Capítulo 10
Luego de aquella conversación que tanto sanó los corazones de ambos. Acordaron que al día siguiente el alfa podría ir a ver a sus cachorros. Por lo que ahora, a la mañana siguiente, el omega se encontraba en la entrada de la casa junto a su esposo. Ambos estaban de pie uno frente al otro, con Horacio sosteniendo la manija de la puerta detrás suyo mientras que eran acompañados de un silencio que de no haber tenido aquella conversación el día anterior, ahora sería un ambiente muy tenso. Sin embargo, los nervios que ambos sentían, eran el más pequeño de sus problemas.
— ¿Hablaste con ellos? — le preguntó Volkov visiblemente ansioso.
— Si y no — respondió sólo confundiéndolo más — saben que tendremos visita pero... no estaban muy animados, sobre todo Sammy así que solo...
— Horacio... — lo interrumpió suavemente al notar que comenzaba a sobresaltarse — todo estará bien...
— Lo sé, pero aún así — comenzó nuevamente el omega — Volkov, antes de que entres... — tomó una profunda bocanada de aire antes de hablar con un tono de voz lleno de preocupación y nerviosismo — quiero que sepas algo. Sé que esto ha sido increíblemente difícil para ti. Jamás podré imaginar lo que debe ser no recordar tu vida, tu familia... a nuestros cachorros...
El alfa asintió mientras escuchaba atentamente, dejando reflejar en sus ojos la mezcla de compresión y determinación que lo había acompañado desde que decidió acercarse nuevamente a Horacio conociendo que este era su esposo y que quería ser parte nuevamente de la vida de sus cachorros. Más ahora luego de la conversación del día anterior, se le había sumado la admiración hacia el moreno.
— Entiendo, Horacio. Sé que es difícil para todos... — pronunció usando aquel tono que tanto el omega extrañaba — pero no quiero que siga siendo tan difícil para ellos...
— Lo sé, y eso significa mucho para mí — esbozó una pequeña sonrisa de agradecimiento antes de continuar — Sammy ha estado muy preocupado y a veces parece que está tratando de entenderlo todo como un adulto — le comenzó a explicar recordando la conversación que había tenido su primogénito con él y también preparando al ruso para lo que se iba a encontrar — Kiara es... ella es pequeña y no comprende todo, pero puede sentir que algo ha cambiado, lo siento aquí — se tocó su corazón — Solo quería que supieras que, aunque no siempre lo muestren, cada gesto y cada palabra tuya será importante para ellos.
— Haré todo lo posible para ser el padre que necesitan, incluso si no recuerdo todo — el alfa sonrió, sintiendo una mezcla de emoción y responsabilidad — quiero que sepan que los amo, aunque eso pueda llevar un poco de tiempo en recordarlo — hizo una pausa — no recuerdo pero mi corazón sabe que esto que siento y esa preocupación que recorrió mi cuerpo luego de aquella pesadilla... no habría sido de esa forma si no los amase o me importaran tanto. Así que estoy donde debo y estar.
Horacio, con una mano en su abdomen de manera inconsciente, sintió una oleada de emoción. Aunque no podía compartir aún el secreto del embarazo, sentía que la presencia de Volkov era un alivio y una fuente de esperanza. Las palabras y acciones de su alfa le hacían sentir que cada vez estaban más cerca de ser una familia de nuevo.
— Gracias.... — dijo finalmente el moreno — significa mucho escuchar eso — hizo otra pausa — Ahora... sé que no será difícil para ti, porque aunque no recuerdes, eres una persona increíblemente cariñosa y protectora pero... se amable con ellos... por favor.
Volkov miró a Horacio con una mezcla de emociones, sintiendo una profunda admiración por el hombre frente a él. Y es que si ya antes de conocer la verdad sobre su relación con el omega, lo admiraba y respetaba enormemente, ahora compaginaba los sentimientos referentes a este que tanto se rehusaba a aceptar.
