《 22 》

-¿No crees que van demasiado rápido? -Le pregunté a Harry.

-¿Acaso no te gusta ir rápido?

-Sí pero seguro que no ven nada nítido a su alrededor, pueden estrellarse.

-Son pilotos profesionales, cariño - Me dijo.

-¿Y vamos a manejar esos coches?

-No, nosotros vamos a manejar esos -Dijo señalando una pista más pequeña que la enorme pista donde habían autos corriendo.

Suspiré aliviada y asentí. Caminamos hasta una caseta en la entrada de la pista. Había una chica que ni siquiera levantó la mirada cuando llegamos. Harry se aclaró la garganta y la chica murmuró un aha sin voltear.

-Tenemos boletos para el Go Kart y nos gustaría entrar pronto -Dijo él.

La chica levantó la vista y me miró a mi primero con una expresión indiferente. Luego miró a Harry y se lamio los labios, frunci el ceño.

-¿Podrías darnos el brazalete para entrar de una vez? -Le dije.

La chica asintió y sacó la mano de la ventanilla para tomar los boletos, Harry se los entregó y la chica los guardó para después sacar los brazaletes, la chica sacó una grapadora y le dijo a Harry que pusiera la muñeca, le puso el brazalete alrededor y con la grapadora lo ajustó. Puse mi muñeca para que hiciera lo mismo, pero ella sólo me dio el brazalete y la grabadora. Puta.

-Yo te ayudo -Dijo Harry.

-Gracias, cariño - Dije, la chica sólo rodó los ojos.

Harry me puso el brazalete mientras una sonrisa divertida estaba en su rostro. Cuando la put... digo, la chica, nos dejó pasar, Harry aún tenía esa sonrisa.

-¿Qué pasa?

-Estabas celosa -Dijo alargando la 'o'.

-Claro que no.

Él sólo se encogió de hombros, llegamos hasta un mostrador donse había un chico algunos cinco años mayor que yo. Él sonrió hacia los dos.

-¿En qué los puedo ayudar?

-¿Podrías darnos los trajes y un carrito? -Preguntó Harry.

-No creo que los trajes sean necesarios -Le dije.

-No, pero quiero verte en uno.

Sonreí. Él chico nos entregó los trajes de piloto que nos pusimos encima de la ropa y nos asignó un carrito. Harry subió a el número 8 y yo al 12.

-No saquen brazos o pies, el acelerador es el de la derecha y el freno el de la izquierda como en un carro normal, no choquen entre ustedes, vayan lento en las curvas y disfruten su paseo, tienen una hora de diversión - Nos explicó el chico de manera sonriente. Al parecer le gustaba su trabajo.

Punto de vista de Harry:

Nereida lucía tan, pero tan bien con ese traje de piloto. Lucía como una chica ruda pero sensual a la vez. Sí, llamenme cursi pero estaba guapísima. Estaba seguro que no se lo rentaria nada más, se lo compraría y haría que lo usara siempre. Tal vez exagero.

-Te sienta tan bien ese traje -Le dije.

-Lo sé, a ti también te luce fenomenal.

-Puedo ponerme una bolsa de basura y me sigo viendo fenomenal -Le dije y ella rió.

-Es verdad.

-Voy a repetirte la pregunta, ¿estás lista para perder? -Le pregunté cuando el semáforo se encendió en rojo.

-Deberías de hacerte esa pregunta a ti mismo -Me respondió -Voy a patearte el trasero.

-Me gustaría que lo hicieras -Dije y ella se sonrojo.

-En tus sueños, Styles.

-Eso lo veremos, Keaton.

-Voy a correr más rápido que tú - Me dijo.

-¿Y si hago yo que corras?

Ella levantó una ceja confundida.

-Ya sabes...

-Eres un asqueroso.

El semáforo se puso anaranjado y un pitido se escuchó. Miré a Nereida que lucía tan concentrada en la pista, como analizando el camino. Se escuchó un sonido que significaba que podíamos salir y el semáforo cambió a verde al mismo momento.

Nereida avanzó rápidamente mientras yo me quedé ahí parado. Me había embobado con ella y eso me hizo atrasarme. Acelere lo más que pude, Nere llevaba algunos mentros de ventaja. Dio la vuelta en la curva y bajó la velocidad, aproveche ese momento para alcanzarla.

