Faith se sentó a la mesa de madera limpia, entre George y Charlie cuando oyeron el ruido familiar que venía de la chimenea. Las cabezas de los Gemelos se levantaron y una sonrisa apareció en sus labios. Faith sabía cuál era la pregunta, ardiendo en sus labios. Le habían contado todo lo que hicieron en la casa de los muggles.

—¿Se lo comió?—Fred preguntó emocionado mientras extendía una mano para ayudar a Harry a ponerse de pie. Los Weasley se fueron hace media hora para recoger a Harry Potter en su casa, donde también viven los Dursley, por supuesto, pero no había salido exactamente como lo habían planeado. Al menos, no para el señor Weasley.

—Sí—,respondió Harry. —¿Qué era?

—Caramelo longuilinguo—, dijo Fred alegremente. Faith podía decir que los gemelos pelirrojos estaban extremadamente orgullosos de lo que habían hecho. La chica de cabello oscuro los conocía demasiado bien como para esperar que crearan cosas así. —George y yo los inventamos, hemos estado buscando a alguien con quien probarlos durante todo el verano —La pequeña cocina estalló en carcajadas y la propia Faith soltó una suave risita también.

Harry miró alrededor de la casa que tanto extrañaba con una sonrisa en su rostro y vio a Ron y George sentados en la mesa de madera limpia con dos tipos pelirrojos que nunca había visto antes, pero tenía una teoría de quiénes podrían ser: Bill y Charlie, los dos hermanos Weasley mayores. Bill se puso de pie primero y le tendió la mano que Harry tomó. Luego Charlie se puso de pie y ellos también se dieron la mano, Harry podía sentir los callos y ampollas bajo sus dedos. Harry sabía que Charlie trabajaba con dragones en Rumania. Cuando Charlie movió su mano hacia atrás, Harry finalmente vio a la pequeña niña de Gryffindor de su año detrás del fuerte Charlie.

—Hola Harry Potter,—lo saludó con una suave sonrisa.

—Hola Faith Diggory,—la saludó con una sonrisa similar.

Antes de que nadie más pudiera decir algo más, hubo un leve estallido, y el Sr. Weasley apareció de la nada junto al hombro de George. Harry no lo había visto más enojado antes desde que conocía a la familia Weasley.

—¡Eso no fue gracioso, Fred!—Él gritó. —¿Qué diablos le diste a ese niño muggle?

—No le di nada—, comenzó Fred a defenderse. —Lo dejé caer ... fue su culpa lo cogió y se lo comió, nunca le dije que lo hiciera.

—¡Lo dejaste a propósito! —El Sr. Weasley estaba realmente enojado con el chico. —¡Sabías que se lo comería, sabías que estaba a dieta...!— El Sr. Weasley ni siquiera pudo terminar sus gritos cuando fue interrumpido por George.

—¿Cuanto le creció la lengua?—Preguntó con impaciencia. Faith sonrió a los estúpidos gemelos. Siempre consiguen hacerla sonreír.

—Cuando sus padres me permitieron acortársela había alcanzado más de un metro de largo.—Los Weasley, Harry y Faith volvieron a reírse a carcajadas. —¡No es gracioso! ¡Ese tipo de comportamiento socava seriamente las relaciones entre magos y muggles! Me paso la mitad de mi vida haciendo campaña contra el maltrato de los muggles y resulta que mis propios hijos...— El Sr. Weasley fue interrumpido de nuevo, pero ahora por Fred.

—¡No se lo dimos porque fuera muggle!— Fred dijo indignado.

—No, se lo dimos porque es un asqueroso bravucón—, terminó George y miró a Harry. —¿No es así, Harry?

—Sí, lo es, Sr. Weasley,—dijo Harry asintiendo. Faith no estaba siguiendo la mitad de la conversación, pero era demasiado divertido para apartar la mirada.

—¡Ese no es el punto! Esperen le diga a su madre...— Y una vez más, el Sr. Weasley fue interrumpido, esta vez por su esposa que acababa de entrar a la cocina.

—¿Decirme que?— Estaba de pie en la puerta con las manos en las caderas y una mirada sospechosa en los ojos. —Oh, hola, Harry querido,— su rostro de repente se suavizó mientras sonreía al chico de cabello oscuro que le devolvió la sonrisa cortésmente. Luego, sus ojos volvieron a mirar a su esposo. —Decirme qué, Arthur,— Faith sabía que el Sr. Weasley no había tenido la intención de decirle a la Sra. Weasley, por muy enojado que estuviera con Fred y George.