— Haré todo lo posible, Horacio — le respondió brindándole tranquilidad — prometo ser paciente y cariñoso con ellos. Y también quiero que sepas algo — se atrevió el alfa a tomar la mano de omega, tomándolo desprevenido — Sé que te lo mencioné superficialmente ayer... pero quiero resaltarlo ahora... sé que también ha sido un desafío para ti, tener que lidiar con todo esto sin que yo pueda ayudarte como antes. Lidiar con nuestros cachorros, el trabajo y conmigo amnésico... ha debido de ser horriblemente difícil para ti... pero estoy aquí ahora, y juntos encontraremos la manera de hacer que esto funcione.
Horacio sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas ante las palabras de Volkov. Apretó la mano de su esposo y asintió, agradecido por la comprensión y el apoyo.
— Gracias... significa mucho.. — respondió y ambos permanecieron unos segundos observándose hasta que este recobró la razón — Vamos, es hora de que los veas.
Con un último apretón de manos, Horacio abrió la puerta por completo y entraron juntos. Los pequeños Sammy y Kiara jugaban juntos en la alfombra entre el sofá y el televisor. Ambos al notar la presencia de su padre se pusieron de pie bajo la atenta mirada de ambos.
—¡Papá! — exclamó Kiara emocionada mientras que se apartaba de su hermano para ir corriendo hacia su padre.
Sin embargo, al llegar frente a este, se detuvo. Recordando cómo la última vez este le negó ser tomada en brazos. Cosa que alarmó a Horacio pero que el alfa comprendió pues había imaginado que algo así podría pasar. Así que se agachó frente a esta y le ofreció una sonrisa cálida, de esas que sólo un padre podía dedicarle a su princesa.
— Hola Kiara... — comenzó y está lo observó atentamente, haciendo que el alfa se percatase de la mirada bicolor que esta compartía con Horacio, detalle que le hizo sonreír — sé que no me veías hace mucho y... quería pedirte perdón por la otra vez...
— ¿Entonces sí nos quieres? — preguntó interrumpiendolo en un tono bajo que sólo el alfa logró escuchar.
Aquella pregunta le rompió el corazón, si bien sabía que las cosas habían sido difíciles para ellos, no pensó que esto llevase a la más pequeña de su familia a pensar que este ya no los quería. Podría no recordar pero sabía que desde siempre estuvo seguro del tipo de padre que quería ser. Uno muy diferente al que tuvo y que no permitiría que sus hijos pensaran algo erróneo de él.
— Por supuesto принцесса — respondió sin dudarlo — nunca lo dudes — aquello hizo que la mirada de la pequeña se volviera a llenar de ilusión — ¿quieres un abrazo?
Pregunta que no respondió con palabras, sino con sus acciones al abrazar a su padre casi de inmediato una vez este finalizó su pregunta. La pequeña sonreía felizmente mientras que Volkov sentía una conexión profunda y reconfortante a pesar de los vacíos en su memoria.
— ¿También quieres uno, Sammy? — le preguntó el alfa una vez se acercó a su primogénito aún con la más pequeña en brazos.
— Sí... — respondió tímidamente para luego unirse y abrazar de igual forma a su padre.
Horacio mientras tanto, observaba la escena con una mezcla de alivio y esperanza. Aún había un largo camino por delante, pero con paciencia y amor, sabían que podían reconstruir su familia. Este sólo era un pequeño gran paso para reconstruir todo aquello que tanto él como Volkov se habían esforzado por construir.
~•~•~•~•~
Un rato más tarde, en el cálido salón de la casa, la luz del sol se colaba por las ventanas. Volkov se encontraba sentado en una silla, mirando a su alrededor, tratando de familiarizarse con el entorno que, aunque seguía siendo desconocido, le daba una extraña sensación de pertenencia a diferencia de la habitación que tenía en casa de su hermana. Kiara estaba tranquilamente en su silla para comer en la cocina, observando a Horacio que terminaba de preparar el almuerzo. Mientras tanto, Sammy observaba a su padre con una mezcla de nerviosismo.
Pues después de haber estado pensándolo creía tener las palabras correctas para hablarle a su padre. Así que Sammy se acercó a Volkov, dando pasos pequeños pero decididos hasta detenerse frente a él con las manos entrelazadas y la cabeza baja, luchando por encontrar las palabras correctas.
