《 48 》

Capítulo dedicado a @Ninjaslow ♥

23 de diciembre.
7:15 pm.

Ya estaba oscuro afuera, pero todo era iluminado con las luces navideñas. El edificio donde trabajaba Harry, tenía un enorme adorno de un reno fuera de este. Entré al edificio cansada, había caminado mucho hoy en el trabajo.

Caminé hasta la puerta del consultorio de Harry. En su pequeña recepción afuera no estaba el chico que siempre estaba ahí. Así que solamente me acerqué a la puerta a ver si no estaba ocupado con algún paciente.

-Señora Miller, le repito que yo no doy el medicamento, no tengo permitido eso- Escuché la voz de Harry un poco impaciente.

-Que mal servicio -Dijo una mujer ya grande -Antes me caía bien jovencito.

-Señora, puedo traerle el medicamento si gusta hasta aquí, solo debe esperar un...

-No, no, ya me voy, pero a la otra tal vez quiera tener un poco de compasión por ésta pobre anciana.

-Felíz navidad, señora Miller.

-Feliz navidad le desea mi osteoporosis -Le contestó ella y reí.

Y unos segundos después la puerta se abrió, me hice a un lado para dejar que la señora saliera y al entrar vi a Harry con el rostro escondido entre sus manos, exasperado.

-Buenos días doctor -Le dije, él levantó su mirada de inmediato, suspiró y sonrió.

-¿También debo repetirte las cosas a ti? -Habló lento, mirándome con sus cansados ojos -No soy doctor.

-¿Te lo repito también? para mí lo eres.

Él rió bajo y luego miró las cosas en mis manos. Movió su lengua tocando su labio superior y achico los ojos tratando de adivinar.

-¿De vainilla, descafeinado? -Preguntó y me pareció muy tierno por un momento.

Asentí y él froto sus manos calentandolas, luego movió su cabeza indicandome que me sentara en la silla frente al escritorio. Sacudi mi cabeza negando, primero dejé su café y su pan dulce en el escritorio, luego me senté en la orilla de este último del lado donde él estaba sentado en su silla.

-No soy una paciente, doc. -Murmure tomando de mi chocolate caliente -No debo sentarme ahí.

Él tomó su café y lo movió un poco agitandolo, luego me miró y fruncio su rostro.

-¿Qué acaso no tienes frío? -Preguntó preocupado, lucía como mi mamá cuando me regañaba- ¡Está heladisimo afuera!

-Dejé mi chamarra en tu perchera cuando entré, genio -Señalé hacia ahí - Pero estabas tan... no sé, ¿estresado? con esa pobre señora.

Él rió fuerte esta vez y tomó mi mano acariciandola.

-Siempre pasa lo mismo cuando viene a consultar, pero bueno, debo aguantar eso-Dijo mirando mi chocolate caliente y luego sonrió - No entiendo, el café es delicioso, pero a ti no te gusta.

-Amo el chocolate caliente -Dije encogiendome de hombros.

-Combina contigo -Sonrió y rodé los ojos.

-¿Qué harás mañana en noche buena? -Le pregunté.

Antes de que me contestara hizo un poco su silla hacia atrás dejando más espacio entre el escritorio y él. Palmeo su regazo, así que me senté sobre él.

-Mis padres vendrán a visitarme y tendremos una cena, ¿por qué no vienen tú y tu familia? -Sugirió.

-¿Mi familia y la tuya juntas? -Pregunté dudosa.

-Sí, no lo veo como una mal idea.

Sonreí- Bien, le diré a mis padres -Le dije y le di un pequeño beso.

-¿Quieres hacer algo mientras llega mi próximo paciente? Luego iremos a casa.

Amaba cada vez que decía a casa, no decía a mi casa.

-Charlemos -Respondí y él asintió.

-Me siento como cuando era pequeño y me sentaba junto a Santa Claus, sólo que ahora yo estoy en el lugar de Santa -Dijo abrazandome.

-Yo nunca me he sentado en las piernas de un Santa, siempre me dio miedo -Respondí.

Él estiró la mano hacia un adorno de santa y tomó el gorro navideño, luego se lo puso y emitió una risa de Santa.

-Ahora lo estás.

-Santo cielo, si hubiera sabido que Santa era tan guapo me hubiera sentado en sus piernas muchas veces -Susurré y acaricié su rostro.

-Ya ves, ahora mismo estás siendo una chica mala, diciéndole esas cosas a Santa -Dijo escondiendo su rostro en mi cuello -Hueles muy bien.

-No creo que santa le diga eso a los niños.

-Pero a mamá Claus sí -Murmuró y después sentí sus labios en mi piel sensible, el sabía perfectamente que yo tenía un punto débil en mi cuello.

-Harry, basta - Susurré.

