Capítulo 9
Está viendo el suelo y sus manos frente a el para apoyarse, sus rodillas le duelen, sus codos se doblan por la fuerza de esa patada en su espalda, cae de cara y el alfa lo patea con más fuerza.
Lo hizo molestar, fue un mal omega y tuvo la osadía de cuestionar a su alfa, el más mínimo "pero" sería merecedor de una golpiza.
Una que el creía merecía.
Shindo lo toma del cabello y arrastra por el suelo sin dificultad alguna, duele y arde pero ignora sus quejas, lo deja sobre el sofá y lo ve desabrocharse el pantalón.
Imaginaba que desquitaría todo su coraje de esa forma, después de todo era un alfa que requería desahogar sus dinámicas en su omega.
—No te muevas...
Usa su voz de alfa y le da ese comando dejándolo totalmente vulnerable sobre el sofá para su esposo, sus manos caen rendidas a los lados y no puede defenderse de ninguna forma, por lo que su alfa puede hacer lo que quiera con él.
Despierta.
Respira fuerte y lágrimas caen sobre sus mejillas mojándolo hasta la mandíbula, Katsuo estaba tomando su mano, lo ve llorando preocupado.
—Mamá, no llores por favor.
El niño le ruega aquello, escucha a su madre llorar y quejarse entre sueños, sabe que soñaba con su padre, era quien lo hacía temblar aterrado y que el aroma de su se volviera amargo cuando esto pasaba.
Kacchan en ese momento olía a puro terror.
Lo abraza y acurruca sobre su pecho.
—Lo siento.
Le pide perdón, pero sobre todo porque ya no sabe que hará esa mañana, se tiene que ir, claramente el estorbaba, aún recuerda ese beso y su sonrojo con ello era delator que estaba metiéndose en serios problemas.
Deku era una fantasía que cualquier omega querría tener, él obtuvo una pesadilla, no quiere quitarle la felicidad que él no supo apreciar a alguien más.
Ve su mochila con muy poca ropa, cuenta mentalmente cuánto dinero tenían y era prácticamente nada.
Nadie lo contrataría, y de ser así ganaría mucho menos que un alfa.
Podría optar por lo que la mayoría de omegas se veían orillados a hacer, por su pequeño estaba dispuesto a soportarlo.
Se levanta de golpe soltando a Katsuo y corre vomitando en el baño.
La sola idea de que alfas desconocidos le hicieran lo que Shindo le hacía le provocó que su cuerpo rechazara la idea.
Era su única forma de sobrevivir en su posición actual, era todo por su cachorro, se lava la boca y vuelve viendo a Katsuo sentado aún con la mirada preocupada y llorando.
—Mamá...
—Cariño, quiero que duermas, es tarde.
Katsuo niega con la cabeza y Kacchan lo abraza escondiéndose dentro de las sábanas para protegerse.
Kacchan suspira para si mismo y que su llanto se calme, toma aire para comenzarle a cantar a su cachorro una canción de cura.
—Déjame cantar una canción de cuna, Mientras cierras los ojos, Y mientras te estás quedando dormido, Como espero que los sueños que encuentres sean brillantes...
Lo abraza con recelo, aterrado que sus decisiones sean la perdición de ambos, que por no dejarse llevar por sus sentimientos terminaron así, rotos y sin nada.
—Amor, ¿podemos volver a encontrarnos pronto en el cielo más azul? Donde un mañana nos espera a ti y a mí, Así que abrázame fuerte una vez más, Pero no me des un beso de despedida, Porque sé que te veré del otro lado.
Pero de no ser así jamás había abrazado a ese cachorro y solo tal vez eso le dice que no corresponder al amor de su vida fue la decisión correcta.
No, no la fue, Katsuo pudo ser hijo del alfa correcto y él se lo arrebató.
Katsuo fácilmente cae dormido ante la voz cálida de su madre omega, la puerta se abre y Kacchan se asoma con cautela y ve la figura recociendo el aroma.
Sale con cuidado y arropa al infante, lo sigue y ve que ya es de día pero ellos estaban con todo cerrado y no querían volver a la realidad.
—¿Cuál es tu plan?
—Me iré en unas horas.
—¿Dónde irás?
No tiene respuesta y la mirada severa de Deku es claramente para persuadirlo, pero él no quiere ser más la discordia en una pareja ajena a él.
—No importa, tú estás comprometido y yo estoy casado.
—Romperé con ella.
