Capítulo 17


Fui hasta el salón y vi a Tom que seguía durmiendo. Parecía un angelito y me recordó mucho a Bill. Seguí hasta la cocina y me preparé un café con leche. El ruido del microondas debió despertar a Tom puesto que no tardó en aparecer por la cocina con los ojos apenas abiertos.

- ¿Qué hora es?

- Las diez y media- respondí

- Que madrugadora eres...

- ¿A esto llamas madrugar? Que mal acostumbrado estás... ¿Quieres un café?

- No, gracias.

Se sentó en una de las sillas y se quedó mirándome, o más bien, haciéndome un repaso.

- ¿Qué?- dije un poco molesta

- Nada.

Suspiré poniendo los ojos en blanco y saqué la leche del microondas. Cogí la cafetera y eché café hasta llegar al borde de la taza. Tom seguía mirándome y me estaba poniendo nerviosa.

- ¿Qué?-repetí

- Nada. Solo te estoy mirando...

- Ya lo veo.

- Se me había olvidado que estás bastante buena- soltó como si tal cosa

- Venga Tom, vuelve al sofá, sigues borracho- determiné

Se limitó a sonreírme y creo que me sonrojé.

- ¿Te importa que me duche?- preguntó

- Eh... no, no... no- dije algo confundida- Voy... a sacarte una toalla.

Dejé la taza del café sobre la encimera y fui a sacar la mencionada toalla. La lleve al baño.

- Te la he dejado en el baño- dije al volver a la cocina

- Genial, pues voy a ello.

Justo cuando desapareció llamaron al portero automático: era Georg. Le abrí y esperé a que subiese con el café en las manos.

- Hola- me saludó al abrir la puerta

- Hola...

Pasó al salón directamente y se sentó.

- ¿Te acabas de levantar?

- Prácticamente.

- Vaya... ¿estuviste de fiesta o algo?- bromeó

Sonreí ligeramente y entonces nos quedamos en silencio. Se escuchaba ligeramente el agua de la ducha desde allí. Georg abrió mucho los ojos y después se quedó boquiabierto.

- ¿Tienes... visita?

- Sí- dije sin darle importancia

- Creo que... mejor vengo en otro momento- contestó levantándose precipitadamente

- Georg, relájate. No pasa nada- corté viendo por donde iba

- Ya, claro. No si tienes razón. Es normal que quieras... estar con alguien. Ha pasado ya mucho tiempo desde lo de Bill, tienes derecho a intentarlo de nuevo y...- dijo de corrido

- ¡Eh, eh! Para, te estás haciendo ideas raras. Quien está ahí dentro es Tom.

- ¿Tom? ¿Tom Kaulitz? Vaya... pues si que ha funcionado mi plan para que le ayudes. Y tanto que le ayudas.

- Georg...

- Es broma, es broma... Siendo Tom ya sé que es imposible. Lo que me extraña es que no estéis discutiendo.

Sí, era imposible que Tom y yo entablásemos una relación medianamente normal.

- Hemos superado la mayoría de nuestras diferencias- le informé

- Me alegro- sonrió él

El ruido del agua paró y a los pocos segundos Tom vino hasta el salón únicamente con la toalla atada a la cintura. Vio a Georg y apenas le dedicó un alzamiento de cejas.

- Cari ¿tienes algo de ropa limpia que pueda ponerme?- me preguntó cogiéndome por la cintura y acercándome a él

- Eh... Tom ¿de qué vas?-inquirí

Le cogí las manos y se las aparté.

- Buen intento Tom- añadió Georg- ya me ha dicho ella que no tenéis nada

- ¡Joder!- exclamó- Podría haber sido una gran broma-sonrió

Aquello me sorprendió sobremanera. No esperaba que Tom estuviese de tan buen humor como para hacer bromas. Y menos de ese tipo.

- Bueno, ¿Tienes ropa limpia y decente que me pueda poner o no?- volvió a preguntarme

- Hay un montón de cosas de Bill.

- No voy a ponerme nada de Bill- dijo ipso-facto

- Lo suponía. Creo que tengo algo tuyo... voy a mirar

Les dejé a solas y comenzaron a cuchichear como marujas. Busqué su ropa en el armario y no tardé en encontrarla. Escuché la puerta principal cerrándose y a los pocos segundos Tom estaba en la habitación.

- Georg ha tenido que irse- me informó

- Ya, claro. Le has echado.

- La verdad es que sí- confesó

- ¿Por qué?- pregunté

- No me apetecía hablar con él. ¿bueno qué? ¿Te vas y así puedo cambiarme? ¿O te quedas a ver el espectáculo?- se llevó las manos al borde de la toalla

- Tranquilo, me voy- dije poniendo los ojos en blanco

Cerré la puerta de la habitación y regresé al salón. Encendí el portátil y cuando terminó de iniciar apareció Tom.

- Creo que... debo irme ya

- Si quieres quedarte... yo tengo que trabajar pero puedes ver la televisión, leer, tocar la guitarra...

- Déjalo Shannon. Es mejor que me vaya. Ya me visitarás ¿no?

- La verdad es que tengo trabajo pendiente... lo he ido dejando atrasado y tengo que ponerme a ello. Pero puedes venir tú, si te apetece salir de tu solitario piso.

- Lo pensaré

Se encaminó hacia la entrada y fui con él. Abrí la puerta y salió a llamar al ascensor. Volvió a mi lado mientras subía.

- Gracias por todo esto Shannon.

- ¿Por qué?

- Por tu ayuda, tu tiempo... no lo merezco. No con lo mal que te he tratado siempre- se le veía azorado

- Yo tampoco me he portado muy bien que digamos.

- Gracias- repitió

Se acercó y me besó en la comisura de los labios. El ascensor había llegado y no dudó en apartarse y subir.

- Vendré de nuevo- aseguró mientras la puerta del ascensor se cerraba

Me rocé el sitio donde me había besado. Parecía que aún sentía sus labios sobre mi piel. ¿Podía ser posible? ¿Podía ser real que sintiese algo por Tom? ¿Por el hermano de Bill, al que siempre había repudiado?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top