— Papá — comenzó Sammy con su voz temblorosa pero clara — quiero decirte algo...
Volkov levantó la mirada, sus ojos se encontraron con los de su hijo, llenos de una profundidad de emociones que no podía comprender del todo. Sin embargo, no permitió que esto fuese un impedimento para negarle a su hijo ser escuchado.
— Claro, Sammy, ¿Qué ocurre ? — preguntó Volkov con suavidad, inclinándose un poco hacia adelante. Observando cómo el pequeño respiraba hondo y sus ojos brillaban un poco con lágrimas que se negaba a dejar salir.
— Quiero pedirte perdón... — reveló dejando confundido al alfa — perdón por haber estado enojado y confundido.... Sé que no recuerdas quién soy, pero... te extraño mucho. Y quiero que sepas que te amo, aunque no me recuerdes — dijo sintiéndose orgullo de haber podido lograr su objetivo.
Volkov por su lado, sintió un nudo en la garganta. Aunque sus recuerdos eran un vacío doloroso, las palabras de Sammy lo tocaron profundamente. Así que extendió su mano y la colocó suavemente sobre el hombro de su hijo.
— Sammy — dijo con voz un poco quebrada — no puedo imaginar lo difícil que esto debe ser para ti.... pero quiero que sepas que, aunque no recuerde todo, siento que eres muy importante para mí, lo siento en mi... Y te prometo que haré todo lo posible para estar aquí para ti y para Kiara — finalizó tomando dulcemente el rostro del pequeño para secar una lágrima que este había dejado salir.
Lo que hizo que Sammy no pudiese contener las demás y se lanzará entre lágrimas a los brazos de su padre. Volkov lo sostuvo con fuerza, sintiendo una conexión profunda y genuina con su hijo. En ese momento, aunque los recuerdos no estaban presentes, el amor y la sinceridad de Sammy crearon un vínculo poderoso entre ellos.
Horacio, que observaba desde la cocina, sintió que su corazón se llenaba de ilusión y orgullo. Aunque Volkov no lo recordase, aquello sólo demostraba lo bien que ambos estaban criando a sus pequeños. Criándolos con amor, respeto y más que nada, la empatía que les permitía conectar con los demás. Dándole todas esas herramientas y el amor que él y Volkov carecieron durante gran parte de su infancia.
— La comida ya está lista — anunció el omega — Sammy si lo comes todo, dejaré que le muestres a tu padre donde están escondidos los dulces y postres — dijo haciendo sonreír aún más al pequeño, pero confundiendo al alfa por completo.
— ¿No se supone que si están escondidos él no sepa dónde están? — interrogó mientras se acercaban y tomaban asiento alrededor de la mesa.
— Una cosa es que sepa donde están y la otra que alcance a llegar allí — dijo riendo el moreno.
— Ni siquiera papi los alcanza — delató el rubio haciendo reír al alfa.
— Eso no es cierto — dijo haciéndose el ofendido mientras le servía la comida a su hija y esta comenzaba a jugar con ella.
— Claro que si, papi no mientas — continuó riendo el pequeño.
— ¿Ah sí? — continuó diciendo ahora mientras le servía la comida al rubio — veremos entonces al finalizar la cena.
Concluyó haciéndolos reír nuevamente. Seguido a eso volteó a ver a Volkov. Este reía y parecía estar disfrutando de aquella cotidianidad de la vida. Después de todo, era lo que más el alfa necesitaba, vivir el día a día como siempre lo hacía para estimular sus recuerdos. Parecía que después de todo no iba a ser tan difícil como lo habían pensando.
~•~•~•~•~•~
La noche había caído, sin embargo, ahora la casa estaba llena de un ambiente apacible. Sammy y Kiara, ya en pijamas, estaban en la sala, jugando con bloques y dibujando en sus cuadernos. Volkov por su lado, estaba intentando involucrarse más en la vida familiar, se había sentado con ellos en el suelo, participando en las actividades. Aunque él estaba intentando conectarse con sus hijos, su mente se había comenzado a sentir dispersa y confusa.
