Todo había sido un poco raro desde entonces, Luciel se veía muy feliz de que por fin Jumin confesara sus sentimientos. Sin embargo, para Jumin había sido difícil, no era fácil expresar sentimientos.
Luciel había sido muy comprensivo con esto, no era empalagoso y solo le decía al menos una vez que lo quería. Era como si todo de cierta forma hubiera sido igual a excepción de que los dos sabían sus sentimientos.
Aquel día Jumin había regresado de trabajar, encontró a Luciel dormido en el sillón abrazando a una pequeña bola de pelos.
¿Cómo era que Elizabeth hubiera aceptado que la abrazara? Tal vez después de todo no era el único que se sentía atraído por Luciel.
Jumin rió un poco y sacó su teléfono para tomarles una foto.
— Uno no siempre ve a los amores de su vida juntos  –dijo mientras la tomaba
— ¿Hablas de mí y de Eli? –preguntó Seven sonriendo.
Jumin brincó de a sorpresa
— Pensé que estabas dormido ... –
— Lo estaba, solo que sentí que me mirabas. Imposible dormir así – Jumin se sonrojó mientras Luciel continuaba —Asi que... ¿Soy uno de los amores de tu vida ? –
— Na... Nada de eso – tartamudeó Jumin — Solo le estaba sacando una foto a Elizabeth –
— Yo también te quiero, Jumin – fue lo único que contestó Seven.
Aquella foto se convirtió en la de bloqueo de pantalla de su celular, cualquier cosa Jumin solo volteaba a verla para olvidarse del estrés o los problemas.