Justo cuando estaba a punto de rebasarla, se hizo a un lado impidiendome el paso. Pensé que ni siquiera sabría cómo acelerar y ahora me está impidiendo hacerlo a mi.

-¡Déjame pasar! -Le grité.

No me respondió, sólo escuché su hermosa risa burlona. Acelere más y di un empujón pequeño a su carro con el mío.

-¡Oye! -Se quejó.

Di un empujón más. Vi cómo su mano se asomó por encima de su cabeza mostrándome el dedo de en medio. Reí. Fingi que la rebasaria por la izquierda, pero lo hice hacia la izquierda. Ella se confundió e hizo que pudiera pasarla.

-¡No se vale! -Gritó.

-¡Claro que sí! -Grité y le saqué la lengua.

Nereida levantó una ceja y aceleró todavía más. Estaba justo a lado de mí. Puso una mirada de desafío en su rostro pero aún mirando la pista.

-¿Cuánto a que yo gano? -Me preguntó.

Sonreí y acelere dejándola atrás. La próxima curva estaba cerca, frene poco a poco para dar vuelta, pero me di cuenta demasiado tarde que había pisado el acelerador y no el freno. Oh no.

Fui a dar a un arbusto.

Con espinas.

Lo bueno era que tenía el cinturón y no me pasó nada, pero el carrito estaba atorado en la tierra. Nereida llego bajando la velocidad y salió disparada del carrito.

-¡Santo cielo, Harry! -Exclamó -¿Estás bien?

-Creo que tengo una pierna rota -Grité, obviamente era mentira.

-¡Oh no! -Dijo asustada -¡Iré a pedir ayuda al...!

-Era broma, estoy bien -Le dije -Sólo está atorado el carrito.

-Haces que me preocupe sin motivo -Dijo - Te voy a empujar con mi carrito y te ayudo a salir.

Y así lo hizo. Cinco minutos más tarde ya estaba en la pista de nuevo. Nereida acomodó su carrito al lado del mío.

-El que gane ésta vuelta paga unos helados - Propuso.

-El mío lo quiero de Vainilla, te lo digo de una vez para cuando vayas a comprarlos.

Rodó los ojos y sonrió, comenzó a contar hasta el tres, pero ella aceleró en el dos.

-¡Tramposa!

La alcanze unos segundos después. Ella iba riéndose. ¿Saben cuán hermosa es su sonrisa? ¿Y el sonido de su risa?

Nereida era simplemente preciosa. Todo de ella me encantaba. Pero más su personalidad, sí, era muy en verdad muy pesada, pero así me gustaba.

La dejé atrás mientras escuchaba sus quejas, llegué a la meta y segundos después ella también. Tenía su rostro fruncido. Su cabello que caía por sus hombros la hacía lucir más bella. Me sentía afortunado de tenerla como novia. Simplemente la adoraba.

No podía esperar a que lo hicieramos.

No, no la quería nada más por eso, pero en verdad quería hacerlo. Digo, soy un hombre, no he tenido sexo muchos meses, y Nere es hermosa. Yo no tengo la culpa.

-Tierra llamando a Harry -Escuché que Nereida decía.

Regresé a la realidad y la vi sonreír.

-¿Ves algo que te guste? -Preguntó.

-Sí, y me gusta mucho -Respondí.

Ella sonrió otra vez y se acercó a darme un corto beso. Éso me sorprendió.

-¿Qué? -Preguntó con una sonrisa traviesa -¿No puedo besar a mi bello novio?

-Obvio que sí pero me sorprende tu cambio de actitud -Le dije y ella me miró confusa -Me refiero a que siempre eras más... ¿distante?

-Creo que te he seguido tratando como amigo y no como mi novio -Dijo - Así que ahora planeo tratarte como debe ser.

Sonreí pícaro.

-Eso me gusta -Le dije -Ahora vamos a comprar esos helados.

Le tomé por la cintura y caminamos hasta el mostrador donde dejamos los trajes de pilotos.

-Te ves tan bien que he pensado en comprartelo -Le dije y ella sólo rió.

Fuimos a un puesto fuera de la pista del Go-Kart y Nereida pidió dos helados de Vanilla. Sacó dinero de su bolsillo y cuando estaba a punto de pagar la detuve.

-Pago yo -Le dije.

-Pero yo perdí - Dijo.

-Sí, pero un verdadero caballero no deja que su dama page nunca -Dije.