Deku suelta eso y Kacchan lo ve conteniendo las ganas de vomitar de nuevo.
—No, no hagas eso, es un error.
—No, no lo es, esto no es justo para Uraraka, yo amo a alguien más y quedarme con ella es simplemente faltarle al respeto a ella y sus sentimientos.
Oficialmente siente que todas las veces que Shindo le dijo que solo existía para arruinarle la vida a otros era cierto, cae de rodillas y siente que merece que Deku lo golpee, lo humille, lo denigre y haga sentir solo dolor.
Al menos así sentirá que está pagando por lo que hizo.
Las manos de Deku lo toman y se prepara para recibirlo, pero Deku lo abraza y hace levantarse.
—No eres culpable de nada, yo jamás te olvide y si no te veía podría seguir con mi vida, pero eres tú y solo tú.
Kacchan lo empuja y huye del departamento, no puede seguir cerca de Deku o hará las cosas peor, su omega estaba por rogarle reclamarlo.
Que pelee por el, que lo tome y jamás deje ir.
Quiere que Deku sea quien lo proteja.
Deku queda con la sensación en sus brazos y teme que su lo persigue solo empeore la situación, Katsuo sigue durmiendo, sabe que volverá.
Pasados los minutos Uraraka llega y Deku la está esperando sentada en la mesa, se levanta pero antes de soltar alguna palabra es abofeteado.
Uraraka soltó todo lo que tenía con esa bofetada.
—¿Tan obvio soy?
—Tu me lo dijiste ¿Recuerdas?
No, no lo hace, la ve confundido con la mejilla roja y lágrimas de culpa.
Pero ella recuerda perfectamente su conversación el día que Izuku se enteró que Kacchan estaba en cinta y se casaría con otro alfa.
Se embriagó tanto que entiende porque no lo recuerda, lloraba con el corazón lleno de dolor y no dejaba de sentirse miserable.
—Izuku, olvídalo y busca alguien que te valore.
Ella le dijo eso para que por fin viera a la chica que lo atesoraba desde su primer año de preparatoria.
—No, no lo entiendes, jamás podrá haber nadie más, mientras Kacchan exista sabré que está ahí y si se que existe una posibilidad la voy a tomar.
Ella no cree que pueda ser tan intenso y pasional la situación, una obsesión pasajera tal vez.
—Pero él se casara y tendrá el cachorro de otro.
—No importa, por él podría esperar mil vidas con tal de tener mi turno de hacerlo feliz.
Deku decía eso con demasiado alcohol en la sangre que Uraraka creía que era una exageración, lo creyó más cuando a las semanas parecía superarlo y aceptó salir con ella.
Pero él aún así sobrio fue claro.
—Lamento jamás dar todo de mi.
Y esas eran palabras que Deku también olvidó con esos momentos de romanticismo que tuvo con la chica. Pero jamás fueron momentos que quedarán clavados en su pecho como recordar la simple mirada del omega que era dueño de su corazón latente.
Uraraka le recuerda todo y Deku se siente aún peor por saber que probablemente Uraraka supo que todo se iría por la borda el día que Kacchan apareció en su puerta.
—¿Por qué me dejaste tenerlo aquí?
—Porque le perteneces y no hay nada que pueda hacer al respecto.
Ella llora dolida de saber que jamás Izuku la ha mirado como mira a Katsuki.
Ella quiere eso.
Sale del apartamento ya con sus cosas empacadas y con la cara lavada, baja por el ascensor y en la entrada del edificio se topa con el omega quien volvía.
El también tenía los ojos hinchados y las mejillas rojas.
Kacchan la ve avergonzado y lleno de culpa, está por arrodillarse a rogarle su perdón pero Uraraka toma sus manos y las junta para detenerlo y verlo a la cara.
—Jamás me han visto como Izuku te ve, yo quiero eso y su mirada ya te pertenece, no seas idiota y desperdicies otra oportunidad.
—Yo lo siento...
—Tenía que pasar, yo ya sabía que mientras tú existas jamás podría llamar a Izuku mío. Así que me molestaré de saber que siendo tuyo no lo tomes para ti.
Dice eso último marchándose y dejando al omega con un peso abrumador sobre sus hombros y pecho, se sostiene de la pared para no caer.
Uraraka inconscientemente lo hizo como venganza. No es rencorosa, pero admite que no le gustó aceptar la derrota.
Pero era mejor a fingir que ella podría enamorar al alfa como Katsuki lo hizo, ella quiere tener su propia verdadera historia de amor.
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