Se hizo un silencio, todos estaban demasiado asustados para decir algo hasta que una chica morena de cabello tupido y una pequeña pelirroja con los nombres de Hermione Granger y Ginny Weasley aparecieron detrás de la Sra. Weasley. Le sonrieron a Harry, quien, por supuesto, le devolvió la sonrisa, sin romper el silencio.

—¿Decirme qué, Arthur?—Repitió la Sra. Weasley.

—No es nada, Molly,—murmuró el Sr. Weasley. —Fred y George simplemente... pero ya he hablado con ellos...

—¿Qué han hecho esta vez? Si tiene algo que ver con Sortilegios Weasley...

—¿Por qué no le muestras a Harry dónde va a dormir, Ron?—Hermione dijo rápidamente.

—Él sabe dónde va a dormir—,dijo Ron frunciendo el ceño. —En mi habitación, durmió allí la última vez que...—Faith suspiró en voz baja para que nadie pudiera escucharla, a pesar de que Harry lo hizo, por frustración con Ron. A veces podía ser tan inconsciente.

—Todos podemos ir,—Hermione arqueó las cejas, así que tal vez Ron entendiera el punto y finalmente lo hizo.

—Oh, claro,—se puso de pie y escapó de la cocina con Harry siguiéndolo justo detrás.

Faith no la siguió, a pesar de que realmente quería escapar de esta escena ya que realmente no quería presenciar cómo la Sra. Weasley regañaba a los Gemelos, porque en realidad no hablaba mucho con Harry y Hermione. Solo un "hola" sin sentido cuando se cruzaron en los pasillos o cuando Harry le pidió a Faith notas de la lección cuando Ron y él no estaban prestando atención y no querían molestar a una Hermione concentrada.

—¿Quieres jugar un partido de Quidditch?—Bill le susurró al oído a Faith y ella se dio la vuelta con una sonrisa en el rostro.

—Por supuesto,—respondió a los hermanos Weasley y se puso de pie, siguiéndolos afuera.

—Sí, nosotros también iremos—,dijo George y Fred y él trataron de seguirlo, pero la Sra. Weasley los detuvo.

—¡Quédense donde están!

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Bill, Charlie y Faith se encontraron con una escoba y robaron una pelota de fútbol muggle que se usó como Quaffle. Bill jugó como el Guardián y Charlie y Faith intentaron anotar.

—Así que Faith—, comenzó Charlie, —¿estás emocionada por el día de mañana?— Tenía una típica sonrisa Weasley plasmada en su rostro cuando Faith arrojó la Quaffle a través del aro que Bill había hecho con un movimiento de su varita. Bill no lo entendió.

—¿Es eso siquiera una pregunta?— Faith se rio. —¡He amado el Quidditch toda mi vida y mañana vamos a la maldita Copa del Mundo!—Faith era una cazadora en el equipo de Gryffindor desde el año anterior y había hecho un gran trabajo hasta ahora.

—¿No van tu papá y Cedric también?—Bill preguntó a continuación y lanzó la pelota al aire. Charlie y Faith volaron en su camino tan rápido como pudieron, pero como los brazos de Charlie eran más largos, lo agarró.

—Sí, nos encontrarán junto al traslador.—Faith respondió sin aliento mientras giraba su escoba. Vio a Ginny asomando la cabeza por la ventana del dormitorio de Ron. Faith saludó con la mano y la vio devolver el saludo mientras Charlie anotaba un gol.

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Mientras tanto, el trío de oro estaba parado a solo unos metros de la ventana, pero lo suficiente para que pudieran ver a Faith jugar Quidditch.

—Ella es realmente buena, ¿no es así?— Dijo Hermione y Ron asintió.

—Ella es la mejor cazadora del equipo—, dijo Harry. Vio a la niña voltear su escoba boca abajo y marcar un gol. —¿Ella también va a la Copa?—Luego le preguntó a Ron.

—Ella no querría perderse ningún premio. El Sr. Diggory y su hermano también irán, pero el Sr. Diggory tuvo que terminar un trabajo en el Ministerio hasta altas horas de la noche, así que Faith dormirá aquí esta noche—. Ron explicó.

