Capítulo 27

–Henry sufrió desorden disociativo de la personalidad después de lo que hizo ese Halloween–. Dijo Marcus. Era primero de noviembre, la mañana relucía perfecta.

–¿Qué quieres decir?–. Ayden hablaba con Marcus afuera de la estación de policía. Jamie y Cox escuchaban también.

–Creía ser otra persona–. Dijo Cox.

–Exactamente. Jordan es una especie de amiga imaginaria, lo descubrí al hablar con él en todas esas terapias, no había registro de los señores White ni una tal Jordan en todo Forest.

–¿Cómo Henry llegó a tal punto?–. Dijo Jamie.

–Como saben, él provocó el incendio esa noche de Halloween –Dijo Cox–. El hombre enmascarado sí existió, y si secuestraron al pequeño Cole, pero lo que supimos fue que la madre de Henry, Anna, lo culpó ya que éste dio la dirección de donde vivían a aquél hombre. Henry amaba hacer bromas de pequeño y decía que eran idea de Jordan, Anna creyó que todo era un broma pero no fue así, Henry cegado por el enojo de negarle volver a ver a Jordan le prendió fuego a la casa.

–De ahí proviene el DDP; un trauma severo de la infancia. Henry se resguardó en sí mismo, era su culpa pero no lo aceptaba, por eso creó toda esa farsa de que el hombre había disparado a su padre, etc… Otra pista que Henry daba eran los nombres de los padres de Jordan: Nicholas y Anna, esos nombre son de los padres de Henry.
Vivió muchas cosas que se negaba a olvidar, por eso volvía una y otra vez a ese círculo vicioso de “Jordan”. El ambiente para él era duro, necesitaba a alguien para charlar y nadie mejor que esa amiga imaginaria.

–¿Qué me dices de esas veces que hablaba por ella? ¿Él la veía?

–Noté todo su comportamiento –Dijo Marcus–. Cómo cambiaba al hablar, sus movimientos, como daba la razón a alguien que no estaba ahí. Comprar un café extra.

–Él vino a hablar conmigo una vez en la estación –Intervino Cox–, pero no era él, era “Jordan”. Mostrando una fotografía tachada de sus padres que él había hecho. Marcus me dijo que jamás interfiriera en lo que decía Henry. Tuvimos que seguirle la corriente.

–Esas veces que hablaba de Jordan no comprendía. Sólo lo miraba, ya que no había nadie más en la habitación –Dijo Jamie–. ¿Y a lo que le temía?

–Eso también era producto de su imaginación. Nadie lo seguía, sólo sus propios demonios. Trabajé demasiado con él, pero era en vano–. Marcus se sentía inútil.

–Cada vez que se le ocurría decir “Jordan”, todos guardaban silencio, sabían lo que él había hecho, pero no creían que estuviera volviendo a suceder.

–Hiciste todo a tu alcance, Marcus–. Ayden dio palmadas amigables a su hombro.

–No fue suficiente.

Henry salió de la estación, era sujetado por dos hombres vestidos de blanco. Sobre la calle esperaba una camioneta que lo llevaría de vuelta a Kashmor.

–Creí que estaba listo–. Dijo Marcus.

Henry no dijo nada, era inexpresivo con lágrimas brotándole de los ojos; miró a todos por última vez. Sus ojeras y ese cabello desordenado lo hacían lucir peligroso. Lo subieron a la parte trasera de la camioneta.

Henry veía como se alejaba de lo que alguna vez fue su hogar, el pueblo que lo vió nacer. El suelo mojado por las constantes lluvias, ese enorme y profundo bosque y sus recuerdos era lo que extrañaría. Algo se rompió dentro de él, una fractura que se volvería imposible de cubrir, una fractura que ni el tiempo podría sanar.

–¡Hey! ¿Por qué esa cara?–. Jordan le sonrió, estaba a su lado.

Henry sonrió. Jordan abrazó a su mejor amigo; aunque ahí atrás, como siempre, Henry estaba completamente solo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top