente de vida.

Apretó mi piel en sus dedos con fuerza y no me molestó, sus dedos se sentían cálidos ahí.

Ella parecía un cachorro asustado e indefenso.

Yo busqué su mirada con la mía y cuando finalmente la encontré, la miré con dulzura y le dediqué una gran sonrisa para hacerle ver que no estaba sola.

Ella me devolvió la sonrisa, con los ojos muy brillantes y de repente viéndose demasiado feliz. Por un momento fue como si yo fuese el centro de su mundo.

―Gracias. ―me susurró.

―Estoy para ti. Todo va a salir bien. ―le dije yo, usando una voz suave.

Ella me miró sorprendida y ruborizada, en ojos cristalizados y nariz enrojecida.

―Era justo lo que vengo mucho tiempo deseando oír. ―confesó.

Mi pecho dolía, dolía demasiado. Mi pecho siempre había dolido por ella. Siempre dolería por ella.

―Ahora estoy aquí. ―reí un poco, fingiendo aires de grandeza.

Eso le sacó una gran carcajada.

Reímos juntas como si fuésemos la más grande maravilla del universo.

Nuestras risas escandalosas y pisadas también ruidosas, llamaron la atención de la ‹‹familia feliz›› sentada cerca de una fogata.

Todos esos ojos cayeron sobre nosotras.

Chan miró tímidamente hacia Lisa y nunca tuve tantas ganas de golpear a alguien.

A veces odiaba a mi medio hermano, era así. Nunca dejaría de ser así. Siempre encontraría una razón para odiarlo, y aún si no la hubiera, eventualmente sentiría que lo odiaba. Por mi padre, mi madre destruida, su familia feliz y ahora también por Lisa. En ese momento sentí que lo odiaba como nunca antes.

Miré hacia Lisa, para ver si había captado la mirada de Chan.

Pero Lisa sólo mantenía su cabeza agachada.

No sé si sentirme mal por eso, pero sentí tanta satisfacción de que no le mirara.

Volví mi mirada a Chan y él parecía ver el odio en mis ojos, porque algo en su rostro me decía que le destrozaba cómo yo le veía en ese momento.

La señora Park no parecía feliz de vernos a Lisa y a mí, tomadas del brazo con afán. Lo digo porque examinó nuestros brazos juntos y algo oscureció en su rostro.

Mi papá sólo cenaba en silencio, como siempre sin darse cuenta de lo que pasaba.

―Que bien, ya están aquí —alzó la voz mi padre con la boca llena de comida―. ChaeYoung, hija mía, estaba buscándote para decirte que ya que no esperábamos que Lisa viniera con nosotros, tendrás que compartir la tienda con ella. ¿Te importaría hacerlo? Ustedes se llevan bien y no creo que haya problema, ¿Verdad?

Intenté por un día dejar mis sentimientos de lado.

Pero el amor siempre ha sido egoísta.

―También puede quedarse conmigo, papá. Ya te dije que no me molesta. ―intervino Chan.

El amor siempre ha sido egoísta, y es por eso que dicen que en el amor y la guerra, todo se vale.

―Lisa estará bien conmigo.

―Estoy perfecta con ChaeYoung.

Nos apresuramos a decir. Ambas al mismo tiempo, como si lo tuviésemos planeado.

Luego de eso ambas estallamos en risas, volteando a vernos a los ojos mientras reíamos sin parar.

En ese pequeño instante tuve la sensación de que era fuerte y grande. Que valía mucho.

En ese pequeño instante me sentí inmortal.

La persona que amas te hace sentir inmortal.

Lisa me hacía sentir inmortal.

¿Por qué yo no puedo hacerle sentir tan invencible como ella a mí?

Intenté no ser egoísta, intenté borrar mis pensamientos sobre ella ese día.

Lo intenté, pero de todos modos me dolió que ella, siendo una persona tan genial, estuviese ahí sufriendo por Park Chan. Y yo aquí. Muriéndome por ella.

Por un jodido momento se me olvidó que Park ChaeYoung siempre había sido insuficiente, no inmortal.

¡Gracias por leer!

🌷

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