Q u i n c e
Casi se mareaba de tanto ver a su hijo caminar de un lugar a otro dentro de su habitación mientras acomodaba las figuras de acción de uravity y ground zero:
—¡Es un estúpido! ¡estúpido! ¡estúpido! ¡estúpido! —gruñía con enojo y a pesar de eso ponía con cuidado las figuras en las repisas.— ¡Si, definitivamente estuuuuuuuuuuuupido! ¡Fui con las mejores intenciones y él se molesta!
Se dio la vuelta para encarar a su madre que estaba sentada prestando total atención, se puso rojo de la felicidad, su mamá es tan tierna y obvio ojos raros jamás tendría una como la suya, Ochako sólo una. Caminó a sentarse a su lado y recargó su cabello chocolate junto al de su madre.
—Bien —masculló— ¿qué opinas, ma?
—¡Es un tonto, como Shoto!
Se miraron cómplices y se tomaron de las manos sin notar que comenzaban a flotar debido a la emoción de Ochako.
—¡El hielo les congeló el cerebro a esos ojos raros¡
—¡Si, si, las neuronas se les entumió de tanto frío!
—¡Tontos!
—¡Tontos! ¡Tontos!
Una risilla picara surgió de Youta:
—¡Tontos copos de nieve!
—Nghtjijiji, son unos bastones de caramelo huecos, huecos ¡huecos!
Entre risitas malévolas e insultos infantiles la puerta se abrió para dejar ver a Bakugou con un evidente estrés en su rostro, había pasado cerca de tres horas revisando Twitter para asegurarse de no ver ni una calumnia referente a su familia y la prestigiosa agencia Todoroki. Dio un suspiro al ver como ese par de tontos flotaba por la habitación en un ritual pendejo de chismes venenosos. Al menos no había foto de él ayudando a trepar a su hijo los muros de esa lujosa mención.
Un proceso de divorcio desencadenado por la familia acaramelada les daba nervios hasta en cada cabello, Youta se sentía culpable, tanto como sus padres.
Ochako se puso seria y aterrizó elegante al suelo junto a su hijo, debían hacer algo, pedir disculpas.
La castaña sacó su teléfono y como si la otra persona leyera el futuro, sonrió al ver el mensaje:
Todoroki
Buenas tardes, Ocha. ¿Te interrumpo en algo?
Me gustaría platicar contigo, hay algo importante que quiero comentarte.
Ah, tan formal, pensó Ochako respondiendo con calma, aunque algo molesta porque ya tenía encima a ese par de chismosos mirando con atención las palabras que formaba al presionar la pantalla.
Tú
¡En dos días estaré libre por la tarde, vamos a comer algún lugar con hamburguesas!
Los tres puntos que indicaban que Shoto escribia la hicieron tener tiempo para alejar a Youta y Bakugou.
—¡Dejen de husmear, mejor limpien el patio que no han arreglado desde hace semanas! —se levantó de la cama y salió de la habitación de su hijo.
Ochako bajó del auto tan nerviosa que la gravedad la hacía tener pasos prolongados, si Momo creía que estaba en una cita con Shoto sí de casualidad los veía, estaba bien muerta, muerta, muerta. Sonrió triunfal al ser alcanzada por Youta con energía. Si, su hijo era su escudo, le brindaba confianza.
Entró al pequeño establecimiento para ver a su amigo de pie, tan formal como siempre esperando que ella llegara. Corrió a saludarlo de beso en la mejilla y ordenando a Youta saludar, hasta que. La gente miraba curiosa y mormuraban,unos reían despacio.
Si, no sabían disimular.
Ochako estaba con un sombrero de playa enorme para cubrir su rostro y alejar a la prensa, Shoto con un sombrero negro elegante y un abrigo negro enorme. Lo ignoraron y se sentaron, Youta ya estaba pidiendo entusiasmado.
—¡Quiero con doble carne!
Su alegría se fue cuando vio al extra acercarse secando sus manos y cada pizca de su ánimo se coló por cada uno de sus poros.
Ambos padres se miraron ante la tensión de sus hijos pero no había tiempo para calmarlos, la prensa salía de entre cada piedra y debían aprovechar la poca privacidad.
