Todo era oscuro, fue abriendo poco a poco los ojos, lograba escuchar un sonido lejano, como si de aceite se tratara, olía igual bastante bien para el. Abriendo los ojos totalmente miro al rededor notando que se encontraba acostado en en el sillón de su refugio, estaba tapado a medio cuerpo con una cobija, enfrente de el estaba la cocina encontrándose Tim en esta llevando aun su pijama: un par de shorts, una camisa que le quedaba grande y llevando consigo un mandil. Este estaba preparando el desayuno sin notar la presencia de su capitán que se encontraba ya despierto.

El capitán solo lo veía, mientras estaba de un lado a otro sirviendo y haciendo la comida, le era tierno verlo hacer todo eso además que sabía que no tiene conocimiento en la cocina, nunca antes lo había hecho y se notaba, se veía muy apurado y con miedo al fuego o miedo al quemarse.

Termino de hacer la comida y agarró la sartén caliente del mango colocandola en la barra con cuidado, al estar enfrente de la barra levantando apenas la mirada enfrente viendo a su capitán ya despierto.

– Señor, no lo escuché. ¿Descanso?.

– Supongo que si, que haces?.

– El desayuno, me di la libertad de hacerlo para que usted descansara más. Llame a los de la base y les dije que iríamos un poco tarde, ya les di actividades para hacer mientras nosotros llegamos.

– ... ¿Que sucedió ayer?.

– Nada interesante, vamos señor ya vengan. Se enfriara su comida.

– ... Tim, puedes venir un momento?.

— confundido por la petición de su pareja, se quitó el mandil llendo con el estando enfrente suyo— ¿Pasa al-

— lo abrazo de un momento a otro interrumpiendolo hundiendo su cabeza en el estómago de del menor haciendo que se sonroje — Te amo... Jamás me cansaré de decir esto. Tu me alegras la existencia.

– Je je se- 

El capitán, volvió a interrumpirlo dejándose caer en el sillón acostándose en este, al abrazar al soldado de la cintura lo llegó consigo estando encima de este solo rojo de la vergüenza soltando una risa nerviosa mientras lo veía perdidamente enamorado.

– Vaya, si que está diferente hoy señor je je.

– Solo... Soy positivo, como me habías dicho.

– Oh capitán, no tiene que cambiar. Sabe que lo amo como usted es.

– Lo se... — acercó más su rostro a el estando sus labios muy cercas de los de el — Si me permites, quiero hacer algo más. Llevar nuestra relación al otro nivel.

– ¿O-otro nivel?. — todo rojo por la situación, su corazón se iba acelerando cada vez. —.

Ambos se vieron fijamente por unos leves segundos, para después cerrar sus ojos y acercar más el uno al otro dando como resultado un beso, era la primera vez que habían tenido ese tipo de contacto. Solo se iban besando, era un beso lento pero tierno a la vez.

Pasando apenas segundos del beso se separaron abriendo los ojos, estando totalmente rojos de la vergüenza y sorprendidos. Tim empezó a soltar una leve sonrisa siendo seguido por su pareja que igual río de los nervios.

Acabando esas risas nerviosas, dejo caer su cabeza en el pecho de su capitán.

– ¿En verdad... Lo hicimos?.

– Si así nos podemos por un beso, no quiero imaginar lo demás.

— levantó su mirada teniendo esa típica sonrisa que llevaba — ¿Quiere averiguarlo?.

– Por dios, fue un error darte ese beso. — lo agarro de las mejillas apretandolas levemente mirándolo con ternura — No sabía que tenías una mente así. Ya será luego que se te baje la calentura.

Hizo una cara de puchero por la respuesta de su superior solo volviendo a colocar su cabeza en el pecho de esté mientras daba una que otra queja al aire, parecía un niño pequeño haciendo berrinche a lo que se me hacía tierno al capitán.