╰┈➤[Drabble/Semi Au]

╰┈➤[FRED, BILLY, SHERLIAM & BORAN]

╰┈➤ [OOC]

—¿No deberíamos estar durmiendo en vez de caminar por los pasillos?—preguntó Fred mientras era arrastrado por Billy en dirección al salón principal.

—Nope. Están todos durmiendo como troncos, será divertido, venga—lo animó el americano.

El azabache suspiró antes de empujar con el hombro la puerta del salón, que chirrió levemente, y miró el interior. En la chimenea, el fuego comenzaba a extinguirse, quemando los últimos trozos de leña que estaban rodeados por ascuas.

Billy caminó de puntillas hacia el árbol de Navidad de la esquina, llamando la atención de Fred.

—No pensarás abrir ahora los regalos, ¿verdad?—preguntó el londinense. El americano sonrió de forma traviesa antes de seguir caminando.

En aquel momento, un ronquido llamó la atención de ambos, que se giraron hacia el sofá, de donde había venido el ruido.

Los dos se acercaron de puntillas hacia el mueble, sonriendo enternecidos al ver allí a dos de las tres parejas de la sala.

Por un lado, Sherlock y William dormían tumbados en el sofá, con el rubio sobre el pecho del detective y con una manta sobre la espalda, que cubría a su vez a Sherlock.

Por otro lado, Bond descansaba con la cabeza apoyada en el regazo de Moran, que se recostaba en las patas del sofá. Por cierto, era él el que roncaba, lo que sacó una pequeña risa nasal a Fred.

—He aquí dos tipos de parejas cuando duermen. Tenemos a mis padres, durmiendo normal y a los tuyos, que duermen como si estuvieran a la intemperie—susurró Billy, sonriente.

En aquel momento, el americano estornudó debido al catarro que había pillado el día anterior al jugar en la nieve.

Los dos jóvenes se quedaron muy quietos, asustándose al ver cómo las dos parejas abrían los ojos de golpe.

—¿Qué...?—comenzó a decir Bond, somnoliento. Giró su cabeza hacia Fred y Billy, y su gesto se tornó pétreo—. ¿¡Qué narices hacéis levantados, señoritos!?

—¡Ha sido culpa de Billy!—exclamó Fred antes de empujar al mencionado hacia delante y salir corriendo.

—¡Qué bonito, me ofreces como carnada para quitarte el peso!—contestó el americano antes de salir de allí junto a Fred.

Los dos jóvenes sabían que Bond y William no tardarían en atraparlos y que Moran les echara la bronca del siglo, pero confiaban en que Sherlock, que era el más blando de los cuatro, lograse apaciguar a los otros.

📝;; Nota de autora

¡Por fin al día!

Bueno, esta es la última ventana del Calendario, pero mañana subiré un extra, así que estad atentos :D