Capítulo 10. Su sonrisa.

El enano ha estado actuando distante, ¿Por qué? ¿Tanto le habrá enojado que fuera un ejecutivo?, aunque estuviera tan enojado ¿seguirlo sería buena idea? Si, por que no...

Comencé a seguirlo desde la oficina hasta el estacionamiento, allí lo vi...

¡AY POR TODOS LOS DEMONIOS, ESTÁ CON ODASAKU!

¿Qué hace? ¿Intenta intimidarlo? Pff... está de puntitas. Contrólate Osamu, no te rías como un demente o te descubrirán, tranquilízate, tranquilízate...

Continúe mirando, eso sí que no me lo esperaba... Chuuya está... ¿aprendiendo a fumar con OdaSaku? ¿Qué es eso? Con lo mal que huele el tabaco, aunque el otro día dije algo sobre el cigarro de Odasaku. Espera... ¡naah!

Continúe viendo, analizando aquello, Chuuya todos los días iba con Odasaku en mis "ratos ocupados", la verdad es que había comenzado a desocuparme solo para verlos, incluso, Ango se había unido ¡eso no es justo acabo de hacer amistad con Ango! ... Chuuya ¿Qué pretendes?

La verdad mis días fueron de molestia, prefería pasármela jugando con mi videojuego que tener que soportar a Chuuya, íntimamente se las veía de muy grande.

― Oi Dazai – me llamo, ¿Qué querrá?, volteo a mirarle

― ¿Qué quieres renacuajo? – pregunte, y de inmediato subí mi mano para detener su patada antes de que llegase a mi rostro – intenta algo mejor, petit

― Oye, esto... ha-hay una misión

― Nadie me ha avisado

― Boss me pidió que te dijera

― Aja si

― En serio yo... - pude escuchar como trago saliva – es en el parque, al parecer alguien quiere cobrar una cuota, nos pidieron protección

― Entiendo – dije levantándome con pereza, ¿de verdad tenía que ir – vamos

Bajamos a los estacionamientos, iba a tomar una camioneta blindada, es mi favorita pero Chuuya chiflo ¿Qué soy un perro? Él es el perro. Voltee a verlo y me sonrió con las llaves de su motocicleta – vamos aquí

― No me subiré a tu monstruo, moriré

― ¿eso tiene algún efecto a lo que quieres sobre tu suicidio?

― Bueno no

― Vamos

― Bien

Jamás lo aceptaría pero solo subiría a una moto con Chuuya, no solo es buen conductor, su habilidad nos salvaría de cualquier accidente. Llegamos pronto a la feria, tan iluminada como siempre, y eso que solo era media tarde – vamos Dazai – dijo emocionado, ¿Por qué esta tan emocionado?

Como sea, solo tenemos que ir por el director y

― Dazai, Dazai, montemos a la montaña rusa - ¿por que está tan animado? 

― ¿Por qué montaría allí? Es

― ¿tienes miedo?

― Montemos esa cosa

» Dazai continuo jugando con Chuuya, después de bajar de la montaña rusa donde el castaño y el pelinaranja quisieron vomitar, continuaron. Chuuya había retado a Dazai a otros juegos, haciendo fila, comiendo hot dogs o simplemente un moshi, ambos chicos subían y bajaban de las atracciones, jugando entre ellos y divirtiéndose como si no hubiese un mañana

El anochecer llego y los chicos estaban en la rueda de la fortuna, disfrutando de la vista iluminada, era una bella vista, Dazai llevaba unos dulces y un sombrero de orejas de gato mientras que Chuuya cargaba con un zorro de peluche y unas orejas de perro.

― Fue divertido el día

― Lo fue – sonrió Dazai haciendo al pelinaranja sonrojar

― Olvidamos la misión – dijo Chuuya sin mirar a Dazai

― Podemos hacerlo cuando esto termina – menciono Dazai y sonrió a Chuuya – jamás había montado en estas cosas, fue súper divertido

Con aquella imagen de la gran sonrisa de Dazai siendo agradecido, Chuuya apretó su peluche, estaba conmovido.

Salieron de la rueda de la fortuna, con destino al lugar donde el director se escondía, hicieron su trabajo, una propuesta de protección a cambio de un bajo costo y entradas ilimitadas para ambos. La verdad, todos salieron ganado.

Se asomaron por la terraza del edificio alto, la feria estaba debajo de ellos, el mar en medio y la ciudad al final, las luces y el lugar era simplemente... Algo maravilloso.

Chuuya miro una vez más a Dazai y sonrió, probablemente, lo mejor que le pudo pasar fue tenerlo de compañero. Su día de feria y diversión termino pero Chuuya llevaba el mejor recuerdo de todos, la sonrisa de Dazai. «