-Siempre me dijiste que nunca intentara nada en mi oficina, pero sabes que quieres que lo haga -Dijo levantándose, de modo que me aferre a él, y él me sentó sobre su escritorio.

Sentía que tenía demasiada ropa encima. Temble cuando Harry rozó suavemente con su pulgar en mi vientre y seguía en mi cuello. Luego poco a poco me fue recostando mientras movía las cosas que tenía ahí.

Fue entonces que tocó mi punto débil y gemi suavemente. El pequeño pino de navidad que tenía sobre su escritorio se veía borroso hasta que se cayó de ahí.
-Harry estás tirando todo -Le dije removiendome.

-No, sólo me estoy tirando a mi hermosa novia -Murmuró sobre mis labios, frunci el rostro y el rió.

-Harry alguien puede entrar y...

-Saben que tienen que llamar primero...

Y justo cuando metió un poco más su mano dentro de mi blusa, una voz hizo que nos sobresaltaramos.

"Señor Styles, el señor Frederick ha llegado, ¿puede pasar ahora?

Harry gruñó y se separó un poco de mí sin soltarme. Luego estiró el brazo hacia su contestadora.

-Dame dos minutos -Contestó.

-Bueno, tienes que trabajar cariño - Le dije y él fingió un puchero - Te esperaré afuera.

-Sí cariño, solo no dejes que el secretario te coquetee - Me guiñó un ojo mientras se quitaba el sombrero de Santa y lo dejaba en su lugar.

-Ni siquiera le pondré atención.

Él asintió y sonrió. Luego miró el sombrero de Santa.

-Creo que llevaré esto a casa -Dijo tomandolo de nuevo y guardandolo en su bolsillo -Voy a necesitarlo si jugaremos a Papá Noel y mamá Claus.

Rodé los ojos y le di una sonrisa antes de caminar hasta el perchero y agarrar mi chaqueta.

-Te espero impaciente afuera -Le dije antes de salir, luego miré al secretario - Hola Ryan, dice Harry que ya puede pasar su paciente.

-Hola Nereida -Me saludó y luego miró hacia el señor y le dijo que pasara. Yo me senté en la sala de espera mientras Harry salía.

Esa noche no usamos el gorro de navidad porque estábamos muy cansados, pero me prometió que mañana lo usariamos.

***

24 de Diciembre.

-¡Claro que iremos! -Me contestó mi mamá emocionada por teléfono, tenía el altavoz porque escuchaba a mi papá jugando con mi hermana -¡Ya quiero conocerlos!

-Esto no es por que te pidió matrimonio ¿verdad? -Preguntó mi papá y reí.

Harry también escuchó y rió. -Dile que no, aún no -Me dijo Harry y sonreí.

-Claro que no papá.

-Bien, ahí estaremos en unas horas- contestó mi mamá.

***

Los padres de Harry llegaron temprano y los dos estábamos emocionados (más Harry) porque no los habíamos visto en meses. Gemma también venía, y casi corre cuando me vio para abrazarme.

Harry lucía muy tierno al ver a su familia después de tanto tiempo, él estaba muy felíz de verdad.

Unas dos horas después mis papás llegaron junto a mi hermanita y yo estaba muy nerviosa. Me tranquilzaba un poco la idea de que yo le agradaba a los padres de Harry y él le agradara a mis padres. Ojalá se agradaran entre ellos también.

Media hora después estabamos sentados todos en la sala del departamento de Harry, con comida y atacados de la risa. Al menos nuestros padres y mi hermana que los imitaba.

Estaban contando, como siempre, cosas vergonzosas sobre nosotros y nosotros solamente nos reíamos del otro o nos ocultabamos para que no vieran nuestra vergüenza.

-Voy a la cocina -Dije cuando en uno de los relatos no soporte la vergüenza.

-Yo te acompaño -Dijo Harry.

Fuimos por más comida y cuando volvimos escuchabamos como nuestros padres hacían planes sin nosotros.

-Tranquilos -Dijo Harry -Falta aún para eso, Nere tiene que avanzar en su carrera.

-Exacto -Dijo mi papá.

-No se preocupen -Dijo Harry- En un futuro lejano pero no tanto, le pediré matrimonio a esta bella dama.

Rodé los ojos mientras me acurrucaba contra él. Hacía mucho frío.

-Harry tiene miedo a las cadenas -Dije y todos rieron.

-No es eso, sólo quiero juntar dinero y tener un anillo decente, y repito, que avances en tu carrera.

-Harry dijo una vez que no se casaría hasta los cuarenta -Dijo Gemma.

-Eso era hasta que llegó Nere, ahora no puedo esperar.

Lo miré, sus ojos verdes se giraron hacia mi y me besó.

-Ay mirenlos, son un par totalmente enamorado -Dijo la mamá de Harry y me sonroje.

Él me volvió a besar. Y estaba felíz porque todo había ido bien. (Esa noche si usamos el gorrito de navidad).


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