Youta miraba molesto a ojos raros, quien se limitaba a mirar a otro lado.
Una lucha de miradas desinteresadas comenzó mientras Ochako y Shoto hablaban amargamente de lo sucedido.
Entre la feroz batalla las palabras de Todoroki hicieron que se detuviera.
—Lo hablaré con ella lo antes posible, el ambiente es tenso y no quiero que mi hijo esté en medio. Quizá en unos días hable con ella...
Ochako miró al bicolor al lado de su hijo con una tristeza y amor inconfundible. Le regaló una cálida sonrisa llena de compresión que hizo a ojos raros ponerse rojo hasta las orejas y ganarse un gruñido de Youta.
—Te entiendo, puede quedarse en casa cuando tú estés listo para hablar con ella, sólo avísame y será bienvenido —la cara indignada de Youta intentó amenazar a su madre pero esta lo ignoró con amabilidad. Los dos adolecentes se miraron con odio.
Un celular vibró y todos dieron un pequeño salto del susto, miraban aterrados el nombre "Momo" bailar en la pantalla.
La castaña pagó la cuenta y todos salieron para ingresar al auto de Bakugou. El celular sonó de nuevo y está vez todos contuvieron la respiración, Todoroki contestó.
—La maestra de Francés está esperando desde hace media hora en la sala de estar, dónde está?
Ambas miradas heterocromaticas se cruzaron por el retrovisor. Ojos raros se sintió tan culpable que de inmediato miró al suelo, se suponía que tenía que cancelar y lo había olvidado.
—Habíamos quedado en ir a comer hoy juntos a algún restaurante, olvidamos cancelar la clase —Shoto cuidó su tono de voz, sabía que si lo decía demasiado calmado iniciaría una pelea.
Un silencio incómodo inundó el automóvil.
—Te he dicho mil veces que hay un chef para que cocine lo que sea en la casa, no pueden andar cancelando clases a diestra y siniestra. Estamos preparando a nuestro hijo para dirigir todo esto y tú solo andas parpaloteando con él donde sea.
La conversación hacia a Ochako morder sus uñas, Youta tenía el rostro aburrido y cansado, Todoroki miraba perdido el paisaje asintiendo a todo lo que le decía su esposa en automático;
Se sintió estúpido, inútil y ferozmente enojado con su madre, no entendía por qué iba al mil por hora, con una mueca miró al lado, Youta hizo lo mismo y se miraron un largo rato en un lenguaje de miradas que sólo ellos podían descifrar. Si, ambos coincidieron: su madre es una mierda.
—¿Eh? ¡No! —exclamó ante su confesión, no quería odiar a su propia madre. Ante la falta de respeto su rostro se coloreó de rojo dando entrada a las carcajadas del joven Bakugou.
Se rompió el ambiente y Ochako pudo respirar y mirar con una sonrisa a los chicos por el retrovisor, Todoroki colgó y en un extraño desafan de la vida se dejó caer sobre el hombro de Ochako, casi acurrucandose en su pecho.
Youta congeló su risa para mirar como asesino serial aquel acto, los celos llenaron su corazón en un segundo y gruñó chistando la lengua, sabía que todos necesitaban de apoyo, un abrazo y consuelo, pero no podía controlar sus emociones en esos momentos, sabe que su padre no respondería mal ante el gesto porque es alguien compresivo y empático a pesar de su actitud, así que calmó sus nervios y se dispuso a distraerse mirando a la ventana.
En cambio, ojos raros aprecio la escena, nunca veía a su padre ser vulnerable y no pudo evitar sonreír al saber que él tenía alguien en quien refugiarse.
Los sentimientos suelen encapsularse y y las emociones disiparse, como suelen decir, el sol sale después de la tormenta. Y ahora, Youta y Ojos raros eran lo que más deseaban en ese momento. Ahora se encontraban dentro del ojo de un huracán, ante la mirada marrón del castaño era lo peor que pudo haber pasado y el inexperto corazón del heterocromatico era un torbellino de confusiones.
NotaAn
Ayúdenme a darle un nombre a ojos raros.
Ya se viene lo denso
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