Así que decidió ponerse de pie para tomar aire y que sus cachorros no se percataran de algún cambio en su semblante. Sin embargo, esto sólo lo empeoró todo, pues comenzó a apreciar la decoración de la casa y fue allí donde notó las diferentes fotografías que habían allí. Robándose su atención aquellas en una mesa al lado de la puerta de la entrada.
— Estos rostros... — dijo para sí mismo mientras comenzaba a hacer un mayor esfuerzo por enfocarse — ¿Madre?, ¿Aleksander?
Se sorprendió al ver fotos de estos allí. Con mucho cuidado tomó la foto de su madre y la aprecio más de cerca, con algo de nostalgia. En el presente ya habían pasado varios años, pero en su mente... era algo que no sobrepasaba tantos años.
— Esa es la abuela — escuchó a Sammy — se llama igual que la prima Irina — le informó sacándole una sonrisa — y el tío Aleksander también está allí — le señaló.
— Sí... — afirmó el alfa volviendo a colocar la foto en su lugar y tomando a su primogénito en brazos — ¿Te gustaría ayudarme? — el pequeño asintió para luego enfocarse en aquellas fotografías que tantas veces sus padres le habían mostrado.
— Él es el tío Willy, era mejor amigo de papi — le comenzó a contar mientras señalaba la imagen — era policía como ustedes, nos dijiste que no lo conocías, pero que era importante para papi... igual que la tía Athenea.
— ¿La tía Athenea? — preguntó confundido el alfa mientras que el pequeño le señaló una imagen donde se veía a un Horacio más joven, posando junto a una chica.
— Ella y sus bebés están en el cielito cuidándonos — le explicó con inocencia — papi dice que ella es nuestra madrina especial porque antes de que estuviéramos en su barriguita, ella nos cuidó a Kiara y a mi para que llegáramos bien.
— Estoy seguro de que así fue — respondió conmovido sin poner en duda lo que Sammy le decía.
— Y ellos son Pamela y Gael — continuó diciendo el pequeño rubio mientras le señalaba a un chico de cabello castaño y una chica pelirroja — nos dijiste que fueron los primeros pollitos que tuviste y que Pamela te llevaba donuts a la oficina.
Aquello conmovió el corazón del alfa. Todos y cada uno de aquellos retratos, parecían estar allí por lo importante y significante que fueron en la vida de él y su esposo. Tanto que les habían hablado a sus cachorros de ellos para que no fuesen olvidados. Definitivamente se escuchaba como algo que él haría y por lo que había conocido de Horacio en esos tres meses, también.
Sin embargo, otra parte de él no pudo evitar tener aquel profundo sentimiento de desconexión y angustia que le provocaba saber que estas habían sido personas importantes, que no los recordaba pero que a diferencia de su familia, estos no estaban presentes para poder hacerlo. Los rostros en las fotos parecían distantes, como si no pertenecieran a su vida. Intentó recordar a las personas en las fotos junto con las palabras dichas por su hijo, pero el esfuerzo solo aumentaba su ansiedad.
Sammy de inmediato notó la preocupación de su padre al ver la expresión en su rostro. Así que hizo lo primero que le vino a la mente y lo abrazó con fuerza aprovechando que esté aún lo tenía en brazos.
— Todo va a estar bien papá, yo te voy a ayudar a recordar todo — le dijo mientras aún lo abrazaba. Lo que hizo que el alfa no pudiese evitarlo y una lágrima se escapase por su rostro.
— Eres un hijo grandioso — fue lo único que pudo responderle.
El alfa inconscientemente había comenzado a dejar salir su aroma a canela. Aquel que hace varias semanas había comenzado a carecer por falta de la presencia del alfa en la casa. Lo que hizo que sus cachorros lo percibiesen de inmediato.
— ¿Abrazo? — escucho ahora la voz de su pequeña hija, ahora al lado suyo.