Puso los ojos en blanco y cedió. Pagé los helados y fuimos a sentarnos en una banca de un jardín que estaba ahí al lado. Corté una flor que estaba en un arbusto y se la coloqué en el cabello.

-Una flor para otra flor -Le dije.

-Eres un típico cursi -Dijo.

-Pero así te encanto.

-Tal vez...

Me acerqué y la besé, sus labios sabían a vainilla, eran tan suaves y ella lucía ran delicada, que me daba miedo tocarla y lastimarla. El calor comenzó a invadir partes exactas de mi cuerpo, así que me aleje lentamente, antes de que no pudiera parar.

-¿Vamos a algún restaurante? -Le pregunté y ella asintió.

Llegamos al Burguer King y pedimos unas hamburguesas, mientras esperabamos fuimos al área de juegos de los niños. Los niños gritaban y reían. Se empujaban por el tobogán y escalaban. Sonreí al recordar que yo también fui un niño sin preocupaciones por la universidad ni nada.

-Me gustaría senirme como un niño otra vez -Le dije a Nere.

Ella me miró de reojo y sonrió, se agachó y se quitó sus zapatos. La miré sin saber qué estaba haciendo.

-Vamos, quitate los tuyos - Me dijo.

-¿Piensas violarme en frente de niños? -Le pregunté.

-No seas tonto, vamos a subir.

-¿Qué?

-Que vamos a subir a los juegos.

-Pero, solamente son para niños, somos muy altos para...

-Dijiste que querías sentirte como niño una vez más, sólo se vive una vez, vamos quitate los zapatos -Dijo.

Sonreí. Me encantaba la idea, me quité los zapatos y vi como una señora me mirana raro. Nere me dijo que la siguiera, entró en el juego y comenzó a escalar. Los niños nos miraban raro también.

El espacio estaba más pequeño de lo que recordaba. Nereida iba caminando en cuatro, con sus manos y sus rodillas, yo iba igual detrás de ella y eso me permitía ver su trasero.

Por ir distraído, un niño que pasó a mi lado me empujó y me caí, Nere comenzó a reír al igual que yo. Una niña se acercó y nos miró a ambos.

-Ustedes no son niños - Dijo la pequeña.

¿Nah? ¿Me lo juras?

-No, no lo somos -Dijo Nereida.

-¿Y por qué están aquí arriba? -Preguntó -Los adultos no quieren jugar aquí.

-Nosotros sí - Le respondí.

La niña nos miró unos segundos y después se fue. Nereida siguió a caminando a gatas y fue hasta la entrada del tobogán.

-¿Quieres resbalarte?

Asentí, los niños que estaban ahí gritaron y corrieron al ver que íbamos a entrar al tobogán. Nereida se sentó en la entrada del tobogán y yo me puse detrás de ella abrazandola por la cintura. Ella se empujó y yo la ayudé, nos resbalamos juntos hasta llegar al final del ttobogán.

Estábamos riendo tanto. Nereida dejó de reír de un segundo a otro. Alze la mirada para encontrarme con una gerente del restaurante mirándonos muy pesadamente.

-No se si saben leer, pero en la entrada del área de niños dice exactamente eso -Dijo-¡Área de niños!

-Por favor, solamente está enojada porque usted no puede subir a los juegos -Le dijp Nere sorprendiendome.

El rosteo de la mujer enrojecio de furia, se acomodó su traje y suspiró.

-Hágame el favor de salir del restaurante, los dos.

-Al cabo que las hamburguesas de aquí están horribles - Le dije a Nereida - Te dan dos panes con una carne y te cobran media libra pot cada ingrediente extra que quieras.

Ella asintió.

-Me gusta más el Mc Donal's ¿vamos? -Preguntó.

Salimos del local riéndonos. Seguramente no nos dejarían entrar nunca más, pero había valido la pena. Nereida valía la pena. Aunque ni siquiera era una pena. Ella es un placer.

_______________________________
#TeamAzulYNegro. Ah ya están hartas, yo también xd.

Harry estaba en Manchester hace unos días, acá en la vida real JAJA akdkakkd.

Yo ya no me subo a los juegos de los restaurantes:( mi infancia acabó. Pero en el parque si ne subo a los columpios y todo yolo.

Ojaláes haya gustado eso de que Hereida anden de locos. Subo muy pronto, voten y comenten porfa, nos leemos;)

Pd: aún hay mucho espacio en el grupo de Whatsapp.

Capítulo dedicado a @Freeyoungwild ♡

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top