Había conocido a Faith toda su vida. Bueno, casi. Ron era solo unos meses mayor que la niña, pero desde que vio el mundo por primera vez el primero de septiembre, a menudo la llevaban a los Weasley para cuidarla porque la pareja de Diggory estaba muy ocupada la mayor parte del tiempo. Incluso fue un milagro que tuviera tiempo de ir al Mundial.

—Tal vez deberíamos ayudar a mamá a preparar la cena—, dijo Ginny de repente, lo que sacó a Harry y Ron de sus pensamientos y vieron que Bill, Charlie y Faith habían desaparecido. Los cuatro Gryffindors bajaron las escaleras de caracol hasta que se encontraron con la Sra. Weasley en la parte inferior.

—Estaba a punto de llamarlos. Hermione, querida, ¿serías tan amable de ayudarme a cortar las papas?

—Por supuesto, Sra. Weasley,—respondió Hermione y se escabulló a la cocina.

—Ginny, Ron, Harry, ¿podrían ayudar a Bill y Charlie con las mesas afuera?

Los tres asintieron con la cabeza y salieron por la puerta trasera donde escucharon ruidos fuertes. La fuente de la conmoción fue revelada cuando entraron al jardín y vieron que Bill y Charlie tenían sus varitas afuera y estaban haciendo que dos viejas mesas estropeadas volaran por encima del césped, chocando entre sí, cada uno tratando de golpear a los demás fuera del jardín. aire. Fred y George estaban animando y Faith miraba con una expresión divertida. La mesa de Bill atrapó la de Charlie con un gran estruendo y le arrancó una de las patas. Hubo un ruido en lo alto, y todos miraron hacia arriba para ver la cabeza de Percy asomando por una ventana en el segundo piso.

—¿Podrían hacer menos ruido?—Gritó.

—Lo siento Percy,—se disculpó Bill sonriendo.

—¿Cómo están los fondos del caldero?—Faith le preguntó al tercer hermano mayor de los Weasley.

—Muy mal—, fue su respuesta y volvió a cerrar las ventanas de golpe. Bill y Charlie dirigieron las mesas al suelo y con un movimiento de la varita de Bill, la pierna se volvió a unir a la mesa.

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A las siete en punto, todos se sentaron a la mesa llena de platos de la excelente cocina de la Sra. Weasley. Faith tuvo una discusión con Fred, George y Charlie sobre quién ganaría la Copa del Mundo.

—Tiene que ser Irlanda—, dijo Charlie con voz ronca. a través de una boca llena de papa. —Ellos aplastaron a Perú en las semifinales.

—Sin embargo, Bulgaria tiene a Viktor Krum—, dijo Fred.

—Bueno, no ganas un partido con un solo buen jugador, necesitarás siete de esos—, dijo Faith brevemente. —E Irlanda tiene siete—. Añadió ganándose un bufido de los Gemelos que la hizo sonreír. Faith estaba apoyando a Irlanda. Iban a ganar y nadie podía decirle lo contrario.

—Sin embargo, desearía que Inglaterra hubiera pasado. Eso fue vergonzoso—. Charlie comentó lastimosamente.

—¿Qué ocurrió?—Harry preguntó ansiosamente mientras miraba a Faith que estaba sentada frente a él. Ella resopló, recordando.

—Fue inútil. En media hora, el buscador de Transilvania capturó la snitch. Inglaterra perdió trescientos noventa contra diez—, le dijo a Harry con tristeza. —Gales perdió ante Uganda y Escocia fueron masacrados por Luxemburgo.

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Después de que la Sra. Weasley conjuró velas para iluminar el jardín que se oscurecía, tomaron un poco de pudín como postre. Harry y Faith habían estado hablando todo el tiempo sobre la Copa del Mundo desde que ambos compartían su interés por el Quidditch.

—Mira la hora,—dijo de repente la Sra. Weasley. —Deberían estar en la cama, se tienen que levantar al amanecer para llegar a la Copa.

Faith no era realmente una fanática de levantarse temprano, pero esta vez no le importó ya que era para la Copa del Mundo. Todos salieron del jardín después de decir buenas noches y se fueron a sus habitaciones. Faith compartió la habitación con Ginny y Hermione ya que ninguno de ellas esperaba compartir habitación con ninguno de los chicos de cuarto año. Tan pronto como Faith apoyó la cabeza en la almohada, se durmió profundamente.