— Todos los que quieras, принцесса — respondió para luego agacharse y abrazar mejor a ambos pequeños.
Mientras tanto, Horacio que había ido al piso de arriba para atender una llamada de Gustabo, ahora se encontraba allí observando la escena con lágrimas en los ojos. Acariciando su vientre e inconscientemente, liberando al mismo tiempo su aroma a cerezas. Lo cual tampoco fue pasado por alto por el alfa al notar que el aroma era una tanto más... ¿dulce?
— Papi ven — lo llamó Kiara al percatarse de su presencia y haciéndolo retirar rápidamente la mano de su vientre — es un abrazo familiar — exclamó contenta.
— Horacio, ¿está todo bien? — preguntó confundido mientras colocaba a los niños en el suelo y se acercaba a este.
— ¿Yo?, Sí... — respondió ofreciéndole una sonrisa — ¿porque lo preguntas?
— No lo sé pero... —- comenzó a decirle dudoso de sus palabras — no lo sé, es sólo que tú aroma es algo... diferente... — reveló haciendo que el omega rápidamente se alertara.
— Todo está perfecto — respondió mientras rápidamente pasaba por el lado de este y yo amaba a Kiara en brazos — sólo que mañana debo reunirme temprano con Gustabo para discutir unas cosas que siguen estando pendiente de algunas semanas — comenzó a recoger los papeles que sus pequeños habían estado coloreando — y me habló tú hermana también, me pidió que te recordara que mañana tienes tu cita con la Dr. Martínez.
— Lo había olvidado por completo... — confesó olvidando lo anterior y yendo a ayudar al omega con el pequeño desorden — si quieres yo puedo recoger todo mientras llevas a los cachorros arriba y los alistas para dormir.
— ¿No te quedaras? — preguntó Sammy confundido y ganándose la atención de ambos.
Horacio y Volkov intercambiaron miradas. El omega aún tenía a la más pequeña en brazos, mientras que el alfa ahora tenía algunos de los materiales de sus hijos. Mentirían si decían que habían pensado en este momento y como lo harían. Por lo que el omega tomó asiento en el sofá y señaló a su lado para que su pequeño tomara asiento junto a él. Todo bajo la atenta mirada del alfa.
— ¿Recuerdas cuando hablamos de papá y cómo íbamos a ayudarlo? — le preguntó mientras su pequeña lo abrazaba, ya visiblemente cansada.
— Sí, y yo quiero ayudarlo a recordarnos, pero no quiero que se vaya... — confesó el pequeño.
— ¿Y si me quedo hasta que se duerman? — preguntó observando a su primogénito para luego tomar asiento al otro lado de este — mañana su padre los lleva a la escuela y cuando salgan en la tarde, pasaré a verlos de nuevo — observo ahora al omega mientras que esté acariciaba dulcemente la escalada de Kiara, relajándola para dormir — si a su padre le parece bien, obviamente.
— Por supuesto — respondió dedicándole una sonrisa para luego ver a su hijo de igual forma.
— Gracias — dijo abrazando al alfa, sorprendiéndolo y correspondiéndole al instante — te eché mucho de menos papá...
Horacio no pudo evitarlo y se permitió dejar caer una lágrima mientras observaba aquella escena. Habían sido meses muy difíciles y sabía que lo seguirían siendo hasta que recuperara a su esposo por completo, pero si las cosas seguían siendo así... estaba seguro de que sería todo más llevadero, no solo para sus pequeños, sino también para él y al que venía en camino.
•
•
•
~•~ Sé que ha sido un capítulo cortito pero digamos que es como una pequeña continuación del anterior ya que inicialmente iban a a ocurrir en el mismos capítulo. Igual les prometí seguir con lo soft y este capítulo cumple con ese requisito.
Espero les esté gustando la historia, recuerden que siempre estoy abierta para cualquier crítica constructiva que quieran hacerme en privado o simplemente leer sus teorías de cómo creen que continuará la historia.
✨ Los momentos felices no duran para siempre ✨~•~
•
•
•
🪡🧵 ~•~•~•~•~•~~•~•~• 🧵🪡
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top